domingo, 12 de junio de 2011

Expertos de todo el mundo reclaman más medios contra el trastorno obsesivo.


La catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia Amparo Belloch considera que "hay que tomar más en serio el trastorno obsesivo y dedicar medios públicos de calidad para atender a las personas con problemas de salud mental".

Belloch ha participado durante tres días con otros psicólogos y psiquiatras de una decena de países de todo el mundo en un encuentro sobre los síntomas obsesivo--compulsivos celebrado en la UNED. La psicóloga aconsejó en la clausura "a las personas que tengan este trastorno que no se asusten, que no sientan miedo ni vergüenza, que no son culpables de lo que les pasa".

Belloch explicó que "es una enfermedad, pero quien la sufre no está loca, sabe que no es normal lo que hace pero sigue con su vida". Son personas que, por ejemplo, necesitan lavarse las manos cada vez que tocan algo, comprobar puertas y ventanas una y otra vez antes de salir, tardan más de tres horas en vestirse... Sus síntomas se confunden con las manías, aunque el trastorno se produce cuando esas aparentes manías les roban demasiado tiempo y "causan sufrimiento".

Son "los más graves e incapacitantes trastornos de ansiedad", dijo, cada vez más frecuentes --los sufren entre el 1,5 y el 3% de la población--. Llevan aparejados otros trastornos, abarcan muchos aspectos de la vida y tienen consecuencias negativas, ya que el 70% de los enfermos tienen depresión. Además, "piden ayuda cuando no pueden más" e incluso tienen deseos de agredir.
En el 2007 nació en Barcelona un grupo internacional de investigación para estudiar este trastorno y hallar "instrumentos de evaluación que detecten su presencia y sean útiles" en todo el mundo para descubrirlo y aplicar un tratamiento --psicológico y farmacológico-- cuanto antes. El resultado se ha expuesto en Córdoba.

Entre las conclusiones, Belloch destacó que el trastorno "se da igual en todas las partes del mundo y que la entrevista usada lo detecta con precisión". Además, "su impacto es distinto según el país, el tipo de trastorno y el género". En este sentido, dijo que "la obsesión por la limpieza es más frecuente en mujeres de todos los países, pero más en las del Mediterráneo, aunque el problema es mayor cuando la padece un hombre". Además, "lo que diferencia una obsesión de una manía no es el contenido, sino cómo interpreta el contenido quien la sufre y qué hace". Por ejemplo, una persona maniática no llega tarde a trabajar por ordenar su casa --la deja para después--. La obsesiva sí, porque piensa que si no lo hace ocurrirá una desgracia. Su consejo es pedir "ayuda profesional e ir a una unidad de Salud Mental". Con tratamiento, la tasa de curación es del 60% y muchos casos se curan si se detectan pronto.

Fuente: psiquiatria.com

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