lunes, 27 de mayo de 2013

Los jóvenes con adicción a Internet prefieren las relaciones online

El uso inadecuado de Internet puede generar una adicción que lleva a que el adolescente prefiera sólo relacionarse por la red. El control de los padres es clave para detectarla, tratarla y evitarla.


El 57% de los jóvenes que tienen adicción a Internet prefieren mantener relaciones online o ciber relaciones antes que estar cara a cara con una persona, según se puso de manifiesto en el VI Congreso Nacional de la Asociación Española de Psiquiatría Privada, foro en el que también se dieron a conocer otros datos como que el 10% de los niños y adolescentes presentan el síndrome de la puerta cerrada y el 27% tiene problemas de conducta. Además, la mayoría de los jóvenes hacen uso de las nuevas tecnologías sin control adulto.

Y es que, aunque el uso de Internet tiene algunas ventajas y beneficios, su utilización también puede generar adicción, que se presenta cuando hay repercusiones sobre la salud y existe una pérdida de control sobre este uso. No obstante, un adolescente con abuso de nuevas tecnologías y estrés tecnológico, tiene un mayor riesgo de que se presente este tipo de acción.

Unos motivos por los que los expertos aconsejan que los padres estén alertas al anonimato, la adopción de doble personalidad en la red o al aumento del peso de la personalidad adquirida a través del personaje que se emplea en Internet y que se usa para cubrir otras necesidades.

Son factores de alerta que se deben tener en cuenta, aunque España no es uno de los países en los que más casos de adicción de Internet se detectan, situación que tiene una mayor incidencia en Corea del Sur, país en el que el 24% de los pacientes niños diagnosticados de adicción a Internet precisan ser hospitalizados.

El cuadro de síntomas que se presenta es bastante similar al de otras adiciones, de manera que hay un inicio, seguido de una reiteración, consolidación, pérdida de control, complicaciones y síndrome de abstinencia.

Pero la adicción no es el único problema vinculado con el uso de las nuevas tecnologías, dado que los pacientes con hiperactividad presentan una utilización inadecuada de Internet. Según explican expertos de Neurobiología, se produce un deterioro de la actividad del neurotransmisor 5HT –remite a los sistemas cerebrales de recompensa como en otro tipo de adicciones-, generando un conflicto que la serotonina intenta regular.

Una situación en la que, igualmente, hay que tener en cuenta el factor medioambiental, que tiene un importante peso porque los hijos tienden a abusar más de las nuevas tecnologías si los padres también abusan.

Pese a estos inconvenientes, la red social y las nuevas tecnologías presentan beneficios para el cerebro humano, dado que contribuyen a una rápida evolución cerebral, aunque todavía no hay evidencia científica en la actualidad de esta repercusión.

Fuente:aprendemas.com

Uno de cada cuatro jóvenes adictos a Internet sufre problemas de conducta

La adicción a Internet es un problema creciente entre los jóvenes ya que la mayoría acceden a las nuevas tecnologías sin control adulto, lo que puede tener importantes consecuencias para la salud, como prueba que actualmente uno de cada cuatro de estos niños y adolescentes presenta problemas de conducta.

Así lo ha explicado el doctor Jesús de la Gándara, del Hospital Universitario de Burgos, durante su participación en el VI Congreso Nacional de la Asociación Española de Psiquiatría Privada celebrado recientemente en Sitges (Barcelona), donde también ha reconocido que el 10 por ciento de los niños y adolescentes con esta adicción presenta síndrome de la puerta cerrada y el 57 por ciento prefiere las cíberrelaciones a las relaciones personales.

El uso de Internet, sea cual sea su contenido, juego, sexo, búsqueda de información o chats, se convierte en adicción cuando tiene repercusiones sobre la salud y existe una pérdida de control sobre este uso.

"La patogenia es similar a otros tipos de adicciones: hay un inicio, seguido de reiteración, consolidación, pérdida de control y complicaciones y síndrome de abstinencia", afirma el doctor de la Gándara.

Asimismo, este experto hace hincapié en que cuando un adolescente o un adulto presentan abuso de nuevas tecnologías y estrés tecnológico, el riesgo de que se presente este tipo de adicción es muy alto y afecta a la mayoría.

Los estudios epidemiológicos sobre este tipo de adicción son todavía complejos, según ha reconocido este experto, dada la "falta de instrumentos de medida y valoración diagnóstica", y los que se han hecho muestran una "gran variabilidad dependiendo de las zonas analizadas".

No obstante, según análisis realizados la zona del mundo en la que más incidencia existe de adicción a Internet en niños y adolescentes es Corea del Sur, donde el 24 por ciento de los pacientes niños diagnosticados de adicción a Internet requiere hospitalización.

LOS PADRES DEBEN ESTAR VIGILANTES

Ante esta situación, considera que los padres deben estar alertas a una serie de cuestiones en relación al uso de Internet y TICs, como el anonimato, la adopción de doble personalidad en Internet, el aumento del peso de la personalidad adquirida a través del personaje se usa en la Red y el uso de la misma para paliar o cubrir otras necesidades.

Asimismo, también ha destacado la relación de otros problemas con el uso de las nuevas tecnologías, y es que, por ejemplo, "los pacientes con hiperactividad presentan una utilización inadecuada de Internet".

Desde el punto de vista de la Neurobiología, el doctor de la Gándara explica que "se presenta un deterioro de la actividad del neurotransmisor 5HT, todo remite a los sistemas cerebrales de recompensa como en otro tipo de adicciones, lo que genera un conflicto que la serotonina intenta modular".

A ello hay que sumar el factor medioambiental, "algo que tiene un gran peso, teniendo en cuenta, por ejemplo, que cuanto más abusadores de las nuevas tecnologías de la información son los padres más lo son los hijos", concluye.

Fuente:eleconomista.es

Adictos en ocho segundos

La primera calada es intensa. Hay que saborearla. Se aspira lo máximo que se pueda de humo, tratando de retenerlo en los pulmones el mayor tiempo posible. Y a partir de este primer contacto, uno casi está perdido. La pasta base de cocaína (PBC) tarda entre ocho y 12 segundos en llegar al cerebro, donde su actuación es inmediata. Se desata la dependencia y el resto de consumo del cigarrillo es desesperado, compulsivo, hasta el punto de preparar otro antes de que el que está en la boca se consuma del todo. Así en un bucle sin fin.

Un informe presentado este mes por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) alerta del aumento de consumo de este tipo de sustancia en los países de América Latina y señala que "ha dejado de estar segmentado en la población de estratos medio y bajo" para empezar a enganchar a personas con alto poder adquisitivo.

"El incremento del uso de pasta base comienza tras la crisis económica argentina de 2001. En principio, la usaban personas de escasos recursos, denominándose la droga de los pobres, pero se fue popularizando. Nuestros estudios muestran que en 2002 sólo un 5% de los consumidores de PBC eran de clase media y en 2013 el porcentaje ya es del 52%", explica a ELMUNDO.es el psicólogo Pablo Rossi, director de la Fundación Manantiales, especializada en el tratamiento de la drogadicción.

Aunque recibe distintos nombres -'pasta' en Perú, 'basuco' (por pasta sucia de cocaína) en Colombia, 'pitillo' en Bolivia, 'pasta base' en Chile y el famoso 'paco' en Argentina y Uruguay (con una nueva derivación más dañina aún, llamada 'alita de mosca')- sus efectos son los mismos y su accesibilidad también. La sustancia se consigue fácilmente y es muy barata. Por uno o dos dólares se compra la dosis, que se introduce en un cigarrillo de tabaco -'tabacazo'- o se puede mezclar con marihuana -'mixto'-.


Los 'pastómanos', como se llaman ellos mismos, cada vez son más jóvenes, un hecho que preocupa a las autoridades. Según la Agencia de la ONU "el inicio de consumo de esta droga en los últimos tres años fue a los 13 años. En 2006, la edad de inicio se situaba a los 15". R. y S., de 14 y 15 años respectivamente, corroboran este punto. En rehabilitación para desengancharse de su adicción a la PBC, tienen historias similares. De familias pobres, la sustancia está a la orden del día en sus comunidades. R cuenta: "quería consumir cada vez más. Me adormecía la boca y el cuerpo y me olvidaba de todo". S reconoce que "esta droga me daba tranquilidad pero también hay momentos en los que asusta, que caminas mirando a todos lados, pensando que te persiguen".

La paranoia

Los consumidores de PBC prefieren consumir a solas o con muy pocas personas. Necesitan silencio y la seguridad de que no van a ser molestados, para reducir la intensidad de la paranoia o delirio de persecución que van unidos a los efectos de la intoxicación. Para los médicos que han elaborado el informe, "la PBC genera una de las formas más graves de dependencia, tanto psicológica como física, lo que motiva una inmediata renovación de la dosis y la aparición de euforia, seguida de ansiedad, anorexia, insomnio y depresión".

Daniel, de 25 años y en tratamiento en la Fundación Manantiales narra su experiencia: "Empecé con la pasta base tres años después de haberme fumado mi primer porro. Tenía 16 años. La cocaína ya me había dado vuelta a la cabeza. Por ahí me tomaba un papel y cuando se acababa seguíamos con pasta base que es mucho más barata. Después directamente compraba pasta base. Pegaba rápido, era una sensación de euforia única, pero en el bajón sentía que se acababa el mundo. No me importaba nada. Sólo quería más droga. Tenía sexo por dinero, vendía mis pertenencias, robaba a mis padres, abuela, amigos... Todo por un poco más. Cuando estaba drogado era casi un animal, llegaba a tocar mierda con la mano, parecía un perro de la calle. Quienes piensan que es una droga barata se equivocan. Al final del día me había fumado unos 20 papeles...".

Los pastómanos presentan algunos rasgos comunes tras el consumo, como "la "agitación, la salivación, los temblores y los deseos de defecar cuando ya está presente el cuadro clínico de dependencia". Algunos desarrollan un perfil esquizoide, condición por la cual creen que están influenciados por un poder externo que "roba" sus pensamientos y piensan que están controlados por voces que los dirigen.

Otros síntomas que alertan a las familias de que uno de sus miembros puede ser consumidor de PBC son: una rápida pérdida de peso, desgana, agotamiento, alucinaciones, vómitos, alteración del juicio... y un impacto devastador en la autoestima. A la larga, puede sufrir insuficiencia respiratoria, infarto de miocardio, daño cerebral e infecciones.


Según explica el psicólogo Rossi, estos adictos suelen comenzar el día con una dosis, "cuya euforia puede durar entre 15 y 20 minutos y luego llega el bajón y "craving" (la necesidad imperiosa de consumir). Y así pasan toda la jornada". Es palabra de terapeuta y ex adicto. La rehabilitación pasa por el internamiento en un centro. Pero como reconoce el director de la Fundación Manantiales, "el índice de deserción de adictos a la pasta base es superior al de otros consumidores de drogas".

"El dependiente es un ser para el cual el mundo pierde significado. Está en ruinas. El terapeuta tiene la enorme tarea de ayudar a reconstruir un universo donde la persona sienta que vale la pena existir", explica Carmen Masias Claux, Presidenta Ejecutiva de la Organización DEVIDA-Peru, que escribe una introducción al informe.

Cóctel de cafeína y yeso

El componente principal de la pasta base es la cocaína, que en la sustancia no adulterada debe representar más del 80% del total de su masa. Pero la que llega a los consumidores suele estar adulterada. Se rebaja con distintos productos como harina, azúcar en polvo, carbonato o bicarbonato de sodio, benzocaína o cafeína, tiza, yeso, entre otras sustancias. La PBC es un polvo blanco mate, cremoso o pajizo, insoluble en agua y compuesto por diversos productos que se producen durante el proceso de extracción de los alcaloides de la hoja de coca.

El informe de la UNODC habla de tres tipos. La PBC pura, con las variedades de'palo de rosa', apreciada por muchos pastómanos porque no genera paranoia; 'roja', de apariencia rojiza y efecto poderoso que da mucha hiperactividad; 'chiclosa', 'blanca' y 'amarilla'. La PBC impura, también conocida como bambeada o rebajada y la PBC lavada, variedad que hasta hace pocos años no se comercializaba porque se usaba sólo para el proceso de cristalización de la cocaína.

En Latinoamérica, especialmente en Perú, Colombia y Bolivia se inicia el consumo de la pasta básica de cocaína a comienzos de la década de 1970. El mercado de estas drogas aún se caracteriza por la impunidad, reconoce la oficina de la ONU. En las principales ciudades urbanas de los países andinos se encuentran las denominadas "zonas rojas", donde se concentran los vendedores de pasta y cocaína. Y en la selva están los 'niños verdes', consumidores muy jóvenes, de familias pobres, que además son utilizados para la venta.

Fuente:elmundo.es

Identifican las redes de neuronas en el cerebro que se rompen en la enfermedad psiquiátrica

El estudio de las redes de conexiones en el cerebro de las personas afectadas por esquizofrenia, enfermedad bipolar o depresión ha permitido a Peter Williamson, de la Universidad de Western, en Ontario (Canadá), obtener una mejor comprensión de las bases biológicas de estas enfermedades.

Junto a sus colegas, este científico ha demostrado que las diferentes redes que se encuentran específicamente en los seres humanos se interrumpen en las diferentes enfermedades psiquiátricas. 

Anteriormente, los investigadores habían intentado utilizar métodos genéticos para ayudar a explicar las bases biológicas de las enfermedades neuropsiquiátricas, pero la genética sólo puede explicar un pequeño porcentaje de los casos. Hoy en día los científicos han comenzado a utilizar nuevas técnicas de imagen para estudiar las conexiones en el cerebro de los pacientes que viven y este enfoque revela diferencias importantes entre los pacientes que sufren de esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión, y las personas no afectadas por estos trastornos.

La esquizofrenia y el trastorno bipolar son enfermedades exclusivamente humanas, ya que, aunque existen algunos modelos animales de estas enfermedades, los animales no pueden experimentar estas enfermedades como los humanos, ya que carecen de las capacidades lingüísticas y la capacidad para representar los sentimientos e ideas propios y los de los demás.

Estas capacidades específicamente humanas están codificadas en redes neuronales específicamente humanas, como una red de codificación emocional, que se interrumpe en los trastornos del estado de ánimo, como depresión y trastorno bipolar, y la red de esfuerzo dirigido que falla en la esquizofrenia.

"No es probable que entendamos las muy complejas interacciones entre los cientos de genes y eventos ambientales que subyacen a los trastornos neuropsiquiátricos en nuestras vidas. El desafío de nuestro tiempo es encontrar las vías finales comunes de estos trastornos", afirma el principal investigador de este estudio, cuyos resultados se presentaron en la Reunión Neuroscience 2013, la reunión anual de la Asociación Canadiense de Neurociencias.

Fuente:europapress.es

viernes, 24 de mayo de 2013

La tecnología genera más adictos al trabajo

En una encuesta, el 82% de los consultados admitió recibir mails en su smartphone o llamadas de trabajo fuera de hora y el 79% afirmó realizar tareas laborales en su tiempo personal.

Las nuevas tecnologías y las exigencias del día a día tienen una gran influencia en cómo las personas encaran el trabajo, despertando en ellas diversos niveles de ansiedad.

Es que no sólo los procesadores se tornaron más veloces, los programas son cada vez más inteligentes y la cantidad de datos crece exponencialmente –como publicó la revista Veja-, sino que, además, contamos con todo tipo de dispositivos móviles para llevar el trabajo donde sea que vayamos.

La licenciada Gabriela Martínez Castro (MN 18.627), especialista en trastornos de ansiedad, explicó que "un workaholic es una persona que ya de por sí tiene la predisposición a padecer ansiedad. En estos casos, esta ansiedad se vuelca a la adicción al trabajo. Implica que tiene una jornada laboral con una carga horaria muy extensa, y se trata de personas a las que les cuesta mucho poder cortar con todas las obligaciones".

Es de destacar que el 82% de los argentinos consultados en una encuesta sobre hábitos y preferencias laborales realizada por Grupo RHUO admitió recibir mails o llamadas de trabajo fuera de hora, mientras que el 79% afirmó realizar tareas laborales en su tiempo personal.

En la investigación, realizada durante noviembre y diciembre de 2012 a 280 encuestados, un 35% indicó que habitualmente trabaja en su tiempo personal, en tanto que el 44% lo hace sólo excepcionalmente.

Quienes ocupan puestos gerenciales y directivos son quienes más trabajan fuera de hora (60% en forma habitual, 38% excepcionalmente y 2% nunca).

Ahora, con el advenimiento de los smartphones esto se potencia porque la jornada laboral es muchísimo más extensa y excede el tiempo en que uno está en la oficina. "Alguien que está manejando, llegando a su casas, en algún medio de transporte, o donde sea bien puede continuar respondiendo mails, llamados o mensajes de texto relacionados con el trabajo, con lo cual no terminan de 'desenchufarse' nunca", consideró la directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (Ceeta), para quien "lamentablemente esto aumenta más la ansiedad, generando un círculo vicioso, de forma que continúa más enganchado y menos desconectado del trabajo".

Así es que, para la especialista, el smartphone, en lugar de ayudar a que la persona pueda trabajar de forma más cómoda, "en este tipo de personalidades ansiosas y adictas al trabajo, lo que genera es justamente más adicción al trabajo, más ansiedad, más cansancio, más síntomas y por supuesto, en la mayoría de los casos, una predisposición a padecer uno de los trastornos más comunes, que es el Trastorno por Ansiedad Generalizado (TAG)".

Tras asegurar que "se trata de un trastorno por ansiedad caracterizado por una preocupación excesiva que tiene la persona acerca de diferentes temas de la vida cotidiana, como el trabajo o situaciones familiares", Martínez Castro remarcó que "este tipo de personas no logran controlar su preocupación, y en la mayoría de los casos presenta sintomatologías físicas, como por ejemplo taquicardia, sudoración, contractura, problemas gastrointestinales, temblores, muchas veces puede llegar a padecer ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, problemas de carácter, depresión, hiperactividad, falta de sentido por el placer. A esto se suma la sensación de estar perdiendo el tiempo si no están trabajando o produciendo, porque básicamente toda la autoestima está colocada al servicio de la producción laboral, y por supuesto es un aditamento competitivo, con lo cual se generan el TAG".

El tratamiento específico para este tipo de trastornos es la terapia cognitiva conductual, una terapia de tipo breve en el tiempo y bien focalizada en el problema. "No es una terapia convencional porque tanto terapeuta como paciente son muy activos; hay tareas específicas para hacer en todas las sesiones y se trabaja de una manera bastante novedosa", especificó la especialista.

"La idea es dar de alta lo antes posible a la persona para que pueda restablecer su vida normal, con un ritmo de vida adecuado que le permita disfrutar, tener una agenda medianamente equitativa entre los horarios de descanso, placer, familiares, sociales, económicos y laborales", finalizó.

La cuna de los grandes volúmenes de datos

Un informe de la revista brasileña Veja publicó que "la monumental abundancia de datos, su variedad y la velocidad con la que se transfieren en el universo digital está revolucionando la civilización".

"La inmensidad de información está compuesta, en una pequeña parte, de datos limpios, correctos, chequeados. Son los datos estructurados. Pero la gran novedad de los grandes volúmenes de datos, el elemento verdaderamente nuevo y transformador, son los datos no estructurados: los datos sucios, incompletos, caóticos", asegura el informe.

Consultado por la publicación brasileña, Peter Norvig, director de búsquedas de Google, sentenció: "Con los grandes volúmenes de datos se gasta mucho más tiempo recolectando datos que llegando a resultados. Más del 90% de la información almacenada siempre parece indispensable. Lo que cuenta es que la verdadera diferencia está en lo que se considera basura".

Así las cosas, volumen, variedad y velocidad forman parte de lo que se conoce como "grandes volúmenes de datos", o "big data", lo que nuclea un conjunto de informaciones tan grande que traspasa la capacidad de almacenamiento y procesamiento de cualquier herramienta tecnológica.

A tal punto la información forma parte de nuestra vida cotidiana, que para algunos investigadores, la "big data" es tan revolucionaria en la vida humana como el descubrimiento del fuego o el comienzo de la agricultura. El punto estará, como siempre en cómo nos relacionemos con ese volumen de datos y qué preponderancia le damos en nuestras vidas.

Fuente:territoriodigital.com

lunes, 13 de mayo de 2013

Alertan del aumento de las adicciones por el juego on line

Proyecto Hombre avisa de que hay que "intervenir de manera temprana esos problemas" si se quieren paliar

Proyecto Hombre ha alertado sobre los cambios que se están produciendo en las adicciones, con el aumento de las personas que las padecen como consecuencia del abuso de las nuevas tecnologías y del juego on line, unido a otros factores de riesgo como los problemas laborales y el fracaso escolar.

"El problema social de las adicciones -tradicionalmente vinculado a las drogodependencias- ha cambiado y necesitamos también modificar las actuaciones e intervenir de manera temprana esos problemas", ha asegurado el responsable de formación de Proyecto Hombre, Antonio Jesús Molina, durante la presentación de las jornadas Adicciones y Emociones, que analizarán el 9 y 10 de mayo las nuevas tendencias en este ámbito.

Si en los años ochenta existía un problema de adicción con la heroína, en la última década se ha pasado hacia un consumo combinado de sustancias -cocaína, alcohol y cannabis- de forma intermitente, concentrando en determinados días, explica el director del centro de formación de Proyecto Hombre.

"Se integran sustancias nuevas, pero también comportamientos adictivos sin consumo de drogas", como el juego patológico por apuestas por internet o el uso de forma inadecuada de las nuevas tecnologías.

"No hay personas que consuman solo una cosa, suelen tener comportamientos adictivos por la acumulación de varios factores", ha insistido Molina, entre los que ha mencionado también el fracaso escolar y los problemas laborales.

Según un estudio de la organización -realizado con una muestra de 3.280 personas- más del 80 por ciento de las personas con problemas de adicción reconocen tener conflictos con la familia por el consumo de drogas. El 56 por ciento asegura haber tenido problemas con su pareja, el 24 por ciento con sus amigos y un 21% en el trabajo.

Según estos datos, las personas con problemas de droga separadas o divorciadas han identificado el consumo de sustancias como uno de los factores relevantes en la ruptura de pareja y el 82 por ciento reconoce haber aumentado el consumo tras estas separaciones.

Respecto al abuso emocional (insultos), el 43,8 por ciento afirma haberlo sufrido durante toda su vida (sobre todo las mujeres, el 66 por ciento de las encuestadas). Además, una de cada cuatro dice haber sufrido malos tratos físicos (el 45 por ciento de las mujeres, el 22,4 de los hombres).

El 40 por ciento de los encuestados reconoce haber tenido conductas violentas a los largo de su vida y siete de cada diez relata haber experimentado problemas emocionales severos.

En la presentación de las jornadas, financiadas por la Delegación del Gobierno para el Plan nacional sobre Drogas, el delegado Francisco Babín, ha recordado que desde 2007 han descendido todos los consumos de sustancias ilegales y han aumentado el de psicofármacos sin prescripción médica y el "atracón de alcohol" en determinados días.

También ha destacado que de los pacientes que han recibido asistencia en la Comunidad de Madrid, dos de cada tres tenían problemas de consumo de sustancias y padecían algún trastorno psicológico."Las drogas son capaces de producir alteraciones mentales, pero también las enfermedades mentales favorecen el consumo de sustancias", ha señalado el delegado. 

Fuente:lavanguadia.com

¿Parejas rotas por culpa de las nuevas tecnologías?

"Le escribí al whatsapp hace casi una hora y aún no me ha contestado. Sé que lo ha leído. Entonces ¿qué está haciendo a estas horas, o lo que es peor, con quién?". Este pensamiento está a la orden del día, cada vez aflora con más fuerza en una sociedad marcada por nuevas tecnologías y redes sociales, lo que nos empuja, sin querer, a estar continuamente conectados o al menos, a tener la sensación de estarlo en todo momento. Sea por trabajo, o bien para tu propia vida personal.

"Personas que ya son bastante celosas y controladoras, usan esta nueva herramienta como una forma para controlar y saber dónde está su pareja en todo momento", afirma a ELMUNDO.es Carme Sánchez, psicóloga clínica y co-directora del Institut Clínic de Sexología de Barcelona y autora de la ponencia 'Sexualidad 2.0' impartida recientemente en la misma ciudad en la 'I Jornadas de Sexualidad Madura'.

Control exhaustivo

A pesar de no haber datos oficiales ni registrados sobre este tema, en las consultas de psicología se da cada vez más este 'fenómeno'. Por ese control exhaustivo, asegura la experta, aparecen las quejas y las dificultades en las relaciones de pareja. "No tanto ruptura, pero sí muchos problemas", aclara. E incluso –"aunque a veces parezcan historias rocambolescas", dice- se han descubierto infidelidades a través de redes sociales, como Facebook: "Colgamos mucha información de nuestra vida y la gente puede acceder a ella más fácilmente. Hace unos 10 años, se registraba el bolso o la cartera, ahora se registra el móvil. Al fin y al cabo es lo mismo, sólo que los métodos han cambiado. Ahora estamos hiperlocalizados y es mucho más sencillo".

Pero a pesar de todo ello, esta especialista alaba también las ventajas de estas herramientas. Es muy útil mandar un mensajito al móvil de cuando en cuando a la pareja para recordarle que la queremos o la echamos de menos. Por lo que, "puede mejorar el vínculo emocional con esa persona, pero no se deben sobrepasar los límites del control", advierte.

En cuanto a los celos, "se pueden dar, por supuesto, pero no debemos olvidar que no se crean por culpa de las redes sociales y las aplicaciones sino por la falacia del control y la falta de seguridad", añade la socióloga Delfina Mieville, agente de igualdad, sexóloga y directora de Mekare. Es decir, no por tener un móvil, asegura, tenemos más control sobre las cosas, de hecho, debido a una falsa sensación de control creemos que podemos controlar a su vez a otros.

El problema: la inmediatez

Todo este 'fenómeno' es debido en parte, a que "existe un sentimiento de culpa si no se responde a estos estímulos (whatsapp, Facebook, mail). Esto responde a la idea de tiempo real. Pero no es real, es paralelo a mil tiempos", explica Mieville. El problema es la inmediatez: creemos que como todo se puede solucionar 'ahora' se gana tiempo y producción, pero "esto es una falacia. Se hace más 'humo' pero no se produce más". Por tanto, asegura que los mensajes, los 'toques' o los 'me gusta' no son más que migas que lanzamos para las relaciones. "No las alimentan, enganchan y dan más hambre. ¿Por qué? Porque no es alimento".

Actualmente, nos hemos vuelto consumidores de emociones, no vale con un paseo, "necesitamos cine, cena, viajes, estoy con el otro mientras hago otra cosa, no mientras comparto otra cosa", expone la experta. Así, tenemos tal demanda y ansiedad de atención que la consumimos y la solicitamos las 24 horas mediante las redes y respondemos con migas a las demandas de los otros de igual modo. Las redes, afirma, facilitan ese intercambio de 'migas y de humo'. Consumimos emociones porque ya todos y todas -facilitados por las redes- hemos creado apegos inseguros, pues "como decía un sexólogo, entramos antes en la cama de alguien que compartir verdadera intimidad".

El mundo virtual


Pero pese a todo, añade Sánchez, "las tecnologías han venido para quedarse, y como todo en la vida se necesita educación". Esta experta señala que internet es una larga autopista donde muchas veces podemos perdernos si no llevamos consigo un buen mapa.

En cambio, al contrario de lo que se pueda pensar, "el mundo interactivo no tiene apenas diferencia con el presencial", mantiene Sánchez. Por ejemplo, la búsqueda de parejas por internet, donde las plataformas 'on line dating' (citas a través de internet) son "iguales que una discoteca: tú llegas, echas un vistazo y, si te gusta el ambiente y la gente, te quedas y si no, te vas. En la red es lo mismo, no todo el mundo miente, pues al final, intuyes quién te está diciendo la verdad y quién no. Igual que cuando conoces a alguien en la calle, ¿no?".

Incluso internet es positivo para conocer la gran diversidad sexual que existe en todo el planeta. Ya sean prácticas sexuales, juegos, etc. "La gente conoce a personas que hacen lo mismo que ellos y ya no se sienten tan 'bichos raros'. Hay más normalización en todos los sentidos".

Y sobre todo, concluye esta experta, la red es útil para buscar información o ayuda a muchos problemas, donde el mundo virtual se convierte en una herramienta absolutamente poderosa. Por ejemplo, las personas que tienen alguna disfunción sexual buscan ayuda en internet para intentar conocer qué es lo que realmente les pasa.

"El problema es la infoxicación (sobrecarga informativa) a la que estamos expuestos, pero si realmente buscamos en páginas fiables (con referencia y regladas por alguna empresa o entidad) y si nos dejamos aconsejar por amigos y profesionales que nos recomiendan de primera mano páginas buenas y fiables, los pros son muchos más que los contras", asevera esta psicóloga.

Fuente:elmundo.es