miércoles, 13 de abril de 2011
RedUNE pide personarse en la causa abierta contra el gurú hinduista
La Asociación para la prevención de la manipulación sectaria (RedUNE) ha presentado ante el Juzgado de Instrucción 7 de Granada, que investiga las prácticas del líder de la comunidad hinduista instalada en una Casa Yoga de Armilla (Granada), un escrito para personarse en la procedimiento abierto.
En el escrito presentado por RedUNE, al que ha tenido acceso Europa Press, la asociación pide su personación, que tendrá que ser ahora aceptada o rechazada por el juez, como acusación popular, lo que le permitirá formular su acusación contra el gurú y tener acceso a todas las diligencias ya practicadas.
Según explicaba recientemente el presidente de RedUNE, el ex diputado vasco Juantxo Domínguez, la conducta del gurú, Antonio Javier Ruiz Plazas, es "propia de un líder sectario", y está tipificada en el artículo 515 del Código Penal, que establece en su párrafo tercero que "son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución", lo que en otros países, como Francia, se considera un delito de manipulación psicológica.
En su opinión, procesar a Plazas por esta conducta abrirá la puerta de la jurisprudencia a otros casos similares en España, donde prácticamente no se han llevado a juicio a estos grupos que utilizan la "manipulación psicológica" con un interés económico o personal, generalmente con personas que son mayores de edad. Para Domínguez, es "responsabilidad de la justicia" detectar y castigar a los responsables de este tipo de sectas, "que se saltan a la torera la Constitución".
Para RedUNE, la comunidad hinduista que lidera Plazas es una "secta destructiva", que genera entre sus miembros "una importante dependencia psicológica", lo que, de afectar a un buen número de personas, como es el caso de Granada --se calcula que podría haber al menos una veintena de perjudicados-- se puede convertir en un "auténtico problema de salud pública".
Plazas fue denunciado por la Fiscalía de Granada, que pidió al titular de Instrucción 7, el magistrado José María Pacheco, embargar a Plazas sus bienes y retirarle el pasaporte de manera preventiva, petición que ha sido sin embargo rechazada.
La instrucción del caso continúa y ya se han tomado declaración a varias de las posibles víctimas y al supuesto gurú, al que el fiscal le atribuye un posible delito de asociación ilícita y contra la integridad moral por utilizar "técnicas de persuasión coercitiva" con los integrantes de su comunidad en su beneficio personal, sexual y económico.
En su denuncia, la Fiscalía considera que desde que se fundó la comunidad, a principios de los años 80, el denunciado "de manera personal y valiéndose de aquellas personas que componen la estructura jerarquizada" de la congregación, "ha venido llevando a cabo actos consistentes en la captación de personas en satisfacción de sus intereses personales", según consta en el decreto fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press.
Utilizando como "reclamo" el atractivo de la religión y la cultura hinduista y aprovechando en ocasiones la "debilidad" de quien acudía a ellas por problemas familiares, laborales, psicológicos e incluso físicos, el líder, aplicaba técnicas abusivas y coercitivas en el grupo, tales como permitirles tan sólo una comida al día, tres o cuatro horas únicamente de sueño, deberes y responsabilidades "constantes", incluso con "contratos de esclavitud", por los que los miembros de la congregación "debían comprometerse a no descansar y a estar disponibles las 24 horas para las necesidades del maestro".
Tras la investigación y toma de declaración de las posibles víctimas, la Fiscalía señala en su decreto que Antonio Javier Ruiz Plazas ha conseguido además mediante sus procedimientos tener acceso sexual a muchas de las integrantes de la comunidad, "a quienes incluso ha inducido a mantener relaciones lésbicas en su presencia".
"AGOTAMIENTO MENTAL Y HUMILLACIONES"
También el gurú ha cambiado de manera significativa la dieta alimenticia en la Casa Yoga que la comunidad tiene en Armilla (Granada), indicándole a sus adeptos que deben llevar ser lacto-vegetarianos; ha establecido "horarios muy limitados y una actividad frenética"; ha impuesto "deberes" que "nunca finalizan" y sesiones religiosas o de "adoctrinamiento" "maratonianas", con monólogos de hasta 7 u 8 horas; ha conseguido el "agotamiento mental a través de acusaciones injustas, humillaciones públicas, insultos y gritos exagerados" que acaban minando la "capacidad de decisión" de la comunidad; y ha llegado incluso a emplear la violencia física.
En definitiva, Ruiz Plazas ha hecho uso de una serie de métodos "tendentes a anular y controlar la personalidad de los miembros de la comunidad", encaminados a poder disponer de sus bienes, propiciando que los vendieran o con la finalidad de integrarlos en su propio patrimonio o de testaferros (en ocasiones se han hecho transferencias a la cuenta de su madre). Actualmente, incide el Ministerio Público, existen pendientes "posibles transmisiones" de inmuebles titularidad de quienes actualmente son discípulas de la comunidad.
La Fiscalía Provincial, que calcula que puede haber una veintena de víctimas, abrió diligencias de investigación penal sobre este asunto después de que el caso fuera llevado a la Fiscalía Superior de Andalucía por el Defensor del Ciudadano de Granada, al que acudieron familiares y ex adeptos para trasladarle lo ocurrido.
Además, el pasado verano víctimas del supuesto gurú, que se han constituido en asociación, ofrecieron una rueda de prensa en la que aseguraron que Plazas anula la libertad a los miembros de su comunidad y los explota y somete mediante técnicas de "persuasión coercitiva" propias de un líder sectario.
Fuente:europapress.es
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