miércoles, 29 de diciembre de 2010
"De bipolar a bipolar", una guía práctica sobre el trastorno desde dentro
"De bipolar a bipolar" es una guía práctica para afectados por el trastorno bipolar, sus familias y amigos con una peculiaridad: el autor, Alejandro Hernández, padece la enfermedad y ha escrito "el libro que me habría gustado tener en mis manos tras ser diagnosticado".
Alejandro Hernández (Santa Cruz de Tenerife, 1979) explica en una entrevista a Efe que, como socio fundador de la Asociación Bipolar en Canarias, ha conocido cientos de casos de afectados por este trastorno con todas sus peculiaridades médicas y personales, y el hecho de padecerlo él mismo ofrece a la obra "una dimensión de cercanía y empatía que es difícil encontrar en otras publicaciones".
Hay guías escritas por psiquiatras, psicólogos clínicos y otros profesionales de la salud mental, pero "De bipolar a bipolar", que publica la editorial catalana Edicions León, relata datos y aspectos de la enfermedad, algunos muy duros, desde la experiencia personal del autor y con espíritu didáctico.
"No hablo sólo de lo que haya leído o dicho un médico, sino de lo que he vivido en mis propias carnes", afirma Alejandro Hernández.
El objetivo primordial del libro es "enganchar" a la persona que está diagnosticada de trastorno bipolar pero es reacia a conocer más sobre la enfermedad, algo que también sucede con la familia y allegados, que muchas veces "no quieren saber nada, sino que el afectado se tome la medicación y no más sobre el tema".
Sin embargo, Alejandro Hernández, que fue diagnosticado de trastorno bipolar en 2003, sabe que hay "muchísimo trabajo que hacer y se puede mejorar mucho la vida del entorno del afectado".
El mayor enemigo del trastorno bipolar es, a su juicio, la mala información, pues "es mucho peor encontrarte a una persona mal informada sobre la enfermedad que desinformada", ya que es la mala información la que genera "los peores estigmas sociales".
Otro problema es también el de la infravaloración de la enfermedad, como cuando alguien dice: "Ah, tú también eres bipolar, como Pajares", o se comenta "bueno, bipolares somos todos".
Cuando se entiende el diagnóstico y se empieza a comprender qué significa esta enfermedad "es un alivio", porque da explicación a muchas cosas que antes el afectado no podía explicarse de sí mismo y pensaba que eran debidas a la falta de voluntad o simplemente por ser inestable.
Cuando se es diagnosticado de trastorno bipolar el afectado se enfrenta "a un camino duro, pero al menos ya sabes por dónde ir, ya no estás perdido".
Fuente:larioja.com
sábado, 18 de diciembre de 2010
Internet es un medio muy adictivo porque la recompensa siempre es inmediata
Las psicólogas del centro de Atención e Investigación de Socioadicciones alertan del incremento de las ciberadicciones
Con la aparición y el uso de internet también han llegado nuevas patologías. Los expertos señalan que las ciberadicciones van en aumento. Según algunas investigaciones, el 7% de los adolescentes de Catalunya ya sufre adicción a internet y en concreto a los juegos on line. ¿Qué se puede hacer para detectar este tipo de adicciones? ¿Dónde acudir cuando una persona está enganchada a las redes sociales? Son algunas cuestiones que aborda el libro "Las e-adicciones. Dependencias en la era digital: ciberjuego, cibersexo, comunidades y redes sociales" (Editorial Nexus Médica), escrito por las psicólogas del centro de Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS) Vega González, Laura Merino y Margarita Cano.
-¿Cómo surge la idea de publicar este libro sobre las ciberadicciones?
- Las ciberadicciones son patologías emergentes y no están todavía reconocidas como tales. Con este libro pretendemos sensibilizar a la gente que realmente son adicciones y se tienen que tener en cuenta. La única diferencia en comparación con las adicciones químicas es que no tienen sustancias pero los efectos son prácticamente los mismos.
-¿Cómo definiríamos una ciberadicción?
- Cuando pierdes totalmente el control sobre una actividad y aún habiendo consecuencias negativas familiares, personales y/o laborales no puedes dejar de hacerlo.
-¿Cuáles son las señales de alarma en el caso de que una persona tenga dependencia digital?
-La primera señal de alarma es la pérdida de control. Otra sería el aislamiento social.
-¿Es fácil de detectar?
- Al ser socialmente aceptadas cuesta muchísimo detectarlas. En el caso de los adolescentes con los juegos on line las familias vienen porque en el colegio han detectado un problema y avisan pero ellos no perciben este problema.
-¿Existe un perfil concreto de persona ciberadicta?
- No hay un perfil único. Por nuestra experiencia, en el caso de los adolescentes están más enganchados a los juegos on line, los hombres y adultos a los juegos de apuestas y cibersexo, y las mujeres más a las redes sociales. También hay que destacar que el adolescente es más propenso a engancharse ya que la adolescencia es un factor de riesgo
-¿Dentro de internet hay algunas herramientas que puedan generar más adicción?
- En general internet es un medio muy adictivo. Es accesible, rápido, anónimo y encuentras todo. Siempre la recompensa es inmediata. Pero especialmente los juegos on line están configurados de tal manera que enganchen.
-¿Por qué?
- Continuamente hay que superar retos y vas subiendo de categoría lo que estimula mucho la autoestima. Por ejemplo, una persona que tiene muchos problemas para interactuar socialmente puede desarrollar un personaje y tener un estatus dentro de la comunidad. Además siempre hay alguien con quien puedes jugar las 24 horas al día.
-¿En el caso de las redes sociales qué capacidad de adicción pueden tener?
- En las redes sociales la recompensa también es inmediata y además está la sensación de interacción lo que hace que también puedan causar adicción.
-¿Han detectado casos de gente que tiene adicción a las redes sociales?
- Todavía no hemos recibido ningún caso de redes sociales pero seguro que hay mucha gente enganchada. Esperamos que familias y colegios empiecen a quejarse de que realmente ya hay un problema.
-¿Las ciberadicciones van en aumento?
- Los casos de ciberadicción se están incrementando progresivamente. Hay muchos más casos pero también ha aumentado la conciencia del problema.
-¿Cuántos casos pueden llegar a su centro?
- En un años más de un centenar.
-¿Qué consecuencias pueden tener las adicciones a internet?
- Jóvenes que no siguen el ritmo escolar, no se incorporan al trabajo y permanecen en casa aislados completamente. Con los adultos el aislamiento total.
-¿Cuando se detecta una adicción qué se puede hacer?
-Poner límites de tiempo. Los padres tienen que poner a sus hijos una limitación de tiempo y buscar conductas alternativas. Esto no quiere decir que no se puede estar un tiempo en internet pero no únicamente.
- Por ejemplo…
- Un juego on line con apuestas sí que habría que hacer una limitación total pero eso no quiere decir que a lo mejor se pueda hacer otras cosas con el ordenador.
-¿Qué otros consejos daría a los padres?
- Fomentar la comunicación y que el ordenador esté en una sala común. Si no es posible porque muchas veces no hay más habitaciones se recomienda ponerlo de una manera estratégica para que los padres puedan ejercer un control aunque sea visual.
-¿Qué otras medidas preventivas se pueden llevar a cabo?
- La medida preventiva tendría que ser la educación desde pequeño. Pero si se intenta limitar el acceso a internet y no se consigue el siguiente paso es ir a un profesional de la salud.
-En el caso de que una persona tenga que ser tratada, ¿cuánto tiempo dura el tratamiento?
-Un tratamiento suele durar entre 12 y 18 meses y se somete al paciente a un reaprendizaje sobre internet. Las nuevas tecnologías las tienen que usar, entre otras cosas porque son positivas, pero el problema está cuando se pierde el control.
-¿El hecho de estar muchas horas delante del ordenador por motivos laborales se puede considerar una ciberadicción?
-No es cuestión de horas sino de que te invalide. Si tú dejas de hacer cosas por estar en el ordenador tienes un problema. Hay mucha gente que trabaja con el ordenador todo el día y luego tiene su vida familiar, social y laboral
Fuente:lavanguardia.es
sábado, 4 de diciembre de 2010
¿Qué es la vigorexia?
La vigorexia se caracteriza por un culto obsesivo del cuerpo y la musculatura
Estamos en tiempos donde el culto a la imagen y el cuerpo parece ser la clave para el éxito personal. Ante esta situación es que surgen clínicamente trastornos psicológicos que van acompañados de desórdenes alimenticios. Tal es el caso de la vigorexia o complejo de Adonis, una nueva dolencia que afecta a la población masculina y ha sido catalogada por algunos médicos como la anorexia reversa.
La vigorexia se caracteriza por un culto obsesivo del cuerpo y la musculatura, muchos de los hombres que la padecen pasan largas horas en el gimnasio intentando aumentar su masa muscular. Es un desorden emocional consistente en la percepción distorsionada de las características físicas, de modo similar a como sucede con la anorexia, pero a la inversa, ya que la persona en vez de verse gorda, se ve débil y escuálida.
En un cuadro avanzado, la vigorexia produce una adicción en el consumo de anabolizantes y demás productos dopantes en su carrera por ganar musculatura. Esto puede ocasionar alteraciones nutricionales, metabólicas, androgenización por los anabolizantes, deformaciones óseas y problemas articulares por la hipertrofia y el sobreesfuerzo muscular.
Su historia
Esta patología aún no ha sido descripta como una enfermedad por la comunidad médica internacional, pero el estudio por el grupo del siquiatra Harrison G Pope del Hospital McLean de Estados Unidos acuñó este término tras evaluar a nueve millones de americanos que frecuentaban los gimnasios.
Según sus datos, un millón de hombres podrían estar afectados por un desorden emocional que les impide verse como en realidad son. La vigorexia puede evolucionar a un cuadro obsesivo-convulsivo que hace que los afectados se sientan fracasados, abandonen todas sus actividades sociales e incluso laborales para entrenar sin descanso; buscando la ayuda de productos dietarios y planes alimenticios ricos en proteínas.
Entre las características más comunes se cuentan:
Preocupación por la figura Autoimagen distorsionada, se sienten poco atractivos para el sexo opuesto
Baja autoestima
Introvertidos
Factores socioculturales
Tendencia a la automedicación
Edad de aparición entre los 18 y 25 años
Modificaciones en la dieta
Fuente:mundohoy.com
domingo, 14 de noviembre de 2010
¿El esquizofrénico, puede ser un asesino?
Hacemos referencia al siguiente articulo en el que se demuestra que las posibilidades de ser asesinado por un extraño que sufra esquizofrénia es de una entre 14 millones. En nuestro empeño en eliminar el estigma que conlleva esta enfermedad, se demuestra es este estudio que el miedo social que generan estos enfermos está totalmente injustificado. Deberian tenerlo en cuenta los periodicos y otros media que con inusitada frecuencia marcan esta enfermedad como de extrema violencia.
El miedo social que generan los enfermos psicóticos está totalmente injustificado, según los resultados de estudio.
La probabilidad de ser asesinado por un extraño que sufre esquizofrenia es de una entre 14 millones, según un estudio publicado en la revista médica “Schizophrenia Bulletin” que pone de relieve que el miedo social que generan los enfermos mentales está totalmente injustificado.
La esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico que se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, en personas con alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad. Es una enfermedad compleja y los expertos en el campo de la psiquiatría no están exactamente seguros de cuál es su causa, aunque los factores genéticos parecen jugar un papel decisivo.
Algunos médicos consideran que es posible que el cerebro sea incapaz de procesar la información de la manera correcta, ya que el problema se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, lo que deriva en disfunción social.
Según señala la citada investigación, los homicidios cometidos por personas con problemas mentales que no conocen a sus víctimas son “excepcionalmente poco frecuentes e impredecibles”.
Un equipo de psiquiatras de la Universidad de New South Wales, en Sydney (Australia), comparó las características de 42 pacientes con esquizofrenia que habían asesinado a desconocidos con las de un grupo que habían asesinado a miembros de sus familias.
La conclusión fue que los que atacaron a desconocidos tenían más probabilidades de ser personas sin hogar que vivían en las calles, con un historial de comportamiento anti-social, y que las víctimas eran por lo general hombres, cuyos asesinatos raramente se cometían en sus hogares o en sus lugares de trabajo. Se comprobó también que la mitad de los agresores en ambos grupos nunca había recibido un tratamiento específico contra la enfermedad.
El doctor Olav Nielssen, de la Universidad australiana, comentó que estos datos indican que “es imposible predecir quién puede cometer este tipo de agresiones y cuándo se pueden producir”.
“Sin embargo, la mayor parte de los pacientes del estudio no estaban recibiendo tratamiento”, dijo Nielssen, quien señaló que “un tratamiento temprano para quienes presentan los primeros síntomas y un buen nivel de cuidado para quienes están en fases más avanzadas podría prevenir alguno de estos eventos trágicos”.
El doctor Matthew Large explicó, por su parte, que “lo que este estudio demuestra, más que ninguna otra cosa, es que el miedo social hacia los mentalmente enfermos está completamente fuera de lugar”.
“Estos episodios son tan poco frecuentes que son casi imposibles de estudiar, pero aún así los mentalmente enfermos están marcados por el estigma de que son gravemente violentos”, dijo Large.
Fuente:Esquizo.com
Patim alerta del aumento de casos de ludopatía en Castellón
El perfil de pacientes de esta enfermedad es de hombres de más de 45 años, casados, de nacionalidad española y que están en paro.
El número de adicciones no tóxicas continúa creciendo en Castellón, una realidad que se hace patente en el incremento del número de consultas sobre ludopatía que Patim recibe tanto en Valencia como en Castellón. En este sentido, según afirma el responsable de Comunicación de la fundación, Javier Grau, «es una constante, lo que nosotros calificamos como 'silencio clínico', ya que, aunque no existe una demanda concreta para iniciar un tratamiento contra la ludopatía, ha aumentado considerablemente el número de consultas de gente que nos solicita información», explica.
Así, si repasamos los datos del último Informe Anual del Juego publicado por el Ministerio del Interior, los españoles se jugaron en 2009 un total de 30.110,57 millones de euros en juegos públicos y privados (bingos, casinos, loterías y máquinas tipo B, las llamadas 'tragaperras', etc). Los datos revelan la gran incidencia del sector en la economía nacional puesto que, siendo ligeramente inferior a la del año anterior, es igual a la que se destina a las prestaciones por desempleo en los presupuestos Generales del Estado para todo 2011. Cabe resaltar que, de esta cifra, 3.729,70 millones de euros corresponden a la Comunidad Valenciana.
La fundación ha atendido este año a 31 pacientes de adicciones no tóxicas, casi un 10% más que en el año anterior. El estudio de Patim, según Grau, detalla que «el perfilde estos pacientes es de hombre mayor de 45 años, de nacionalidad española, casado, con estudios primarios completos y en paro. Lo freceente es que acuda a tratamiento para abordar una adicción relacionada con las máquinas tragaperras». Además, Grau destaca que «en el caso de las mujeres, la ludopatía se ve acentuada por los estigmas sociales». Uno de los aspectos más interesantes de esta enfermedad es su aparente invisibilidad. Por ello, Patim ha elaborado un manifiesto en el que se aborda el fenómeno de las adicciones no tóxicas desde el punto de vista de las entidades especializadas en el tratamiento de las adicciones, y se plantean iniciativas que se pueden emprender «para ofrecer respuestas más ajustadas a una realidad que, en muchas ocasiones, está invisibilizada». En este punto, el profesor de psicología de la Universidad de Valencia y experto en adicciones no tóxicas, Mariano Choliz, asegura que, si tomamos como referencia las estadísticas sobre casos en tratamiento, las adicciones no tóxicas están invisibilizadas porque, desde la perspectiva de la persona que la sufre, «todavía existe una percepción de que quien juega o compra en exceso es un vicioso mas que la visión de que tiene un problema. Cuesta reconocer que son trastornos, que política y socialmente causan menos problemas que las drogodependencias. Por lo tanto, se percibe que es menos urgente dar soluciones».
Choliz denuncia también que la respuesta que se ofrece por parte de las administraciones públicas es insuficiente, pues «todo el mundo piensa que hacen falta más, ya que para cada enfermedad o trastorno hay recursos y especialidades que no existen en el caso de la ludopatía, lo que demuestra que la atención que se presta es poca. Sería necesario dotar de más recursos a la red sanitaria actual: desde la formación de especialistas, del tiempo que requiere la intervención. se han de dar más respuestas por la dimensión que tiene y ha alcanzado». Y es que, según explica, se trata de reforzar el trabajo y la prevención, ya que, «por lo que respecta a la investigación, no es un área prioritaria en el Ministerio de Sanidad».
Internet
Por otra parte, una de las principales cuestiones sobre las que se reclama más atención es la necesidad de regular el juego 'on line'. «El control del juego 'on line' deja mucho que desear cuando hablamos de menores, pues con pulsar una tecla del ordenador, alcanzamos la mayoría de edad», advierte el presidente de Patim, Francisco López, quien considera «imprescindible» la aprobación de una normativa reguladora de ámbito estatal que «ponga más énfasis en las nuevas formas de juego, especialmente las que cada día ganan más espacio en internet».
El profesor de psicología de la Universidad de Valencia también se refiere a las diferentes formas de juego que existen en la actualidad, por lo que indica que «esta enfermedad, que ya era considerada un grave problema en el siglo XX, continuará siéndolo a lo largo de éste y más con los cambios en la proliferación de nuevas formas de juego que van a generar nuevos ludópatas. Me refiero a las apuestas deportivas, el juego 'on line', las nuevas salas de juegos, etc.». Por ello, Patim reclama una legislación específica para regular el juego 'on line', entre otros aspectos, que recoge en un manifiesto en el que aborda los diferentes problemas que derivados de la ludopatía.
Fuente:Lasprovincias.es
domingo, 17 de octubre de 2010
Afectados por ludopatía piden que se regule el juego por internet
La asociación Vida Libre alerta del incremento de las adicciones a las apuestas "on line" y de la falta de control entre los menores
Son una nueva modalidad de juego, pero también de adicción. Desde la Asociación Alicantina de Afectados por la Ludopatía y otras Adicciones, Vida Libre, se ha lanzado la voz de alerta por "el incremento progresivo de casos de juego patológico a través de internet". En este sentido, la entidad pide que se regulen este tipo de apuestas "debido al riesgo que conllevan, sobre todo entre los menores, ya que la mayoría de las empresas no comprueban la edad de quien apuesta".
Según cifras aportadas ayer por la entidad, en España hay unos 200.000 jugadores habituales de apuestas por internet, mientras que los juegos preferidos son el póquer y las apuestas deportivas". Según los últimos datos aportados por la Asociación, cerca del 3% de los jugadores patológicos en tratamiento hacen sus apuestas a través de la red. Una forma de juego "que es la más adictiva y que se está viendo propiciada por la facilidad de acceso, ya que en la actualidad desde un móvil" se pueden hacer cualquier tipo de apuestas. El perfil predominante entre estos jugadores es el de un hombre, de unos 33 años, con estudios secundarios y universitarios. Los afectados juegan diariamente y llegan a gastar una media de 400 euros semanales, "cantidad mayor que en el caso de los juegos presenciales".
Actividades
La Asociación Vida Libre conmemorará el domingo el Día sin Juego de Apuestas con un acto lúdico en el parque del Palmeral que contará con diferentes actividades, como talleres de maquillaje, globoflexia y de broches, actuaciones musicales y de baile, así como juegos educativos.
La actividad arrancará a las 10.30 y se prolongará hasta las 14 horas y contará con la instalación de mesas informativas, este año especialmente dedicadas a la prevención del juego de apuestas por internet.
Según la memoria de actividades de 2009 presentada ayer por Vida Libre, el juego de apuestas afecta de forma grave al 4% de la población y con claros síntomas de dependencia al 1,5%. Además "cada vez es más baja la media de edad tratada en el centro, donde más del 50% de la población atendida tiene menos de 35 años". La cuarta parte de los pacientes admite haberse iniciado en el juego antes de los 18 años, "cuando está prohibido y se realiza en lugares públicos y supuestamente controlados". Por otro lado, han destacado desde la entidad, "sigue bajando el porcentaje de mujeres atendidas (8%)". Con todo, desde Vida Libre se asegura que el número de personas atendidas en el centro se ha estabilizado después de tres años "de incrementos significativos". Las máquinas tragaperras encabezan el número de adicciones 59%, seguida del bingo 14%.
Fuente:Informacion.es
Son una nueva modalidad de juego, pero también de adicción. Desde la Asociación Alicantina de Afectados por la Ludopatía y otras Adicciones, Vida Libre, se ha lanzado la voz de alerta por "el incremento progresivo de casos de juego patológico a través de internet". En este sentido, la entidad pide que se regulen este tipo de apuestas "debido al riesgo que conllevan, sobre todo entre los menores, ya que la mayoría de las empresas no comprueban la edad de quien apuesta".
Según cifras aportadas ayer por la entidad, en España hay unos 200.000 jugadores habituales de apuestas por internet, mientras que los juegos preferidos son el póquer y las apuestas deportivas". Según los últimos datos aportados por la Asociación, cerca del 3% de los jugadores patológicos en tratamiento hacen sus apuestas a través de la red. Una forma de juego "que es la más adictiva y que se está viendo propiciada por la facilidad de acceso, ya que en la actualidad desde un móvil" se pueden hacer cualquier tipo de apuestas. El perfil predominante entre estos jugadores es el de un hombre, de unos 33 años, con estudios secundarios y universitarios. Los afectados juegan diariamente y llegan a gastar una media de 400 euros semanales, "cantidad mayor que en el caso de los juegos presenciales".
Actividades
La Asociación Vida Libre conmemorará el domingo el Día sin Juego de Apuestas con un acto lúdico en el parque del Palmeral que contará con diferentes actividades, como talleres de maquillaje, globoflexia y de broches, actuaciones musicales y de baile, así como juegos educativos.
La actividad arrancará a las 10.30 y se prolongará hasta las 14 horas y contará con la instalación de mesas informativas, este año especialmente dedicadas a la prevención del juego de apuestas por internet.
Según la memoria de actividades de 2009 presentada ayer por Vida Libre, el juego de apuestas afecta de forma grave al 4% de la población y con claros síntomas de dependencia al 1,5%. Además "cada vez es más baja la media de edad tratada en el centro, donde más del 50% de la población atendida tiene menos de 35 años". La cuarta parte de los pacientes admite haberse iniciado en el juego antes de los 18 años, "cuando está prohibido y se realiza en lugares públicos y supuestamente controlados". Por otro lado, han destacado desde la entidad, "sigue bajando el porcentaje de mujeres atendidas (8%)". Con todo, desde Vida Libre se asegura que el número de personas atendidas en el centro se ha estabilizado después de tres años "de incrementos significativos". Las máquinas tragaperras encabezan el número de adicciones 59%, seguida del bingo 14%.
Fuente:Informacion.es
sábado, 16 de octubre de 2010
"Si me cruzaba con una mujer tenía que acostarme con ella"
"Era un pelele al servicio de mis impulsos". Así define su adicción al sexo Adrián, un latinoamericano de 46 años que, después de tres años de tratamiento, todavía acude a terapia para superar su problema. Un transtorno "que está ahí desde chico y que no tiene solución hasta que te das cuenta de que lo tienes", afirma.
"Esta adicción se cura con tratamiento. Nunca con moralina, insultos e hipocresía", sentencia el doctor Vázquez Roel, psiquiatra y director de la clínica Capistrano de Mallorca, refiriéndose a la habitual frivolidad con que la sociedad recibe este asunto. Algo lógico, puesto que la adicción al sexo no está aún reconocida científicamente y que los ejemplos más conocidos de pacientes son famosos como Michael Douglas o el presidente John Fiztgerald Kennedy. Lejos de ser ricos y famosos, los adictos al sexo son trabajadores que conviven en sociedad como cualquier ciudadano. "Puede afectar a cualquiera", confirma Vega González, psicóloga del centro AIS (Atención e Investigación de Socioadicciones).
Aunque no existe un perfil oficial, los expertos coinciden en que todos sus pacientes comparten unas características: baja autoestima, inseguridad, impulsividad y la gran mayoría suelen ser hombres poliadictos. Aunque el sexólogo Antoni Bolinches afirma que la mayoría de los adictos son mujeres, ya que "ellas tienen más capacidad física de tener relaciones sexuales continuas, algo que al hombre se le complica", informa Lorena Seijo. No existen estadisticas españolas pero los estudios norteamericanos arrojan cifras que oscilan entre el 3% y el 6% de la población.
Adrián no bebe, no consume drogas, no es adicto al porno ni se acuesta con prostitutas. Sin embargo, cumple con el síntoma principal: "Mi ansiedad por el sexo era cada vez mayor. Sentía el mono y en cuanto me cruzaba con una mujer tenía que conquistarla y llevármela a la cama. Era todo un reto", explica Adrián.
"Los sexoadictos sienten una ansiedad por el sexo que va creciendo en una escala progresiva", explica Josep Maria Farré, psiquiatra de la clínica USP Institut Universitari Dexeus. "Los adictos en fase avanzada satisfacen ese deseo practicando sexo [aunque sea una simple masturbación] en cualquier momento o lugar. Luego se sienten tan mal que entran en una depresión". "Los sexoadictos no están locos. Saben perfectamente que no actúan bien, pero no pueden evitarlo", aclara Vázquez Roel.
Adrián tenía en su trabajo tiempo suficiente para pasarse el día intentando conseguir sexo. "Soy autónomo, así que hacía todo en dos o tres horas y luego me dedicaba a cortejar". Llegó a tener una agenda con más de diez amantes fijas y "relaciones sexuales completas con tres o cuatro mujeres al día". Por divertido que pueda parecer su éxito, "después del clímax sólo sientes culpabilidad. Piensas que no tenías que estar allí, que estás haciendo algo que no querías hacer y eso no es tener éxito, sino una tortura", manifiesta.
Al final, ni el cuerpo ni la mente aguantan tanta presión. "Cuando decidí ir a terapia llevaba una semana entera acostándome con dos o tres mujeres al día. Estaba física y psicológicamente cansado", cuenta. Su adicción le costó un matrimonio. "Ahora que vuelvo a tener una pareja estable, no quiero perderla porque la amo mucho", declara.
"Su adicción les supone muchos problemas", explica Vega González. "Además de las consecuencias económicas se gastan el dinero en prostitutas y laborales llegan incluso a conectarse en el trabajo para consumir porno, también están las matrimoniales".
Aunque parezca increíble, son las propias parejas las que suelen convencer a los adictos para que acudan a terapia. Incluso se convierten en coterapeutas. A pesar del apoyo, el proceso de recuperación no es fácil. "A mitad de la terapia tuve una depresión porque creí que no lo iba a superar nunca. Ahora sé que con ayuda se puede salir de esto y espero que mi doctora me dé pronto el alta", manifiesta Adrián.
Fuente:Publico.es
"Esta adicción se cura con tratamiento. Nunca con moralina, insultos e hipocresía", sentencia el doctor Vázquez Roel, psiquiatra y director de la clínica Capistrano de Mallorca, refiriéndose a la habitual frivolidad con que la sociedad recibe este asunto. Algo lógico, puesto que la adicción al sexo no está aún reconocida científicamente y que los ejemplos más conocidos de pacientes son famosos como Michael Douglas o el presidente John Fiztgerald Kennedy. Lejos de ser ricos y famosos, los adictos al sexo son trabajadores que conviven en sociedad como cualquier ciudadano. "Puede afectar a cualquiera", confirma Vega González, psicóloga del centro AIS (Atención e Investigación de Socioadicciones).
Aunque no existe un perfil oficial, los expertos coinciden en que todos sus pacientes comparten unas características: baja autoestima, inseguridad, impulsividad y la gran mayoría suelen ser hombres poliadictos. Aunque el sexólogo Antoni Bolinches afirma que la mayoría de los adictos son mujeres, ya que "ellas tienen más capacidad física de tener relaciones sexuales continuas, algo que al hombre se le complica", informa Lorena Seijo. No existen estadisticas españolas pero los estudios norteamericanos arrojan cifras que oscilan entre el 3% y el 6% de la población.
Adrián no bebe, no consume drogas, no es adicto al porno ni se acuesta con prostitutas. Sin embargo, cumple con el síntoma principal: "Mi ansiedad por el sexo era cada vez mayor. Sentía el mono y en cuanto me cruzaba con una mujer tenía que conquistarla y llevármela a la cama. Era todo un reto", explica Adrián.
"Los sexoadictos sienten una ansiedad por el sexo que va creciendo en una escala progresiva", explica Josep Maria Farré, psiquiatra de la clínica USP Institut Universitari Dexeus. "Los adictos en fase avanzada satisfacen ese deseo practicando sexo [aunque sea una simple masturbación] en cualquier momento o lugar. Luego se sienten tan mal que entran en una depresión". "Los sexoadictos no están locos. Saben perfectamente que no actúan bien, pero no pueden evitarlo", aclara Vázquez Roel.
Adrián tenía en su trabajo tiempo suficiente para pasarse el día intentando conseguir sexo. "Soy autónomo, así que hacía todo en dos o tres horas y luego me dedicaba a cortejar". Llegó a tener una agenda con más de diez amantes fijas y "relaciones sexuales completas con tres o cuatro mujeres al día". Por divertido que pueda parecer su éxito, "después del clímax sólo sientes culpabilidad. Piensas que no tenías que estar allí, que estás haciendo algo que no querías hacer y eso no es tener éxito, sino una tortura", manifiesta.
Al final, ni el cuerpo ni la mente aguantan tanta presión. "Cuando decidí ir a terapia llevaba una semana entera acostándome con dos o tres mujeres al día. Estaba física y psicológicamente cansado", cuenta. Su adicción le costó un matrimonio. "Ahora que vuelvo a tener una pareja estable, no quiero perderla porque la amo mucho", declara.
"Su adicción les supone muchos problemas", explica Vega González. "Además de las consecuencias económicas se gastan el dinero en prostitutas y laborales llegan incluso a conectarse en el trabajo para consumir porno, también están las matrimoniales".
Aunque parezca increíble, son las propias parejas las que suelen convencer a los adictos para que acudan a terapia. Incluso se convierten en coterapeutas. A pesar del apoyo, el proceso de recuperación no es fácil. "A mitad de la terapia tuve una depresión porque creí que no lo iba a superar nunca. Ahora sé que con ayuda se puede salir de esto y espero que mi doctora me dé pronto el alta", manifiesta Adrián.
Fuente:Publico.es
domingo, 10 de octubre de 2010
El Doce de Octubre localiza una proteína que predispone a las adicciones
El Laboratorio de Neurociencias del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Doce de Octubre de Madrid, en colaboración el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental -CIBERSAM-, ha descubierto la participación de una nueva proteína en la predisposición a las adicciones.
Según informó hoy el Gobierno regional, se trata de la proteína del gen ANKK1, según los resultados de un estudio publicado en la revista 'Biological Psychiatry'.
En el estudio se demuestra que la nueva proteína, relacionada con el marcador genético TaqIA, se expresa en el sistema nervioso central adulto -tanto en humanos como en ratones- y durante el neurodesarrollo.
El marcador genético TaqIA es el factor biológico más estudiado en la predisposición al alcoholismo y otras adicciones.
Según la doctora Janet Hoenicka, investigadora principal del estudio, "en el año 2004 se descubrió que este marcador estaba dentro del gen ANKK1 -y no dentro de DRD2 como se suponía- y hasta que se ha publicado nuestro trabajo nadie había descrito su funcionalidad, ni encontrado su proteína".
Según los investigadores, en el estudio no sólo se ha identificado la nueva proteína, sino también su localización en el espacio y el tiempo.
"Ahora sabemos que la proteína ANKK1 está en unas células cerebrales conocidas como astrogliales que están presentes no sólo en el cerebro adulto, sino también en el periodo embrionario. Estas células asumen un elevado número de funciones clave en la actividad nerviosa".
Esto implica que ya en los primeros momentos del desarrollo del sistema nervioso central se podría estar comenzando a configurar la predisposición individual a diversas patologías multifactoriales de la conducta, "como son las adicciones a las sustancias de abuso o incluso a otros trastornos mentales".
La investigadora aclara que "el hallazgo de la proteína es la pieza que faltaba para una mejor comprensión de la relación entre el marcador de este gen y estos trastornos psiquiátricos asociados", y subraya que los resultados de la investigación abren un escenario novedoso para profundizar en el conocimiento de los mencionados trastornos.
El Laboratorio de Neurociencias del Servicio de Psiquiatría del hospital Doce de Octubre desarrolla varias investigaciones centradas en la relación de esta nueva proteína con el sistema dopaminérgico en el cerebro.
La dopamina es un neurotransmisor clave en los procesos de aprendizaje, psicosis, adicciones y personalidad, de forma especial en este último caso en el desarrollo de rasgos antisociales.
También en esa línea y bajo la dirección del doctor Guillermo Ponce, están investigando la implicación de la proteína ANKK1 con el sistema dopaminérgico en modelos animales de esquizofrenia y de conductas adictivas.
Asimismo, en colaboración con la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, los profesionales de este laboratorio analizan la implicación de los genes ANKK1 y DRD2 en las anomalías de los procesos de aprendizaje como factores de riesgo para el desarrollo de problemas de la conducta.
Fuente:ABC.es
Según informó hoy el Gobierno regional, se trata de la proteína del gen ANKK1, según los resultados de un estudio publicado en la revista 'Biological Psychiatry'.
En el estudio se demuestra que la nueva proteína, relacionada con el marcador genético TaqIA, se expresa en el sistema nervioso central adulto -tanto en humanos como en ratones- y durante el neurodesarrollo.
El marcador genético TaqIA es el factor biológico más estudiado en la predisposición al alcoholismo y otras adicciones.
Según la doctora Janet Hoenicka, investigadora principal del estudio, "en el año 2004 se descubrió que este marcador estaba dentro del gen ANKK1 -y no dentro de DRD2 como se suponía- y hasta que se ha publicado nuestro trabajo nadie había descrito su funcionalidad, ni encontrado su proteína".
Según los investigadores, en el estudio no sólo se ha identificado la nueva proteína, sino también su localización en el espacio y el tiempo.
"Ahora sabemos que la proteína ANKK1 está en unas células cerebrales conocidas como astrogliales que están presentes no sólo en el cerebro adulto, sino también en el periodo embrionario. Estas células asumen un elevado número de funciones clave en la actividad nerviosa".
Esto implica que ya en los primeros momentos del desarrollo del sistema nervioso central se podría estar comenzando a configurar la predisposición individual a diversas patologías multifactoriales de la conducta, "como son las adicciones a las sustancias de abuso o incluso a otros trastornos mentales".
La investigadora aclara que "el hallazgo de la proteína es la pieza que faltaba para una mejor comprensión de la relación entre el marcador de este gen y estos trastornos psiquiátricos asociados", y subraya que los resultados de la investigación abren un escenario novedoso para profundizar en el conocimiento de los mencionados trastornos.
El Laboratorio de Neurociencias del Servicio de Psiquiatría del hospital Doce de Octubre desarrolla varias investigaciones centradas en la relación de esta nueva proteína con el sistema dopaminérgico en el cerebro.
La dopamina es un neurotransmisor clave en los procesos de aprendizaje, psicosis, adicciones y personalidad, de forma especial en este último caso en el desarrollo de rasgos antisociales.
También en esa línea y bajo la dirección del doctor Guillermo Ponce, están investigando la implicación de la proteína ANKK1 con el sistema dopaminérgico en modelos animales de esquizofrenia y de conductas adictivas.
Asimismo, en colaboración con la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, los profesionales de este laboratorio analizan la implicación de los genes ANKK1 y DRD2 en las anomalías de los procesos de aprendizaje como factores de riesgo para el desarrollo de problemas de la conducta.
Fuente:ABC.es
martes, 21 de septiembre de 2010
El juego online prepara un 'boom' de ludópatas.
El perfil de los ludópatas que acuden a pedir ayuda está cambiando; cada vez son más jóvenes y más preparados. Muchos han empezado a jugar en internet, en el calor de sus hogares, con la sencillez de gastar dinero haciendo un simple clic.
"La ludopatía tarda mucho en aparecer, en pasar de ser un hábito a un problema que hunde a la persona; de momento, estamos tan sólo viendo la punta del iceberg de lo que puede traer internet", advierte la responsable de la Unidad de Ludopatía del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Ángela Ibáñez. Como en otras unidades especializadas en toda España, Ibáñez está diagnósticando en las últimas fechas cada vez a más jóvenes con problemas asociados al juego online. Según cifras del Hospital de Bellvitge, el 3,5% de los atendidos en Juego Patológico ya presentan una adicción gestada online.
El iceberg del que habla Ibáñez tiene una segunda punta, que se deja ver claramente en los casinos españoles. El año 2009, en plena crisis, todos los sectores del negocio del azar redujeron sus beneficios y el número de jugadores. Sin embargo, los casinos dispararon un 8% la cantidad de visitantes que recibieron en sus salas, para superar por primera vez en la historia la cifra de cuatro millones de visitas. "Nos tememos que se avecina un boom de ludópatas para el futuro si no se hace nada", lamenta la psiquiatra del Ramón y Cajal, al analizar ese sorprendente número de visitas.
Del ordenador a la mesa
El presidente de la asociación de empresarios de juego online, Sacha Michaud, reconoce que están "llenando los casinos". "Es verdad que gracias a internet muchos jóvenes se están fijando en el juego tradicional, una actividad que hace sólo dos años no les interesaba nada. Se lo pasan bien online y eso les anima a jugar de forma presencial. Los empresarios del juego clásico están encantados con nosotros", asegura Michaud, cuyo sector vive de 200.000 jugadores.
Gracias a la ausencia de regulación, las empresas de apuestas online patrocinan cada vez más torneos offline: "Vamos de la mano con los casinos", defiende Michaud. También patrocinan equipos de fútbol punteros como el Real Madrid y el Sevilla; no en vano, las casas de apuestas deportivas son la joya de la corona, con 90 millones de beneficios.
Además, han sabido establecer alianzas con cadenas de televisión, con las que colaboran en la organización de torneos de póker que luego retransmiten. Una dinámica que se califica de "terrorífica" por parte de los expertos en ludopatía, ya que se presenta el juego como una actividad sin riesgo para la salud, que genera jugosos beneficios y que incluso puede convertirse en una actividad profesional.
Por ello, el Gobierno puso en marcha la regulación del sector el viernes pasado, con el anteproyecto de Ley de Juego, que pondrá límites a la actividad de los operadores. "Es fundamental que se restrinja la publicidad, que se avise de que puede surgir el problema, que se proteja a los menores", reclama Ibáñez. El Ejecutivo asegura que obligará a las empresas a establecer mecanismos de protección para menores y ludópatas.
Fuente:Público.es
"La ludopatía tarda mucho en aparecer, en pasar de ser un hábito a un problema que hunde a la persona; de momento, estamos tan sólo viendo la punta del iceberg de lo que puede traer internet", advierte la responsable de la Unidad de Ludopatía del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Ángela Ibáñez. Como en otras unidades especializadas en toda España, Ibáñez está diagnósticando en las últimas fechas cada vez a más jóvenes con problemas asociados al juego online. Según cifras del Hospital de Bellvitge, el 3,5% de los atendidos en Juego Patológico ya presentan una adicción gestada online.
El iceberg del que habla Ibáñez tiene una segunda punta, que se deja ver claramente en los casinos españoles. El año 2009, en plena crisis, todos los sectores del negocio del azar redujeron sus beneficios y el número de jugadores. Sin embargo, los casinos dispararon un 8% la cantidad de visitantes que recibieron en sus salas, para superar por primera vez en la historia la cifra de cuatro millones de visitas. "Nos tememos que se avecina un boom de ludópatas para el futuro si no se hace nada", lamenta la psiquiatra del Ramón y Cajal, al analizar ese sorprendente número de visitas.
Del ordenador a la mesa
El presidente de la asociación de empresarios de juego online, Sacha Michaud, reconoce que están "llenando los casinos". "Es verdad que gracias a internet muchos jóvenes se están fijando en el juego tradicional, una actividad que hace sólo dos años no les interesaba nada. Se lo pasan bien online y eso les anima a jugar de forma presencial. Los empresarios del juego clásico están encantados con nosotros", asegura Michaud, cuyo sector vive de 200.000 jugadores.
Gracias a la ausencia de regulación, las empresas de apuestas online patrocinan cada vez más torneos offline: "Vamos de la mano con los casinos", defiende Michaud. También patrocinan equipos de fútbol punteros como el Real Madrid y el Sevilla; no en vano, las casas de apuestas deportivas son la joya de la corona, con 90 millones de beneficios.
Además, han sabido establecer alianzas con cadenas de televisión, con las que colaboran en la organización de torneos de póker que luego retransmiten. Una dinámica que se califica de "terrorífica" por parte de los expertos en ludopatía, ya que se presenta el juego como una actividad sin riesgo para la salud, que genera jugosos beneficios y que incluso puede convertirse en una actividad profesional.
Por ello, el Gobierno puso en marcha la regulación del sector el viernes pasado, con el anteproyecto de Ley de Juego, que pondrá límites a la actividad de los operadores. "Es fundamental que se restrinja la publicidad, que se avise de que puede surgir el problema, que se proteja a los menores", reclama Ibáñez. El Ejecutivo asegura que obligará a las empresas a establecer mecanismos de protección para menores y ludópatas.
Fuente:Público.es
viernes, 17 de septiembre de 2010
Uno de cada cinco adolescentes sufre depresión y estrés.
Los expertos señalan la necesidad de ser aceptados y las exigencias académicas como algunos factores desencadenantes.
Un 20% de los adolescentes españoles sufre problemas de depresión y estrés, «una circunstancia que además se mantiene a lo largo de la vida». Así lo sostuvo ayer la doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Deusto Esther Calvete, durante su intervención en la octava edición del Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), que se celebra hasta mañana en Valencia.
Estos trastornos afectan en mayor medida a las chicas que a los varones y en muchas ocasiones se manifiesta de manera muy sutil. «Es fácil detectarlo cuando el joven demuestra agresividad, por ejemplo, pero en muchos casos la depresión queda enmascarada y puede conducir a problemas más graves».
Por ello, la experta aconseja a las familias, en especial a los padres, que fomenten la comunicación con sus hijos, «para conocer qué les está pasando en cada momento y cómo pueden ayudarles». Y a los jóvenes que en un momento dado se sientan desorientados, Calvete les anima «a que lo cuenten, lo compartan con personas de confianza y, por supuesto, que no duden en pedir ayuda profesional si el caso se agrava».
Entre los factores desencadenantes de episodios depresivos figuran la necesidad de sentirse aceptados socialmente, mucho más agudizada en el caso de las féminas. «Entre los 13 y 16 años es cuando ellos empiezan a buscar su lugar en las relaciones sociales, con la pandilla y amigos, por ello son muy vulnerables y cualquier crítica se vive de forma muy negativa». Además, el desolador panorama laboral que se les muestra en el horizonte, con mayor competitividad debido a la crisis y las altas exigencias académicas para estudiar la carrera que desean, «les somete a un elevado nivel de estrés muy complicado de gestionar».
Por todo ello, es clave el sentido que den a los acontecimientos que surgen en su vida, «porque de ello depende en gran medida que desarrollen pautas depresivas o de estrés», señaló Calvete.
Pero sobre todo que no se sientan bichos raros, porque lo que les pasa forma parte de la naturaleza y es bastante más común de lo que ellos puedan pensar. De hecho, el 70% de la población adulta ha sufrido algún episodio de trastorno de ansiedad y estrés, según desveló en su intervención María Vicenta Mestre, catedrática de Psicología Básica y vicerrectora de Ordenación Académica de la Universitat.
Fuente:lasprovincias.es
Un 20% de los adolescentes españoles sufre problemas de depresión y estrés, «una circunstancia que además se mantiene a lo largo de la vida». Así lo sostuvo ayer la doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Deusto Esther Calvete, durante su intervención en la octava edición del Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), que se celebra hasta mañana en Valencia.
Estos trastornos afectan en mayor medida a las chicas que a los varones y en muchas ocasiones se manifiesta de manera muy sutil. «Es fácil detectarlo cuando el joven demuestra agresividad, por ejemplo, pero en muchos casos la depresión queda enmascarada y puede conducir a problemas más graves».
Por ello, la experta aconseja a las familias, en especial a los padres, que fomenten la comunicación con sus hijos, «para conocer qué les está pasando en cada momento y cómo pueden ayudarles». Y a los jóvenes que en un momento dado se sientan desorientados, Calvete les anima «a que lo cuenten, lo compartan con personas de confianza y, por supuesto, que no duden en pedir ayuda profesional si el caso se agrava».
Entre los factores desencadenantes de episodios depresivos figuran la necesidad de sentirse aceptados socialmente, mucho más agudizada en el caso de las féminas. «Entre los 13 y 16 años es cuando ellos empiezan a buscar su lugar en las relaciones sociales, con la pandilla y amigos, por ello son muy vulnerables y cualquier crítica se vive de forma muy negativa». Además, el desolador panorama laboral que se les muestra en el horizonte, con mayor competitividad debido a la crisis y las altas exigencias académicas para estudiar la carrera que desean, «les somete a un elevado nivel de estrés muy complicado de gestionar».
Por todo ello, es clave el sentido que den a los acontecimientos que surgen en su vida, «porque de ello depende en gran medida que desarrollen pautas depresivas o de estrés», señaló Calvete.
Pero sobre todo que no se sientan bichos raros, porque lo que les pasa forma parte de la naturaleza y es bastante más común de lo que ellos puedan pensar. De hecho, el 70% de la población adulta ha sufrido algún episodio de trastorno de ansiedad y estrés, según desveló en su intervención María Vicenta Mestre, catedrática de Psicología Básica y vicerrectora de Ordenación Académica de la Universitat.
Fuente:lasprovincias.es
Los coleccionables pueden provocar trastornos obsesivos compulsivos
Coleccionar objetos de manera exagerada es un síntoma de este grave problema psicológico y de adicción a las compras.
La excesiva publicidad que las editoriales dan a todo tipo de coleccionables, coincidiendo con el inicio del nuevo curso, puede provocar que las personas con tendencia a sufrir un trastorno obsesivo compulsivo desarrollen antes esta patología.
De hecho, coleccionar objetos de manera exagerada es un síntoma de este grave problema psicológico (una de cuyas variantes es el conocido como 'Síndrome de Diógenes') y de la adicción a las compras, dos enfermedades mentales que afectan, aproximadamente, al 12% de la población, según ha determinado la profesora Francisca López Torrecillas, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR) y experta en adicciones.
Muñecas de porcelana, piedras preciosas, dedales del mundo, relojes, abanicos, dinosaurios, cursos de idiomas o tanques y barcos por piezas son algunas de las colecciones que estos días inundan los quioscos de todo el mundo.
En principio, y "siempre que esta afición se cultive de forma controlada", coleccionar objetos es beneficioso desde un punto de vista psicológico, ya que permite desarrollar habilidades y actitudes muy positivas para el individuo, como la constancia, el orden, la paciencia o la memoria, entre otras, informó la UGR en un comunicado.
Sin embargo, la profesora López Torrecillas advierte de que en los últimos años "se ha detectado un aumento muy importante" de casos en los que el coleccionismo exagerado ha desembocado en un trastorno obsesivo compulsivo o en una adicción a las compras.
Perfeccionismo y meticulosidad
La investigadora destaca que rasgos como una excesiva necesidad de control, el perfeccionismo o la meticulosidad y el orden "son muy frecuentes en las personas que tienen como hobby coleccionar objetos, pero también están muy relacionados con los trastornos psicológicos arriba señalados".
López Torrecillas afirma que el coleccionismo llega a convertirse en una obsesión --y por lo tanto en un problema-- "en aquellos sujetos que presentan una vulnerabilidad personal", esto es, tienen falta de autoestima, escasas habilidades sociales y trastornos a la hora de enfrentarse a los contratiempos".
Cuando aparece este sentimiento de ineficacia personal, «el coleccionismo compulsivo les ayuda a sentirse mejor». La profesora de la UGR considera que "la excesiva presión y el bombardeo publicitario" que muchas editoriales ejercen en estos días a través de los medios de comunicación "puede ayudar a los sujetos con predisposición a sufrir este problema a desarrollarlo".
Con todo, López Torrecillas señala que, como en todos los ámbitos de la vida, "el coleccionismo ejercido con control tiene numerosas ventajas desde un punto de vista psicológico", y advierte de que es necesario "realizar más estudios en profundidad" sobre este ámbito de investigación".
Fuente:ABC.es
La excesiva publicidad que las editoriales dan a todo tipo de coleccionables, coincidiendo con el inicio del nuevo curso, puede provocar que las personas con tendencia a sufrir un trastorno obsesivo compulsivo desarrollen antes esta patología.
De hecho, coleccionar objetos de manera exagerada es un síntoma de este grave problema psicológico (una de cuyas variantes es el conocido como 'Síndrome de Diógenes') y de la adicción a las compras, dos enfermedades mentales que afectan, aproximadamente, al 12% de la población, según ha determinado la profesora Francisca López Torrecillas, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR) y experta en adicciones.
Muñecas de porcelana, piedras preciosas, dedales del mundo, relojes, abanicos, dinosaurios, cursos de idiomas o tanques y barcos por piezas son algunas de las colecciones que estos días inundan los quioscos de todo el mundo.
En principio, y "siempre que esta afición se cultive de forma controlada", coleccionar objetos es beneficioso desde un punto de vista psicológico, ya que permite desarrollar habilidades y actitudes muy positivas para el individuo, como la constancia, el orden, la paciencia o la memoria, entre otras, informó la UGR en un comunicado.
Sin embargo, la profesora López Torrecillas advierte de que en los últimos años "se ha detectado un aumento muy importante" de casos en los que el coleccionismo exagerado ha desembocado en un trastorno obsesivo compulsivo o en una adicción a las compras.
Perfeccionismo y meticulosidad
La investigadora destaca que rasgos como una excesiva necesidad de control, el perfeccionismo o la meticulosidad y el orden "son muy frecuentes en las personas que tienen como hobby coleccionar objetos, pero también están muy relacionados con los trastornos psicológicos arriba señalados".
López Torrecillas afirma que el coleccionismo llega a convertirse en una obsesión --y por lo tanto en un problema-- "en aquellos sujetos que presentan una vulnerabilidad personal", esto es, tienen falta de autoestima, escasas habilidades sociales y trastornos a la hora de enfrentarse a los contratiempos".
Cuando aparece este sentimiento de ineficacia personal, «el coleccionismo compulsivo les ayuda a sentirse mejor». La profesora de la UGR considera que "la excesiva presión y el bombardeo publicitario" que muchas editoriales ejercen en estos días a través de los medios de comunicación "puede ayudar a los sujetos con predisposición a sufrir este problema a desarrollarlo".
Con todo, López Torrecillas señala que, como en todos los ámbitos de la vida, "el coleccionismo ejercido con control tiene numerosas ventajas desde un punto de vista psicológico", y advierte de que es necesario "realizar más estudios en profundidad" sobre este ámbito de investigación".
Fuente:ABC.es
jueves, 9 de septiembre de 2010
Nueva Ley Dogodependencia Valenciana tratará adictos en el sistema sanitario
El conseller de Sanidad, Manuel Cervera, ha anunciado hoy que en las próximas semanas se iniciarán los trámites de la nueva Ley de Drogodependencia de la Comunitat Valenciana con la que se pretende asegurar que los drogodependientes sean tratados como enfermos dentro del sistema sanitario valenciano.
La futura ley, que sustituirá al Texto Refundido de la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos aprobado por decreto legislativo en 2003, "tratará de actualizar la ley a las necesidades de 2011" en cuanto a infraestructuras sanitarias, campañas de prevención y planteamiento de objetivos en el tratamiento e inserción.
Cervera, quien ha firmado hoy un convenio de colaboración con la Diputación de Valencia para el desarrollo de actividades preventivas del uso y consumo de sustancias adictivas, ha indicado que este programa de prevención supone "un esfuerzo de información a los jóvenes del peligro que supone el consumo de drogas".
La Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD) llevará a cabo un total de 71 actividades preventivas en 56 municipios valencianos, especialmente en los lugares más frecuentados por los jóvenes.
"El convenio contempla una ayuda de 41.000 euros por parte de la Diputación a la Conselleria de Sanidad", ha destacado Cervera, quien ha agradecido al presidente de la corporación provincial de Valencia, Alfonso Rus, "el esfuerzo constante de colaboración en políticas que ayuden a tener una mejor calidad de salud".
El "Programa Provincial de Actividades Preventivas 2010" informará a los jóvenes las repercusiones negativas que acarrea el consumo "de cualquier tipo de droga, tanto las blandas como las duras".
Asimismo, el conseller ha recordado que el pleno del Consell aprobó el pasado viernes el Decreto 132/2010 de la Conselleria de Bienestar Social sobre el registro y autorización de centros y servicios de atención y prevención de drogodependencias y otros trastornos adictivos en la Comunitat Valenciana.
Según Cervera, el decreto hará "más dinámico el trabajo en todos los lugares de atención a los drogodependientes, así como las unidades de conductas adictivas dentro de los centros de salud, las unidades de desintoxicación, de prevención y los centros de día".
Con el decreto, el Consell actualizó los criterios mínimos exigibles de los centros sanitarios dedicados al tratamiento y rehabilitación de drogodependientes y otros trastornos adictivos, como es el personal que debe tener cada centro sanitario, la cualificación de dicho personal y los tipos de centros de atención.
Por su parte, Rus ha calificado de "muy positivo este convenio", sobre todo porque es "fundamental" tratar de "divulgar los efectos negativos del consumo de drogar".
"Hay que explicar a la gente joven que la droga más importante que pueden tener es hacer deporte, estudiar, formarse y comenzar a trabajar", ha subrayado. EFE
Fuente:ABC.es
La futura ley, que sustituirá al Texto Refundido de la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos aprobado por decreto legislativo en 2003, "tratará de actualizar la ley a las necesidades de 2011" en cuanto a infraestructuras sanitarias, campañas de prevención y planteamiento de objetivos en el tratamiento e inserción.
Cervera, quien ha firmado hoy un convenio de colaboración con la Diputación de Valencia para el desarrollo de actividades preventivas del uso y consumo de sustancias adictivas, ha indicado que este programa de prevención supone "un esfuerzo de información a los jóvenes del peligro que supone el consumo de drogas".
La Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD) llevará a cabo un total de 71 actividades preventivas en 56 municipios valencianos, especialmente en los lugares más frecuentados por los jóvenes.
"El convenio contempla una ayuda de 41.000 euros por parte de la Diputación a la Conselleria de Sanidad", ha destacado Cervera, quien ha agradecido al presidente de la corporación provincial de Valencia, Alfonso Rus, "el esfuerzo constante de colaboración en políticas que ayuden a tener una mejor calidad de salud".
El "Programa Provincial de Actividades Preventivas 2010" informará a los jóvenes las repercusiones negativas que acarrea el consumo "de cualquier tipo de droga, tanto las blandas como las duras".
Asimismo, el conseller ha recordado que el pleno del Consell aprobó el pasado viernes el Decreto 132/2010 de la Conselleria de Bienestar Social sobre el registro y autorización de centros y servicios de atención y prevención de drogodependencias y otros trastornos adictivos en la Comunitat Valenciana.
Según Cervera, el decreto hará "más dinámico el trabajo en todos los lugares de atención a los drogodependientes, así como las unidades de conductas adictivas dentro de los centros de salud, las unidades de desintoxicación, de prevención y los centros de día".
Con el decreto, el Consell actualizó los criterios mínimos exigibles de los centros sanitarios dedicados al tratamiento y rehabilitación de drogodependientes y otros trastornos adictivos, como es el personal que debe tener cada centro sanitario, la cualificación de dicho personal y los tipos de centros de atención.
Por su parte, Rus ha calificado de "muy positivo este convenio", sobre todo porque es "fundamental" tratar de "divulgar los efectos negativos del consumo de drogar".
"Hay que explicar a la gente joven que la droga más importante que pueden tener es hacer deporte, estudiar, formarse y comenzar a trabajar", ha subrayado. EFE
Fuente:ABC.es
lunes, 30 de agosto de 2010
La población adicta a las compras crecerá del 16,77% actual al 18,04% en 2013
Los adictos a las compras, actualmente un 16,77 por ciento de la población, aumentarán en un periodo de tres años hasta el 18,04 por ciento en un escenario de recuperación económica rápida, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, la Universitat de València y la del País Vasco.
La investigación muestra que en 2010 el 44,03% de la población es comprador racional (aquellos que tienen un alto autocontrol sobre la compra y una baja tendencia al gasto no planificado o emocional) y el 39,20% es sobrecomprador (personas con hábitos de compra impulsiva y alta tendencia a la compra emocional), han informado fuentes de la universidad.
El restante 16,77% de la población es adicta a las compras, es decir que tiene dificultades para controlar el comportamiento impulsivo de compra.
Los investigadores han desarrollado un modelo matemático de ecuaciones a partir de datos teóricos como tasas y tiempo de recuperación y el Índice de Confianza del Consumidor y diferentes hipótesis, ajustándolo a datos extraídos de dos encuestas realizadas en Vizcaya en 2001 y 2010.
Para el año 2011, el nivel de compradores adictos aumentaría levemente al 16,88% en cualquiera de los escenarios económicos contemplados, que incluyen la recuperación en forma de V (rápida), de U (progresiva), de W (mejora para volver a caer al cabo de unos meses) y de L (fecha de recuperación incierta y largo estancamiento).
En 2012 se produce, según el estudio, una ligera diferencia entre los escenarios con un 17,22% de adictos a las compras en los casos de recuperación rápida, un 17,11% en el caso de mejora progresiva, un 17,05% en la recuperación en forma de W y un 17,04% en un periodo de estancamiento.
Para 2013, el modelo predice un nuevo aumento de adictos a las compras, con un 18,04% de la población en el caso de recuperación rápida, del 17,61% en el caso de que sea progresiva, del 17,42% si la recuperación no tiene fecha cierta y del 17,21% si la situación mejora y vuelve a caer.
En conclusión, la tasa de prevalencia de la adicción a las compras se está incrementando, según la investigadora del Instituto Universitario de Matemática Multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia Paloma Merello.
Según explica, en épocas de bonanza económica, donde mayor porcentaje de individuos considera expectativas positivas, se acelera el ritmo de crecimiento de la población adicta a las compras.
Junto a Merello, en el estudio han participado Irene García, investigadora de la Universidad del País Vasco, Francisco José Santonja, de la Universitat de València, y el director del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia, Lucas Jodar.
El trabajo se presentará en septiembre en las jornadas "Mathematical Models of Addictive Behaviour, Medicine & Engineering" organizadas por ese instituto.
Fuente:AgenciaEFE
La investigación muestra que en 2010 el 44,03% de la población es comprador racional (aquellos que tienen un alto autocontrol sobre la compra y una baja tendencia al gasto no planificado o emocional) y el 39,20% es sobrecomprador (personas con hábitos de compra impulsiva y alta tendencia a la compra emocional), han informado fuentes de la universidad.
El restante 16,77% de la población es adicta a las compras, es decir que tiene dificultades para controlar el comportamiento impulsivo de compra.
Los investigadores han desarrollado un modelo matemático de ecuaciones a partir de datos teóricos como tasas y tiempo de recuperación y el Índice de Confianza del Consumidor y diferentes hipótesis, ajustándolo a datos extraídos de dos encuestas realizadas en Vizcaya en 2001 y 2010.
Para el año 2011, el nivel de compradores adictos aumentaría levemente al 16,88% en cualquiera de los escenarios económicos contemplados, que incluyen la recuperación en forma de V (rápida), de U (progresiva), de W (mejora para volver a caer al cabo de unos meses) y de L (fecha de recuperación incierta y largo estancamiento).
En 2012 se produce, según el estudio, una ligera diferencia entre los escenarios con un 17,22% de adictos a las compras en los casos de recuperación rápida, un 17,11% en el caso de mejora progresiva, un 17,05% en la recuperación en forma de W y un 17,04% en un periodo de estancamiento.
Para 2013, el modelo predice un nuevo aumento de adictos a las compras, con un 18,04% de la población en el caso de recuperación rápida, del 17,61% en el caso de que sea progresiva, del 17,42% si la recuperación no tiene fecha cierta y del 17,21% si la situación mejora y vuelve a caer.
En conclusión, la tasa de prevalencia de la adicción a las compras se está incrementando, según la investigadora del Instituto Universitario de Matemática Multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia Paloma Merello.
Según explica, en épocas de bonanza económica, donde mayor porcentaje de individuos considera expectativas positivas, se acelera el ritmo de crecimiento de la población adicta a las compras.
Junto a Merello, en el estudio han participado Irene García, investigadora de la Universidad del País Vasco, Francisco José Santonja, de la Universitat de València, y el director del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia, Lucas Jodar.
El trabajo se presentará en septiembre en las jornadas "Mathematical Models of Addictive Behaviour, Medicine & Engineering" organizadas por ese instituto.
Fuente:AgenciaEFE
jueves, 26 de agosto de 2010
El 10% de los ciudadanos está ‘enganchado’ a los juegos de azar
La crisis económica ha incrementado esta ludopatía en Castellón.
Uno de cada diez castellonenses sufre adicción al juego de forma patológica y, de ellos, más del 70% está enganchado a las máquinas tragaperras, según un estudio realizado por Patim, organización provincial dedicada a la prevención y el tratamiento de diversas adicciones y una de las pocas que se ocupa específicamente de la ludopatía.
Desde la entidad explican que parece que no existe el problema, ante los pocos casos atendidos, lo que conlleva una situación de silencio clínico, pues no hay muchos pacientes, pero sí enfermos que no acuden a tratamiento, pues reciben cientos de peticiones de información a lo largo del año. En este sentido, los expertos aseguran que la ludopatía debe salir del armario, pues los enfermos no suelen salir de entornos difíciles, pero los crean. Es una problemática que provoca que muchos adictos abandonen a sus hijos, descuiden a la pareja y priven de recursos económicos a la familia.
Y a pesar de la crisis, el juego, que no tiene mayor riesgo que una pérdida económica si se practica de forma controlada, va en aumento. Según los datos de la Comisión Técnica del Juego de la Comunitat, los castellonenses, invierten casi 190 millones al año en bingos, apuestas del Estado y sorteos de la Once, con un gasto medio anual por habitante que supera los 1.066 euros.
Fuente:Elperiodicomediterraneo.com
Uno de cada diez castellonenses sufre adicción al juego de forma patológica y, de ellos, más del 70% está enganchado a las máquinas tragaperras, según un estudio realizado por Patim, organización provincial dedicada a la prevención y el tratamiento de diversas adicciones y una de las pocas que se ocupa específicamente de la ludopatía.
Desde la entidad explican que parece que no existe el problema, ante los pocos casos atendidos, lo que conlleva una situación de silencio clínico, pues no hay muchos pacientes, pero sí enfermos que no acuden a tratamiento, pues reciben cientos de peticiones de información a lo largo del año. En este sentido, los expertos aseguran que la ludopatía debe salir del armario, pues los enfermos no suelen salir de entornos difíciles, pero los crean. Es una problemática que provoca que muchos adictos abandonen a sus hijos, descuiden a la pareja y priven de recursos económicos a la familia.
Y a pesar de la crisis, el juego, que no tiene mayor riesgo que una pérdida económica si se practica de forma controlada, va en aumento. Según los datos de la Comisión Técnica del Juego de la Comunitat, los castellonenses, invierten casi 190 millones al año en bingos, apuestas del Estado y sorteos de la Once, con un gasto medio anual por habitante que supera los 1.066 euros.
Fuente:Elperiodicomediterraneo.com
sábado, 21 de agosto de 2010
El número de adictos al juego que piden ayuda se duplica en un año
Las dificultades económicas están entre las principales causas del incremento.
Un total de 865 personas acudieron el año pasado a los centros de tratamiento ambulatorio de la Junta de Andalucía en busca de ayuda para superar la adicción patológica al juego. Una cifra que se gana el calificativo de alarmante cuando se la compara con el registro del año anterior, que apenas superó los 300. La Consejería de Igualdad y Bienestar Social resalta en su último informe este salto "más que significativo" en el número de solicitantes de ayuda. A las cifras de la Administración hay que sumar las propias de las asociaciones de rehabilitación que el año pasado atendieron un total de 1.700 pacientes mientras que en los seis primeros meses de 2010, el número ya supera los 1.800.
Este colosal incremento en el número de solicitantes de apoyo frente a la adicción no se puede vincular a ningún hecho o situación concreta, aunque al cruzar los datos particulares destacan algunas coincidencias. El presidente de la Federación Andaluza de Jugadores Rehabilitados (Fajer), Luis Suárez, no duda al afirmar que "la crisis económica es uno de los factores desencadenantes". "Viene mucha gente joven, parejas sobre todo, que se ha quedado sin trabajo. Echan mano a los juegos de azar como vía de escape. La situación, a veces, es casi desesperada y necesitan dinero rápido", describe Suárez.
"Es importante no relacionar el juego con la marginalidad. Siguen tratamiento hombres y mujeres de todos los niveles económicos", subraya Noemí Agudo, trabajadora social especialista en drogodependencia y adicciones.ne.
Según los expertos, el cóctel que propicia la ludopatía combina causas de origen personal (estrés, negación de la realidad, superación de la timidez, problemas de comunicación), de origen familiar (padres jugadores, hábitos de vida imposibles de afrontar económicamente) y social (publicidad del juego, la cantidad de sitios donde se puede jugar y el fomento más o menos encubierto).
El número de afectados por ludopatía en España oscila entre 900.000 y un millón de personas. De estas, en torno a 130.000 son de Andalucía. La mayoría de los afectados busca ayuda directamente en las asociaciones provinciales o consulta a su médico de cabecera, que, salvo casos excepcionales, suele derivarlos allí también.
Desde el Servicio Andaluz de Salud se aclara que, a no ser que se observe una patología mental grave, se suele aconsejar una visita a una asociación de rehabilitación, donde se cuenta con psicólogos, trabajadores sociales y especialistas en el tema.
Suárez hace hincapié en que, cada vez, los jugadores son más jóvenes -el 60% entre los 28 y los 35, mientras que hace cuatro años, la media estaba entre los 40 y 45- y "tienen mucho menos dinero que antes".
En el informe realizado por el Observatorio Andaluz sobre Drogas y Adicciones, se describen las características del jugador. Por sexos, los hombres juegan muchísimo más (808 varones por cada 57 mujeres). Las mujeres juegan más al bingo (37% frente al 8%) y los hombres a las tragaperras (82,9% frente a 33,3%). La media semanal de tiempo dedicado al juego es de 5,3 horas y el gasto medio es de en 292,6 euros por semana. El juego suele estar acompañado de otros hábitos poco saludables. Así, casi todos los ludópatas consumen alcohol, que suelen combinar con tabaco, mientras juegan.
En esto días, el riesgo es mayor. "En verano siempre se da un repunte debido al ocio en común", advierte el presidente de Fajer, ya que "el jugador pasa más tiempo con las parejas, con la familia, hay discusiones y más estrés".
Fuente:Elpaís.com
Un total de 865 personas acudieron el año pasado a los centros de tratamiento ambulatorio de la Junta de Andalucía en busca de ayuda para superar la adicción patológica al juego. Una cifra que se gana el calificativo de alarmante cuando se la compara con el registro del año anterior, que apenas superó los 300. La Consejería de Igualdad y Bienestar Social resalta en su último informe este salto "más que significativo" en el número de solicitantes de ayuda. A las cifras de la Administración hay que sumar las propias de las asociaciones de rehabilitación que el año pasado atendieron un total de 1.700 pacientes mientras que en los seis primeros meses de 2010, el número ya supera los 1.800.
Este colosal incremento en el número de solicitantes de apoyo frente a la adicción no se puede vincular a ningún hecho o situación concreta, aunque al cruzar los datos particulares destacan algunas coincidencias. El presidente de la Federación Andaluza de Jugadores Rehabilitados (Fajer), Luis Suárez, no duda al afirmar que "la crisis económica es uno de los factores desencadenantes". "Viene mucha gente joven, parejas sobre todo, que se ha quedado sin trabajo. Echan mano a los juegos de azar como vía de escape. La situación, a veces, es casi desesperada y necesitan dinero rápido", describe Suárez.
"Es importante no relacionar el juego con la marginalidad. Siguen tratamiento hombres y mujeres de todos los niveles económicos", subraya Noemí Agudo, trabajadora social especialista en drogodependencia y adicciones.ne.
Según los expertos, el cóctel que propicia la ludopatía combina causas de origen personal (estrés, negación de la realidad, superación de la timidez, problemas de comunicación), de origen familiar (padres jugadores, hábitos de vida imposibles de afrontar económicamente) y social (publicidad del juego, la cantidad de sitios donde se puede jugar y el fomento más o menos encubierto).
El número de afectados por ludopatía en España oscila entre 900.000 y un millón de personas. De estas, en torno a 130.000 son de Andalucía. La mayoría de los afectados busca ayuda directamente en las asociaciones provinciales o consulta a su médico de cabecera, que, salvo casos excepcionales, suele derivarlos allí también.
Desde el Servicio Andaluz de Salud se aclara que, a no ser que se observe una patología mental grave, se suele aconsejar una visita a una asociación de rehabilitación, donde se cuenta con psicólogos, trabajadores sociales y especialistas en el tema.
Suárez hace hincapié en que, cada vez, los jugadores son más jóvenes -el 60% entre los 28 y los 35, mientras que hace cuatro años, la media estaba entre los 40 y 45- y "tienen mucho menos dinero que antes".
En el informe realizado por el Observatorio Andaluz sobre Drogas y Adicciones, se describen las características del jugador. Por sexos, los hombres juegan muchísimo más (808 varones por cada 57 mujeres). Las mujeres juegan más al bingo (37% frente al 8%) y los hombres a las tragaperras (82,9% frente a 33,3%). La media semanal de tiempo dedicado al juego es de 5,3 horas y el gasto medio es de en 292,6 euros por semana. El juego suele estar acompañado de otros hábitos poco saludables. Así, casi todos los ludópatas consumen alcohol, que suelen combinar con tabaco, mientras juegan.
En esto días, el riesgo es mayor. "En verano siempre se da un repunte debido al ocio en común", advierte el presidente de Fajer, ya que "el jugador pasa más tiempo con las parejas, con la familia, hay discusiones y más estrés".
Fuente:Elpaís.com
Más sobre la esquizofrenia
Escribo esto tras haber leído el artículo La esquizofrenia y las metáforas peligrosas que Antonio Cuevas publicó en este periódico el 6 de este mes. Hay algo que me gustaría decir: las enfermedades mentales no pueden de ninguna manera ser estigmatizadas y tampoco banalizadas. Ninguna persona aquejada de una enfermedad de este tipo puede ser malditizada ni utilizada como paradigma (es el caso del esquizofrénico) de la agresividad, de la maldad o de los peores instintos. Un esquizofrénico es un ser humano, con una enfermedad, la esquizofrenia, pero ante todo un ser humano, no mejor, pero tampoco peor que otros a los que no se les pone nombre. Yo soy esquizofrénica pero también capaz de redactar este artículo y de muchas otras cosas. No lo digo con orgullo (sería una necedad sentirse orgullosa de padecer una dolencia que hiere hasta los cimientos de la existencia), pero tampoco lo digo con vergüenza.
De la misma forma que a algunos les falta insulina porque su páncreas no la produce y son diabéticos, a mí (aún no está claro el origen de la enfermedad) me faltan quizás ciertas proteínas en el cerebro y soy esquizofrénica. He pasado por fases casi catatónicas, por otras paranoides y finalmente me queda una esquizofrenia residual. Puedo asegurarles que, aunque mi condición y mi sufrimiento hayan supuesto durante mucho tiempo el llanto amargo de todos los que me querían y me quieren, en ningún momento, nunca, jamás, se han sentido amenazados o atemorizados por mí. No soy agresiva, nunca lo he sido y, en cualquier caso, la agresividad que puede provocar un mundo interior sin luces, sin orden, sin lógica, sin conexión entre cuerpo y mente, ha revertido sólo sobre mí en forma de angustia o de terror por no entender, por no saber ni siquiera cuál es la realidad o mi realidad.
Estoy muy bien medicada, hago psicoterapia y cuento y he contado siempre con el gran amor, apoyo y comprensión de los míos. Desde aquí les doy las gracias, a ellos y a mi psiquiatra, que me recetó, entre otros, el medicamento que me hace vivir, Risperdal Consta. Así que, como apunta el señor Cuevas, basta ya de estigmatización y de no "separar las cosas y ver con claridad". El esquizofrénico sólo es potencialmente peligroso para otros o para él mismo si no está medicado y está dejado a su merced bien por la familia, bien por las instituciones o por ambas a la vez. Yo, esquizofrénica, con una vida hecha de mis rutinas, de mis pequeñas ilusiones, de mis aficiones, como la lectura, de mis momentos bajos o muy bajos y de mis alegrías, puedo ser también el paradigma de la esquizofrenia, porque les aseguro que hay muchos, muchos como yo.
Decía más arriba que las enfermedades mentales tampoco deben ser banalizadas y aquí podría entroncar de lleno con el artículo de Cuevas porque el lenguaje común banaliza y utiliza determinados términos como sinónimos inadecuados, incorrectos y faltos de precisión y sensibilidad. Más de una vez he oído o leído "vivir esta esquizofrenia que supone pasar del escenario a la vida normal" en boca de algún actor o actriz. Pero ¿saben ellos lo que es la esquizofrenia? No banalicemos, no utilicemos el lenguaje con tanta ligereza porque los enfermos (en su mayoría inteligentes aunque suene raro) nos dolemos con ello. Pero no voy a poner ejemplos sólo referidos a mi enfermedad. Existen otras, como el Trastorno Bipolar o el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Hace poco leía una entrevista a un conocido personaje a quien el periodista preguntaba sobre su bipolaridad a la hora de concebir la vida. No. La bipolaridad es una enfermedad (tratable pero muy dolorosa), no es una postura ante la vida ni ante nada. En cuanto al TOC (enfermedad padecida por muchos y desconocida por la mayaoría) ya hubo una película que hizo mucho reír mostrando las "manías" o anormalidades de un personaje de ficción encarnado por Jack Nicholson. Pues miren, según los últimos informes de la OMS, el TOC está entre las cinco primeras enfermedades mentales más discapacitantes e inhabilitadoras para la vida normal.
Para terminar, me repito, con su permiso, el de todos ustedes: no estigmaticemos y tampoco banalicemos. Nadie está libre de ser señalado por el dedo insidioso de la enfermedad por la que hace no tanto algunos morían en la hoguera. A pesar suyo. Sin la comprensión de nadie.
Fuente:Información.es
De la misma forma que a algunos les falta insulina porque su páncreas no la produce y son diabéticos, a mí (aún no está claro el origen de la enfermedad) me faltan quizás ciertas proteínas en el cerebro y soy esquizofrénica. He pasado por fases casi catatónicas, por otras paranoides y finalmente me queda una esquizofrenia residual. Puedo asegurarles que, aunque mi condición y mi sufrimiento hayan supuesto durante mucho tiempo el llanto amargo de todos los que me querían y me quieren, en ningún momento, nunca, jamás, se han sentido amenazados o atemorizados por mí. No soy agresiva, nunca lo he sido y, en cualquier caso, la agresividad que puede provocar un mundo interior sin luces, sin orden, sin lógica, sin conexión entre cuerpo y mente, ha revertido sólo sobre mí en forma de angustia o de terror por no entender, por no saber ni siquiera cuál es la realidad o mi realidad.
Estoy muy bien medicada, hago psicoterapia y cuento y he contado siempre con el gran amor, apoyo y comprensión de los míos. Desde aquí les doy las gracias, a ellos y a mi psiquiatra, que me recetó, entre otros, el medicamento que me hace vivir, Risperdal Consta. Así que, como apunta el señor Cuevas, basta ya de estigmatización y de no "separar las cosas y ver con claridad". El esquizofrénico sólo es potencialmente peligroso para otros o para él mismo si no está medicado y está dejado a su merced bien por la familia, bien por las instituciones o por ambas a la vez. Yo, esquizofrénica, con una vida hecha de mis rutinas, de mis pequeñas ilusiones, de mis aficiones, como la lectura, de mis momentos bajos o muy bajos y de mis alegrías, puedo ser también el paradigma de la esquizofrenia, porque les aseguro que hay muchos, muchos como yo.
Decía más arriba que las enfermedades mentales tampoco deben ser banalizadas y aquí podría entroncar de lleno con el artículo de Cuevas porque el lenguaje común banaliza y utiliza determinados términos como sinónimos inadecuados, incorrectos y faltos de precisión y sensibilidad. Más de una vez he oído o leído "vivir esta esquizofrenia que supone pasar del escenario a la vida normal" en boca de algún actor o actriz. Pero ¿saben ellos lo que es la esquizofrenia? No banalicemos, no utilicemos el lenguaje con tanta ligereza porque los enfermos (en su mayoría inteligentes aunque suene raro) nos dolemos con ello. Pero no voy a poner ejemplos sólo referidos a mi enfermedad. Existen otras, como el Trastorno Bipolar o el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Hace poco leía una entrevista a un conocido personaje a quien el periodista preguntaba sobre su bipolaridad a la hora de concebir la vida. No. La bipolaridad es una enfermedad (tratable pero muy dolorosa), no es una postura ante la vida ni ante nada. En cuanto al TOC (enfermedad padecida por muchos y desconocida por la mayaoría) ya hubo una película que hizo mucho reír mostrando las "manías" o anormalidades de un personaje de ficción encarnado por Jack Nicholson. Pues miren, según los últimos informes de la OMS, el TOC está entre las cinco primeras enfermedades mentales más discapacitantes e inhabilitadoras para la vida normal.
Para terminar, me repito, con su permiso, el de todos ustedes: no estigmaticemos y tampoco banalicemos. Nadie está libre de ser señalado por el dedo insidioso de la enfermedad por la que hace no tanto algunos morían en la hoguera. A pesar suyo. Sin la comprensión de nadie.
Fuente:Información.es
viernes, 20 de agosto de 2010
En busca del antidepresivo perfecto
Investigadores de la Universidad de Yale explican por qué la ketamina, un anestésico animal, consigue un efecto contra la depresión más rápido que los demás fármacos. El estudio apunta a una posible relación entre depresión y estrés.
"Muchas veces los pacientes vienen a la consulta a los cuatro días de que les hayamos prescrito antidepresivos. Afirman que no les funciona y que, además, notan los efectos secundarios, como sequedad de boca o molestias digestivas. No es raro que dejen el tratamiento". El coordinador de Salud Mental del Área 3 de Madrid y jefe del Servicio de Psiquiatría del hospital universitario Príncipe de Asturias, Alberto Fernández Liria, resume en esta frase uno de los mayores problemas existentes en la terapia farmacológica de la depresión: la dificultad de que los pacientes sean constantes en el consumo de los fármacos prescritos hasta que estos hagan efecto, lo que se conoce como adherencia al tratamiento.
Un artículo publicado hoy en Science podía dar la clave para diseñar nuevos antidepresivos que hagan efecto nada más empezar a administrarse, algo que ya se ha conseguido en una ocasión, pero que aún no se ha implantado en la práctica clínica. El fármaco en cuestión es la ketamina, un viejo anestésico animal que se utiliza además, como droga recreativa. El trabajo de Science, realizado por investigadores de la Universidad de Yale (EEUU) explica el mecanismo de acción por el que la ketamina funciona tan rápido y deja entrever, además, que podría imitarse en el diseño de nuevos medicamentos.
En 2006, un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de EEUU publicado en la revista Archives of General Psychiatry provocó cierto optimismo entre la comunidad médica, al demostrarse que la ketamina, en dosis mucho menores que las utilizadas en su versión anestésico, lograba en pacientes con depresión bipolar resistente al tratamiento un "robusto efecto antidepresivo" en sólo 40 minutos.
Hace apenas dos semanas, el milagro volvió a repetirse, como se pudo leer en las páginas de la misma revista. En esta ocasión, los participantes en el estudio no tenían depresión, sino trastorno bipolar, un desorden psiquiátrico en el que se alternan periodos depresivos con eufóricos. La mayoría de los pacientes que recibieron el fármaco en su nuevo uso inyectado y en una dosis, vieron cómo los síntomas de su depresión desaparecían en poco más de media hora y el alivio duraba al menos una semana.
Latencia tradicional
En los antidepresivos que se utilizan en la práctica clínica, la realidad es muy diferente. Como recuerda Fernández Liria, "tanto los antidepresivos clásicos como los modernos tardan al menos dos semanas en comenzar a hacer efecto". Además, cuando comienza la acción terapéutica, el alivio de los síntomas depresivos no es, ni mucho menos, inmediato. "Se considera que un antidepresivo no ha sido eficaz cuando el paciente lleva tomándolo dos meses y no ha empezado a hacer efecto, lo que no quiere decir que haya conseguido la remisión de los síntomas, sino que esta ha comenzado", comenta el especialista del hospital madrileño.
Por esta razón, Fernández Liria recuerda que el antidepresivo con efecto inmediato se lleva buscando desde hace mucho tiempo. "Siempre que sale un antidepresivo nuevo, se dice que el tiempo de latencia es menor pero, a la hora de la verdad, no se ha conseguido con ninguno", comenta. El psiquiatra reconoce que no conocen las causas de esta ralentización en la acción de los fármacos, porque "hay muchas cosas por saber, sobre todo qué provoca la depresión".
Y al igual que no se conoce por qué los antidepresivos tardan tanto en hacer efecto, tampoco se sabía hasta ahora qué había detrás de la extrañamente rápida acción de la ketamina, como resaltan en la introducción de su estudio los investigadores dirigidos por Nanxin Li: "La rápida respuesta antidepresiva tras la administración de ketamina sugiere una posible nueva aproximación a los tratamientos de los trastornos del estado de ánimo en comparación con las semanas o meses que se requieren para la medicación convencional".
Lo que Li y sus colaboradores observaron, en un experimento en roedores de laboratorio, es que la ketamina activa la vía celular denominada mTOR. Curiosamente, esta misma vía se considera una diana terapéutica para el cáncer y frente al envejecimiento, puesto que un fármaco que la inhibe un tipo de inmunosupresor llamado rapiminicina consiguió el año pasado prolongar la vida en ratones, en un estudio en Science.
Y es que el trabajo publicado hoy sugiere una posible asociación entre la depresión y el estrés, un factor que también se relaciona con el envejecimiento prematuro.
De hecho, los investigadores observaron en el cerebro de las ratas que la ketamina causaba un efecto opuesto al estrés, ya que aumenta las proteínas señalizadoras y hace que se incrementen las funciones de nuevas sinapsis el proceso de unión entre neuronas que constituye el lenguaje básico del sistema nervioso en la corteza prefrontal del cerebro de las ratas. Estudios anteriores ya habían demostrado que el estrés provoca el efecto contrario.
Según explican los investigadores, este aumento de las sinapsis resultó en una elevación del neurotransmisor 5HT, una diana habitual de los antidepresivos tradicionales. Descubrir nuevas vías de activación de la mTOR abriría el camino para el desarrollo de nuevos antidepresivos de acción tan rápida como la ketamina.
Trastornos resistentes
A día de hoy, la ketamina no se utiliza en la práctica clínica, ya que su indicación como antidepresivo está todavía siendo estudiada. Aunque los resultados del equipo que más activamente investiga su uso (el del especialista del NIMH Carlos Zarate) son positivos, el fármaco sólo se ha ensayado en pacientes con trastornos resistentes a la acción de los antidepresivos tradicionales. Además, los efectos secundarios de la ketamina como anestésico incluyen algunos con implicaciones psiquiátricas, como la presencia de alucinaciones.
Un editorial que acompaña al estudio de Science pide cierta cautela al interpretar el trabajo de Li, ya que, advierten sus autores del University College Cork (Irlanda), no se conocen los efectos de la vía mTOR en el cerebro humano deprimido. "Hay que tener cuidado al comparar resultados de ratones con humanos", concluyen los autores.
Fuente:Público.es
"Muchas veces los pacientes vienen a la consulta a los cuatro días de que les hayamos prescrito antidepresivos. Afirman que no les funciona y que, además, notan los efectos secundarios, como sequedad de boca o molestias digestivas. No es raro que dejen el tratamiento". El coordinador de Salud Mental del Área 3 de Madrid y jefe del Servicio de Psiquiatría del hospital universitario Príncipe de Asturias, Alberto Fernández Liria, resume en esta frase uno de los mayores problemas existentes en la terapia farmacológica de la depresión: la dificultad de que los pacientes sean constantes en el consumo de los fármacos prescritos hasta que estos hagan efecto, lo que se conoce como adherencia al tratamiento.
Un artículo publicado hoy en Science podía dar la clave para diseñar nuevos antidepresivos que hagan efecto nada más empezar a administrarse, algo que ya se ha conseguido en una ocasión, pero que aún no se ha implantado en la práctica clínica. El fármaco en cuestión es la ketamina, un viejo anestésico animal que se utiliza además, como droga recreativa. El trabajo de Science, realizado por investigadores de la Universidad de Yale (EEUU) explica el mecanismo de acción por el que la ketamina funciona tan rápido y deja entrever, además, que podría imitarse en el diseño de nuevos medicamentos.
En 2006, un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de EEUU publicado en la revista Archives of General Psychiatry provocó cierto optimismo entre la comunidad médica, al demostrarse que la ketamina, en dosis mucho menores que las utilizadas en su versión anestésico, lograba en pacientes con depresión bipolar resistente al tratamiento un "robusto efecto antidepresivo" en sólo 40 minutos.
Hace apenas dos semanas, el milagro volvió a repetirse, como se pudo leer en las páginas de la misma revista. En esta ocasión, los participantes en el estudio no tenían depresión, sino trastorno bipolar, un desorden psiquiátrico en el que se alternan periodos depresivos con eufóricos. La mayoría de los pacientes que recibieron el fármaco en su nuevo uso inyectado y en una dosis, vieron cómo los síntomas de su depresión desaparecían en poco más de media hora y el alivio duraba al menos una semana.
Latencia tradicional
En los antidepresivos que se utilizan en la práctica clínica, la realidad es muy diferente. Como recuerda Fernández Liria, "tanto los antidepresivos clásicos como los modernos tardan al menos dos semanas en comenzar a hacer efecto". Además, cuando comienza la acción terapéutica, el alivio de los síntomas depresivos no es, ni mucho menos, inmediato. "Se considera que un antidepresivo no ha sido eficaz cuando el paciente lleva tomándolo dos meses y no ha empezado a hacer efecto, lo que no quiere decir que haya conseguido la remisión de los síntomas, sino que esta ha comenzado", comenta el especialista del hospital madrileño.
Por esta razón, Fernández Liria recuerda que el antidepresivo con efecto inmediato se lleva buscando desde hace mucho tiempo. "Siempre que sale un antidepresivo nuevo, se dice que el tiempo de latencia es menor pero, a la hora de la verdad, no se ha conseguido con ninguno", comenta. El psiquiatra reconoce que no conocen las causas de esta ralentización en la acción de los fármacos, porque "hay muchas cosas por saber, sobre todo qué provoca la depresión".
Y al igual que no se conoce por qué los antidepresivos tardan tanto en hacer efecto, tampoco se sabía hasta ahora qué había detrás de la extrañamente rápida acción de la ketamina, como resaltan en la introducción de su estudio los investigadores dirigidos por Nanxin Li: "La rápida respuesta antidepresiva tras la administración de ketamina sugiere una posible nueva aproximación a los tratamientos de los trastornos del estado de ánimo en comparación con las semanas o meses que se requieren para la medicación convencional".
Lo que Li y sus colaboradores observaron, en un experimento en roedores de laboratorio, es que la ketamina activa la vía celular denominada mTOR. Curiosamente, esta misma vía se considera una diana terapéutica para el cáncer y frente al envejecimiento, puesto que un fármaco que la inhibe un tipo de inmunosupresor llamado rapiminicina consiguió el año pasado prolongar la vida en ratones, en un estudio en Science.
Y es que el trabajo publicado hoy sugiere una posible asociación entre la depresión y el estrés, un factor que también se relaciona con el envejecimiento prematuro.
De hecho, los investigadores observaron en el cerebro de las ratas que la ketamina causaba un efecto opuesto al estrés, ya que aumenta las proteínas señalizadoras y hace que se incrementen las funciones de nuevas sinapsis el proceso de unión entre neuronas que constituye el lenguaje básico del sistema nervioso en la corteza prefrontal del cerebro de las ratas. Estudios anteriores ya habían demostrado que el estrés provoca el efecto contrario.
Según explican los investigadores, este aumento de las sinapsis resultó en una elevación del neurotransmisor 5HT, una diana habitual de los antidepresivos tradicionales. Descubrir nuevas vías de activación de la mTOR abriría el camino para el desarrollo de nuevos antidepresivos de acción tan rápida como la ketamina.
Trastornos resistentes
A día de hoy, la ketamina no se utiliza en la práctica clínica, ya que su indicación como antidepresivo está todavía siendo estudiada. Aunque los resultados del equipo que más activamente investiga su uso (el del especialista del NIMH Carlos Zarate) son positivos, el fármaco sólo se ha ensayado en pacientes con trastornos resistentes a la acción de los antidepresivos tradicionales. Además, los efectos secundarios de la ketamina como anestésico incluyen algunos con implicaciones psiquiátricas, como la presencia de alucinaciones.
Un editorial que acompaña al estudio de Science pide cierta cautela al interpretar el trabajo de Li, ya que, advierten sus autores del University College Cork (Irlanda), no se conocen los efectos de la vía mTOR en el cerebro humano deprimido. "Hay que tener cuidado al comparar resultados de ratones con humanos", concluyen los autores.
Fuente:Público.es
jueves, 19 de agosto de 2010
Drogas alucinógenas para tratar la depresión
Las drogas alucinógenas como el LSD o la ketamina podrían combinarse con psicoterapia para tratar a las personas que padecen depresión, trastornos compulsivos o dolor crónico, según el doctor Franz Vollenweider, del Hospital de Psiquiatría de la Universidad de Zúrich (Suiza).
Según explica en un artículo sobre el tema, publicado en la revista 'Nature Neuroscience', la investigación sobre los efectos de las drogas psicodélicas, usadas en el pasado en psiquiatría, se limitó en las últimas décadas debido a las connotaciones negativas de esas sustancias, pero los expertos consideran que ahora se justifica hacer más estudios sobre su potencial clínico.
Los científicos indicaron que estudios cerebrales recientes mostraron que los alucinógenos como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la ketamina y la psilocibina actúan sobre el cerebro de maneras que podrían ayudar a reducir los síntomas de varios problemas psiquiátricos.
Estas drogas podrían usarse como catalizador, según los expertos, que ayudaría a los pacientes a alterar su percepción de los problemas o de los niveles de dolor, para luego trabajar con terapistas conductuales o psicoterapeutas con el fin de combatir esos problemas de otra forma.
Las drogas "psicodélicas pueden brindar a los pacientes una nueva perspectiva -particularmente cuando surgen cosas como recuerdos reprimidos- y luego se puede trabajar con esa experiencia", señala Vollenweider.
Los especialistas explican que según el tipo de persona que consume la droga, la dosis y la situación, estas sustancias pueden tener un amplio rango de efectos que van desde sentimientos de éxtasis de un lado del espectro, hasta ansiedad que genera sensación de pérdida de control y pánico, del otro.
COMBINADA CON TERAPIA
Vollenweider y su colega Michael Kometer señalaron que la evidencia de estudios previos sugiere que este tipo de drogas ayudaría a aliviar los problemas de salud mental al actuar sobre los circuitos cerebrales y sistemas neurotransmisores que se alteran en las personas con ansiedad y depresión.
Pero si los médicos fuesen a usarlas en el futuro para tratar a pacientes psiquiátricos, sería muy importante mantener las dosis de esas drogas en un nivel bajo y asegurarse que se administren por un período de tiempo relativamente corto, en combinación con sesiones de terapia, añadieron los expertos.
"La idea es que se trataría de algo muy limitado, quizá varias sesiones durante unos meses, no algo a largo plazo como sucede con otros tipos de medicación", indicó Vollenweider.
Las enfermedades mentales como la depresión están en aumento en todo el mundo y Vollenweider y Kometer señalaron que muchos pacientes con problemas psiquiátricos no responden bien a las medicinas habitualmente recetadas, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
"Estas son enfermedades graves, debilitantes, que acortan la vida y, dado que los tratamientos actualmente disponibles tienen altas tasas de fracaso, las drogas psicodélicas ofrecerían estrategias terapéuticas alternativas que podrían mejorar el bienestar de los pacientes y la carga económica asociada sobre los pacientes y la sociedad", concluyeron.
Fuente:Levante-emv.com
Según explica en un artículo sobre el tema, publicado en la revista 'Nature Neuroscience', la investigación sobre los efectos de las drogas psicodélicas, usadas en el pasado en psiquiatría, se limitó en las últimas décadas debido a las connotaciones negativas de esas sustancias, pero los expertos consideran que ahora se justifica hacer más estudios sobre su potencial clínico.
Los científicos indicaron que estudios cerebrales recientes mostraron que los alucinógenos como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la ketamina y la psilocibina actúan sobre el cerebro de maneras que podrían ayudar a reducir los síntomas de varios problemas psiquiátricos.
Estas drogas podrían usarse como catalizador, según los expertos, que ayudaría a los pacientes a alterar su percepción de los problemas o de los niveles de dolor, para luego trabajar con terapistas conductuales o psicoterapeutas con el fin de combatir esos problemas de otra forma.
Las drogas "psicodélicas pueden brindar a los pacientes una nueva perspectiva -particularmente cuando surgen cosas como recuerdos reprimidos- y luego se puede trabajar con esa experiencia", señala Vollenweider.
Los especialistas explican que según el tipo de persona que consume la droga, la dosis y la situación, estas sustancias pueden tener un amplio rango de efectos que van desde sentimientos de éxtasis de un lado del espectro, hasta ansiedad que genera sensación de pérdida de control y pánico, del otro.
COMBINADA CON TERAPIA
Vollenweider y su colega Michael Kometer señalaron que la evidencia de estudios previos sugiere que este tipo de drogas ayudaría a aliviar los problemas de salud mental al actuar sobre los circuitos cerebrales y sistemas neurotransmisores que se alteran en las personas con ansiedad y depresión.
Pero si los médicos fuesen a usarlas en el futuro para tratar a pacientes psiquiátricos, sería muy importante mantener las dosis de esas drogas en un nivel bajo y asegurarse que se administren por un período de tiempo relativamente corto, en combinación con sesiones de terapia, añadieron los expertos.
"La idea es que se trataría de algo muy limitado, quizá varias sesiones durante unos meses, no algo a largo plazo como sucede con otros tipos de medicación", indicó Vollenweider.
Las enfermedades mentales como la depresión están en aumento en todo el mundo y Vollenweider y Kometer señalaron que muchos pacientes con problemas psiquiátricos no responden bien a las medicinas habitualmente recetadas, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
"Estas son enfermedades graves, debilitantes, que acortan la vida y, dado que los tratamientos actualmente disponibles tienen altas tasas de fracaso, las drogas psicodélicas ofrecerían estrategias terapéuticas alternativas que podrían mejorar el bienestar de los pacientes y la carga económica asociada sobre los pacientes y la sociedad", concluyeron.
Fuente:Levante-emv.com
lunes, 9 de agosto de 2010
La esquizofrenia y las metáforas peligrosas
La esquizofrenia afecta directamente al 1% de la población, pero, indirectamente, afecta a muchas personas más: familia, pareja, vecinos, terapeutas, cuidadores...
La esquizofrenia, además, es una enfermedad malditizada en la que confluyen mitos asociados a la peligrosidad intrínseca que se le supone a priori. Dicha peligrosidad, para más añadidura, se proclama multiplicada por los medios de comunicación, en un discurso emocional cargado de tópicos e inexactitudes (contra los que nada valen los datos aportados por la Ciencia) que saltan al Lenguaje en forma de Metáforas. Susan Sontag en "La enfermedad como metáfora" alertaba sobre estas metáforas-pistola cargadas con la munición discriminatoria del mito y listas a disparar no contra la enfermedad (esquizofrenia), sino contra el enfermo (esquizofrénico).
En el caso concreto de Sontag el generador de metáforas era el cáncer que ella misma padeció en los setenta del pasado siglo. La muerte debido al cáncer, entonces, se ocultaba en las necrológicas bajo el subterfugio de "una larga y dolorosa enfermedad" o fórmulas por el estilo. Sontag comentaba entonces el plus de angustia que le producían expresiones que aún son utilizadas fuera del contexto estrictamente médico. Un ejemplo oído hace nada: "La política impositiva del gobierno es el cáncer de nuestra economia".
En el caso concreto de la esquizofrenia los ejemplos resultan aún más abundantes y van en la misma línea. El tema se agrava cuando la esquizofrenia salta a las páginas de sucesos con su carga de morbo añadido disparadora de miedos y causante de discriminaciones varias.
Centremos el tema y basta de hablar de oídas: la esquizofrenia se trata con una batería de fármacos que, en la mayoría de los casos, permite llevar una existencia sin trastornos graves de conducta ni riesgos para nadie. El gran problema (como en muchas otras enfermedades) radica en las dificultades que acompañan a la adhesión estricta al tratamiento y a la no interrupción del mismo. Dicha adhesión requiere un gran esfuerzo por parte del enfermo y precisa también de la ayuda de terceros, la comprensión de su entorno, el apoyo de las instituciones. Pongamos un ejemplo real: XX, diagnosticado de esquizofrenia residual, necesita diariamente, en tres tomas, la siguiente medicación: Rivotril 2, Zeldox 80, Zyprexa 10, Akineton r, Topamax 200, Haloperidol gotas, Tranxilium 10, Etumina, Rysperdal y Rohipnol. En total, unas veinte pastillas, gotas, inyecciones... No todos los casos requieren tamaño cóctel. En la mayoría se reduce sustancialmente la medicación y los afectados han internalizado la rutina de las tomas con naturalidad y no son peligrosos para nadie empezando por ellos mismos.
El trágico suceso de la reciente muerte de una mujer en la Comunidad Valenciana, presuntamente asesinada por su pareja, un esquizofrénico que había abandonado el tratamiento, ha traído este verano el tema de la esquizofrenia vinculado a la violencia de género. Peor compañía imposible para intentar separar las cosas y ver con claridad eludiendo las metáforas peligrosas que generalizan y simplifican al mismo tiempo.
Fuente: Informacion.es
La esquizofrenia, además, es una enfermedad malditizada en la que confluyen mitos asociados a la peligrosidad intrínseca que se le supone a priori. Dicha peligrosidad, para más añadidura, se proclama multiplicada por los medios de comunicación, en un discurso emocional cargado de tópicos e inexactitudes (contra los que nada valen los datos aportados por la Ciencia) que saltan al Lenguaje en forma de Metáforas. Susan Sontag en "La enfermedad como metáfora" alertaba sobre estas metáforas-pistola cargadas con la munición discriminatoria del mito y listas a disparar no contra la enfermedad (esquizofrenia), sino contra el enfermo (esquizofrénico).
En el caso concreto de Sontag el generador de metáforas era el cáncer que ella misma padeció en los setenta del pasado siglo. La muerte debido al cáncer, entonces, se ocultaba en las necrológicas bajo el subterfugio de "una larga y dolorosa enfermedad" o fórmulas por el estilo. Sontag comentaba entonces el plus de angustia que le producían expresiones que aún son utilizadas fuera del contexto estrictamente médico. Un ejemplo oído hace nada: "La política impositiva del gobierno es el cáncer de nuestra economia".
En el caso concreto de la esquizofrenia los ejemplos resultan aún más abundantes y van en la misma línea. El tema se agrava cuando la esquizofrenia salta a las páginas de sucesos con su carga de morbo añadido disparadora de miedos y causante de discriminaciones varias.
Centremos el tema y basta de hablar de oídas: la esquizofrenia se trata con una batería de fármacos que, en la mayoría de los casos, permite llevar una existencia sin trastornos graves de conducta ni riesgos para nadie. El gran problema (como en muchas otras enfermedades) radica en las dificultades que acompañan a la adhesión estricta al tratamiento y a la no interrupción del mismo. Dicha adhesión requiere un gran esfuerzo por parte del enfermo y precisa también de la ayuda de terceros, la comprensión de su entorno, el apoyo de las instituciones. Pongamos un ejemplo real: XX, diagnosticado de esquizofrenia residual, necesita diariamente, en tres tomas, la siguiente medicación: Rivotril 2, Zeldox 80, Zyprexa 10, Akineton r, Topamax 200, Haloperidol gotas, Tranxilium 10, Etumina, Rysperdal y Rohipnol. En total, unas veinte pastillas, gotas, inyecciones... No todos los casos requieren tamaño cóctel. En la mayoría se reduce sustancialmente la medicación y los afectados han internalizado la rutina de las tomas con naturalidad y no son peligrosos para nadie empezando por ellos mismos.
El trágico suceso de la reciente muerte de una mujer en la Comunidad Valenciana, presuntamente asesinada por su pareja, un esquizofrénico que había abandonado el tratamiento, ha traído este verano el tema de la esquizofrenia vinculado a la violencia de género. Peor compañía imposible para intentar separar las cosas y ver con claridad eludiendo las metáforas peligrosas que generalizan y simplifican al mismo tiempo.
Fuente: Informacion.es
viernes, 6 de agosto de 2010
Los adolescentes adictos a Internet, más propensos a la depresión
Aquellos que pasan entre cinco y diez horas diarias frente al ordenador, muestran irritabilidad cuando no están conectados, y pierden el interés por la interacción social tienen un 50% más de probabilidades de desarrollar una depresión que aquellos que utilizan Internet con "moderación", según los resultados de un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-Sen en Guangzhou (China).
La investigación, publicada en la revista 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine', contó con la participación de 1.041 adolescentes de entre 13 y 18 años de la ciudad de Guangzhou, ubicada en el sur de China, que no tenían depresión al inicio de la investigación.
Nueve meses después, se diagnosticó trastorno depresivo en 84 de ellos, resultando tener 1,5 veces más riesgo de sufrir depresión los "adictos" a Internet, en comparación con los usuarios moderados, indica el estudio.
La depresión podría ser resultado de una combinación de falta de sueño por estar tantas horas frente al monitor y del estrés provocado por los juegos de competición 'on line', explica Lawrence Lam, psicólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Notre Dame de Sidney (Australia), y co-autor del estudio junto a Zi-wen Peng, de la Universidad Sun Yat-Sen.
"La gente que pasa tanto tiempo en Internet pierde horas de sueño y es un hecho demostrado que cuanto menos se duerme, más alto es el riesgo de desarrollar depresión", indica Lam. Además, subraya, estas personas se presentan como pacientes "realmente problemáticos que muestran las señales y síntomas propias de los comportamientos adictivos".
"No pueden alejar sus mentes de Internet, se sienten agitados si no vuelven a conectarse tras un corto período de tiempo y para revisar páginas compulsivamente o jugar 'on line'", comenta este experto. Estudios previos han señalado a la depresión como un posible factor causal para desarrollar adicción a Internet, mientras que otras investigaciones han establecido un vínculo entre ambos sin señalar claramente cuál era la causa y cuál el resultado.
En este sentido, los resultados del estudio realizado entre adolescentes chinos "sugieren que la gente joven que inicialmente está libre de problemas de salud mental podría desarrollar depresión como consecuencia de un uso patológico de Internet", explica el psicólogo australiano.
Fuente: COPE.es
La investigación, publicada en la revista 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine', contó con la participación de 1.041 adolescentes de entre 13 y 18 años de la ciudad de Guangzhou, ubicada en el sur de China, que no tenían depresión al inicio de la investigación.
Nueve meses después, se diagnosticó trastorno depresivo en 84 de ellos, resultando tener 1,5 veces más riesgo de sufrir depresión los "adictos" a Internet, en comparación con los usuarios moderados, indica el estudio.
La depresión podría ser resultado de una combinación de falta de sueño por estar tantas horas frente al monitor y del estrés provocado por los juegos de competición 'on line', explica Lawrence Lam, psicólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Notre Dame de Sidney (Australia), y co-autor del estudio junto a Zi-wen Peng, de la Universidad Sun Yat-Sen.
"La gente que pasa tanto tiempo en Internet pierde horas de sueño y es un hecho demostrado que cuanto menos se duerme, más alto es el riesgo de desarrollar depresión", indica Lam. Además, subraya, estas personas se presentan como pacientes "realmente problemáticos que muestran las señales y síntomas propias de los comportamientos adictivos".
"No pueden alejar sus mentes de Internet, se sienten agitados si no vuelven a conectarse tras un corto período de tiempo y para revisar páginas compulsivamente o jugar 'on line'", comenta este experto. Estudios previos han señalado a la depresión como un posible factor causal para desarrollar adicción a Internet, mientras que otras investigaciones han establecido un vínculo entre ambos sin señalar claramente cuál era la causa y cuál el resultado.
En este sentido, los resultados del estudio realizado entre adolescentes chinos "sugieren que la gente joven que inicialmente está libre de problemas de salud mental podría desarrollar depresión como consecuencia de un uso patológico de Internet", explica el psicólogo australiano.
Fuente: COPE.es
lunes, 26 de julio de 2010
El peligroso mundo de las sectas crece con la crisis
De un tiempo a esta parte, el número de afectados por las sectas ha aumentado considerablemente en nuestro país. La crisis ha favorecido el reclutamiento de adeptos, cuyo perfil también ha cambiado. Los grupos sectarios aprovechan la debilidad de los inmigrantes sin trabajo, así como de los jóvenes mileuristas que se tambalean entre contratos basura y las listas del paro.
Los reporteros de 'Investigación al Descubierto' se han infiltrado en varios grupos sectarios, entre ellos, los que ahora proliferan como la pólvora, las sectas empresariales. En ellas, han podido comprobar las tácticas que utilizan, viviendo en sus propias carnes la explotación laboral y mental que puede sentir una víctima de una secta.
Pero además de estos novedosos grupos, los periodistas de Veo7 han asistido a ceremonias y hablado con líderes de sectas ya arraigadas en nuestro país. Por ejemplo, 'Las Doce Tribus', en la cual los niños no reciben escolarización y son educados con libros creados por los propios miembros de la secta. Tampoco las mujeres salen bien paradas. A las féminas pertenecientes a 'Las Doce Tribus' no se les permite vestir con prendas que realcen su figura ni descuidar a los varones del grupo.
Además de las infiltraciones con cámara oculta, el reportaje queda aderezado con testimonios de víctimas, psicólogos, abogados y expertos sobre el funcionamiento actual de las sectas en España.
Fuente: elmundo.es
Los reporteros de 'Investigación al Descubierto' se han infiltrado en varios grupos sectarios, entre ellos, los que ahora proliferan como la pólvora, las sectas empresariales. En ellas, han podido comprobar las tácticas que utilizan, viviendo en sus propias carnes la explotación laboral y mental que puede sentir una víctima de una secta.
Pero además de estos novedosos grupos, los periodistas de Veo7 han asistido a ceremonias y hablado con líderes de sectas ya arraigadas en nuestro país. Por ejemplo, 'Las Doce Tribus', en la cual los niños no reciben escolarización y son educados con libros creados por los propios miembros de la secta. Tampoco las mujeres salen bien paradas. A las féminas pertenecientes a 'Las Doce Tribus' no se les permite vestir con prendas que realcen su figura ni descuidar a los varones del grupo.
Además de las infiltraciones con cámara oculta, el reportaje queda aderezado con testimonios de víctimas, psicólogos, abogados y expertos sobre el funcionamiento actual de las sectas en España.
Fuente: elmundo.es
El Hospital de Bellvitge atiende cada año 400 nuevos casos de Ludopatía
L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), 14 jul (EFE).- La Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge atiende cada año 400 nuevos casos de adictos al juego, un 3,5% de los cuales son personas que presentan adicción a las nuevas tecnologías.
Esta unidad, única especializada de España, ha elaborado un estudio sobre el perfil psicopatológico y de personalidad de los adictos a las nuevas tecnologías, como por ejemplo videojuegos en línea, Internet, apuestas en línea o teléfonos móviles.
El estudio compara el perfil de 962 jugadores patológicos de máquinas tragaperras con el de 100 adictos a las nuevas tecnologías.
Los adictos a las nuevas tecnologías presentan unos rasgos comunes con el resto de adicciones como una baja autoestima, un sentimiento de frustración o tristeza.
La responsable de la Unidad de Juego Patológico de Bellvitge, Susana Jiménez, ha destacado también "la impulsividad con la que se mueven los adictos a apuestas en línea de casinos o de competiciones deportivas".
Los síntomas de estas personas son similares a otros adictos: "dedican cada vez más tiempo a su adicción, desatienden obligaciones familiares y laborales y su vida en general se ve afectada. A pesar de todo mantienen su conducta", ha agregado Jiménez.
Las personas adictas a las nuevas tecnologías llegan a la consulta de los especialistas empujados por sus familiares.
"No creen que tengan un problema, piensan que su conducta es similar a la de otras personas de su entorno y eso complica mucho más que el tratamiento se pueda finalizar con éxito", según la responsable de la unidad.EFE 1010186
Fuente: ABC.es
Esta unidad, única especializada de España, ha elaborado un estudio sobre el perfil psicopatológico y de personalidad de los adictos a las nuevas tecnologías, como por ejemplo videojuegos en línea, Internet, apuestas en línea o teléfonos móviles.
El estudio compara el perfil de 962 jugadores patológicos de máquinas tragaperras con el de 100 adictos a las nuevas tecnologías.
Los adictos a las nuevas tecnologías presentan unos rasgos comunes con el resto de adicciones como una baja autoestima, un sentimiento de frustración o tristeza.
La responsable de la Unidad de Juego Patológico de Bellvitge, Susana Jiménez, ha destacado también "la impulsividad con la que se mueven los adictos a apuestas en línea de casinos o de competiciones deportivas".
Los síntomas de estas personas son similares a otros adictos: "dedican cada vez más tiempo a su adicción, desatienden obligaciones familiares y laborales y su vida en general se ve afectada. A pesar de todo mantienen su conducta", ha agregado Jiménez.
Las personas adictas a las nuevas tecnologías llegan a la consulta de los especialistas empujados por sus familiares.
"No creen que tengan un problema, piensan que su conducta es similar a la de otras personas de su entorno y eso complica mucho más que el tratamiento se pueda finalizar con éxito", según la responsable de la unidad.EFE 1010186
Fuente: ABC.es
No sin mi iPad
No hay crisis que valga: cuando queremos la última innovación tecnológica nos lanzamos a por ella cueste lo que cueste. A veces puede ser un problema psicológico.
Comprar la experiencia
¿Somos unos derrochadores tecnológicos o de verdad nos lo podemos permitir? Para Pablo Balaguer de la Riva, psicólogo del Colegio Oficial de Las Palmas, «compras la experiencia que te venden». Según Balaguer, esta experiencia es el deseo de «ir a la moda», aunque ello implique comprar inconscientemente y sin necesidad. Ese anhelo de estar a la última siempre puede derivar en algo muy peligroso: la compra compulsiva. Según Balaguer, «a la larga se produciría un efecto contraproducente: arruinarse por llegar a la exclusividad», por diferenciarse del resto con la última innovación hecha carcasa y cables.
Balaguer apunta otro problema que tiene este consumo de tecnología y que es la capacidad de adicción. El querer conseguir la satisfaccción antes citada puede derivar en un uso excesivo del producto, un enganchamiento perpetuo y otras adicciones como (cita Balaguer) la sexual o a determinados temas o páginas web. Y si la situación no fuera lo suficientemente grave, el círculo de amigos y familiares alrededor de la persona afectada puede verse seriamente dañado. Así, en algunos casos ya no es sólo una cuestión de dinero que las compras pasen a mayores.
Más allá de las siempre preocupantes adicciones, lo que sí está claro es que éste es un momento o para ahorrar o para gastar en algo que nos permita ahorrar en el futuro, como los electrodomésticos de alta eficiencia. Quienes no puedan, tendrán que esperar tiempos mejores en los que, quién sabe, igual habrán bajado los precios.
Fuente: ABC.es
Comprar la experiencia
¿Somos unos derrochadores tecnológicos o de verdad nos lo podemos permitir? Para Pablo Balaguer de la Riva, psicólogo del Colegio Oficial de Las Palmas, «compras la experiencia que te venden». Según Balaguer, esta experiencia es el deseo de «ir a la moda», aunque ello implique comprar inconscientemente y sin necesidad. Ese anhelo de estar a la última siempre puede derivar en algo muy peligroso: la compra compulsiva. Según Balaguer, «a la larga se produciría un efecto contraproducente: arruinarse por llegar a la exclusividad», por diferenciarse del resto con la última innovación hecha carcasa y cables.
Balaguer apunta otro problema que tiene este consumo de tecnología y que es la capacidad de adicción. El querer conseguir la satisfaccción antes citada puede derivar en un uso excesivo del producto, un enganchamiento perpetuo y otras adicciones como (cita Balaguer) la sexual o a determinados temas o páginas web. Y si la situación no fuera lo suficientemente grave, el círculo de amigos y familiares alrededor de la persona afectada puede verse seriamente dañado. Así, en algunos casos ya no es sólo una cuestión de dinero que las compras pasen a mayores.
Más allá de las siempre preocupantes adicciones, lo que sí está claro es que éste es un momento o para ahorrar o para gastar en algo que nos permita ahorrar en el futuro, como los electrodomésticos de alta eficiencia. Quienes no puedan, tendrán que esperar tiempos mejores en los que, quién sabe, igual habrán bajado los precios.
Fuente: ABC.es
domingo, 18 de julio de 2010
Una red social para el trastorno bipolar
A través de la web PuedoSer.es expertos y afectados confluyen para resolver dudas, compartir experiencias y poner en común las dificultades de una patología que estigmatiza a quienes la sufren y mina su calidad de vida.
Sufren cambios constantes de su estado de ánimo. Los afectados por el trastorno bipolar viven como en una montaña rusa que alterna entre los estados de euforia y las depresiones. Muchos se esconden de la sociedad, debido a las trabas que pone en su vida. Por eso, en muchos casos las relaciones a través de la red parecen su única salida. Sin embargo, buscar información y consuelo médico en internet no es sencillo, y por ello, desde la plataforma Vi.vu –portal médico–, han creado una comunidad para los afectados.
Desde la web PuedoSer.es los pacientes con esta alteración mental pueden encontrar ayuda. «La red en sí misma no tiene finalidad ni probablemente efecto terapéutico directo, pero proporciona acceso a información de calidad e interacción rápida entre pacientes y pacientes, entre pacientes y profesionales, y entre profesionales entre sí. Por tanto, presta un servicio en aspectos como información, divulgación, accesibilidad y desestigmatización que, sin constituir una terapia, son elementos importantes del proceso terapéutico», explica Eduard Vieta, coordinador científico y director del Programa de Trastornos Bipolares del Hospital Clínic de Barcelona e Investigador Principal de Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).
Fiable
Aunque la red social es abierta, un equipo técnico comprueba que los doctores que en ella participan (libre y voluntariamente) efectivamente son psiquiatras, aportando confianza al usuario y transparencia en el diálogo, además de garantizar una calidad en la interacción. Sin embargo, los usuarios pueden participar de manera anónima, ya que las enfermedades mentales tienen un cierto estigma y el anonimato puede hacerles sentir más cómodos a la hora de interactuar.
Entre algunas de las cuestiones que plantean los usuarios se hayan: ¿Qué hacer con el manejo del dinero? ¿Qué pasará cuando nazca mi hijo si mi marido sufre el trastorno? O, incluso, llegan a preguntarse si lo han hecho todo «a pies juntillas», qué pueden esperar del futuro.
Santiago Sotoca, responsable de Comunidad de Vi.vu, y uno de los desarrolladores del proyecto, explica que «el objetivo de PuedoSer es la creación de un espacio en internet con información de calidad sobre Trastorno Bipolar. Esta información “fiable” es generada a través de las respuestas de los profesionales a las preguntas de los usuarios».
Un ejemplo lo encontramos en el médico Francesco Panicali, que participa como experto en PuedoSer, explica que «los usuarios a través de la invisibilidad del medio pueden explicar muchas cosas del trastorno en general. Evito hacer “terapia”, me limito a informar y a expresar la opinión de una persona que se sienta al “otro lado de la mesa”. Para mí es una manera de que los usuarios se acerquen al mundo de la psiquiatría, sin que le tengan miedo, sin que vean al psiquiatra como inalcanzable y a la vez es una manera de conocer aspectos diferentes, miedos, curiosidades de las personas que padecen el trastorno».
Utilidad
Sotoroca subraya la posibilidad real de una segunda opinión, a que apunta a que cualquiera de los más de 350 especialistas registrados pueden ayudar a los pacientes que hagan lo propio. Además, Panicali añade que «quien escribe en el foro de puedoser.es es una persona dispuesta a confrontarse a abrirse a hablar de sí misma, de su trastorno y de sus implicaciones».
En este sentido, cabe añadir la utilidad de la web para ayudar a vigilar los brotes más agudos de la enfermedad en algunos de los usuarios registrados, ya que el investigador del Cibersam asegura que «ya se ha dado algún caso en que un paciente ha expuesto síntomas incipientes de recaída en la web y se le ha recomendado acudir a su médico de inmediato, logrando abortar una recaída más que segura».
Ayuda médica de calidad
Este proyecto se ha ideado mediante el modelo psicoeducativo de psiquiatría. Según esta modalidad de terapia, el enfermo de trastorno bipolar adopta un papel activo en el tratamiento de su enfermedad, y comienza a ser el primer interesado en llevarla con normalidad. Con la supervisión del médico y la ayuda de su entorno, el enfermo es quien asume la responsabilidad de su terapia, lo que incluye la búsqueda y contraste de la información y la toma de ciertas decisiones.
Leer la opinión de distintos especialistas sobre una misma situación, contrastar fuentes, hacer preguntas, permite que el enfermo despeje dudas.
Además, el modelo interactivo les ayuda a verse reflejados en casos similares e interactuar con otros usuarios y doctores, superando así poco a poco las barreras de la enfermedad, ya sean comunicativas o incluso laborales.
De interés para
los enfermos:
PuedoSer
Web: www.puedoser.es
Fundación Mundo Bipolar
Web: www.mundobipolar.org
Red de Usuarios de Salud Mental
Web: http://usuariosdesaludmental.blogspot.com/
Fuente: LARAZON.es
Sufren cambios constantes de su estado de ánimo. Los afectados por el trastorno bipolar viven como en una montaña rusa que alterna entre los estados de euforia y las depresiones. Muchos se esconden de la sociedad, debido a las trabas que pone en su vida. Por eso, en muchos casos las relaciones a través de la red parecen su única salida. Sin embargo, buscar información y consuelo médico en internet no es sencillo, y por ello, desde la plataforma Vi.vu –portal médico–, han creado una comunidad para los afectados.
Desde la web PuedoSer.es los pacientes con esta alteración mental pueden encontrar ayuda. «La red en sí misma no tiene finalidad ni probablemente efecto terapéutico directo, pero proporciona acceso a información de calidad e interacción rápida entre pacientes y pacientes, entre pacientes y profesionales, y entre profesionales entre sí. Por tanto, presta un servicio en aspectos como información, divulgación, accesibilidad y desestigmatización que, sin constituir una terapia, son elementos importantes del proceso terapéutico», explica Eduard Vieta, coordinador científico y director del Programa de Trastornos Bipolares del Hospital Clínic de Barcelona e Investigador Principal de Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).
Fiable
Aunque la red social es abierta, un equipo técnico comprueba que los doctores que en ella participan (libre y voluntariamente) efectivamente son psiquiatras, aportando confianza al usuario y transparencia en el diálogo, además de garantizar una calidad en la interacción. Sin embargo, los usuarios pueden participar de manera anónima, ya que las enfermedades mentales tienen un cierto estigma y el anonimato puede hacerles sentir más cómodos a la hora de interactuar.
Entre algunas de las cuestiones que plantean los usuarios se hayan: ¿Qué hacer con el manejo del dinero? ¿Qué pasará cuando nazca mi hijo si mi marido sufre el trastorno? O, incluso, llegan a preguntarse si lo han hecho todo «a pies juntillas», qué pueden esperar del futuro.
Santiago Sotoca, responsable de Comunidad de Vi.vu, y uno de los desarrolladores del proyecto, explica que «el objetivo de PuedoSer es la creación de un espacio en internet con información de calidad sobre Trastorno Bipolar. Esta información “fiable” es generada a través de las respuestas de los profesionales a las preguntas de los usuarios».
Un ejemplo lo encontramos en el médico Francesco Panicali, que participa como experto en PuedoSer, explica que «los usuarios a través de la invisibilidad del medio pueden explicar muchas cosas del trastorno en general. Evito hacer “terapia”, me limito a informar y a expresar la opinión de una persona que se sienta al “otro lado de la mesa”. Para mí es una manera de que los usuarios se acerquen al mundo de la psiquiatría, sin que le tengan miedo, sin que vean al psiquiatra como inalcanzable y a la vez es una manera de conocer aspectos diferentes, miedos, curiosidades de las personas que padecen el trastorno».
Utilidad
Sotoroca subraya la posibilidad real de una segunda opinión, a que apunta a que cualquiera de los más de 350 especialistas registrados pueden ayudar a los pacientes que hagan lo propio. Además, Panicali añade que «quien escribe en el foro de puedoser.es es una persona dispuesta a confrontarse a abrirse a hablar de sí misma, de su trastorno y de sus implicaciones».
En este sentido, cabe añadir la utilidad de la web para ayudar a vigilar los brotes más agudos de la enfermedad en algunos de los usuarios registrados, ya que el investigador del Cibersam asegura que «ya se ha dado algún caso en que un paciente ha expuesto síntomas incipientes de recaída en la web y se le ha recomendado acudir a su médico de inmediato, logrando abortar una recaída más que segura».
Ayuda médica de calidad
Este proyecto se ha ideado mediante el modelo psicoeducativo de psiquiatría. Según esta modalidad de terapia, el enfermo de trastorno bipolar adopta un papel activo en el tratamiento de su enfermedad, y comienza a ser el primer interesado en llevarla con normalidad. Con la supervisión del médico y la ayuda de su entorno, el enfermo es quien asume la responsabilidad de su terapia, lo que incluye la búsqueda y contraste de la información y la toma de ciertas decisiones.
Leer la opinión de distintos especialistas sobre una misma situación, contrastar fuentes, hacer preguntas, permite que el enfermo despeje dudas.
Además, el modelo interactivo les ayuda a verse reflejados en casos similares e interactuar con otros usuarios y doctores, superando así poco a poco las barreras de la enfermedad, ya sean comunicativas o incluso laborales.
De interés para
los enfermos:
PuedoSer
Web: www.puedoser.es
Fundación Mundo Bipolar
Web: www.mundobipolar.org
Red de Usuarios de Salud Mental
Web: http://usuariosdesaludmental.blogspot.com/
Fuente: LARAZON.es
Uno por ciento esquizofrenia - arte y locura
sábado, 17 de julio de 2010
¿Por qué vemos tanto la tele?
No se trata de demonizar el entretenimiento, el trabajo o la diversión, sino de analizar para qué los utilizamos. Si se trata de un medio de escapar de nosotros mismos, es el momento de salir del círculo vicioso.
No importa si vivimos solos o acompañados de nuestra pareja e hijos. Una vez en casa, cansados físicamente y agotados mentalmente, solemos desplomarnos en el sofá. Y justo en ese preciso instante, después de un día marcado por la obligación de hacer y el deseo de tener, nos encontramos irremediablemente con nuestro ser. Es sin duda el verbo más importante de nuestra vida, pero también al que prestamos menos atención. De ahí que sentados en el sillón, solos, en silencio y sin hacer nada, nos invada una incómoda sensación. Es como un runrún que empieza a vibrar con fuerza en nuestro interior, una experiencia conocida como “vacío existencial”.
Lo paradójico es que al empezar a conectar con nosotros mismos, con lo que sentimos en nuestro interior, solemos encender la televisión de forma mecánica con la intención de evadirnos de esa molesta y desagradable sensación. Es un acto sutil, totalmente inconsciente. Y lo cierto es que después de tantos años siguiendo este mismo ritual, huir de nosotros mismos termina por convertirse en una rutina. Lo hacemos por una simple cuestión de comodidad e inercia.
De hecho, según los informes que realiza Corporación Multimedia, los españoles nos pasamos una media de casi cuatro horas al día delante de la caja tonta. Se estima que nos tragamos al menos una hora de anuncios publicitarios y otra haciendo zapping.
Y eso no es todo. Según un estudio de la Asociación Europea de Publicidad Interactiva, la actividad de navegar por Internet ya supera en número de horas a la semana a la de ver la tele. Visto con perspectiva, nuestro tiempo de ocio empieza a tener un denominador común: estar sentados, narcotizándonos delante de una pantalla. De ahí que algunos sociólogos constaten que hemos entrado en una nueva era con un nuevo tipo de ser humano: el homo evasivus. Es decir, “el hombre que se evade de sí mismo”.
Llegados a este punto, los psicólogos y coachs contemporáneos proponen una serie de preguntas para averiguar qué hay detrás de nuestra adicción a escapar de nuestro mundo interior: “¿Cuánto tiempo dedicamos cada día a estar realmente con nosotros mismos sin evadirnos? ¿Qué necesidad tenemos de entretenernos? ¿Qué sentimos cuando estamos a solas, en silencio y sin nada con lo que distraernos? Y en definitiva: ¿somos conscientes de que huir de nosotros mismos no es la solución, sino el problema?
¿Por qué hacemos lo que hacemos?
“El aburrimiento es un síntoma inequívoco de que no estás a gusto contigo mismo” (Erich Fromm)
Resulta incómodo cuestionar nuestro estilo de vida. Pero tarde o temprano no nos va a quedar más remedio que pararnos y ver qué ocurre en nuestro interior. Y este ejercicio de honestidad, humildad y coraje es el principio de la verdadera crisis existencial, que no es más que asumir la responsabilidad y el compromiso de resolvernos a nosotros mismos.
Al estudiar la etimología de las palabras, nos damos cuenta de que en este caso el problema es también la solución. El término malestar, por ejemplo, está compuesto por el adjetivo mal y el verbo estar y básicamente significa “estar mal”. Un sinónimo contemporáneo, totalmente aceptado por la sociedad, es el aburrimiento. Procede del latín abhorrere, que quiere decir “tener horror”. Es decir, que cuando afirmamos estar aburridos, en el fondo estamos diciendo que sentimos horror dentro de nosotros. De ahí que para escapar nos orientemos hacia la diversión. Lo cierto es que este sustantivo, que viene del verbo latino divertere, significa “apartarse, alejarse, desviarse de algo penoso o pesado”. Recapitulando, sólo cuando estamos mal experimentamos horror en nuestro interior, lo que nos lleva a apartarnos y alejarnos de nosotros mismos, buscando distracciones de todo tipo en el exterior.
La filosofía del autoengaño
“No hay peor ciego que el que no quiere ver” (proverbio chino)
Se cuenta que el emperador romano Alejandro Magno, de camino hacia India, fue a visitar al filósofo griego Diógenes de Sínope. Era una mañana de invierno, soplaba el viento y Diógenes descansaba a la orilla de un río, sobre la arena, tomando el sol desnudo. Nada más verlo, Alejandro Magno quedó fascinado por la energía y la paz que desprendía su presencia. “Señor, por todas partes me cuentan que es usted un gran sabio”, afirmó el emperador. “Me gustaría hacer algo por usted. Dígame lo que desea y se lo daré”. Sin apenas inmutarse, Diógenes le contestó, con voz tranquila y serena: “Muévete un poco, que me estás tapando el sol. No necesito nada más”.
Su respuesta le dejó impresionado. Tras unos segundos de silencio, el filósofo le preguntó: “¿Adónde vas, Alejandro?”. “Y sobre todo, ¿para qué?”. Seguro de sí mismo, el emperador le contestó: “Voy a India a conquistar el mundo entero”. Diógenes le miró a los ojos y le hizo una nueva pregunta: “Y después, ¿qué vas a hacer?”. Alejandro Magno se lo pensó un buen rato y finalmente afirmó: “Después descansaré, viviré tranquilo y seré feliz”.
Diógenes se echó a reír. “Estás loco”, le espetó. “Yo estoy descansando ahora. No he conquistado el mundo y no veo qué necesidad hay de hacerlo. Si al final lo que quieres es descansar, vivir tranquilo y ser feliz, ¿por qué no lo haces ahora? Y te digo más: si lo sigues posponiendo, nunca lo harás. Morirás. Todo el mundo muere en el camino, pero son muy pocos los que realmente viven”.
Desenchufarse para conectarse
“El vacío existencial no se llena, sino que se trasciende por medio de la aceptación” (Viktor Frankl)
No se trata de demonizar el trabajo, el consumo y la diversión. Pero sí de reflexionar acerca de si son medios para escapar de nuestro malestar, o fines en sí mismos con los que disfrutar de todo cuanto nos ofrece la vida. Y es que podemos ver la tele o navegar por Internet para matar el tiempo, o bien podemos hacerlo como resultado de una elección consciente. La clave para saber desde dónde tomamos la decisión se encuentra en lo que nos mueve a hacerlo.
El primer paso es a menudo el más difícil. Consiste en salirnos de la rueda para dedicar tiempo y espacio para estar con nosotros mismos. Porque es en el silencio y en la inactividad donde reconectamos con lo que somos. Y dado que llevamos tantos años escapando de nuestro dolor, insatisfacción y malestar, esto es precisamente lo primero con lo que nos encontramos. Forma parte del proceso de autoconocimiento. Es la cortina de humo que nos separa de nuestro verdadero bienestar.
Para salir de este círculo vicioso hemos de adueñarnos de nuestro diálogo interno. Así, podemos contrarrestar nuestra inercia mental con nuevas preguntas: “¿Quiénes somos? ¿Cómo nos sentimos? ¿Qué le falta a este momento para sentirnos felices?”.
A menos que aprendamos a estar bien con nosotros mismos, seguiremos sintiendo el impulso mecánico de alejarnos de nuestro mundo interno, orientándonos obsesivamente a la actividad constante y el consumo desbocado. Así, la finalidad del crecimiento personal es recuperar nuestro autogobierno interno, que suele dar como fruto un bienestar duradero. Es entonces cuando se nos revelan dos verdades inmutables: que nosotros somos lo que andamos buscando y que no hay mayor fuente de dicha que vivir el momento presente, en un íntimo contacto con la realidad.
Fuente: ELPAIS.com
No importa si vivimos solos o acompañados de nuestra pareja e hijos. Una vez en casa, cansados físicamente y agotados mentalmente, solemos desplomarnos en el sofá. Y justo en ese preciso instante, después de un día marcado por la obligación de hacer y el deseo de tener, nos encontramos irremediablemente con nuestro ser. Es sin duda el verbo más importante de nuestra vida, pero también al que prestamos menos atención. De ahí que sentados en el sillón, solos, en silencio y sin hacer nada, nos invada una incómoda sensación. Es como un runrún que empieza a vibrar con fuerza en nuestro interior, una experiencia conocida como “vacío existencial”.
Lo paradójico es que al empezar a conectar con nosotros mismos, con lo que sentimos en nuestro interior, solemos encender la televisión de forma mecánica con la intención de evadirnos de esa molesta y desagradable sensación. Es un acto sutil, totalmente inconsciente. Y lo cierto es que después de tantos años siguiendo este mismo ritual, huir de nosotros mismos termina por convertirse en una rutina. Lo hacemos por una simple cuestión de comodidad e inercia.
De hecho, según los informes que realiza Corporación Multimedia, los españoles nos pasamos una media de casi cuatro horas al día delante de la caja tonta. Se estima que nos tragamos al menos una hora de anuncios publicitarios y otra haciendo zapping.
Y eso no es todo. Según un estudio de la Asociación Europea de Publicidad Interactiva, la actividad de navegar por Internet ya supera en número de horas a la semana a la de ver la tele. Visto con perspectiva, nuestro tiempo de ocio empieza a tener un denominador común: estar sentados, narcotizándonos delante de una pantalla. De ahí que algunos sociólogos constaten que hemos entrado en una nueva era con un nuevo tipo de ser humano: el homo evasivus. Es decir, “el hombre que se evade de sí mismo”.
Llegados a este punto, los psicólogos y coachs contemporáneos proponen una serie de preguntas para averiguar qué hay detrás de nuestra adicción a escapar de nuestro mundo interior: “¿Cuánto tiempo dedicamos cada día a estar realmente con nosotros mismos sin evadirnos? ¿Qué necesidad tenemos de entretenernos? ¿Qué sentimos cuando estamos a solas, en silencio y sin nada con lo que distraernos? Y en definitiva: ¿somos conscientes de que huir de nosotros mismos no es la solución, sino el problema?
¿Por qué hacemos lo que hacemos?
“El aburrimiento es un síntoma inequívoco de que no estás a gusto contigo mismo” (Erich Fromm)
Resulta incómodo cuestionar nuestro estilo de vida. Pero tarde o temprano no nos va a quedar más remedio que pararnos y ver qué ocurre en nuestro interior. Y este ejercicio de honestidad, humildad y coraje es el principio de la verdadera crisis existencial, que no es más que asumir la responsabilidad y el compromiso de resolvernos a nosotros mismos.
Al estudiar la etimología de las palabras, nos damos cuenta de que en este caso el problema es también la solución. El término malestar, por ejemplo, está compuesto por el adjetivo mal y el verbo estar y básicamente significa “estar mal”. Un sinónimo contemporáneo, totalmente aceptado por la sociedad, es el aburrimiento. Procede del latín abhorrere, que quiere decir “tener horror”. Es decir, que cuando afirmamos estar aburridos, en el fondo estamos diciendo que sentimos horror dentro de nosotros. De ahí que para escapar nos orientemos hacia la diversión. Lo cierto es que este sustantivo, que viene del verbo latino divertere, significa “apartarse, alejarse, desviarse de algo penoso o pesado”. Recapitulando, sólo cuando estamos mal experimentamos horror en nuestro interior, lo que nos lleva a apartarnos y alejarnos de nosotros mismos, buscando distracciones de todo tipo en el exterior.
La filosofía del autoengaño
“No hay peor ciego que el que no quiere ver” (proverbio chino)
Se cuenta que el emperador romano Alejandro Magno, de camino hacia India, fue a visitar al filósofo griego Diógenes de Sínope. Era una mañana de invierno, soplaba el viento y Diógenes descansaba a la orilla de un río, sobre la arena, tomando el sol desnudo. Nada más verlo, Alejandro Magno quedó fascinado por la energía y la paz que desprendía su presencia. “Señor, por todas partes me cuentan que es usted un gran sabio”, afirmó el emperador. “Me gustaría hacer algo por usted. Dígame lo que desea y se lo daré”. Sin apenas inmutarse, Diógenes le contestó, con voz tranquila y serena: “Muévete un poco, que me estás tapando el sol. No necesito nada más”.
Su respuesta le dejó impresionado. Tras unos segundos de silencio, el filósofo le preguntó: “¿Adónde vas, Alejandro?”. “Y sobre todo, ¿para qué?”. Seguro de sí mismo, el emperador le contestó: “Voy a India a conquistar el mundo entero”. Diógenes le miró a los ojos y le hizo una nueva pregunta: “Y después, ¿qué vas a hacer?”. Alejandro Magno se lo pensó un buen rato y finalmente afirmó: “Después descansaré, viviré tranquilo y seré feliz”.
Diógenes se echó a reír. “Estás loco”, le espetó. “Yo estoy descansando ahora. No he conquistado el mundo y no veo qué necesidad hay de hacerlo. Si al final lo que quieres es descansar, vivir tranquilo y ser feliz, ¿por qué no lo haces ahora? Y te digo más: si lo sigues posponiendo, nunca lo harás. Morirás. Todo el mundo muere en el camino, pero son muy pocos los que realmente viven”.
Desenchufarse para conectarse
“El vacío existencial no se llena, sino que se trasciende por medio de la aceptación” (Viktor Frankl)
No se trata de demonizar el trabajo, el consumo y la diversión. Pero sí de reflexionar acerca de si son medios para escapar de nuestro malestar, o fines en sí mismos con los que disfrutar de todo cuanto nos ofrece la vida. Y es que podemos ver la tele o navegar por Internet para matar el tiempo, o bien podemos hacerlo como resultado de una elección consciente. La clave para saber desde dónde tomamos la decisión se encuentra en lo que nos mueve a hacerlo.
El primer paso es a menudo el más difícil. Consiste en salirnos de la rueda para dedicar tiempo y espacio para estar con nosotros mismos. Porque es en el silencio y en la inactividad donde reconectamos con lo que somos. Y dado que llevamos tantos años escapando de nuestro dolor, insatisfacción y malestar, esto es precisamente lo primero con lo que nos encontramos. Forma parte del proceso de autoconocimiento. Es la cortina de humo que nos separa de nuestro verdadero bienestar.
Para salir de este círculo vicioso hemos de adueñarnos de nuestro diálogo interno. Así, podemos contrarrestar nuestra inercia mental con nuevas preguntas: “¿Quiénes somos? ¿Cómo nos sentimos? ¿Qué le falta a este momento para sentirnos felices?”.
A menos que aprendamos a estar bien con nosotros mismos, seguiremos sintiendo el impulso mecánico de alejarnos de nuestro mundo interno, orientándonos obsesivamente a la actividad constante y el consumo desbocado. Así, la finalidad del crecimiento personal es recuperar nuestro autogobierno interno, que suele dar como fruto un bienestar duradero. Es entonces cuando se nos revelan dos verdades inmutables: que nosotros somos lo que andamos buscando y que no hay mayor fuente de dicha que vivir el momento presente, en un íntimo contacto con la realidad.
Fuente: ELPAIS.com
Doctor, soy un adicto a la Bolsa
"Llegué a soñar con la Bolsa. Mi mundo giraba alrededor de ella". Así resume su historia un adicto bursátil ya rehabilitado que prefiere mantener su anonimato. Todo empezó hace 10 años cuando estaba en la universidad. En su familia había tradición inversora y se marcó un objetivo que se transformó en obsesión: incrementar su patrimonio lo más rápido posible. Quería pegar el pelotazo, pero el resultado final fue bien distinto: quemó 30.000 euros y cayó en una espiral ludópata.
"Te das cuenta de que tienes un problema cuando las cantidades que inviertes no se corresponden a tu nivel de vida. Quería parar, pero no podía. Perdía la noción del día a día para centrarme en hacer operaciones sin sentido", explica este ex inversor. Cuando finalizó la universidad y empezó a trabajar, su adicción continuó. Antes de empezar la jornada laboral ya había repasado los periódicos y webs económicas. La llegada a la oficina coincidía con la apertura del mercado. Daba las primeras órdenes, algunas al contado y otras con derivados. Procuraba cerrar todos los movimientos con el toque de campana.
"El número de operaciones que realizaba dependía de la carga de trabajo que tuviese. No llegué a tener problemas laborales, pero los niveles de ansiedad y el nerviosismo que alcanzaba no eran normales. Es una adicción que afecta a tu rendimiento, a tu estado de ánimo y, por supuesto, a tus relaciones personales".
En los últimos años, coincidiendo con el desarrollo tecnológico que permite invertir de forma anónima en tiempo real en cualquier mercado desde cualquier sitio, ya no es extraño ver a personas con trastornos de ludopatía bursátil en los departamentos de psiquiatría de los hospitales.
"Algunos inversores arriesgan mucho dinero, calculando poco los riesgos y buscando ganancias rápidas, así como elevados niveles de excitación. Estas personas juegan exactamente igual que lo harían en un casino o a cualquier otro tipo de juego con apuesta. Su conducta cumple estrictamente los criterios de juego patológico de los manuales diagnósticos de los trastornos mentales", explican desde el Connecticut Council on Problem Gambling, una de las instituciones con mayores conocimientos sobre esta adicción.
En la unidad de juego patológico del servicio de psiquiatría del hospital de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), acaba de empezar su tratamiento un nuevo paciente. Tiene 45 años y es taxista. Le ha costado tomar la decisión, pero finalmente se ha puesto en manos de profesionales gracias al consejo de un buen amigo. "Tengo miedo al fracaso, a arruinarme", confiesa.
Este inversor no sabe aún si la Bolsa es su problema o si es sólo una válvula de escape para huir de otros problemas. "Cuando algo me sale mal, por ejemplo, discuto con mi hija de 18 años, busco algo que me satisfaga. Una de esas salidas es ganar dinero rápido", describe. Su profesión le impide estar continuamente operando, "empleo como mucho un par de horas al día", aunque el hecho de estar todo el día en la calle, "tocando dinero, ya sabe...", le lleva también a caer en otras formas de ludopatía cuando entra en una fase de ansiedad como las apuestas en partidas de cartas o las máquinas tragaperras.
Este paciente asegura que siente pasión por los mercados, "sigo la Bolsa desde que tenía 16 años", y dice tener un plan de inversión que cuando rompe le lleva a entrar en un estado de ludopatía. "Debo aprender a controlarme. Los derivados intento no tocarlos. Cuando lo hago, mi problema se agrava. Si pierdo dinero, no cierro la posición; al contrario, la mantengo y lo único que consigo es agrandar las pérdidas".
No existe una cifra global del número de personas adictas a la Bolsa. Sin embargo, su número aumenta cada año. Como muestra de la magnitud que está adquiriendo este problema, es significativo que la Securities and Exchange Commission (SEC), el supervisor bursátil estadounidense, haya accedido a incluir en su web varios enlaces a páginas especializadas en el tratamiento de esta enfermedad. Y lo ha hecho frente a la frontal oposición de la industria financiera.
El primer caso de patología asociada a la Bolsa que trataron en el hospital de Bellvitge data del año 1996. En los últimos años, el número de pacientes con esta adicción ha aumentado y ya suman 16. Muchos más quizá padecen este problema, pero no lo reconocen. "Es posible que se retrase el diagnóstico porque es una actividad socialmente aceptada y asociada a cierto estatus social", explica Susana Jiménez-Murcia, responsable de la unidad de juego patológico en el centro catalán.
Aunque todavía no hay mucha literatura científica sobre esta patología, sí se puede establecer un perfil aproximado de la persona adicta a la Bolsa. La mayoría son varones y su edad media es de 42 años. El inicio en la inversión con cierta asiduidad es de 36 años y la evolución del trastorno dura tres años. En el juego tradicional, el desarrollo del problema es más lento, ya que tarda hasta siete años en manifestarse. "La Bolsa es mucho más adictiva gracias a la posibilidad de invertir las 24 horas", destaca Jiménez-Murcia. Otra característica de estos pacientes es que cuando deciden ponerse en manos de un profesional para curarse presentan un cuadro de alteración emocional cuyos rasgos son preocupación, ansiedad, tristeza, culpa, baja autoestima y aislamiento. Además, suelen llegar con deudas y un deterioro de sus relaciones laborales y familiares.
"En cuanto a su personalidad, observamos que son personas con una clara necesidad de sensaciones, tienen dificultades para tomar las riendas de su vida y presentan una elevada impulsividad", explica esta psiquiatra.
En la unidad de ludopatía del hospital Ramón y Cajal de Madrid atendieron el primer caso de adicción a la Bolsa hace cinco años. "Hay más afectados de los que nos imaginamos. Muchos adictos no son conscientes de que tienen un problema", señala Ángela Ibáñez, responsable de esta unidad. Tan poco conscientes son de que su actividad de inversión ha derivado en ludopatía que no suelen acudir voluntariamente al hospital. "La punta del iceberg son las consecuencias económicas", apunta Ibáñez. "Cuando acuden, su situación ya es dramática. Hasta el último momento piensan que son presas de una mala racha, pero esa actitud sólo genera deudas. Cuando se dejan de pagar los préstamos, la situación acaba estallando y la familia descubre el agujero económico", añade.
Precisamente es este detonante económico el que hace que en un entorno de recesión como el actual las listas de espera de todas las patologías relacionadas con el juego aumenten. "Antes, muchos pedían cita y luego no acudían a la consulta. Ahora no fallan porque con las estrecheces económicas cualquier gasto extra es detectado mucho antes por su entorno", indica Ibáñez.
Un rasgo propio de la ludopatía bursátil es que muchos pacientes presentan rasgos narcisistas. Se vuelcan en el mercado no sólo para ganar dinero, sino también para demostrar que son más listos que los demás, que ellos sí pueden batir al mercado. "En muchos casos se enganchan a la Bolsa porque tienen la impresión de tener una habilidad especial para lograr el éxito. Eso les lleva a resistirse a asumir las pérdidas; siempre tratan de recuperarlas. La inversión despierta un ego especial. Esta es la razón por la que muchos de los pacientes que tratamos utilizan productos complejos para invertir. Intentan salirse de la corriente", describe Ibáñez.
Entre los casos que ha tratado, esta psiquiatra recuerda por su dramatismo el de un empresario joven de éxito, cuyo negocio marchaba bien y daba empleo a varias familias, y que lo perdió todo por las deudas contraídas para pagar su adicción a la Bolsa. "Los pacientes dicen que acaban perdiendo su dignidad como personas. Algunos acaban teniendo incluso problemas legales".
Hay varias conductas con las que, si un inversor se siente identificado, puede que esté desarrollando un trastorno de ludopatía bursátil. Preocuparse más de lo necesario por buscar diariamente información relacionada con los mercados es uno de estos indicios; también debería hacer saltar las alarmas utilizar la inversión para escapar de estados emocionales. Otro síntoma que debería preocuparnos es percibir que cada vez arriesgamos más con las operaciones o que cuando nuestras apuestas son fallidas, en lugar de cerrar la posición, buscamos nuevas fuentes de financiación. Obviamente, también se traspasa la línea roja entre afición y adicción si mentimos o ponemos en riesgo nuestras relaciones afectivas y profesionales.
Una vez que el inversor reconoce su problema y accede a ponerse en manos de un profesional, ¿cuál es el proceso? "El tratamiento suele ser una terapia de grupo que se complementa, si se necesita, con la prescripción de fármacos para rebajar la ansiedad", describe la doctora Ibáñez.
El riesgo de recaída es similar al de otras conductas adictivas, aunque en el caso del juego es un trastorno que responde bien al tratamiento. "Las probabilidades de reincidencia están en torno al 30%. Es decir, para la mayoría el tratamiento puede ser eficaz. Con conciencia de enfermedad, motivación y apoyo familiar, muchos logran salir", apunta Jiménez-Murcia. A pesar de estos datos, no conviene bajar la guardia. "La presión de las deudas provoca que muchas veces recurras a lo que más conoces, pensando que esta vez va a ser diferente. La memoria suele ser selectiva: nos acordamos de las plusvalías y minimizamos u olvidamos las pérdidas", matiza su colega del Ramón y Cajal.
Sin querer esquivar responsabilidades individuales, psiquiatras y pacientes exigen a las sociedades de Bolsa y a las entidades financieras que refuercen sus controles. Es relativamente sencillo apalancarse varias veces por encima de nuestro patrimonio para invertir, circunstancia que aumenta las posibilidades de beneficios si las cosas van bien, pero también las opciones de perder dinero si la apuesta es fallida. Muchas veces también se comercializan instrumentos de inversión complejos (opciones, futuros, derivados, warrants...) sin tener en cuenta el perfil de riesgo o los conocimientos del cliente. "En las entidades financieras no existe sensibilidad al riesgo que tienen sus clientes de convertirse en adictos a la inversión. Sería bueno que abriesen una unidad de asistencia", critica el paciente ya rehabilitado. -
Fuente: ELPAIS.com
"Te das cuenta de que tienes un problema cuando las cantidades que inviertes no se corresponden a tu nivel de vida. Quería parar, pero no podía. Perdía la noción del día a día para centrarme en hacer operaciones sin sentido", explica este ex inversor. Cuando finalizó la universidad y empezó a trabajar, su adicción continuó. Antes de empezar la jornada laboral ya había repasado los periódicos y webs económicas. La llegada a la oficina coincidía con la apertura del mercado. Daba las primeras órdenes, algunas al contado y otras con derivados. Procuraba cerrar todos los movimientos con el toque de campana.
"El número de operaciones que realizaba dependía de la carga de trabajo que tuviese. No llegué a tener problemas laborales, pero los niveles de ansiedad y el nerviosismo que alcanzaba no eran normales. Es una adicción que afecta a tu rendimiento, a tu estado de ánimo y, por supuesto, a tus relaciones personales".
En los últimos años, coincidiendo con el desarrollo tecnológico que permite invertir de forma anónima en tiempo real en cualquier mercado desde cualquier sitio, ya no es extraño ver a personas con trastornos de ludopatía bursátil en los departamentos de psiquiatría de los hospitales.
"Algunos inversores arriesgan mucho dinero, calculando poco los riesgos y buscando ganancias rápidas, así como elevados niveles de excitación. Estas personas juegan exactamente igual que lo harían en un casino o a cualquier otro tipo de juego con apuesta. Su conducta cumple estrictamente los criterios de juego patológico de los manuales diagnósticos de los trastornos mentales", explican desde el Connecticut Council on Problem Gambling, una de las instituciones con mayores conocimientos sobre esta adicción.
En la unidad de juego patológico del servicio de psiquiatría del hospital de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), acaba de empezar su tratamiento un nuevo paciente. Tiene 45 años y es taxista. Le ha costado tomar la decisión, pero finalmente se ha puesto en manos de profesionales gracias al consejo de un buen amigo. "Tengo miedo al fracaso, a arruinarme", confiesa.
Este inversor no sabe aún si la Bolsa es su problema o si es sólo una válvula de escape para huir de otros problemas. "Cuando algo me sale mal, por ejemplo, discuto con mi hija de 18 años, busco algo que me satisfaga. Una de esas salidas es ganar dinero rápido", describe. Su profesión le impide estar continuamente operando, "empleo como mucho un par de horas al día", aunque el hecho de estar todo el día en la calle, "tocando dinero, ya sabe...", le lleva también a caer en otras formas de ludopatía cuando entra en una fase de ansiedad como las apuestas en partidas de cartas o las máquinas tragaperras.
Este paciente asegura que siente pasión por los mercados, "sigo la Bolsa desde que tenía 16 años", y dice tener un plan de inversión que cuando rompe le lleva a entrar en un estado de ludopatía. "Debo aprender a controlarme. Los derivados intento no tocarlos. Cuando lo hago, mi problema se agrava. Si pierdo dinero, no cierro la posición; al contrario, la mantengo y lo único que consigo es agrandar las pérdidas".
No existe una cifra global del número de personas adictas a la Bolsa. Sin embargo, su número aumenta cada año. Como muestra de la magnitud que está adquiriendo este problema, es significativo que la Securities and Exchange Commission (SEC), el supervisor bursátil estadounidense, haya accedido a incluir en su web varios enlaces a páginas especializadas en el tratamiento de esta enfermedad. Y lo ha hecho frente a la frontal oposición de la industria financiera.
El primer caso de patología asociada a la Bolsa que trataron en el hospital de Bellvitge data del año 1996. En los últimos años, el número de pacientes con esta adicción ha aumentado y ya suman 16. Muchos más quizá padecen este problema, pero no lo reconocen. "Es posible que se retrase el diagnóstico porque es una actividad socialmente aceptada y asociada a cierto estatus social", explica Susana Jiménez-Murcia, responsable de la unidad de juego patológico en el centro catalán.
Aunque todavía no hay mucha literatura científica sobre esta patología, sí se puede establecer un perfil aproximado de la persona adicta a la Bolsa. La mayoría son varones y su edad media es de 42 años. El inicio en la inversión con cierta asiduidad es de 36 años y la evolución del trastorno dura tres años. En el juego tradicional, el desarrollo del problema es más lento, ya que tarda hasta siete años en manifestarse. "La Bolsa es mucho más adictiva gracias a la posibilidad de invertir las 24 horas", destaca Jiménez-Murcia. Otra característica de estos pacientes es que cuando deciden ponerse en manos de un profesional para curarse presentan un cuadro de alteración emocional cuyos rasgos son preocupación, ansiedad, tristeza, culpa, baja autoestima y aislamiento. Además, suelen llegar con deudas y un deterioro de sus relaciones laborales y familiares.
"En cuanto a su personalidad, observamos que son personas con una clara necesidad de sensaciones, tienen dificultades para tomar las riendas de su vida y presentan una elevada impulsividad", explica esta psiquiatra.
En la unidad de ludopatía del hospital Ramón y Cajal de Madrid atendieron el primer caso de adicción a la Bolsa hace cinco años. "Hay más afectados de los que nos imaginamos. Muchos adictos no son conscientes de que tienen un problema", señala Ángela Ibáñez, responsable de esta unidad. Tan poco conscientes son de que su actividad de inversión ha derivado en ludopatía que no suelen acudir voluntariamente al hospital. "La punta del iceberg son las consecuencias económicas", apunta Ibáñez. "Cuando acuden, su situación ya es dramática. Hasta el último momento piensan que son presas de una mala racha, pero esa actitud sólo genera deudas. Cuando se dejan de pagar los préstamos, la situación acaba estallando y la familia descubre el agujero económico", añade.
Precisamente es este detonante económico el que hace que en un entorno de recesión como el actual las listas de espera de todas las patologías relacionadas con el juego aumenten. "Antes, muchos pedían cita y luego no acudían a la consulta. Ahora no fallan porque con las estrecheces económicas cualquier gasto extra es detectado mucho antes por su entorno", indica Ibáñez.
Un rasgo propio de la ludopatía bursátil es que muchos pacientes presentan rasgos narcisistas. Se vuelcan en el mercado no sólo para ganar dinero, sino también para demostrar que son más listos que los demás, que ellos sí pueden batir al mercado. "En muchos casos se enganchan a la Bolsa porque tienen la impresión de tener una habilidad especial para lograr el éxito. Eso les lleva a resistirse a asumir las pérdidas; siempre tratan de recuperarlas. La inversión despierta un ego especial. Esta es la razón por la que muchos de los pacientes que tratamos utilizan productos complejos para invertir. Intentan salirse de la corriente", describe Ibáñez.
Entre los casos que ha tratado, esta psiquiatra recuerda por su dramatismo el de un empresario joven de éxito, cuyo negocio marchaba bien y daba empleo a varias familias, y que lo perdió todo por las deudas contraídas para pagar su adicción a la Bolsa. "Los pacientes dicen que acaban perdiendo su dignidad como personas. Algunos acaban teniendo incluso problemas legales".
Hay varias conductas con las que, si un inversor se siente identificado, puede que esté desarrollando un trastorno de ludopatía bursátil. Preocuparse más de lo necesario por buscar diariamente información relacionada con los mercados es uno de estos indicios; también debería hacer saltar las alarmas utilizar la inversión para escapar de estados emocionales. Otro síntoma que debería preocuparnos es percibir que cada vez arriesgamos más con las operaciones o que cuando nuestras apuestas son fallidas, en lugar de cerrar la posición, buscamos nuevas fuentes de financiación. Obviamente, también se traspasa la línea roja entre afición y adicción si mentimos o ponemos en riesgo nuestras relaciones afectivas y profesionales.
Una vez que el inversor reconoce su problema y accede a ponerse en manos de un profesional, ¿cuál es el proceso? "El tratamiento suele ser una terapia de grupo que se complementa, si se necesita, con la prescripción de fármacos para rebajar la ansiedad", describe la doctora Ibáñez.
El riesgo de recaída es similar al de otras conductas adictivas, aunque en el caso del juego es un trastorno que responde bien al tratamiento. "Las probabilidades de reincidencia están en torno al 30%. Es decir, para la mayoría el tratamiento puede ser eficaz. Con conciencia de enfermedad, motivación y apoyo familiar, muchos logran salir", apunta Jiménez-Murcia. A pesar de estos datos, no conviene bajar la guardia. "La presión de las deudas provoca que muchas veces recurras a lo que más conoces, pensando que esta vez va a ser diferente. La memoria suele ser selectiva: nos acordamos de las plusvalías y minimizamos u olvidamos las pérdidas", matiza su colega del Ramón y Cajal.
Sin querer esquivar responsabilidades individuales, psiquiatras y pacientes exigen a las sociedades de Bolsa y a las entidades financieras que refuercen sus controles. Es relativamente sencillo apalancarse varias veces por encima de nuestro patrimonio para invertir, circunstancia que aumenta las posibilidades de beneficios si las cosas van bien, pero también las opciones de perder dinero si la apuesta es fallida. Muchas veces también se comercializan instrumentos de inversión complejos (opciones, futuros, derivados, warrants...) sin tener en cuenta el perfil de riesgo o los conocimientos del cliente. "En las entidades financieras no existe sensibilidad al riesgo que tienen sus clientes de convertirse en adictos a la inversión. Sería bueno que abriesen una unidad de asistencia", critica el paciente ya rehabilitado. -
Fuente: ELPAIS.com
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