lunes, 13 de agosto de 2012

La crisis provoca que las personas con problemas con el alcohol y drogas estén más desequilibradas

La crisis económica y social en la que se encuentra inmersa España desde hace unos años está afectando a las personas que tienen problemas con el alcohol y las drogas, provocando que estén "más desequilibradas" y tengan un mayor número de recaídas.

Así lo ha asegurado a Europa Press el tesorero de la Socidrogalcohol, asesor de la Federación de Alcohólicos de España y médico de una unidad de consultas aditivas, Francisco Pascual, quien ha recalcado que las situaciones dramáticas de estas personas se han visto agudizadas como consecuencia de la falta de recursos.

Y es que, el trabajo y la economía familiar son aspectos "fundamentales" para todas las personas y, especialmente, para aquellas que tienen o han tenido dificultades con el consumo abusivo de alcohol y de drogas.

Además, este problema, según ha comentado el experto, se está viendo agravado aún más por los recortes que están realizando las administraciones públicas y que provocan que estos colectivos tengan cada vez "menos salidas, menos recursos, menos centros y menos comunidades terapéuticas".

"Los recursos destinados van en decadencia y tenemos a mucha gente en la calle sin poder acceder a ningún tipo de ayudas de reinserción sociolaboral. Esto les incita un poco a la desesperación y supone un factor de riesgo para volver a incidir otra vez en los consumos", ha explicado Pascual, para informar de que ha habido un aumento de la delincuencia, especialmente de robos, de las personas adictas a estas sustancias.

Por tanto, el hecho de no ver una salida económica a la situación personal y familiar es uno de las mayores dificultades que tienen estas personas que en lugar de eludir este consumo lo suelen acentuar como, por ejemplo, en el caso de las personas mayores habituales consumidoras de alcohol --especialmente de más de 40 años-- que siguen ingiriendo esta sustancia aunque de una "peor calidad".

EL CONSUMO DEL ALCOHOL Y LAS DROGAS ENTRE LOS JÓVENES

Ahora bien, los problemas con el alcohol no sólo afectan a los mayores sino que los jóvenes están teniendo cada vez más dificultades con este consumo. En concreto, según un estudio realizado por Proyecto Hombre, el 56,67 por ciento de los adolescentes que acudieron a lo largo del año 2011 a solicitar ayuda reconocieron tener consumos problemáticos con el alcohol.

Además, los responsables de esta asociación han asegurado que este consumo deja de asociarse a jóvenes marginales, con problemas sociales, laborales o familiares, ya que el 75,2 por ciento mantiene una vida activa, de los cuales el 64,2 por ciento son estudiantes.

Asimismo, si se compara con los datos del año 2010, se observa una disminución del porcentaje de jóvenes atendido que están sin ocupación, pasando de representar el 24,8 por ciento a un 19,5 por ciento.

"Mientras que a las personas mayores se ha visto un aumento ligero en sus consumos, los jóvenes siguen teniendo el mismo", ha comentado el miembro de Socidrogalcohol, para avisar de que, otro de los principales problemas que se están observando es el consumo de cocaína y de cannabis.

"Últimamente ha habido una falta de percepción de riesgo con esta sustancia y que no tiene nada que ver con la crisis económica aunque sí con la crisis de valores. En este caso, se ha notado que los adolescentes tienen un consumo más elevado, asociado a un fracaso escolar, síndrome motivacional y alteraciones comportamentales", ha recalcado el experto.

Asimismo, según ha comentado Pascual se ha observado también que en los últimos años ha vuelvo a haber un "despunte" en las personas que consumen heroína aunque, ha apostillado, esta sustancia ya "no se suele inyectar sino fumar".

Por último, el experto ha asegurado que las personas que acuden a solicitar ayuda, por cualquier adición que tengan, lo hacen también durante los meses de verano cuando antes, ha asegurado, estas fechas servían de "paréntesis". "El concepto vacacional en este tema ya no existe", ha concluido.

Fuente:europapress

Los parados son más propensos a ataques de pánico y agorafobia.

Las personas desempleadas tienen una probabilidad 2,2 veces superior de padecer un ataque de ansiedad o pánico que, en ocasiones, viene acompañado de agorafobia o miedo a los espacios abiertos y públicos, que los que cuentan con un trabajo. Así lo ha afirmado el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano.

A pesar de que, en la actualidad «no hay estudios que detecten que la crisis esté generando una determinada patología o si se están incrementando» ha explicado Cano, quien aclara que «existe la evidencia de que, ya antes de la crisis económica, en el año 2004, las personas en situación de desempleo tienen más probabilidades de padecer un ataque de pánico o de caer en una depresión». Otro dato relevante para el presidente de esta Sociedad es que las personas en situación de desempleo tienen «1,6 veces más de posibilidades de consumir sustancias adictivas».

Para Antonio Cano cabe pensar que en estos momentos «puede haber un ligero aumento de los trastornos de ansiedad». El también Catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid explica que, si bien en estos momentos la prevalencia del trastorno de la ansiedad en España se encuentra en un 6 por ciento y el de las patologías del estado del ánimo en un 4 por ciento, el 30 por ciento de las consultas de la Atención Primaria son por estas dos razones.

El perfil de una persona que acude en la actualidad a una consulta por cuestiones psicológicas es el de una mujer joven, de entre 18 y 46 años, que padece estrés y que tiene un carácter perfeccionista, señala el presidente de la SEAS.

No obstante «para cada trastorno hay un perfil individual», aclara Cano, quien señala, por ejemplo, que «el hecho de ser mujer supone el doble de probabilidades de padecer ansiedad o depresión».

Otros factores importantes son el tabaquismo, ya que el hecho de fumar hace que la persona tenga 4 veces más probabilidades de padecer ataques de pánico. En general, las personas que cuentan con una personalidad obsesiva, que piensa repetitivamente los problemas «y que vienen a magnificarlos» también tienen más riesgo de desarrollar alguna patología psicológica.

Los primeros síntomas que experimenta una persona con ansiedad son «un desbordamiento, un sentimiento de que no se puede atender las demandas», explica Cano. «Estamos tan nerviosos pensando en que nos va a pasar algo y, si uno se asusta, se multiplica las sensaciones y se entra en un circulo vicioso» precisa.

Ante tales síntomas, este psicólogo aconseja recabar «buena información y acudir a una consulta profesional». Durante las consultas, el paciente desarrollará habilidades de reinterpretación de la realidad para aprender afrontar las situaciones más adversas.

Fuente:psiquiatria.com

martes, 7 de agosto de 2012

Adicción sexual: una enfermedad en auge

¿Realidad o mito? ¿Problema o excusa? Más bien lo primero: la adicción al sexo es desde febrero de 2010 una enfermedad reconocida por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5). La publicación referente de la psiquiatría mundial la definió clínicamente como un trastorno de la hipersexualidad. Algunos famosos como Michael Douglas o Cameron Díaz han reconocido padecerla. ¿Y tú? ¿Conoces cómo indentificarla?

Un 6% de la población mundial la sufre, y un 2% de ella son mujeres. Ciudadanos que a veces se avergüenzan por su búsqueda constante del sexo y las conductas un tanto inusuales que de ella se derivan. Luis Rojas Marcos, reconocía al diario El Mundo que estamos hablando de "un trastorno obsesivo compulsivo. Quienes lo padecen no pueden controlar sus pensamientos ni sus actos repetitivos", añadía. El prestigioso psicólogo español iba más allá en su definición: "Cualquier tipo de obsesión que interfiera en la capacidad de la persona para llevar una vida normal, que le perjudique en sus relaciones personales y laborales, es una patología. En este caso la obsesión se canaliza a través del sexo de forma tan intensa que el propio afectado es consciente de que tiene un problema". Más claro, el agua.

El doctor norteamericano Patrick Carnes es un reputado especialista en la adicción al sexo y propietario de la clínica Pine Grove Behavioural Centre de Misisipí (EEUU), en la que Tiger Woods se estuvo sometiendo a terapia. Carnes siempre se mostró partícipe de considerarlo como un problema. A su juicio, "al igual que un alcohólico es incapaz de dejar de beber, estas personas son incapaces de parar su comportamiento sexual autodestructivo". Y añade: "Los sexoadictos pueden provenir de todas las clases sociales. Afecta tanto a políticos y empresarios como a los trabajadores de una fábrica. Esta adicción interfiere en la vida normal y perjudica las relaciones personales y laborales", concluye.

Por sus deseos les reconocerás

La característica común más definitiva que presentan todos los adictos al sexo es su permanente necesidad de satisfacer sus deseos. No importan los remordimientos que vengan después. Y si no encuentran acompañante para completarlas recurren a la masturbación (en ocasiones compulsiva) o al consumo de pornografía en todos sus formatos (revistas, Internet, películas...).

Hay más: los sexoadictos tienden a la promiscuidad y demuestran su afición al 'aquí te pillo aquí te mato'. Bien vale para ello encuentros casuales o profesionales del sexo.

Practicar su adicción sin protección es también bastante habitual y recurrir a comportamientos como el exhibicionismo, el voyeurismo o el sadomasoquismo cabe dentro de su definición. También se han dado casos, muy pocos eso sí, de adictos que han dado rienda suelta a su descontrol convirtiéndose en violadores, ya sea en una o varias veces.

Por descontado, si la adicción no es tratada y sanada, la vida social del enfermo se desmorona por los cuatro costados. Divorcio, pérdida de la custodia de los hijos, despido del trabajo, inexistencia de un círculo de amigos, aislamiento social... Las consecuencias son nefastas.

El diagnóstico

El SAST (Test de la Adicción Sexual) es una de las pruebas referencia que históricamente se ha venido utilizando para su detección desde que fue confeccionada en Cannes en 1989 por un conjunto de hospitales, programas de tratamientos clínicos privados y comunidades de adictos. Se trata de una serie de preguntas que provee un perfil de respuestas que ayuda a profesionales a discriminar entre comportamientos adictivos y no adictivos. Para completar este test se les pide a los pacientes que las contesten poniendo un sí o un no en la columna correspondiente. Te las referimos:

1. ¿Sufrió abusos de niño o adolescente?

2. ¿Se suscribió o compró regularmente revistas sexualmente explícitas como 'Playboy' o 'Penthouse'?
 3. ¿Siente que su comportamiento sexual no es normal?

4. ¿Se siente a menudo preocupado por sus pensamientos sexuales?

5. ¿Tuvieron sus padres problemas con su propio comportamiento sexual?

6. ¿Alguna vez su esposo/a, parejas u otras personas íntimas se preocuparon o se quejaron por su comportamiento sexual?

7. ¿Tiene problemas para detener su comportamiento sexual cuando considera que es inapropiado?

8. ¿Alguna vez se siente mal por su comportamiento sexual?

9. ¿Alguna vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a usted. o su familia?

10. ¿Alguna vez buscó ayuda por comportamientos sexuales que no le gustaron?

11. ¿Alguna vez le preocupó que alguien pudiese descubrir su comportamiento sexual?

12. ¿Hirió emocionalmente a alguien a causa de su comportamiento sexual?

13. ¿Están algunas de sus actividades sexuales en contra de la ley?

14. ¿Se ha hecho promesas a usted mismo de abandonar algún aspecto de su comportamiento sexual?
 15. ¿Hizo esfuerzos por eliminar algún tipo de actividad sexual y fracasó?

16. ¿Esconde algo de su comportamiento sexual a otros?

17. ¿Intentó detener algún comportamiento sexual?

18. ¿Alguna vez se sintió degradado por su comportamiento sexual?

19. ¿Ha sido el sexo un escape de sus problemas?

20. ¿Se siente deprimido después de tener relaciones sexuales?

21. ¿Ha sentido la necesidad de discontinuar una cierta forma de actividad sexual?

22. ¿Ha interferido su actividad sexual con su vida familiar?

23. ¿Ha tenido encuentros sexuales con menores?

24. ¿Se siente controlado por su deseo sexual?

25. ¿Pensó alguna vez que su deseo sexual es más fuerte que usted mismo?

El tratamiento

El primer paso hacia la cura consiste en adquirir consciencia de que el problema es real y afecta de forma decisiva en la actividad diaria. Y, como sucede en el caso de cualquier adicción, dejarse guiar por el entorno familiar, social y la mano de los profesionales es básico y primordial.

En Estados Unidos, donde la adicción al sexo se ha convertido en un elemento más del paisaje social, abundan los centros privados y carísimos que acogen año sí, otro también, a multitud de famosos afectados y que, sobre todo, pueden permitirse el gasto. Existen también las asociaciones que ofrecen su ayuda sin ánimo de lucro, como Sexólicos o Anónimos o Sexoadictos Anónimos (su homóloga en EEUU)

El inicio del tratamiento pasa por la terapia cognitiva conductual, tanto individual como en grupo. De esta forma, se busca controlar los impulsos del paciente, mediante el consejo sexológico y el suministro de fármacos, ya sean parches antitestosterona o pastillas anti-ansiedad. La meta terapéutica incluye abstinencia de conductas compulsivas; evitar recaídas y el desarrollo de conductas adaptativas dirigidas a la salud individual y familiar.

Fuente:ideal.es