jueves, 22 de diciembre de 2011

Especialistas y afectados advierten contra las redes de venta multinivel


La promesa de libertad financiera es el principal gancho de muchas empresas de venta multinivel, basadas en construir redes de vendedores independientes. Estas personas, aparte de vender un producto, deben reclutar a otras por debajo de ellas, un sistema similar al de las empresas piramidales, que están prohibidas. Las multinivel, sin embargo, son legales.

Mel Solé, profesora de la Facultat d'Economia i Empresa de la Universitat de Barcelona, reconoce que el matiz entre estas y las piramidales «es muy leve». «Su sistema es muy similar: compras el producto, te conviertes en distribuidor, y si encuentras a gente que esté por debajo y participe, los de arriba ganan», explica. La pequeña diferencia entre la red piramidal (ilegal) y la multinivel (legal) está en el origen de los ingresos del vendedor. En la primera, cobra por la entrada de nuevos individuos en la pirámide. En la segunda, además, cobra una comisión por la venta que él hace.

A Jorge, el paso de su expareja por la empresa multinivel 4Life, dedicada a los suplementos alimentarios, le cambió la vida. Ella, enfermera, fue invitada a una reunión hace un año: «Dijo que era una oportunidad de negocio muy buena que le ayudaría a crecer como persona». Firmó el contrato de vendedora el primer día, pero Jorge tardó cinco en enterarse: «Entonces ya empezó a mentir, algo que nunca había hecho». Para ingresar, hubo de comprar un lote de productos y material para la venta, por 470 euros, además de una cuota mensual de 120 euros para productos de consumo propio. «Los productos son una tapadera, da igual si se venden o no; lo que quieren es gente para engrosar la pirámide», sostiene Jorge.

EL PERIÓDICO se infiltró el sábado en una reunión de la firma 4Life convocada en un céntrico y lujoso hotel de Barcelona. La mayoría de los asistentes eran inmigrantes. "Esta oportunidad cambiará su vida", alertó la presentadora del acto. Un gran cartel con la leyenda "Empresarios del siglo XXI" daba la bienvenida. Una mujer con acento suramericano explica que ella ha invertido 170 euros (no podía dar más) y pertenece a una denominada red de mercadeo. "Tu tienes suerte porque eres de aquí y puedes invitar a mucha gente. Yo estoy sola y es más difícil", detalla. El objetivo es: invitar a esa especie de asambleas entusiastas, amenizadas con fervorosos aplausos, para que los amigos y conocidos entren en esa trama piramidal y se conviertan en seudofaraones. Cuanto más súbditos se tengan, más dinero para uno. Y más ventas para la empresa.

Fueste:elperiodico.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario