jueves, 22 de diciembre de 2011

La depresión navideña es una realidad clínica, señala un experto; se obliga a individuos a participar en dinámicas sociales que no apetecen


La depresión en época navideña es una realidad clínica y algunos de sus síntomas más palpables son el incremento en el consumo de alcohol, drogas y la creciente tasa de suicidios que se extiende hasta el mes de marzo de cada año, explicó el doctor en psicología, Arturo Ortiz, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”.

En entrevista con Crónica, dice que una de las razones por las que las personas pueden experimentar depresión o un malestar en el estado de ánimo durante la Navidad es porque estas fechas no siempre coinciden con los ciclos psicológicos de los individuos y muchas veces los fuerzan a participar en dinámicas sociales en las que no desean estar. Eso se agrava porque cerca del 80% de las familias viven emocionalmente rotas, dice el doctor en psicología.

“En el estereotipo social de lo que es una Navidad está el que la familia se junte. Pero lo que socialmente no se toma en cuenta es que por lo menos el 80 % de las familias viven emocionalmente rotas, emocionalmente conflictuadas, emocionalmente disfuncionales. Entonces, cuando por decreto, por presión social o por lo que gustes, les pretendes obligar a que se junten y además estén contentos y se den regalitos, pues ya la cosa no funcionó”, explica.

Los estudios, han observado que la Navidad puede ser un factor de riesgo para detonar la depresión, pero también revela un problema más profundo, que es la incapacidad para que nos vaya bien socialmente.

El doctor Arturo Ortiz indica que el forzar a las personas a sentirse felices en Navidad puede tener un efecto negativo cuando los pacientes contrastan estos discursos con las malas noticias en economía, política o seguridad.

“Lo que tenemos es una época en la que la depresión se incremente, por lo cual se explica mucho del alcohol y del uso de drogas en estos días y también se explica en los meses de enero, febrero y marzo, el número de suicidios tan importante”, añade.

EVITAR CONFLICTOS. Según el doctor en psicología, Arturo Ortiz, los problemas familiares que se han acumulado a lo largo de muchos años no se pueden arreglar en las pocas horas que dura una cena navideña, es por eso que vale la pena dialogar días antes del encuentro y establecer un marco mínimo de convivencia para evitar que los festejos terminen con más conflictos de los que ya existían.

Todas las familias tienen una figura de autoridad moral que las reúne; puede ser la persona de mayor edad o algún otro miembro respetado por todas las partes. Esa persona puede desempeñar una función muy importante para suavizar los conflictos en días previos a las reuniones navideñas.

“Si somos una familia que nos llevamos del chongo y sabemos que va a venir la Navidad y que, como parte de un rito, la pasamos juntos, es recomendable que un mes o unos días antes alguien haga un alto y dialoguen. Esto puede ser promovido por la figura de mayor autoridad y que, antes del festejo, se sienten a hablar algunas de sus diferencias, aunque sean pocas, en busca de alguna solución”, dice el doctor Ortiz.

“Dialogar días antes permite llegar a una reunión mayor con un clima emocional más tranquilo, más apaciguado, de manera que podamos convivir de una manera más tranquila, sin sentir que estamos siendo forzados a una convivencia desagradable, lo cual nos daña mucho”.

Adelantarse a la interacción navideña, aligerar los malentendidos mediante el diálogo y establecer un marco básico de convivencia es el equivalente a la salud preventiva pero a nivel mental.

Fuente:cronica.com

Cerca del 8% de los universitarios españoles sufre 'nomofobia', miedo irracional a no llevar encima el teléfono móvil.


El ocho por ciento de los estudiantes universitarios españoles sufre 'nomofobia' (abreviatura de la expresión inglesa 'no-mobile-phone phobia'), un miedo irracional a no llevar el móvil encima, derivado de un uso patológico de la telefonía móvil.

Así lo ha señalado la experta en adicciones y directora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR), Francisca López Torrecillas, quien destaca a su vez que, a pesar de que algunos autores señalan a la nomofobia como una de las últimas enfermedades provocadas por las nuevas tecnologías, ésta es sólo un síntoma más de la adicción al móvil. Además, indica que los jóvenes adictos a los móviles se aburren más a la hora de realizar actividades de ocio, son más extrovertidos y buscan más sensaciones nuevas que los no adictos, si bien presentan una autoestima más baja que éstos.

Como explica López Torrecillas, la adicción al móvil se traduce en una mayor frecuencia en el uso del teléfono móvil en el envío y recepción de e-mail, SMS, y MMS (además de otros programas como Whatsapp); la consulta permanente de noticias y el "mantenimiento" o consulta de su teléfono móvil a la hora de dormir.

La investigadora destaca que los adictos al móvil suelen presentar algunas características de personalidad comunes, como una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos. La nomofobia se manifiesta en síntomas como ansiedad, malestar general, enfado o inquietud, negación, ocultación y/o minimización del problema, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima.

La experta afirma que, en la actualidad, muchos estudiantes universitarios dependen de sus teléfonos móviles "para obtener información o encontrar el apoyo de sus familias, que en ocasiones están lejos de ellos". En este sentido puntualiza que los padres usan el teléfono móvil para supervisar las actividades de los niños a distancia y los adolescentes que viven en el hogar usan el teléfono móvil para obtener su libertad y tener un menor control de los padres. También son muchos los adolescentes (frecuentemente, los más jóvenes) que utilizan el teléfono móvil para evitar la supervisión de los padres.

De este modo, según señala Francisca López Torrecillas, "el teléfono móvil se convierte en una especie de cordón umbilical entre los estudiantes universitarios y sus familias, especialmente entre los estudiantes y sus madres".

La profesora de la UGR destaca que los jóvenes que presentan nomofobia "necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil, y declaran, incluso, que no pueden salir de casa sin el teléfono móvil y que, si lo pierden o se les rompe, se sienten frustrados, enojados y aislados".

La investigadora señala además que, a la hora de diagnosticar este trastorno, se debe tener en cuenta la historia clínica de los universitarios, ya que el haber sufrido trastornos afectivos, ansiedad y abuso de sustancias influye en la presencia de la nomofobia. Así pues, "es necesario centrar los esfuerzos en este colectivo, puesto que estos adolescentes y jóvenes contemporáneos son las primeras generaciones nacidas entre estas herramientas", apostilla.

Fuente:psiquiatria.com

Comprar por comprar


El consumo es la base sobre la que se sustenta nuestro sistema económico. Un sistema que, paradójicamente, ha visto tambalear sus cimientos en los últimos años por el consumo excesivo de personas que no pudieron hacer frente a sus deudas.

El Informe europeo sobre problemas relacionados con la adicción al consumo, hábitos personales de compra y sobreendeudamiento, coordinado por la Comisión Europea a través del Instituto Europeo Interregional de Consumo, revela que uno de cada tres europeos compra más de lo que necesita y que en cinco de cada 100 casos esta afición desmesurada está catalogada como una enfermedad psicológica que requiere terapia. El documento, construido sobre una muestra de 1.354 cuestionarios, pone de manifiesto un leve desequilibrio entre géneros. Los expertos registraron un 32% de hombres adictos a las compras frente a un 34% de mujeres.

“La cogía y la ponía a pelar patatas, para que sepa lo que es ganarse la vida”, dice con desprecio una señora que pasa junto a una joven enfundada en un vestido negro en la calle de Ortega y Gasset de Madrid. La chica recorre la Milla de Oro con ansiedad hasta que se para frente a un escaparate donde contempla con deseo un par de zapatos. Llora detrás de unas gafas enormes y se arrodilla en la acera. Saca de su bolso Louis Vuitton una barra de carmín rojo para escribir en un cartón la frase: “Pido para un Chanel”. Acto seguido, la veinteañera se limpia el rímel de la cara y alarga la mano ante la mirada estupefacta de los viandantes.

Esta escena, representada en 2009 en pleno barrio de Salamanca, era en realidad una ficción. La artista Yolanda Domínguez se propuso hacer meditar a sus espectadores involuntarios sobre la adicción a las compras con un living, una técnica teatral en la que se escenifica la realidad sin que el público sepa que está contemplando una representación.

Su estrategia funcionó. Algunos, divertidos, le lanzaron un par de monedas, otros le dedicaron improperios, e incluso un abogado se acercó a la actriz y le entregó su tarjeta de visita junto a un augurio: “La necesitarás para tramitar tu divorcio”. “La interpretación puede parecer exagerada, pero no es ninguna comedia. Representa una enfermedad real”, advierte Domínguez.

Un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco, la Pública y la Politécnica de Valencia ha desarrollado un modelo matemático para calcular el índice de adictos a las compras. Según sus estimaciones, actualmente casi el 40% de la población española es sobrecompradora, y un 17% ha convertido su manera de consumir en patología. “Hicimos un estudio en 2001 y otro en 2010. El número de adictos a las compras ha pasado de un 10% a un 16% en ese periodo, y de aquí a cuatro años el porcentaje podría aumentar hasta situarse en un 18%”, señala Paloma Merello, una de las investigadoras. La economista entiende que este repunte en mitad de la crisis podría deberse al contagio social, es decir, a la influencia que tienen las personas de su entorno sobre nuestro comportamiento.

Ecologistas en Acción considera que es imprescindible erradicar estos vicios sociales para alcanzar un modelo de consumo más equitativo y menos despilfarrador. Esa es la filosofía que sostiene el Día sin Compras que se celebró el pasado 28 de noviembre, coincidiendo con el Black Friday, día en que se inaugura la temporada de compras navideña en Estados Unidos. “No se trata de erradicar el consumo totalmente, sino de comprar con cabeza”, defiende el vocal de Consumo responsable de esta organización, Isidro Jiménez. “Estamos instalados en una cultura de usar y tirar donde la generación de basuras ha pasado en los últimos 30 años de menos de medio kilo de desechos por persona y día a casi un kilo y medio en la actualidad, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes. No podemos seguir a ese ritmo. Nuestro estilo de vida es enfermizo”, sentencia.

Cuando la afición por comprar se convierte en obsesión recibe el nombre de oniomanía, una palabra que proviene del griego y que significa “locura por comprar”. Es una de las llamadas adicciones sociales, trastornos en los que no existe dependencia de una sustancia, sino de una actividad socialmente aceptada.

A María Dolores le costó asumirlo más de dos años. Esta malagueña de 40 años mantuvo su obsesión por las compras escondida durante años. Su marido y sus dos hijos veían con resignación cómo cada mes gastaba íntegramente su sueldo de 2.000 euros en ropa, pero llegó un momento en el que no fueron suficientes. María Dolores acudió a créditos y préstamos hasta que su situación económica se hizo insostenible. Muchos adictos no reconocen su enfermedad hasta que se ven ahogados por las deudas. “Un adicto tarda una media de 10 años desde que empieza a tener problemas hasta que pide ayuda, y el detonante siempre es el mismo: la ruina económica”, explica Javier Garcés, experto en psicología del consumo.

Cuando María Dolores habló con una amiga para que la ayudara a hacer frente a las deudas, esta aceptó poniendo una sola condición: que acudiera a un grupo de terapia. María Dolores no encontró ninguna asociación especializada en la adicción a las compras, así que, desesperada, acudió durante un año a una asociación de ayuda a la drogadicción. “Me intentaron ayudar, pero me sentía sola, me sentía diferente”. Las cosas no habían mejorado mucho cuando conoció la Asociación Malagueña de Adictos al Juego en Rehabilitación (Amalajer).

Amalajer es una de las pocas asociaciones españolas que cuentan con grupos de terapia para atender a los oniomaniacos. Las familias de los adictos a las compras tienen su propio tratamiento. En el caso de María Dolores, su marido acude a una terapia independiente de la suya en la que le enseñan a sobrellevar la rehabilitación.

La psicóloga María del Mar Martín cree que el problema está en lo mucho que nos importa aparentar ser lo que los demás esperan de nosotros: “Vivimos en un mundo en el que no todo es maravilloso, donde siempre hay un cierto grado de angustia y muchas veces la salida es intentar tapar ese agujero con algún tipo de consumo”. Esta patología se diagnosticó por primera vez en Estados Unidos hace más de 30 años y está recogida en el Manual de diagnóstico de enfermedades mentales de ese país.

La oniomanía puede llegar a afectar físicamente al enfermo, provocándole dificultad para respirar, mareos, sudoración y ataques de ansiedad si no consigue comprar. “El mono es como el de un drogadicto. Exactamente igual”, asegura María Dolores con voz trémula. Esta adicta a las compras confía en que algún día lo superará, pero confiesa que no conoce a nadie que se haya rehabilitado.

Ricardo cree haberlo conseguido. A pesar de haber estado dos años en terapia, aún tiene que hacer una lista con lo que necesita antes de ir a la compra y entregarle los tiques a su novia al llegar a casa. Estas limitaciones le permiten mantenerse a raya, pero sigue sin atreverse con las tarjetas de crédito.

Ricardo comenzó a comprar compulsivamente a los 15 años: ropa deportiva, perfumes y videojuegos. Algunos días salía con 1.500 euros en el bolsillo. Se gastaba el sueldo de su novia y pedía dinero prestado a sus vecinos y amigos. Pasó el tiempo y lo que parecían caprichos comenzaron a convertirse en síntomas de una patología. A esto hubo que sumarle dos adicciones más: el juego y la cocaína. Nadie en su entorno sospechaba nada, pero un día sacó 2.000 euros de la cartilla familiar. Ese fue el detonante que hizo que sus familiares le obligaran a ingresar en Amalajer, donde consiguió superar su adicción.

Sin embargo, la rehabilitación nunca es completa. La luz de los escaparates brilla para siempre, y Ricardo no podrá pasear por un centro comercial como si nada. “Esto no se cura. Voy a ser comprador y jugador para siempre”, explica resignado.

Ni Ricardo ni María Dolores han tomado fármacos durante la terapia. Sin embargo, algunos psiquiatras estadounidenses como Donald Blank (Universidad de Iowa) y Susan McElroy (Universidad de Cincinnati) han empezado a probar antidepresivos —la sertralina y la fluoxetina (el famoso Prozac)— para tratar a los compradores compulsivos. La psicóloga María del Mar Martín no se muestra partidaria de esta solución: “Si nos limitamos a medicar a los pacientes, puede que sustituyamos una adicción por otra”. En lugar de esto, la psicoanalista propone un tratamiento farmacológico combinado con una terapia de conducta “para que los compradores retomen el control de sus actos”.

Lo mejor es empezar desde la base para prevenir una adicción. Así lo piensa la economista Paloma Merello: “La solución es educar en un consumo responsable y a un entendimiento inteligente de la publicidad y el marketing”. En su opinión, no hace falta dejar de ser un urbanita para llevar una vida sostenible.

Las grandes ciudades también ofrecen posibilidades de respetar el medio ambiente y no consumir más de la cuenta. Toni Lodeiro ha escrito Consumir menos, vivir mejor, un libro lleno de consejos para ahorrar energía y reducir las compras. Lodeiro no rechaza el consumo “de forma tajante”: “El consumo no es malo, es un medio, pero si lo convertimos en fin, habremos pervertido su función”, concluye.

En la calle del Arenal de Madrid, una de las zonas más comerciales de la capital, hay un establecimiento en el que el consumo se vive de forma responsable. En Adelita, el valor de los objetos se mide en puntos. Es el primer local de trueque urbano de España, y en él se puede encontrar desde una bicicleta de circo a un CD. Tras pagar la cuota inicial, que oscila entre los 8 y los 20 euros, el dinero no sirve para nada entre estas cuatro paredes. Entre sus clientes hay algunos adictos a las compras que acuden regularmente a este local como terapia para salir de su consumo desmedido.

Laura Cañete, una de las fundadoras de Adelita, explica que es “una iniciativa sin ánimo de lucro”, solo ganan el dinero justo para mantenerse, pero Cañete considera la experiencia “todo un éxito”. La idea es trasladar el proyecto a otras ciudades como Barcelona, Bilbao o Ibiza. Adelita tiene 13 socios fundadores y más de mil asociados entre permanentes y temporales.

La iniciativa no se reduce solo a la recuperación del trueque, va más allá. “Damos cursos de concienciación para enseñar a la gente a llevar un consumo responsable”, explica Cañete, “ideas prácticas para mantener la economía familiar”.

En Adelita, la ropa es lo que más se intercambia, y no es de extrañar. Cada español se gasta al año una media de 620 euros en prendas de vestir, un 5,5% de su presupuesto anual. Con el fin de reducir el consumo masivo de prendas, que temporada tras temporada se ven sustituidas por nuevos modelos, nació Ekorropa. Esta cooperativa del País Vasco propone el reciclaje de ropa como una necesidad para frenar esta tendencia impulsada por las grandes cadenas. La gente deposita las prendas que ya no necesita en los más de 300 contenedores que tienen repartidos por cuatro ciudades de la comunidad. Más de tres millones de kilos anuales que pasan a convertirse en nuevos textiles o se exportan a través de ONG a Europa del Este. Las que están en mejor estado las venden en las 10 tiendas que tienen en la región. En uno de estos locales, un jersey sale por ocho euros, mientras que en una multinacional como H&M puede costar más del triple. Una forma de enfrentarse a una industria que gasta 11.000 litros de agua para hacer unos pantalones vaqueros, la suficiente para llenar 39 bañeras.

Fuente:elpais.com

Alertan en Bélgica para consumo de psicotrópicos en sectas religiosas


El centro belga de información sobre las organizaciones sectarias alertó sobre el creciente uso de sustancias psicotrópicas por las sectas religiosas activas en este país europeo.

La organización, creada por el gobierno belga en 1998, detectó que líderes de grupos dedicados al desarrollo personal recomiendan a sus miembros el consumo de ese tipo de sustancias con el objetivo de proporcionarles "viajes visionarios".

De acuerdo al informe de los años 2009 y 2010, las más utilizadas son la ayahuasca y la iboga, dos plantas originarias de América Latina y de África, respectivamente, donde son consumidas por los indígenas durante ceremonias religiosas tradicionales.

"A día de hoy, sigue habiendo poca información clínica como para formar una base científica sólida para apoyar la idea de que esas sustancias no representan ningún peligro para los humanos", advierte el informe.

"La propia naturaleza de determinadas visiones (ocasionadas por el consumo de las dos sustancia) puede inducir a temores extremos a los cuales algunos consumidores no se esperan y no están listos para integrar a sus vidas", agrega el documento.

En Bélgica, esas sustancias estarían siendo empleadas en "prácticas neo-chamánicas que asocian tradiciones ancianas y psicología moderna", afirma el centro.

La legislación federal belga prohibe la importación, exportación, fabricación, posesión o venta de ambas sustancias, excepto mediante una autorización previa del ministerio de Sanidad.

Fuente:sdpnoticias.com

Especialistas y afectados advierten contra las redes de venta multinivel


La promesa de libertad financiera es el principal gancho de muchas empresas de venta multinivel, basadas en construir redes de vendedores independientes. Estas personas, aparte de vender un producto, deben reclutar a otras por debajo de ellas, un sistema similar al de las empresas piramidales, que están prohibidas. Las multinivel, sin embargo, son legales.

Mel Solé, profesora de la Facultat d'Economia i Empresa de la Universitat de Barcelona, reconoce que el matiz entre estas y las piramidales «es muy leve». «Su sistema es muy similar: compras el producto, te conviertes en distribuidor, y si encuentras a gente que esté por debajo y participe, los de arriba ganan», explica. La pequeña diferencia entre la red piramidal (ilegal) y la multinivel (legal) está en el origen de los ingresos del vendedor. En la primera, cobra por la entrada de nuevos individuos en la pirámide. En la segunda, además, cobra una comisión por la venta que él hace.

A Jorge, el paso de su expareja por la empresa multinivel 4Life, dedicada a los suplementos alimentarios, le cambió la vida. Ella, enfermera, fue invitada a una reunión hace un año: «Dijo que era una oportunidad de negocio muy buena que le ayudaría a crecer como persona». Firmó el contrato de vendedora el primer día, pero Jorge tardó cinco en enterarse: «Entonces ya empezó a mentir, algo que nunca había hecho». Para ingresar, hubo de comprar un lote de productos y material para la venta, por 470 euros, además de una cuota mensual de 120 euros para productos de consumo propio. «Los productos son una tapadera, da igual si se venden o no; lo que quieren es gente para engrosar la pirámide», sostiene Jorge.

EL PERIÓDICO se infiltró el sábado en una reunión de la firma 4Life convocada en un céntrico y lujoso hotel de Barcelona. La mayoría de los asistentes eran inmigrantes. "Esta oportunidad cambiará su vida", alertó la presentadora del acto. Un gran cartel con la leyenda "Empresarios del siglo XXI" daba la bienvenida. Una mujer con acento suramericano explica que ella ha invertido 170 euros (no podía dar más) y pertenece a una denominada red de mercadeo. "Tu tienes suerte porque eres de aquí y puedes invitar a mucha gente. Yo estoy sola y es más difícil", detalla. El objetivo es: invitar a esa especie de asambleas entusiastas, amenizadas con fervorosos aplausos, para que los amigos y conocidos entren en esa trama piramidal y se conviertan en seudofaraones. Cuanto más súbditos se tengan, más dinero para uno. Y más ventas para la empresa.

Fueste:elperiodico.es

domingo, 25 de septiembre de 2011

Una investigación pone de manifiesto que un gran número de mujeres experimentan un aumento en los síntomas obsesivos compulsivos inmediatamente tras e


Muchas nuevas madres se sienten un poco ansiosas al cuidar a sus bebés. Pero a veces, esa preocupación se convierte en una obsesión sobre todas las cosas que pueden salir mal. Los expertos llaman a esa afección trastorno obsesivo compulsivo (TOC) postparto. Puede llevar a las mujeres a tomar medidas extremas para evitar que sus miedos se vuelvan realidad, como bañar a su bebé repetitivamente para mantener los gérmenes a raya o negarse a coger al bebé por temor a que se le caiga.

Aunque la depresión postparto obtiene mucho más atención, el TOC postparto también puede resultar nocivo para madre e hijo, afirmó Kiara Timpano, profesora asistente de psicología de la Universidad de Miami, en Florida.

"Desear proteger al niño y mantenerlo a salvo es una parte muy normal de la crianza", dijo Timpano. "Lo que sucede con el TOC es que esa vigilancia natural se exacerba en exceso. Las madres con TOC no solo se preocupan excesivamente, sino que sus pensamientos las angustian tanto que intentan controlarlos con conductas rituales o repetitivas", explicó Timpano.

No se sabe qué provoca el TOC, pero las mujeres que han tenido trastornos de ansiedad o TOC antes de dar a luz son más vulnerables, apuntó Timpano. Tener un bebé es una enorme transición vital acompañada por inmensos cambios hormonales y fisiológicos, lo que podría contribuir.

Para ver si el TOC postparto se puede prevenir, Timpano y colegas reclutaron a 71 madres que reportaron tener ansiedad significativa antes del parto, aunque no un trastorno de ansiedad.

Las madres se inscribieron en una clase normal de parto, o en una clase que enseñaba las señales de advertencia del TOC y técnicas para afrontar los síntomas. Se les dio seguimiento uno, tres y seis meses tras el nacimiento del bebé.

Las madres de la clase de la intervención presentaron menos ansiedad y desarrollaron mejores habilidades de afrontamiento para manejar sus "pensamientos obsesivos" que las madres en la clase normal, según el estudio que aparece en la revista Journal of Psychiatric Research.

El TOC puede ser difícil de tratar, aunque la terapia cognitivo conductual, que enseña a las personas formas de manejar y cambiar sus pensamientos preocupantes, puede ayudar. Algunas mujeres también tienen depresión junto al TOC postparto, y los antidepresivos también podrían aliviar los síntomas, dijo Timpano.

Fuente:psiquiatria.com

Las consultas por estrés postvacacional pueden impedir el diagnóstico de personas con enfermedades "reales".


La vuelta al trabajo después de las vacaciones puede provocar en muchas personas sentimientos de ansiedad, estrés o tristeza que, sin embargo, no deben relacionarse con una depresión u otra enfermedad "real" ni ser motivo de consulta médica, ya que pueden "impedir el buen diagnóstico y tratamiento de personas que sí necesitan realmente atención médica".

Así lo asegura el coordinador del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), José Ángel Arbesú, quien destaca que "patologizar" la vida cotidiana es un agravio comparativo con la depresión, una enfermedad "real y grave" que afecta a seis millones de españoles.

A su juicio, es mejor "no acudir al médico porque sintamos desánimo, cansancio o falta de ilusión de forma pasajera en septiembre, porque todo cambio de rutina conlleva un periodo adaptativo de unos días de duración que suele desarrollarse sin que aparezca enfermedad depresiva".

El psiquiatra Javier García Campayo, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, va más allá y asegura que este "falso síndrome" es una "moda injustificada" que, "de alguna manera, refleja el hedonismo de la sociedad que apenas soporta obligaciones o compromisos, incluso diría que es una manera de justificar el absentismo laboral que, por cierto, en España es el más alto de Europa".

"Una depresión es una enfermedad real que produce mucho sufrimiento, exige que durante más de dos semanas el paciente esté la mayor parte del tiempo con ánimo bajo, incapaz de disfrutar de lo que le rodea, sin ganas de hacer nada, frecuentemente con pérdida de peso, así como con ideas de muerte, desesperanza, miedo... Esto sí requiere un tratamiento médico", asegura García Campayo.

Además, apuntan que desde una perspectiva puramente social, y ante la situación económica actual, hablar en estos términos es "perjudicial y poco solidario" con los españoles que en estos momentos están viviendo procesos de desempleo o situaciones laborales negativas, hechos que sí pueden desembocar en trastornos del ánimo.

"Lo peligroso es confundir a la opinión pública, ya que habrá personas que sí se enfrentan a un nivel de ansiedad preocupante, que puede enmascarar un trastorno del ánimo real, pero esto no tiene nada que ver con haber estado de vacaciones o no", advierten.

En cualquier caso, y a fin de evitar la sensación de tristeza o estrés al volver de vacaciones, ambos expertos proponen que mantener una actitud positiva, ser realistas, dedicar tiempo para el ocio a diario y cultivar aficiones, entre otras cuestiones.

Fuente:psiquiatria.com

domingo, 11 de septiembre de 2011

Videojuegos: tentación de bolsillo


La portabilidad de los smartphones, unida a su precio cada vez más bajo y a las principales características de los video-juegos (sencillos y cortos), ha desatado un auténtico boom de estos populares pasatiempos. Solo hay que ver cuáles son las aplicaciones más descargadas en la tienda de Apple. Pero el desarrollo de este fenómeno, la nueva era dorada que viven los videojuegos gracias al acceso constante a internet, abre a su vez el debate sobre la posibilidad de abusos. Aunque clínicamente no se pueda hablar todavía de adicción patológica, el hecho de unir al video-juego clásico la posibilidad de llevárselo a todas partes con los teléfonos inteligentes y tener libre acceso para descargar nuevas aplicaciones y jugar en cualquier rato libre eleva el factor de riesgo.

Línea 5 del metro de Barcelona. En la estación de Verdaguer, una treintena de personas esperan el convoy en sentido Cornellà Centre. Seis de ellas lo hacen con el móvil en la mano. A simple vista es difícil distinguir si consultan el correo, contestan un SMS o están jugando. En cambio, observando su expresión facial se puede descubrir quién juega y quién no. Un joven de unos 30 años se muestra tensionado, los brazos rígidos sujetan el móvil con las dos manos, su rictus es de concentración absoluta. Todo indica que está jugando. El hecho que acaba disipando cualquier duda es el súbito movimiento lateral que realiza con todo su cuerpo, como si estuviese tomando una curva a gran velocidad con un coche.

ENSIMISMADOS / Llega el tren y el joven, sin levantar la cabeza del teléfono, se pone en pie y entra por la puerta del convoy. Apoyándose en una de las barras metálicas, prosigue su partida. Otros usuarios muestran la misma actitud, todos ensimismados con su teléfono. Hasta una docena se pueden contabilizar en un mismo vagón de metro entre Diagonal y Sants Estació. Pasada esa estación el metro se va vaciando y no es tan evidente la presencia de jugadores. Cuando la megafonía anuncia que la próxima estación es la de Badal, el joven jugador levanta la cabeza sobresaltado y lanza un exabrupto. Se ha pasado de parada. Esta situación, que se puede ver a diario en cualquier línea de metro y a cualquier hora del día, no es sino un reflejo de la capacidad de atracción de los videojuegos.

A pesar de estos indicios, Juan José Santamaría, psicólogo investigador de la unidad de juego patológico del Hospital de Bellvitge, considera que aún no es el momento de sacar conclusiones sobre los posibles efectos que se puede generar este nuevo boom de los videojuegos: «Todavía es pronto para hacer valoraciones. Lo que tenga que suceder empezará a verse a medio plazo, en unos tres o cuatro años».

Otro terapeuta, Carlos González Tardón, psicólogo especializado en el sector y creador de la asesoría on line People & Videogames, admite que es posible un aumento de problemáticas vinculadas al videojuego con la proliferación de smartphones: «Cuanta más posibilidad haya de uso más fácil será el abuso». De la misma opinión es José Fernández, de la asociación Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS), aunque se muestra cauto ante la posibilidad de que el abuso pueda derivar en adicciones: «A la gente le gusta utilizar mandos, y la pantalla grande, y eso los móviles no te lo dan. Los realmente peligrosos son los juegos on line, los multijugador».

LOS BENEFICIOS / Aunque no todos los argumentos utilizados son en contra de los videojuegos. González también destaca sus beneficios: «El hecho de que la población juegue es bueno para reactivar ciertas partes del cerebro. Angry Birds exige una capacidad de cálculo tremenda. No por ser más sencillo tiene que ser menos beneficioso». Para él, la clave es el concepto de adicción. «La gente llama adicción a lo que simplemente es un abuso».

En el ámbito académico se huye por completo de los augurios apocalípticos sobre el consumo de videojuegos y se prefiere centrar la atención en las claves de su éxito: «Su simplicidad, tener un único objetivo y unas normas sencillas que todos pueden llegar a entender», señala el doctor Iván Gómez, profesor del grado de Cine y Televisión de la Facultad de Comunicación Blanquerna. Su compañero el profesor Lluís Anyó, especialista en videojuegos, va más allá: «Son fáciles de aprender, y por tanto muy útiles para llenar el viaje en metro. Son oportunos para desplazarte de forma entretenida. Eso los convierte en un excelente pasatiempo, no en algo adictivo».

UN GRAN NEGOCIO / Trastorno patológico o simple entretenimiento, lo que está claro es que el fenómeno está en la calle. No hay más que ver las cifras para entender que gracias a la abundancia de teléfonos con acceso a internet se ha disparado el consumo de videojuegos. En la tienda de Apple, Angry Birds y Tetris se encuentran entre las cinco aplicaciones más bajadas. Otro juego, Push Cars, ha conseguido un millón de descargas en menos de un mes. PEGI, el organismo europeo que cataloga los videojuegos en función de la edad, lanzó una utilidad para iPhone, a la vista de la cantidad de descargas que se realizan anualmente.

PEQUEÑOS ESTUDIOS / El doctor Iván Gómez vuelve a dar las claves: «Las compañías han visto que desarrollar aplicaciones de todo tipo, entre ellas videojuegos para móvil, es un gran negocio». La novedad es que estos juegos no son producidos por grandes multinacionales, sino por empresas locales que han sabido llegar al gran público.

Una de ellas es Ideateca, fundada en Bilbao y especializada en videojuegos y aplicaciones para móviles, que ha conseguido más de 15 millones de descargas en todo el mundo. Según su fundador, Eneko Knörr, este es uno de los principales motivos del boom: «Ahora apenas hay que invertir para tener un buen producto. La distribución es directa, sin intermediarios. Además, los juegos que se llevan son simples. Nadie pide juegos en 3D, sino casual games. Pequeños estudios pueden vender juegos a nivel mundial».

Fuente:elperiodico.com

domingo, 28 de agosto de 2011

Imposible desconectar


Seguramente a usted también le ha ocurrido. Estar en un bar o en una reunión de amigos y que uno de los presentes se excuse, móvil en mano, porque tiene que hacer una gestión relacionada con el trabajo. Pero hay veces en que, en algún momento del camino, la profesionalidad deja de serlo para convertirse en adicción del trabajo. Algo que, si bien no puede catalogarse como enfermedad, en algunos casos alcanza extremos patológicos.

Como explica Juan José Santamaría, psicólogo investigador de la unidad de juego patológico del Hospital de Bellvitge, el trabajo nunca se ve como algo negativo, por lo que a las personas que siguen este patrón -a las que se suele considerar triunfadoras profesionales- «no se las presiona socialmente para que cambien de hábitos». De esta forma, se torna complicado que el propio afectado o su entorno decidan que necesita ayuda. «Apenas recibimos casos de este tipo», reconoce Santamaría.

«Todos conocemos a alguien así», señala Jorge Flores, presidente de Pantallas Amigas, quien destaca que estar permanentemente contestando a correos del trabajo, desde cualquier lugar, «pone de manifiesto un problema». Flores también alerta sobre la gente que está enganchada a «contar su vida en directo» a través de las redes sociales. Todo ello de la mano de los smartphones.

Las maneras de acceder a la red están cambiando y, con ellas, las pautas de comportamiento de los adictos al trabajo. Hasta hace unos años «era impensable poder conectarse a internet desde la playa», subraya José Fernández, psicólogo terapeuta de la entidad Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS). Así, las fronteras entre la vida personal y la dedicación laboral se van diluyendo poco a poco.

En opinión de César Castel, director de operaciones de Adecco Professional, «donde está el peligro real» no es tanto en el acceso a internet en general como en los móviles que permiten ese acceso, cada vez más utilizados también en el mundo profesional. Aparatos que se anuncian con el elocuente reclamo de poder llevar la oficina encima. Según él, la gestión del tiempo es crucial. «Hay que saber hasta dónde llega la obligación con la empresa y aprender a acotar los tiempos. Estar contestando un correo de trabajo no es sano, salvo que se trate de casos excepcionales». Lo contrario sitúa al trabajador bajo una «presión psicológica continua».

Predicar con el ejemplo

«A pesar de todo, la persona tiene filtros para establecer límites», cuenta Fernández. Como desconectar el móvil fuera del horario laboral. Aunque, con la que está cayendo en el mercado de trabajo, quizá cada vez sea más fácil optar por lo contrario y decidirse a contestar a ese correo.

La solución pasa por educar. «Que la empresa marque pautas y dé ejemplo desde arriba, no enviando correos mucho después de que termine el horario de oficina ni en fines de semana. Que el trabajo termine realmente el viernes por la tarde y no vuelva a empezar hasta el lunes por la mañana», propone Castel.

Fuente:elperiódico.com

Adictos a las redes sociales


Si usted utiliza habitualmente los transportes públicos se habrá percatado de que cada vez hay más gente consultando el móvil en el metro, o ¡incluso mientras camina por el andén! Una consecuencia de la proliferación de smartphones (teléfonos inteligentes) y de su uso y abuso es un aumento de las consultas a centros médicos para tratar la adicción a estos aparatos, que de hecho son auténticos ordenadores de bolsillo. Para los especialistas, uno de los inconvenientes que tienen estas nuevas dependencias es la dificultad de detectarlas. No afectan a la economía doméstica ni arruinan al adicto, por lo que el problema puede pasar desapercibido. Sin embargo, acaba afectando el día a día y las relaciones personales.

En la unidad de juego patológico del Hospital de Bellvitge se observa con expectación este nuevo fenómeno que cada día se hace más palpable. En la actualidad el porcentaje de personas que acuden para tratar su adicción a las nuevas tecnologías oscila entre el 9% y el 12% del total. En este campo entran videojuegos, móviles, internet... Pero la cuota de adictos a internet va creciendo progresivamente y ya está en un 2%. «Hace años que se empezó a notar, pero en los últimos tres el crecimiento es más acelerado, aunque todavía es pronto para sacar conclusiones», asegura Juan José Santamaría, psicólogo investigador de Bellvitge.

Contrariamente a lo que se pueda creer, no se trata de un problema que esté encontrando acomodo en la adolescencia, sino que se centra en una horquilla alrededor de la treintena. «Se suele iniciar sobre los 25, aunque la media de edad del paciente afectado es de 30 años», explica Santamaría. Eso no significa que gente de otras franjas de edad pueda sentirse a salvo: «Hemos tenido algún caso de 40 años, aunque no es lo habitual». El 80% son hombres. «En parte porque tendemos a ser más impulsivos, pero también porque hay una cierta estigmatización social de la mujer que sufre esta adicción, por lo que ni siquiera acude a la consulta», razona el especialista.

CIFRAS EN AUMENTO / Y en los próximos años irá a más la cosa, puesto que el uso del smartphone se está generalizando. Según un estudio de Nielsen sobre hábitos de consumo, España es el segundo país del mundo con mayor aceptación de los smartphones en la franja de edad de los 15 a los 24 años, con un 38%, por delante de países como Alemania (28%) o EEUU (33%) y solo superado por Italia, donde un 47% de los terminales de los usuarios de esas edades son teléfonos inteligentes. Más datos: el 80% de los jóvenes entre 15 y 35 años acceden cada día a una red social como mínimo. Esa cuota aumenta hasta el 93% entre los 15 y los 18.

Ante el alarmismo que suele generar un tema como este al salir en los medios, los especialistas dejan claro que el problema no está en la red social o en internet, sino en la mente del usuario: «De la misma forma que todo el mundo consume alcohol y solo afecta a unos pocos, sucede también con las redes sociales», apunta José Fernández, terapeuta de la entidad Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS). Y también insisten en la fragilidad de las informaciones que salen publicadas, ya que aunque todas apuntan a una tendencia al alza, no tienen todavía respaldo científico, puesto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no ha reconocido la adicción a las nuevas tecnologías como una enfermedad. «Todo son datos subjetivos, o bien estudios de investigación sin carácter oficial», comenta Fernández, aunque cree que «es cuestión de tiempo que se reconozcan los síntomas que produce: ansiedad, depresión, falta de sueño».

Donde ya se puede constatar un abuso de las redes sociales es en el ámbito del trabajo. Son numerosas las sentencias judiciales que tratan esta nueva fuente de conflictividad laboral. Es lo que se conoce como absentismo presencial. El trabajador está en su puesto, pero sin realizar las tareas para las que ha sido contratado. Aquí chocan dos derechos: el de la empresa a controlar ordenadores que son de su propiedad y el del empleado a la intimidad.

Como indica Yaiza Cabedo, responsable del área de formación del bufete Conesa Asociados, especializado en derecho laboral, «el hecho de tratarse de un problema nuevo ha provocado en algunos casos sentencias aparentemente contradictorias, pero que han ido perfilando unas pautas de actuación». El criterio general seguido a día de hoy es que la empresa no puede acceder a los rastros de navegación, puesto que forman parte de la esfera privada del empleado, aunque como añade Cabedo «ello no significa que no se reconozca el perjuicio que está causando a la empresa navegando en horas de trabajo».

Ante este panorama muchas empresas optan por restringir el acceso a cierto tipo de páginas. Son aquellas «con una estructura jerarquizada, donde lo importante es el tiempo que se pasa en la oficina», según César Castel, director de operaciones de Adecco Professional. En contraposición a estas existen otras, de tamaño medio, «que trabajan más orientadas a resultados y que depositan mayor confianza y libertad en el trabajador». Para Castel, el absentismo presencial tiene un trasfondo de falta de motivación, más que de adicción a las redes sociales: «Si no puede acceder a la red, el que no quiere trabajar hará sudokus o se pasará media hora al teléfono».

Fuente:elperiódico.com

domingo, 24 de julio de 2011

Los españoles más satisfechos con su vida son menos propensos a desarrollar determinadas enfermedades como estrés o depresión.


Las personas que se sienten más contentas y positivas perciben que su estado de salud es mejor y son menos propensas a desarrollar determinadas enfermedades, como depresión, estrés, insomnio, anorexia o colesterol, en contraposición a aquellas que son menos felices, que tienden a tener más presentes los problemas físicos y psicológicos que les afectan.

Según el estudio 'La felicidad y la percepción de la salud', realizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad y la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), se confirma la correlación entre felicidad, bienestar y salud.

El estudio, basado en las entrevistas realizadas a 3.000 españoles, revela que los problemas psicológicos afectan en mayor medida a la felicidad que los físicos. "Hemos constatado que la salud mental es un componente igual o más importante que la salud física en la percepción de la propia salud, y que los problemas de tipo psicológico están mucho más relacionados con la infelicidad que los de tipo físico", ha explicado el profesor de la Facultad de Psicología de la UCM, Gonzalo Hervás.

En este sentido, la proporción de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el grupo de los menos felices, y la de padecer insomnio, cuatro veces menor.

Los expertos reunidos durante la presentación han coincidido en señalar que el apoyo social, de la familia y los amigos, ante los problemas de salud y adversidades es fundamental para que las personas se sientan con mejor estado de salud y les ayuda a preservar, en gran medida, su nivel de satisfacción cuando sufren un problema de salud.

"Con este estudio hemos constatado la importancia de las relaciones sociales. La familia y los amigos, las apoyos sociales, son un elemento fundamental para sentirse bien, sano y afrontar mejor las enfermedades", ha asegurado Hervás. Además, "las personas más optimistas no ven mermada su felicidad ante la desgracia. El optimismo tiene un papel protector tanto en la enfermedad como en la reacción frente a la adversidad", apunta Hervás.

Según los expertos, el cerebro humano tiene una propensión natural a buscar el optimismo y, como consecuencia, a ayudar a las personas a ser felices, pero "la sensación de felicidad se puede conseguir con estímulos externos y con estímulos internos, podemos ser más felices potenciando, por ejemplo, nuestra capacidad de sociabilización, siendo más altruistas", ha explicado el profesor del departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, Josep María Serra-Grabulosa.

Por su parte, el presidente del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Carlos Chaguaceda, ha añadido que "la felicidad se trabaja, no se puede esperar sentado en casa hasta que llegue. Por ejemplo, aquellas personas que realizan deporte regularmente son felices cuando lo hacen porque el cerebro segrega serotonina y oxitocina y genera una sensación que te hace feliz. Luego, hay que buscar lo que nos hace felices". En definitiva, "estamos programados para estar enganchados a la felicidad desde que nacemos", concluye Hervás.

Fuente:europapress.

sábado, 16 de julio de 2011

Psicólogos abogan por impedir el acceso a apuestas online desde los hogares



Dado el potencial adictivo de los juegos de apuestas online, su acceso debería estar exclusivamente permitido en locales autorizados donde fuera preceptiva la identificación del usuario y la constatación de su mayoría de edad, ha dicho a EFE el psicólogo de la Asociación Alicantina de Afectados por Ludopatía, Antonio Castaños.

Garantizar "la protección efectiva" tanto de los menores como de las personas que tienen prohibido o "autoprohibido" el acceso a los juegos de apuestas es el principal objetivo que se han marcado este tipo de asociaciones ante la nueva Ley del Juego, publicada en el BOE el pasado 28 de mayo.

Esta legislación recoge en su texto la necesidad de elaborar un reglamento de protección de menores y de otros colectivos susceptibles de adquirir hábitos de adicción patológica por el acceso y uso de los juegos de apuestas online.

Según Castaños, en la redacción del futuro reglamento deberían participar profesionales de reconocido prestigio en los ámbitos "preventivo y asistencial del juego patológico y las adicciones tecnológicas".

En declaraciones a Efe, el psicólogo alicantino ha expuesto que, previsiblemente, la idea de impedir el acceso a los juegos de apuesta online desde los hogares "no será aceptada" por la Administración.

Ante esa posibilidad, Castaños ha pedido a las empresas que explotan ese tipo de juegos que refuercen los controles de edad de sus usuarios y que eliminen los que tienen mayor potencial adictivo, como las tragaperras virtuales.

También ha subrayado la importancia de establecer un tiempo máximo de juego, así como periodos de espera prolongados entre las apuestas, y fijar una cantidad económica máxima que podría controlarse, familiarmente, mediante tarjetas prepago, como las usadas en los móviles.

El número de usuarios que realizan algún tipo de apuesta online en España aumentó el pasado año un 33 %, con "la preocupación" de que el póquer y las apuestas deportivas empiezan a ser "una moda" entre los jóvenes, según Castaños.

El acceso a las apuestas por Internet "desde casa y con sólo apretar un botón", su amplia oferta, "con un mercado mundial de juegos", su permanente disponibilidad y la facilidad para "esconderlas", pues los adolescentes "se encierran en sus cuartos, donde tienen el ordenador", son factores que "facilitan" ese aumento de usuarios. EFE

Fuente:abc.es

Uno de cada cuatro usuarios de internet es adicto a las nuevas tecnologías


Un congreso aborda en Valencia el uso abusivo de las redes sociales, las obsesiones creadas en torno al trabajo y la adicción a las compras

Cada sociedad lleva aparejadas sus propias obsesiones y adicciones. Y a la actual la acompañan las conductas adictivas propias de un momento de máximo auge de las nuevas tecnologías. Y la Comunitat no es ajena a esta realidad. Cada vez son más quienes no pueden vivir sin estar atados a un teclado, ya sea de un ordenador, o del más sofisticado teléfono. No es menor la dependencia de las redes sociales como medio de relación.

«Uno de cada cuatro valencianos usuario de internet sufre alguna adicción a las nuevas tecnologías», tal como señala Javier Carbonell, psicoterapeuta director del centro Síndrome y del congreso que hoy bajo el título «Las nuevas adicciones y obsesiones del siglo XXI» se celebra en Valencia.

Este foro, que reunirá a psicólogos y otros expertos en el tratamiento de adicciones, debatirá sobre los problemas que comporta el uso abusivo de nuevas tecnologías y redes sociales, así como los derivados del consumo de sustancias, el juego patológico, y la adicción al sexo, las compras o el trabajo, entre otras.
En definitiva se trata de una jornada en la que, como explica Javier Carbonell, se analizarán las conductas y obsesiones que se incluyen en «adicciones conductuales» y que también se conocen como «socioadicciones».

Carbonell destacó que estas situaciones, que los expertos ya llevan tiempo viendo llegar a las consultas como un problema que afecta a muchos, todavía no están incluidas «en el catálogo de enfermedades psiquiátricas». Los profesionales implicados luchan por conseguir esa consideración para el uso abusivo de nuevas tecnologías y redes sociales, así como para la ludopatía, las compras compulsivas o la obsesión por el trabajo.

Entre las cifras que barajan los organizadores de la jornada programada para hoy llama la atención que en el «último año se ha duplicado» el resultado de jóvenes valencianos adictos al juego on line. Otra de las realidades que ha despertado la preocupación de los terapeutas nace del hecho de que un 15% de menores usuarios de internet «se han reunido con desconocidos con los que contactaron a través de internet. Un 30% reconoce haber dado su número de teléfono a desconocidos».

Carbonell hace hincapié en que en muchas ocasiones las adicciones no llegan solas. Unas pueden llevar a otras en la misma persona. Uno de los datos que valoran los organizadores del congreso se que prácticamente todos los «adictos al juego lo son a otras sustancias como alcohol, tabaco o drogas». El director del congreso aseguró que con el análisis de todas estas cuestiones los especialistas persiguen «un cambio que agite las conciencias para dar a conocer la existencia de estas patologías y que son tratables.

Fuente:lasprovincias.es

domingo, 3 de julio de 2011

La adicción a la pornografía


Desde hace pocos años, e incluso meses, se ha venido haciendo cada vez más difícil pasar por alto la cantidad de hombres de gran visibilidad que han tenido comportamientos sexuales autodestructivos. Algunos hombres poderosos han sido sexualmente voraces durante mucho tiempo, pero, a diferencia de hoy, entonces eran mucho más discretos y generalmente eran capaces de encontrar la manera de no dejar rastro.

Hoy día, la capacidad de la tecnología para dejar al descubierto conductas privadas es, en parte, el motivo de este cambio. De hecho, la razón por la que muchos de los hombres que se han visto atrapados en escándalos de tintes sexuales es porque se han expuesto a sí mismos en ocasiones literalmente mediante mensajes de móvil, Twitter y otros medios indiscretos. ¿Qué hay detrás de esta extraña actitud desinhibida? ¿Podría la disponibilidad y el consumo generalizado de porno estar reescribiendo el cerebro masculino, afectando su juicio sobre el sexo y provocando que tengan mayores dificultades para controlar sus impulsos?

Cada vez hay más pruebas científicas que sostienen esta idea. Hace seis años, escribí un ensayo titulado El mito del porno, en el que señalaba que los terapeutas y consejeros sexuales estaban comenzando a asociar el incremento del consumo de pornografía en los hombres jóvenes con un aumento de casos de impotencia y eyaculación precoz en ese mismo grupo de edad. Se trataba de jóvenes saludables sin patologías físicas ni psicológicas que pudieran justificar una disfunción sexual.

La hipótesis de los expertos era que la pornografía estaba insensibilizando de forma progresiva la sexualidad de esos hombres. Dados los efectos de esta insensibilización en la mayoría de los sujetos masculinos, los investigadores descubrieron que estos necesitaban unos niveles superiores de estimulación para conseguir el mismo nivel de excitación. Los expertos que entrevisté por aquella época especulaban con que el uso del porno estaba insensibilizando a jóvenes saludables hacia el atractivo erótico de sus propias compañeras.

Desde entonces se han ido recogiendo datos sobre el sistema de recompensa cerebral con el fin de explicar este cambio con mayor concreción. Hoy día sabemos que el porno estimula en un plazo muy corto la segregación de dopamina en el cerebro masculino, lo que afecta al humor, provocando una sensación de bienestar que perdura una o dos horas. El circuito neuronal que se produce es idéntico al de otros estímulos como el juego o la cocaína.

El potencial adictivo es también idéntico: así como los jugadores y los consumidores de cocaína pueden volverse compulsivos, y necesitan jugar o esnifar cada vez más para conseguir segregar la misma cantidad de dopamina, los hombres que consumen pornografía pueden llegar a engancharse a esta. De la misma manera, como sucede con otras sustancias de recompensa, tras el estímulo de dopamina el consumidor se siente deprimido, irritable, ansioso y deseoso de conseguir la siguiente dosis. Hay nuevas evidencias, descubiertas por Jim Pfaus, de la ConcordiaUniversity de Canadá, que apuntan a que la desensibilización podría afectar también a las mujeres.

Este efecto de la dopamina explica por qué el porno tiende a ser más y más duro: las imágenes sexuales comunes han perdido finalmente su poder, llevando a los consumidores a necesitar nuevas imágenes que rompan tabúes de otros tipos con el objetivo de alcanzar la misma satisfacción. Además, algunos hombres (y mujeres) tienen lo que se denomina "agujero de dopamina". Sus sistemas de recompensa cerebral son menos eficientes, lo que les predispone a convertirse en adictos a un porno cada vez más extremo con mayor facilidad.

Como con cualquier adicción, resulta muy complicado, por razones neuroquímicas, dejar de tener comportamientos (incluso muy autodestructivos) que permitan obtener más dopamina. ¿Podría ser por este motivo por el que hombres que en el pasado podían mantener sus affairs a puerta cerrada no pueden ahora resistir el impulso de mandar un mensaje de móvil que sea incluso autoincriminante? Si esto es así, no es que algunos hombres sean demonios o amorales, sino adictos que han perdido el control sobre sí mismos.

Esto no quiere decir que no sean responsables de sus conductas. Pero podría tratarse de un tipo diferente de responsabilidad: la de comprender el poderoso potencial adictivo del uso de la pornografía, con el fin de recibir orientación psicopedagógica o medicación si la adicción comienza a afectar a la pareja, a la familia, a la vida laboral o al propio juicio.

Por ahora, existe un modelo efectivo y detallado para desenganchar a los hombres adictos al porno y restituirles a un estado mental más equilibrado, en el que estén menos expuestos a la merced de sus obsesiones. Comprender cómo la pornografía afecta al cerebro y causa estragos en la virilidad masculina permite hacer mejores elecciones en lugar de llegar a un estado de autodestrucción sin fin o a una reacción de rechazo colectiva, en una sociedad cada vez más adicta a lo extremo.

Fuente:publico.es

Los ingresos en psiquiátricos de fumadores de cannabis están aumentando de forma considerable.


Está demostrado científicamente que el consumo de drogas potencia el riesgo de desarrollo de algún tipo de psicopatología mental y las estadísticas ponen de manifiesto que los ingresos en psiquiátricos de fumadores de cannabis están aumentando de forma considerable. Al menos eso es lo que sostiene Adela Berrozpe, responsable del programa de atención a las familias con casos de trastorno mental severo del parque sanitario San Juan de Dios de Barcelona, una de las expertas participa en el VIII Curso de actualización en tratamiento asertivo comunitario en salud mental, ce está celebrando en Avilés.

«Muchos de los pacientes que estamos viendo ahora mismo en los psiquiátricos son jóvenes consumidores de drogas, pero no sólo los hay a causa de la cocaína u otras sustancias que se consideran duras, cada vez son más los que tienen que ser tratados por el consumo de otras que, de forma equivocada, algunos consideran más blandas, como es el cannabis», señaló Adela Berrozpe, que ofreció junto a Judith Quillis, trabajadora social en el citado centro catalán, un taller sobre «Intervención familiar en esquizofrenia: el Modelo Falloon» que se celebró en el Hospital San Agustín. «Es muy importante que las familias aprendan a comprender a los enfermos y a tratarlos con las fórmulas más adecuadas para comunicarse con ellos y para resolver los problemas. En definitiva, transmitirles habilidades para intentar mantener al paciente en equilibrio en su propia casa sin necesidad de tener que ingresarlo», explicó Berrozpe.

¿Se puede prevenir una enfermedad mental? Adela Berrozpe está convencida de que un entorno familiar estable y armónico así como un estilo de vida saludable influyen de forma positiva a la hora de frenar el desarrollo de una enfermedad mental, aunque reconoce que «la curación de este tipo de psicopatologías es una asunto muy complejo». Tampoco puede probar -«no conozco ningún trabajo publicado sobre ello», aseguró- que el estrés generado por la crisis económica en algunos hogares españoles esté siendo un factor potenciador de las enfermedades mentales, aunque «lo que sí es constatable es que hay más casos de crisis de ansiedad», aseguró.

Fuente:psiquiatria.com

Los pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar fuman más que el resto de la población y de una manera más compulsiva.


La lucha contra el tabaquismo abre nuevos frentes. Tres hospitales españoles ensayarán durante un año un programa pionero para ayudar a los enfermos mentales a dejar de fumar. La iniciativa representa un auténtico reto en el ámbito de la superación de adicciones. Los pacientes con patologías más graves, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar que son los que participarán en el programa, fuman mucho más que el resto de la población, en mayor cantidad y, además, de forma más compulsiva.

Los enfermos mentales viven de media quince años menos que el resto de los ciudadanos; y esa reducción de la esperanza de vida se debe en buena medida a las enfermedades ligadas al consumo de tabaco. Infartos de miocardio, derrames cerebrales, hipertensión y cánceres de pulmón provocados por la inhalación de humo figuran entre sus principales causas de muerte.

«Tiende a creerse que a este tipo de pacientes les cuesta más respetar los espacios sin humo y nosotros en el hospital hemos visto que no es así. Hace tiempo se acordó que los pasillos y la sala de estar eran espacios libres de tabaco y que sólo se podría fumar en una sala habilitada para ello. Pese a lo que pueda creerse, los residentes cumplen y no hemos detectado que se generen mayores problemas entre ellos», explica el psiquiatra Jesús Ezcurra, jefe de servicio del Hospital Psiquiátrico de Álava, que lidera el proyecto en el País Vasco, junto con la jefa de sección de Rehabilitación del centro, Ana Blanca Lloyer, y el titular de la Unidad de Psicosis Refractaria, Edorta Elizagarate.

El trabajo, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, forma parte de un proyecto en red liderado por el Hospital Central de Asturias, en el que también colabora el Hospital de Jaén.

Los pacientes que participan en el estudio, 25 por centro, se han seleccionado sin seguir más criterio que su propia voluntad. Con el fin de lograr unos resultados que sean fiel reflejo de la realidad existente, los grupos se han formado con los primeros que se han mostrado dispuestos a participar.

El enfermo psiquiátrico consume una media de 30 cigarrillos diarios, pero se sabe que algunos llegan incluso a los tres paquetes. Además, inhalan de una forma tan obsesiva, que el humo y las más de 4.000 sustancias tóxicas que le acompañan provocan en su salud daños bastante más profundos.

El programa comienza con una serie de sesiones de terapia motivacional, con el fin de reforzar la decisión tomada, y se completa con tratamiento farmacológico para superar la dependencia de la nicotina. Los primeros resultados se conocerán en verano de 2012.


Fuente:psiquiatria.com

Crecen en España las sectas en forma de tapaderas sanitarias


En España nacen y desaparecen cada año decenas de grupos de manipulación psicológica. Persisten los colectivos religiosos, filosóficos, culturales y políticos, pero crecen los grupos coercitivos que actúan bajo la apariencia de centros terapéuticos y proponen todo tipo de terapias alternativas para lograr bienestar y curación. Algunas incluso afirman curar el cáncer. "Hace 10 años eran grupos más de corte hinduista o religioso-cristiano. Ahora tienen más trascendencia los terapéuticos, esotéricos y de la nueva era, por la llegada del 2012 (año sobre el que recae una profecía más del fin del mundo)", explica Laura Merino, terapeuta de Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS).

Técnicas como la meditación o el yoga y ramas científicas como la física cuántica, entre otras, son a veces usadas como gancho, mezcladas con teorías con las que no tienen relación. El resultado es un mensaje reduccionista pero atractivo, vinculado a una exigencia de entrega emocional y finalmente de explotación económica. "La gente piensa que el las sectas se quedaron en los años 70. No, han cambiado las maneras de funcionar, pero siguen existiendo", añade Merino.


LIBERTAD DE CULTO AIS es una de las entidades que asesoran a personas afectadas por fenómenos sectarios. La ley de la libertad de culto abriga a decenas de grupos fraudulentos cuya actividad es difícil de denunciar, pues no existe --a causa de la falta de jurisprudencia y a pesar del deseo de los especialistas-- una comisión profesional oficial que se encargue de peritar sus prácticas. AIS recibe cada año entre 150 y 200 peticiones de ayuda de familiares de personas que han entrado en un grupo coercitivo, últimamente casi siempre relacionados con las nuevas terapias. "Viene la familia preocupada, muchas veces cuando el familiar ya está dentro del grupo", dice Merino. Hay quien se queda en él y lleva una vida "más o menos normalizada". Otros casos se resuelven con éxito tras una intervención que ayude a las víctimas a ser críticas. Suelen quedar secuelas psicológicas en forma de miedos, culpa, depresión y trastornos agravados por la dependencia grupal.

Pepe Rodríguez, experto en sectarismo, apunta que existe mucha gente "que cree que un psicólogo normal no puede ayudarle. A un manipulador le resulta fácil montar una pseudosecta, porque la gente que le llega ya tiene problemas, y aprovecha su fragilidad y docilidad". "Muchos adeptos han donado fortunas a las sectas".

A través de servicios gratuitos, cursillos o talleres, cualquier persona puede entrar en contacto con un grupo coercitivo. Algunos elementos que permiten identificar una dinámica sectaria son "la presencia de un líder muy carismático, una tendencia a encerrar a los miembros en sí mismos y en el grupo, y un maniqueísmo que se va radicalizando", dice Rodríguez. El objetivo es el control y la explotación económica. Según Rodríguez, algunos cabecillas tienen un perfil de liderazgo psicopatológico, "muchas veces narcisista, con trastorno de la personalidad de tipo paranoide, muy megalómano y sin respeto por los demás".


SIN UNA AYUDA EFICAZ "Hasta que el adepto no se dé cuenta de su problema, no podrá recibir una ayuda eficaz. La familia tiene que llevar a cabo una estrategia para que la persona baje al pozo lo antes posible y que allí esté acompañado, porque si en el fondo del pozo está solo, no tendrá salida", explica Rodríguez. "Nadie puede salvar a nadie, las personas deben salvarse a ellas mismas, y nosotros podemos dar un contexto para ver opciones", añade el especialista. .

Fuente:diariocordoba.

domingo, 12 de junio de 2011

Expertos de todo el mundo reclaman más medios contra el trastorno obsesivo.


La catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia Amparo Belloch considera que "hay que tomar más en serio el trastorno obsesivo y dedicar medios públicos de calidad para atender a las personas con problemas de salud mental".

Belloch ha participado durante tres días con otros psicólogos y psiquiatras de una decena de países de todo el mundo en un encuentro sobre los síntomas obsesivo--compulsivos celebrado en la UNED. La psicóloga aconsejó en la clausura "a las personas que tengan este trastorno que no se asusten, que no sientan miedo ni vergüenza, que no son culpables de lo que les pasa".

Belloch explicó que "es una enfermedad, pero quien la sufre no está loca, sabe que no es normal lo que hace pero sigue con su vida". Son personas que, por ejemplo, necesitan lavarse las manos cada vez que tocan algo, comprobar puertas y ventanas una y otra vez antes de salir, tardan más de tres horas en vestirse... Sus síntomas se confunden con las manías, aunque el trastorno se produce cuando esas aparentes manías les roban demasiado tiempo y "causan sufrimiento".

Son "los más graves e incapacitantes trastornos de ansiedad", dijo, cada vez más frecuentes --los sufren entre el 1,5 y el 3% de la población--. Llevan aparejados otros trastornos, abarcan muchos aspectos de la vida y tienen consecuencias negativas, ya que el 70% de los enfermos tienen depresión. Además, "piden ayuda cuando no pueden más" e incluso tienen deseos de agredir.
En el 2007 nació en Barcelona un grupo internacional de investigación para estudiar este trastorno y hallar "instrumentos de evaluación que detecten su presencia y sean útiles" en todo el mundo para descubrirlo y aplicar un tratamiento --psicológico y farmacológico-- cuanto antes. El resultado se ha expuesto en Córdoba.

Entre las conclusiones, Belloch destacó que el trastorno "se da igual en todas las partes del mundo y que la entrevista usada lo detecta con precisión". Además, "su impacto es distinto según el país, el tipo de trastorno y el género". En este sentido, dijo que "la obsesión por la limpieza es más frecuente en mujeres de todos los países, pero más en las del Mediterráneo, aunque el problema es mayor cuando la padece un hombre". Además, "lo que diferencia una obsesión de una manía no es el contenido, sino cómo interpreta el contenido quien la sufre y qué hace". Por ejemplo, una persona maniática no llega tarde a trabajar por ordenar su casa --la deja para después--. La obsesiva sí, porque piensa que si no lo hace ocurrirá una desgracia. Su consejo es pedir "ayuda profesional e ir a una unidad de Salud Mental". Con tratamiento, la tasa de curación es del 60% y muchos casos se curan si se detectan pronto.

Fuente: psiquiatria.com

Las personas con más niveles de claustrofobia tienen un exagerado sentido del espacio que les rodea.


Todo el mundo experimenta miedo claustrofóbico, en cierta medida, pero hay una amplia gama de diferencias en el grado entre los individuos. Cerca de un 4% sufren esta fobia, que se clasifica dentro de las fobias específicas de forma grave, lo que puede provocar ataques de pánico cuando entran en un ascensor o se quedan atrapados en una habitación.

Al parecer, todos nos movemos en una burbuja de protección llamada 'espacio cercano', más comúnmente conocido como 'espacio personal'. Pero esta burbuja no es del mismo tamaño para todas las personas. Aquéllas que proyectan su espacio personal mucho más allá de sus cuerpos son más propensas a experimentar miedo claustrofóbico, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Cognition'.

En él han participado 35 estudiantes con una media de edad de entre 18 y 33 años. Los investigadores Emory Stella Lourenco y Matthew Longo, de la Universidad Londres (Reino Unido), les sometieron a pruebas para determinar su percepción del espacio así como a un cuestionario sobre claustrofobia con el fin de poder diagnosticar o no la patología.

Matthew Longo reconoce: "Hemos encontrado que las personas con más niveles de claustrofobia tienen un exagerado sentido del espacio que les rodea. En este momento, no sabemos aún si es la distorsión en la percepción espacial la que lleva al miedo, o viceversa. Ambas situaciones son probables".

"Si aumentamos nuestra comprensión sobre los factores que contribuyen a la claustrofobia, tal vez podamos ayudar a los médicos a desarrollar terapias más eficaces contra este tipo de miedo que puede ser muy debilitante", afirman investigadores.

La claustrofobia se asocia a menudo con una experiencia pasada traumática, como quedarse atrapado en un túnel durante un largo periodo de tiempo. "Sin embargo, sabemos que algunas personas que experimentan estos sucesos en espacios reducidos no desarrollan claustrofobia", recuerdan los científicos británicos.

"Este hecho nos llevó a preguntarnos si otros factores podían estar implicados. Nuestros resultados muestran una clara relación entre el miedo claustrofóbico y los aspectos básicos de la percepción espacial. Las pruebas neuronales y de comportamiento muestran que tratamos de forma distinta el espacio que se alcanza con la mano que el que está más lejos. Se trata del sentido de adaptación para ser más conscientes de las cosas que están más cerca del cuerpo, tanto con fines utilitarios como defensivos", insiste el doctor Longo.

Ahora, los científicos están analizando cómo la gama de diferencias individuales en la percepción espacial se relaciona con el miedo. "Sabemos que los sujetos con más niveles de claustrofobia subestiman las distancias horizontales y sobreestiman las verticales", agrega.

Fuente: psiquiatria.com

domingo, 29 de mayo de 2011

Ludopatía global


La investigación sobre la adicción al juego ha avanzado mucho en los últimos 25 años; sin embargo, las amplias posibilidades que ofrece actualmente el juego 'on line' a los ludópatas obliga a replantearse este terreno de estudio y a llevar a cabo investigaciones más innovadoras para hacer frente al nuevo escenario.

Así lo advierte la revista 'The Lancet' en una revisión sobre la adicción al juego en la que varios especialistas de la universidad canadiense de Calgary repasan los últimos avances que rodean a esta patología. Según Jon Grant y sus colegas, la amplia accesibilidad 'on line' que existe hoy en día, 24 horas al día y sin necesidad de salir de casa (desde casinos hasta apuestas deportivas), obliga a llevar a cabo investigaciones más innovadoras sobre este trastorno para poder trasladarlos cuanti antes al entorno clínico.

La incidencia de la ludopatía en el mundo varía ampliamente de unos países a otros (también en función de los criterios clínicos que se empleen para definir el trastorno), aunque suele oscilar entre el 0,2% y el 5%. Por ejemplo, se calcula que sólo afecta a uno de cada 500 individuos en Noruega frente a uno de cada 20 en Hong Kong; aunque como ellos mismos destacan, el actual panorama digital está dando mayor visibilidad al problema y es probable que las cifras crezcan en el futuro.

El problema de la ludopatía, recuerdan los psicólogos, es que a menudo no es un trastorno único, sino que suele verse acompañado por otro tipo de adicciones y trastornos. Por ejemplo, recuerdan, se calcula que los jugadores patológicos tienen cuatro veces más posibilidades de abusar del alcohol o sufrir un trastorno de la ansiedad, y hasta cinco o seis veces más posibilidades de abusar de otras sustancias estupefacientes.

Sobre las opciones de tratamiento disponibles para estos pacientes, las más eficaces hasta la fecha han resultado ser las de tipo cognitivo conductual; aunque la estadística sobre su recuperación es pesimista ya que sólo un tercio de ellos consigue superar su problema a lo largo de su vida (sólo uno de cada 10 da el paso de buscar ayuda profesional para salir del pozo). Aunque es cierto que en muchos casos esta adicción es episódica y transitoria, admiten los canadienses.

"Nuestros conocimientos [sobre esta adicción] evolucionan en paralelo con la floreciente disposición de oportunidades para jugar a través de la Red. Internet está poniendo numerosas posibilidades de juego a disposición de gente en todo el mundo durante las 24 horas del día", advierten.

Fuente:elmundo.es

domingo, 15 de mayo de 2011

El diagnóstico precoz del trastorno obsesivo-compulsivo en niños puede evitar que se cronifique la enfermedad.


Un diagnóstico y tratamiento precoz del trastorno obsesivo-compulsivo, que con frecuencia suele descubrirse demasiado tarde en niños y adolescentes, puede tener un importante efecto positivo en el curso de esta enfermedad, según un artículo realizado por el equipo de Susanne Walitza, profesora de la Universidad de Zurich (Suiza),y publicado en 'Deutsches Ärzteblatt International'.

La aparición temprana de un trastorno obsesivo-compulsivo o TOC es una de las causas de enfermedad mental más común entre niños y adolescentes, con una prevalencia de entre el 1 y el 3 por ciento.

La limpieza compulsiva es la manifestación obsesivo-compulsiva más común entre los niños y adolescentes, estando presente en hasta el 87 por ciento de estos pacientes. Otros tipos de manifestaciones comunes son la repetición y la comprobación compulsiva, los pensamientos obsesivos de tipo agresivo.

Comorbilidades, como el déficit de atención o el desorden de hiperactividad, están presentes en más del 70 por ciento de los pacientes. El trastorno obsesivo-compulsivo presente en niños y adolescentes en el 40 por ciento de casos se convierte en crónico y daña la salud mental de estos pacientes en la edad adulta.

Las manifestaciones específicas del trastorno obsesivo-compulsivo pueden diagnosticarse de forma temprana con técnicas de psicodiagnóstico y su tratamiento suele necesitar mucho tiempo. Los métodos de la terapia conductual -en los que el paciente es enfrentado con la situación que precipita la manifestación obsesivo-compulsiva, pero se suprime la citada manifestación- han demostrado ser efectivos y por ello, se consideran un tratamiento de primera línea.

El tratamiento de segunda línea consiste en una intervención de terapia conductual combinada con la administración de un inhibidor de la reabsorción de la serotonina.

Los autores de este trabajo revisaron de forma selectiva los trabajos más relevantes y las guías escritas en alemán para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad mental en niños y adolescentes. Concluyeron diciendo que, incluso después de un tratamiento intensivo completo, los pacientes necesitan psicoterapia o una terapia combinada para prevenir una posterior recurrencia.

"Los TOC a menudo comienzan en la niñez o adolescencia. Existen modelos neurobiológicos y cognitivo-conductuales basados en la experiencia sobre su patofisiología. La evaluación diagnóstica multiaxial permite un diagnóstico temprano. La terapia conductual y la medicación son tratamientos altamente efectivos. No obstante, este desorden sigue su curso hacia la cronicidad en un gran porcentaje de pacientes", señalan en el trabajo. Acceso gratuito al texto completo.

Fuente: psiquiatria.com

jueves, 5 de mayo de 2011

Se observa un incremento de las segundas visitas a urgencias motivadas por la cocaína.


Así se desprende de los resultados preliminares del estudio MARRIED-COCAINE, un estudio multicéntrico llevado a cabo en 6 servicios de urgencias españoles. Y es que al cabo de un mes de la primera visita el riesgo de reconsulta es del 7 por ciento, al cabo del año del 18 por ciento y al cabo de dos se eleva al 22 por ciento.

Con el objetivo de conocer los motivos por los cuales los pacientes que son atendidos por esta causa regresan al hospital, el mencionado estudio (MARRIED-COCAINE) liderado por el Hospital Clínic de Barcelona ha puesto al descubierto cuatro factores predictores independientes de nuevas visitas al hospital: que la primera consulta haya sido en día laborable, que el paciente hay requerido valoración psiquiátrica, que se haya realizado una consulta previa por consumo de alcohol y que se haya consultado antes por consumo de otras drogas.

El estudio, que incluyó a más de 800 pacientes, también ha servido para realizar un retrato robot del consumidor de cocaína: joven, varón que consume mayormente en horario nocturno y en fin de semana. Actualmente representan del 15 al 20 por ciento de consultas toxicológicas en España, que se calcula que suponen en total unas 25.000 consultas al año a los servicios de urgencias relacionadas con el consumo de esta droga.

El doctor Óscar Miró, del Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, presentó estos datos en la jornada de urgencias por drogas de abuso, organizada por la Societat Catalana de Medicina d´Urgències i Emergències y Área Científica Menarini.

Fuente:psiquiatria.com

miércoles, 13 de abril de 2011

RedUNE pide personarse en la causa abierta contra el gurú hinduista


La Asociación para la prevención de la manipulación sectaria (RedUNE) ha presentado ante el Juzgado de Instrucción 7 de Granada, que investiga las prácticas del líder de la comunidad hinduista instalada en una Casa Yoga de Armilla (Granada), un escrito para personarse en la procedimiento abierto.

En el escrito presentado por RedUNE, al que ha tenido acceso Europa Press, la asociación pide su personación, que tendrá que ser ahora aceptada o rechazada por el juez, como acusación popular, lo que le permitirá formular su acusación contra el gurú y tener acceso a todas las diligencias ya practicadas.

Según explicaba recientemente el presidente de RedUNE, el ex diputado vasco Juantxo Domínguez, la conducta del gurú, Antonio Javier Ruiz Plazas, es "propia de un líder sectario", y está tipificada en el artículo 515 del Código Penal, que establece en su párrafo tercero que "son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución", lo que en otros países, como Francia, se considera un delito de manipulación psicológica.

En su opinión, procesar a Plazas por esta conducta abrirá la puerta de la jurisprudencia a otros casos similares en España, donde prácticamente no se han llevado a juicio a estos grupos que utilizan la "manipulación psicológica" con un interés económico o personal, generalmente con personas que son mayores de edad. Para Domínguez, es "responsabilidad de la justicia" detectar y castigar a los responsables de este tipo de sectas, "que se saltan a la torera la Constitución".

Para RedUNE, la comunidad hinduista que lidera Plazas es una "secta destructiva", que genera entre sus miembros "una importante dependencia psicológica", lo que, de afectar a un buen número de personas, como es el caso de Granada --se calcula que podría haber al menos una veintena de perjudicados-- se puede convertir en un "auténtico problema de salud pública".

Plazas fue denunciado por la Fiscalía de Granada, que pidió al titular de Instrucción 7, el magistrado José María Pacheco, embargar a Plazas sus bienes y retirarle el pasaporte de manera preventiva, petición que ha sido sin embargo rechazada.

La instrucción del caso continúa y ya se han tomado declaración a varias de las posibles víctimas y al supuesto gurú, al que el fiscal le atribuye un posible delito de asociación ilícita y contra la integridad moral por utilizar "técnicas de persuasión coercitiva" con los integrantes de su comunidad en su beneficio personal, sexual y económico.

En su denuncia, la Fiscalía considera que desde que se fundó la comunidad, a principios de los años 80, el denunciado "de manera personal y valiéndose de aquellas personas que componen la estructura jerarquizada" de la congregación, "ha venido llevando a cabo actos consistentes en la captación de personas en satisfacción de sus intereses personales", según consta en el decreto fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press.

Utilizando como "reclamo" el atractivo de la religión y la cultura hinduista y aprovechando en ocasiones la "debilidad" de quien acudía a ellas por problemas familiares, laborales, psicológicos e incluso físicos, el líder, aplicaba técnicas abusivas y coercitivas en el grupo, tales como permitirles tan sólo una comida al día, tres o cuatro horas únicamente de sueño, deberes y responsabilidades "constantes", incluso con "contratos de esclavitud", por los que los miembros de la congregación "debían comprometerse a no descansar y a estar disponibles las 24 horas para las necesidades del maestro".

Tras la investigación y toma de declaración de las posibles víctimas, la Fiscalía señala en su decreto que Antonio Javier Ruiz Plazas ha conseguido además mediante sus procedimientos tener acceso sexual a muchas de las integrantes de la comunidad, "a quienes incluso ha inducido a mantener relaciones lésbicas en su presencia".

"AGOTAMIENTO MENTAL Y HUMILLACIONES"

También el gurú ha cambiado de manera significativa la dieta alimenticia en la Casa Yoga que la comunidad tiene en Armilla (Granada), indicándole a sus adeptos que deben llevar ser lacto-vegetarianos; ha establecido "horarios muy limitados y una actividad frenética"; ha impuesto "deberes" que "nunca finalizan" y sesiones religiosas o de "adoctrinamiento" "maratonianas", con monólogos de hasta 7 u 8 horas; ha conseguido el "agotamiento mental a través de acusaciones injustas, humillaciones públicas, insultos y gritos exagerados" que acaban minando la "capacidad de decisión" de la comunidad; y ha llegado incluso a emplear la violencia física.

En definitiva, Ruiz Plazas ha hecho uso de una serie de métodos "tendentes a anular y controlar la personalidad de los miembros de la comunidad", encaminados a poder disponer de sus bienes, propiciando que los vendieran o con la finalidad de integrarlos en su propio patrimonio o de testaferros (en ocasiones se han hecho transferencias a la cuenta de su madre). Actualmente, incide el Ministerio Público, existen pendientes "posibles transmisiones" de inmuebles titularidad de quienes actualmente son discípulas de la comunidad.

La Fiscalía Provincial, que calcula que puede haber una veintena de víctimas, abrió diligencias de investigación penal sobre este asunto después de que el caso fuera llevado a la Fiscalía Superior de Andalucía por el Defensor del Ciudadano de Granada, al que acudieron familiares y ex adeptos para trasladarle lo ocurrido.

Además, el pasado verano víctimas del supuesto gurú, que se han constituido en asociación, ofrecieron una rueda de prensa en la que aseguraron que Plazas anula la libertad a los miembros de su comunidad y los explota y somete mediante técnicas de "persuasión coercitiva" propias de un líder sectario.

Fuente:europapress.es

martes, 12 de abril de 2011

Aumenta en España la adicción patológica a Internet


«En la vida real el adolescente puede presentar una falta de integración social, una baja autoestima o un bajo control de sus impulsos y puede, por ello, recurrir a la creación de personalidades artificiales», argumenta el psiquiatra y psicoanalista Gil Corbacho.

En los últimos años ha aumentado la adicción patológica a Internet en los adolescentes españoles por encima de otros trastornos mentales o conflictos propios de esta etapa, según ha destacado el miembro de la Asociación Psicoanalítica de Madrid (APM), Pedro Gil Corbacho, con motivo de las Jornadas 'Modelos de Abordaje de la Conflictiva Adolescente', organizadas por la APM y el Hospital Universitario Niño Jesús.

El uso desmedido de Internet puede "provocar graves problemas o puede ocultar los ya existentes", ya que en la red el joven se puede "refugiar e incluso "puede crearse una identidad artificial" para "cubrir" sus carencias de la vida real.

"En la vida real el adolescente puede presentar una falta de integración social, una baja autoestima o un bajo control de sus impulsos y puede, por ello, recurrir a la creación de personalidades artificiales", argumenta el psiquiatra y psicoanalista Gil Corbacho en declaraciones a Europa Press.

Además, según este especialista, el principal problema de este fenómeno es que puede ser un "proceso complemente silencioso", debido a que la red es un elemento muy presente en la sociedad actual que, además, está muy asociado a las nuevas generaciones.

"El joven puede pasar una hora u hora y media diaria conectado a Internet y no resultar preocupante, pero la gravedad surge cuando se sustituye la relación directa por la relación virtual. No es tanto el número de horas, sino el hecho de que el adolescente abandone otras actividades", advierte Gil Corbacho.

"El problema se manifiesta -prosigue el experto- cuando el joven ha puesto su vida en el ordenador y ha dejado de lado la realización de actividades sanas y propias de su edad como hacer deporte, salir con sus amigos, o mantener contacto con sus familiares".

Este tipo de trastorno se enmarca dentro de las conocidas como adicciones sin sustancia, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afectan a uno de cada cuatro personas. Además, se estima que en España entre el 10 y el 15 por ciento de la población es adicta a Internet, una patología, que según los expertos, es más prevalente en jóvenes.

Aparte de esta adicción, Gil Corbacho ha llamado la atención sobre el abuso de consumo de alcohol y otras drogas. En este sentido, el psiquiatra ha indicado que el consumo de marihuana "puede provocar la aparición de alucinaciones u otras ideas delirantes", mientras que "las anfetaminas producen cuadros parecidos a la esquizofrenia".


LOS PRIMEROS SINTOMAS DE UNA PATOLOGIA ADULTA


"La adolescencia es un periodo de turbulencia desde el punto de vista emocional, físico, sexual y/o de la identidad corporal. Es un momento de cambio, con conflictos asociados a este periodo, pero que, en algunos casos, pueden desencadenar en patologías, que debutan por primera vez en esta etapa y se consolidan a lo largo de la edad adulta", explica el miembro de la APM.

En este sentido, Gil Corbacho aconseja a los padres "interesarse por los adolescentes" y mantener el contacto con los centros educativos para observar su desarrollo personal y social en ese entorno. En este sentido, el experto llama la atención sobre dos situaciones que puede ser indicadoras de algún tipo de problema: una disminución repentina del rendimiento escolar y/o un abandono de las actividades habituales.

Respecto a los conflictos más habituales en estas edades, el psiquiatra destaca el abuso de sustancias y las conductas de tipo impulsivo, que les pueden "conducir a tomar decisiones extremas como la pertenencia tribus urbanas o sectas".

Por su parte, en relación a las patologías mentales que "debutan" en esta etapa de la vida, Gil Corbacho destaca la prevalencia de depresiones, trastornos de la personalidad del tipo histérico -caracterizados por un comportamiento aparatoso para llamar la atención-, o relacionados con la falta de control del impulso, que dan lugar a enfermedades como la anorexia y la bulimia, entre otras.

Asimismo, también puede dar la cara patologías como la esquizofrenia hebefrénica, en la que primero hay una "inhibición y una retirada de la comunicación"; o el trastorno límite de personalidad (también conocido como 'Borderline'), caracterizado por una conducta impulsiva y asocial.

Fuente:larazon.es