martes, 23 de octubre de 2012

Una adicción»

Mariano Chóliz está especializado en tratamiento y prevención de problemas con las nuevas tecnologías.

-¿A qué edad se tiene móvil?

-Muchos ya tienen móvil a los 10 años o antes. Es un regalo estrella de la primera comunión.

-¿Por qué la tecnología llama tanto la atención a los niños pequeños, de 4 y 5 años?.

-Se empieza con un dispositivo de juguete, se pasa a un móvil real, después a internet y luego a un teléfono con internet. Ahora, la tecnología está tan integrada que ya no existen esos saltos.

-Y después, ¿por qué son tan importantes en la adolescencia?

-Se trata de instrumentos que les permiten integrarse, comunicarse, algo imprescindible para ellos.

-¿Cuáles son los principales síntomas de abuso o de adicción?

-No pueden dejar de usarlo o, cuando lo hacen, reaccionan con ira, enfado o tristeza. También es un síntoma cuando se desatienden otras actividades como estudiar o aficiones que antes les gustaban y cuando cambian patrones de sueño o de comidas.

-¿Qué le parece que haya niños de 10 años con 'smartphones', teléfonos con internet?

-Es un error. Supone darles una herramienta con poder adictivo. Cuanto menor es el niño o adolescente, es mucho más vulnerable a cualquier tipo de adicción.

-Al margen de la permisividad, ¿qué otros factores pueden influir en estas adicciones?

-Hay una presión industrial y comercial enorme para consumir estos productos cada vez a edades más tempranas. Los padres deben resistirse a esta presión.

La argumentación es muy clara: un niño no es responsable penalmente de sus actos hasta que cumple 14 años, «pero se le facilita un instrumento (el 'smartphone' o teléfono con internet) que lo convierte en víctima o autor potencial de un delito» relacionado con las nuevas tecnologías: ciberacoso, 'sexting' o 'grooming' (un adulto que se hace pasar por menor).

La fiscal coordinadora de Menores de Valencia, Gema García, insta a «prohibir» a los preadolescentes el uso, y tenencia, de un 'smartphone'.

La idea va dirigida a padres, colegios y a todos los ámbitos. Preguntada por si propondría una reforma legislativa hacia la prohibición, la fiscal responde: «Es algo que no me compete». Sin embargo, estaría a favor. «Se trata de darle a un menor de 14 años un objeto que puede crearle adicción. Es un tema que debe regularizarse», agrega. Se refiere a que, en otras situaciones ya se protege al menor: con el alcohol y el tabaco, para determinadas películas y acudir a ciertos establecimientos, como las discotecas. «Ya se les prohíbe determinados espectáculos que sí pueden ver sin control a través de internet», explica.

Sobre el hecho de tener un 'smartphone' la Fiscalía alerta de otros riesgos: «Casi a diario nos llegan denuncias de robos con intimidación de teléfonos de este tipo a menores de 14 años». Y no es de extrañar, «porque se trata de un artículo de lujo. Se obtiene un lucro muy rápido y resulta muy fácil intimidar a una víctima de esa edad», afirma.

Al margen de los delitos contra la propiedad, destacan otras situaciones de riesgo. «Lo más habitual con los menores de 14 años es que aparezcan como víctimas de 'cyberbullying' o de acoso mediante insultos, amenazas o colgando fotos en internet», argumenta Gema García.
Además, «sobre todo en el caso de las niñas» son frecuentes los casos de 'sexting', «cuando el novio le pide que le envíe fotografías de tipo sexual que son enviadas a través de mensajería gratuita y que no dejan rastro». Los padres, advierte la fiscal coordinadora, «desconocen estas prácticas» debido al escaso control que se ejerce contra «el uso permanente de internet», algo mucho más sencillo cuando el menor dispone de un 'smartphone' con tarifa plana para conectarse a la red.

«Estamos generando adicciones a las tecnologías y se desconoce qué supone para el futuro de los adolescentes», advierte.

Por otro lado, Gema García insiste en que los menores «están perdiendo la noción de privacidad al compartirlo todo, porque entienden que todo es público en las redes sociales» como Habbo, Tuenti, Facebook o Twitter, a la que ya acceden jóvenes y adolescentes.

Primero llegaron a manos de los niños y adolescentes los ordenadores y los móviles, después los 'smartphones'. «¿Qué va a ser lo próximo? ¿Las tabletas?», se pregunta la fiscal. «Quizás se generan necesidades de tecnología que no son reales. No sólo no se le pone freno, sino que estamos rebajando la edad de uso de tecnologías inadecuadas. Se fomenta la venta, la gratuidad (mediante tarifas planas) de una conexión a internet muy peligrosa. Es repartir un dulce que crea adicción», concluye Gema García.

Fuente:lasprovincias.es

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