domingo, 15 de mayo de 2011
El diagnóstico precoz del trastorno obsesivo-compulsivo en niños puede evitar que se cronifique la enfermedad.
Un diagnóstico y tratamiento precoz del trastorno obsesivo-compulsivo, que con frecuencia suele descubrirse demasiado tarde en niños y adolescentes, puede tener un importante efecto positivo en el curso de esta enfermedad, según un artículo realizado por el equipo de Susanne Walitza, profesora de la Universidad de Zurich (Suiza),y publicado en 'Deutsches Ärzteblatt International'.
La aparición temprana de un trastorno obsesivo-compulsivo o TOC es una de las causas de enfermedad mental más común entre niños y adolescentes, con una prevalencia de entre el 1 y el 3 por ciento.
La limpieza compulsiva es la manifestación obsesivo-compulsiva más común entre los niños y adolescentes, estando presente en hasta el 87 por ciento de estos pacientes. Otros tipos de manifestaciones comunes son la repetición y la comprobación compulsiva, los pensamientos obsesivos de tipo agresivo.
Comorbilidades, como el déficit de atención o el desorden de hiperactividad, están presentes en más del 70 por ciento de los pacientes. El trastorno obsesivo-compulsivo presente en niños y adolescentes en el 40 por ciento de casos se convierte en crónico y daña la salud mental de estos pacientes en la edad adulta.
Las manifestaciones específicas del trastorno obsesivo-compulsivo pueden diagnosticarse de forma temprana con técnicas de psicodiagnóstico y su tratamiento suele necesitar mucho tiempo. Los métodos de la terapia conductual -en los que el paciente es enfrentado con la situación que precipita la manifestación obsesivo-compulsiva, pero se suprime la citada manifestación- han demostrado ser efectivos y por ello, se consideran un tratamiento de primera línea.
El tratamiento de segunda línea consiste en una intervención de terapia conductual combinada con la administración de un inhibidor de la reabsorción de la serotonina.
Los autores de este trabajo revisaron de forma selectiva los trabajos más relevantes y las guías escritas en alemán para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad mental en niños y adolescentes. Concluyeron diciendo que, incluso después de un tratamiento intensivo completo, los pacientes necesitan psicoterapia o una terapia combinada para prevenir una posterior recurrencia.
"Los TOC a menudo comienzan en la niñez o adolescencia. Existen modelos neurobiológicos y cognitivo-conductuales basados en la experiencia sobre su patofisiología. La evaluación diagnóstica multiaxial permite un diagnóstico temprano. La terapia conductual y la medicación son tratamientos altamente efectivos. No obstante, este desorden sigue su curso hacia la cronicidad en un gran porcentaje de pacientes", señalan en el trabajo. Acceso gratuito al texto completo.
Fuente: psiquiatria.com
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