domingo, 24 de julio de 2011
Los españoles más satisfechos con su vida son menos propensos a desarrollar determinadas enfermedades como estrés o depresión.
Las personas que se sienten más contentas y positivas perciben que su estado de salud es mejor y son menos propensas a desarrollar determinadas enfermedades, como depresión, estrés, insomnio, anorexia o colesterol, en contraposición a aquellas que son menos felices, que tienden a tener más presentes los problemas físicos y psicológicos que les afectan.
Según el estudio 'La felicidad y la percepción de la salud', realizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad y la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), se confirma la correlación entre felicidad, bienestar y salud.
El estudio, basado en las entrevistas realizadas a 3.000 españoles, revela que los problemas psicológicos afectan en mayor medida a la felicidad que los físicos. "Hemos constatado que la salud mental es un componente igual o más importante que la salud física en la percepción de la propia salud, y que los problemas de tipo psicológico están mucho más relacionados con la infelicidad que los de tipo físico", ha explicado el profesor de la Facultad de Psicología de la UCM, Gonzalo Hervás.
En este sentido, la proporción de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el grupo de los menos felices, y la de padecer insomnio, cuatro veces menor.
Los expertos reunidos durante la presentación han coincidido en señalar que el apoyo social, de la familia y los amigos, ante los problemas de salud y adversidades es fundamental para que las personas se sientan con mejor estado de salud y les ayuda a preservar, en gran medida, su nivel de satisfacción cuando sufren un problema de salud.
"Con este estudio hemos constatado la importancia de las relaciones sociales. La familia y los amigos, las apoyos sociales, son un elemento fundamental para sentirse bien, sano y afrontar mejor las enfermedades", ha asegurado Hervás. Además, "las personas más optimistas no ven mermada su felicidad ante la desgracia. El optimismo tiene un papel protector tanto en la enfermedad como en la reacción frente a la adversidad", apunta Hervás.
Según los expertos, el cerebro humano tiene una propensión natural a buscar el optimismo y, como consecuencia, a ayudar a las personas a ser felices, pero "la sensación de felicidad se puede conseguir con estímulos externos y con estímulos internos, podemos ser más felices potenciando, por ejemplo, nuestra capacidad de sociabilización, siendo más altruistas", ha explicado el profesor del departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, Josep María Serra-Grabulosa.
Por su parte, el presidente del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Carlos Chaguaceda, ha añadido que "la felicidad se trabaja, no se puede esperar sentado en casa hasta que llegue. Por ejemplo, aquellas personas que realizan deporte regularmente son felices cuando lo hacen porque el cerebro segrega serotonina y oxitocina y genera una sensación que te hace feliz. Luego, hay que buscar lo que nos hace felices". En definitiva, "estamos programados para estar enganchados a la felicidad desde que nacemos", concluye Hervás.
Fuente:europapress.
sábado, 16 de julio de 2011
Psicólogos abogan por impedir el acceso a apuestas online desde los hogares
Dado el potencial adictivo de los juegos de apuestas online, su acceso debería estar exclusivamente permitido en locales autorizados donde fuera preceptiva la identificación del usuario y la constatación de su mayoría de edad, ha dicho a EFE el psicólogo de la Asociación Alicantina de Afectados por Ludopatía, Antonio Castaños.
Garantizar "la protección efectiva" tanto de los menores como de las personas que tienen prohibido o "autoprohibido" el acceso a los juegos de apuestas es el principal objetivo que se han marcado este tipo de asociaciones ante la nueva Ley del Juego, publicada en el BOE el pasado 28 de mayo.
Esta legislación recoge en su texto la necesidad de elaborar un reglamento de protección de menores y de otros colectivos susceptibles de adquirir hábitos de adicción patológica por el acceso y uso de los juegos de apuestas online.
Según Castaños, en la redacción del futuro reglamento deberían participar profesionales de reconocido prestigio en los ámbitos "preventivo y asistencial del juego patológico y las adicciones tecnológicas".
En declaraciones a Efe, el psicólogo alicantino ha expuesto que, previsiblemente, la idea de impedir el acceso a los juegos de apuesta online desde los hogares "no será aceptada" por la Administración.
Ante esa posibilidad, Castaños ha pedido a las empresas que explotan ese tipo de juegos que refuercen los controles de edad de sus usuarios y que eliminen los que tienen mayor potencial adictivo, como las tragaperras virtuales.
También ha subrayado la importancia de establecer un tiempo máximo de juego, así como periodos de espera prolongados entre las apuestas, y fijar una cantidad económica máxima que podría controlarse, familiarmente, mediante tarjetas prepago, como las usadas en los móviles.
El número de usuarios que realizan algún tipo de apuesta online en España aumentó el pasado año un 33 %, con "la preocupación" de que el póquer y las apuestas deportivas empiezan a ser "una moda" entre los jóvenes, según Castaños.
El acceso a las apuestas por Internet "desde casa y con sólo apretar un botón", su amplia oferta, "con un mercado mundial de juegos", su permanente disponibilidad y la facilidad para "esconderlas", pues los adolescentes "se encierran en sus cuartos, donde tienen el ordenador", son factores que "facilitan" ese aumento de usuarios. EFE
Fuente:abc.es
Uno de cada cuatro usuarios de internet es adicto a las nuevas tecnologías
Un congreso aborda en Valencia el uso abusivo de las redes sociales, las obsesiones creadas en torno al trabajo y la adicción a las compras
Cada sociedad lleva aparejadas sus propias obsesiones y adicciones. Y a la actual la acompañan las conductas adictivas propias de un momento de máximo auge de las nuevas tecnologías. Y la Comunitat no es ajena a esta realidad. Cada vez son más quienes no pueden vivir sin estar atados a un teclado, ya sea de un ordenador, o del más sofisticado teléfono. No es menor la dependencia de las redes sociales como medio de relación.
«Uno de cada cuatro valencianos usuario de internet sufre alguna adicción a las nuevas tecnologías», tal como señala Javier Carbonell, psicoterapeuta director del centro Síndrome y del congreso que hoy bajo el título «Las nuevas adicciones y obsesiones del siglo XXI» se celebra en Valencia.
Este foro, que reunirá a psicólogos y otros expertos en el tratamiento de adicciones, debatirá sobre los problemas que comporta el uso abusivo de nuevas tecnologías y redes sociales, así como los derivados del consumo de sustancias, el juego patológico, y la adicción al sexo, las compras o el trabajo, entre otras.
En definitiva se trata de una jornada en la que, como explica Javier Carbonell, se analizarán las conductas y obsesiones que se incluyen en «adicciones conductuales» y que también se conocen como «socioadicciones».
Carbonell destacó que estas situaciones, que los expertos ya llevan tiempo viendo llegar a las consultas como un problema que afecta a muchos, todavía no están incluidas «en el catálogo de enfermedades psiquiátricas». Los profesionales implicados luchan por conseguir esa consideración para el uso abusivo de nuevas tecnologías y redes sociales, así como para la ludopatía, las compras compulsivas o la obsesión por el trabajo.
Entre las cifras que barajan los organizadores de la jornada programada para hoy llama la atención que en el «último año se ha duplicado» el resultado de jóvenes valencianos adictos al juego on line. Otra de las realidades que ha despertado la preocupación de los terapeutas nace del hecho de que un 15% de menores usuarios de internet «se han reunido con desconocidos con los que contactaron a través de internet. Un 30% reconoce haber dado su número de teléfono a desconocidos».
Carbonell hace hincapié en que en muchas ocasiones las adicciones no llegan solas. Unas pueden llevar a otras en la misma persona. Uno de los datos que valoran los organizadores del congreso se que prácticamente todos los «adictos al juego lo son a otras sustancias como alcohol, tabaco o drogas». El director del congreso aseguró que con el análisis de todas estas cuestiones los especialistas persiguen «un cambio que agite las conciencias para dar a conocer la existencia de estas patologías y que son tratables.
Fuente:lasprovincias.es
domingo, 3 de julio de 2011
La adicción a la pornografía
Desde hace pocos años, e incluso meses, se ha venido haciendo cada vez más difícil pasar por alto la cantidad de hombres de gran visibilidad que han tenido comportamientos sexuales autodestructivos. Algunos hombres poderosos han sido sexualmente voraces durante mucho tiempo, pero, a diferencia de hoy, entonces eran mucho más discretos y generalmente eran capaces de encontrar la manera de no dejar rastro.
Hoy día, la capacidad de la tecnología para dejar al descubierto conductas privadas es, en parte, el motivo de este cambio. De hecho, la razón por la que muchos de los hombres que se han visto atrapados en escándalos de tintes sexuales es porque se han expuesto a sí mismos en ocasiones literalmente mediante mensajes de móvil, Twitter y otros medios indiscretos. ¿Qué hay detrás de esta extraña actitud desinhibida? ¿Podría la disponibilidad y el consumo generalizado de porno estar reescribiendo el cerebro masculino, afectando su juicio sobre el sexo y provocando que tengan mayores dificultades para controlar sus impulsos?
Cada vez hay más pruebas científicas que sostienen esta idea. Hace seis años, escribí un ensayo titulado El mito del porno, en el que señalaba que los terapeutas y consejeros sexuales estaban comenzando a asociar el incremento del consumo de pornografía en los hombres jóvenes con un aumento de casos de impotencia y eyaculación precoz en ese mismo grupo de edad. Se trataba de jóvenes saludables sin patologías físicas ni psicológicas que pudieran justificar una disfunción sexual.
La hipótesis de los expertos era que la pornografía estaba insensibilizando de forma progresiva la sexualidad de esos hombres. Dados los efectos de esta insensibilización en la mayoría de los sujetos masculinos, los investigadores descubrieron que estos necesitaban unos niveles superiores de estimulación para conseguir el mismo nivel de excitación. Los expertos que entrevisté por aquella época especulaban con que el uso del porno estaba insensibilizando a jóvenes saludables hacia el atractivo erótico de sus propias compañeras.
Desde entonces se han ido recogiendo datos sobre el sistema de recompensa cerebral con el fin de explicar este cambio con mayor concreción. Hoy día sabemos que el porno estimula en un plazo muy corto la segregación de dopamina en el cerebro masculino, lo que afecta al humor, provocando una sensación de bienestar que perdura una o dos horas. El circuito neuronal que se produce es idéntico al de otros estímulos como el juego o la cocaína.
El potencial adictivo es también idéntico: así como los jugadores y los consumidores de cocaína pueden volverse compulsivos, y necesitan jugar o esnifar cada vez más para conseguir segregar la misma cantidad de dopamina, los hombres que consumen pornografía pueden llegar a engancharse a esta. De la misma manera, como sucede con otras sustancias de recompensa, tras el estímulo de dopamina el consumidor se siente deprimido, irritable, ansioso y deseoso de conseguir la siguiente dosis. Hay nuevas evidencias, descubiertas por Jim Pfaus, de la ConcordiaUniversity de Canadá, que apuntan a que la desensibilización podría afectar también a las mujeres.
Este efecto de la dopamina explica por qué el porno tiende a ser más y más duro: las imágenes sexuales comunes han perdido finalmente su poder, llevando a los consumidores a necesitar nuevas imágenes que rompan tabúes de otros tipos con el objetivo de alcanzar la misma satisfacción. Además, algunos hombres (y mujeres) tienen lo que se denomina "agujero de dopamina". Sus sistemas de recompensa cerebral son menos eficientes, lo que les predispone a convertirse en adictos a un porno cada vez más extremo con mayor facilidad.
Como con cualquier adicción, resulta muy complicado, por razones neuroquímicas, dejar de tener comportamientos (incluso muy autodestructivos) que permitan obtener más dopamina. ¿Podría ser por este motivo por el que hombres que en el pasado podían mantener sus affairs a puerta cerrada no pueden ahora resistir el impulso de mandar un mensaje de móvil que sea incluso autoincriminante? Si esto es así, no es que algunos hombres sean demonios o amorales, sino adictos que han perdido el control sobre sí mismos.
Esto no quiere decir que no sean responsables de sus conductas. Pero podría tratarse de un tipo diferente de responsabilidad: la de comprender el poderoso potencial adictivo del uso de la pornografía, con el fin de recibir orientación psicopedagógica o medicación si la adicción comienza a afectar a la pareja, a la familia, a la vida laboral o al propio juicio.
Por ahora, existe un modelo efectivo y detallado para desenganchar a los hombres adictos al porno y restituirles a un estado mental más equilibrado, en el que estén menos expuestos a la merced de sus obsesiones. Comprender cómo la pornografía afecta al cerebro y causa estragos en la virilidad masculina permite hacer mejores elecciones en lugar de llegar a un estado de autodestrucción sin fin o a una reacción de rechazo colectiva, en una sociedad cada vez más adicta a lo extremo.
Fuente:publico.es
Los ingresos en psiquiátricos de fumadores de cannabis están aumentando de forma considerable.
Está demostrado científicamente que el consumo de drogas potencia el riesgo de desarrollo de algún tipo de psicopatología mental y las estadísticas ponen de manifiesto que los ingresos en psiquiátricos de fumadores de cannabis están aumentando de forma considerable. Al menos eso es lo que sostiene Adela Berrozpe, responsable del programa de atención a las familias con casos de trastorno mental severo del parque sanitario San Juan de Dios de Barcelona, una de las expertas participa en el VIII Curso de actualización en tratamiento asertivo comunitario en salud mental, ce está celebrando en Avilés.
«Muchos de los pacientes que estamos viendo ahora mismo en los psiquiátricos son jóvenes consumidores de drogas, pero no sólo los hay a causa de la cocaína u otras sustancias que se consideran duras, cada vez son más los que tienen que ser tratados por el consumo de otras que, de forma equivocada, algunos consideran más blandas, como es el cannabis», señaló Adela Berrozpe, que ofreció junto a Judith Quillis, trabajadora social en el citado centro catalán, un taller sobre «Intervención familiar en esquizofrenia: el Modelo Falloon» que se celebró en el Hospital San Agustín. «Es muy importante que las familias aprendan a comprender a los enfermos y a tratarlos con las fórmulas más adecuadas para comunicarse con ellos y para resolver los problemas. En definitiva, transmitirles habilidades para intentar mantener al paciente en equilibrio en su propia casa sin necesidad de tener que ingresarlo», explicó Berrozpe.
¿Se puede prevenir una enfermedad mental? Adela Berrozpe está convencida de que un entorno familiar estable y armónico así como un estilo de vida saludable influyen de forma positiva a la hora de frenar el desarrollo de una enfermedad mental, aunque reconoce que «la curación de este tipo de psicopatologías es una asunto muy complejo». Tampoco puede probar -«no conozco ningún trabajo publicado sobre ello», aseguró- que el estrés generado por la crisis económica en algunos hogares españoles esté siendo un factor potenciador de las enfermedades mentales, aunque «lo que sí es constatable es que hay más casos de crisis de ansiedad», aseguró.
Fuente:psiquiatria.com
Los pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar fuman más que el resto de la población y de una manera más compulsiva.
La lucha contra el tabaquismo abre nuevos frentes. Tres hospitales españoles ensayarán durante un año un programa pionero para ayudar a los enfermos mentales a dejar de fumar. La iniciativa representa un auténtico reto en el ámbito de la superación de adicciones. Los pacientes con patologías más graves, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar que son los que participarán en el programa, fuman mucho más que el resto de la población, en mayor cantidad y, además, de forma más compulsiva.
Los enfermos mentales viven de media quince años menos que el resto de los ciudadanos; y esa reducción de la esperanza de vida se debe en buena medida a las enfermedades ligadas al consumo de tabaco. Infartos de miocardio, derrames cerebrales, hipertensión y cánceres de pulmón provocados por la inhalación de humo figuran entre sus principales causas de muerte.
«Tiende a creerse que a este tipo de pacientes les cuesta más respetar los espacios sin humo y nosotros en el hospital hemos visto que no es así. Hace tiempo se acordó que los pasillos y la sala de estar eran espacios libres de tabaco y que sólo se podría fumar en una sala habilitada para ello. Pese a lo que pueda creerse, los residentes cumplen y no hemos detectado que se generen mayores problemas entre ellos», explica el psiquiatra Jesús Ezcurra, jefe de servicio del Hospital Psiquiátrico de Álava, que lidera el proyecto en el País Vasco, junto con la jefa de sección de Rehabilitación del centro, Ana Blanca Lloyer, y el titular de la Unidad de Psicosis Refractaria, Edorta Elizagarate.
El trabajo, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, forma parte de un proyecto en red liderado por el Hospital Central de Asturias, en el que también colabora el Hospital de Jaén.
Los pacientes que participan en el estudio, 25 por centro, se han seleccionado sin seguir más criterio que su propia voluntad. Con el fin de lograr unos resultados que sean fiel reflejo de la realidad existente, los grupos se han formado con los primeros que se han mostrado dispuestos a participar.
El enfermo psiquiátrico consume una media de 30 cigarrillos diarios, pero se sabe que algunos llegan incluso a los tres paquetes. Además, inhalan de una forma tan obsesiva, que el humo y las más de 4.000 sustancias tóxicas que le acompañan provocan en su salud daños bastante más profundos.
El programa comienza con una serie de sesiones de terapia motivacional, con el fin de reforzar la decisión tomada, y se completa con tratamiento farmacológico para superar la dependencia de la nicotina. Los primeros resultados se conocerán en verano de 2012.
Fuente:psiquiatria.com
Crecen en España las sectas en forma de tapaderas sanitarias
En España nacen y desaparecen cada año decenas de grupos de manipulación psicológica. Persisten los colectivos religiosos, filosóficos, culturales y políticos, pero crecen los grupos coercitivos que actúan bajo la apariencia de centros terapéuticos y proponen todo tipo de terapias alternativas para lograr bienestar y curación. Algunas incluso afirman curar el cáncer. "Hace 10 años eran grupos más de corte hinduista o religioso-cristiano. Ahora tienen más trascendencia los terapéuticos, esotéricos y de la nueva era, por la llegada del 2012 (año sobre el que recae una profecía más del fin del mundo)", explica Laura Merino, terapeuta de Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS).
Técnicas como la meditación o el yoga y ramas científicas como la física cuántica, entre otras, son a veces usadas como gancho, mezcladas con teorías con las que no tienen relación. El resultado es un mensaje reduccionista pero atractivo, vinculado a una exigencia de entrega emocional y finalmente de explotación económica. "La gente piensa que el las sectas se quedaron en los años 70. No, han cambiado las maneras de funcionar, pero siguen existiendo", añade Merino.
LIBERTAD DE CULTO AIS es una de las entidades que asesoran a personas afectadas por fenómenos sectarios. La ley de la libertad de culto abriga a decenas de grupos fraudulentos cuya actividad es difícil de denunciar, pues no existe --a causa de la falta de jurisprudencia y a pesar del deseo de los especialistas-- una comisión profesional oficial que se encargue de peritar sus prácticas. AIS recibe cada año entre 150 y 200 peticiones de ayuda de familiares de personas que han entrado en un grupo coercitivo, últimamente casi siempre relacionados con las nuevas terapias. "Viene la familia preocupada, muchas veces cuando el familiar ya está dentro del grupo", dice Merino. Hay quien se queda en él y lleva una vida "más o menos normalizada". Otros casos se resuelven con éxito tras una intervención que ayude a las víctimas a ser críticas. Suelen quedar secuelas psicológicas en forma de miedos, culpa, depresión y trastornos agravados por la dependencia grupal.
Pepe Rodríguez, experto en sectarismo, apunta que existe mucha gente "que cree que un psicólogo normal no puede ayudarle. A un manipulador le resulta fácil montar una pseudosecta, porque la gente que le llega ya tiene problemas, y aprovecha su fragilidad y docilidad". "Muchos adeptos han donado fortunas a las sectas".
A través de servicios gratuitos, cursillos o talleres, cualquier persona puede entrar en contacto con un grupo coercitivo. Algunos elementos que permiten identificar una dinámica sectaria son "la presencia de un líder muy carismático, una tendencia a encerrar a los miembros en sí mismos y en el grupo, y un maniqueísmo que se va radicalizando", dice Rodríguez. El objetivo es el control y la explotación económica. Según Rodríguez, algunos cabecillas tienen un perfil de liderazgo psicopatológico, "muchas veces narcisista, con trastorno de la personalidad de tipo paranoide, muy megalómano y sin respeto por los demás".
SIN UNA AYUDA EFICAZ "Hasta que el adepto no se dé cuenta de su problema, no podrá recibir una ayuda eficaz. La familia tiene que llevar a cabo una estrategia para que la persona baje al pozo lo antes posible y que allí esté acompañado, porque si en el fondo del pozo está solo, no tendrá salida", explica Rodríguez. "Nadie puede salvar a nadie, las personas deben salvarse a ellas mismas, y nosotros podemos dar un contexto para ver opciones", añade el especialista. .
Fuente:diariocordoba.
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