-Las sociedades científicas españolas hallan evidencias del impacto de la crisis y de los recortes en la salud de los españoles.
-El Informe Sespas 2014 alerta de un empeoramiento de la salud mental, de la mortalidad y de la salud reproductiva.
-La subnutrición de la infancia es otro de los impactos detectados.
-Los españoles dejan de visitar al especialista y a servicios sanitarios no cubiertos, como el odontólogo.
El diagnóstico de las depresiones ha aumentado un 19%. Los trastornos de ansiedad, un 8,4%. Las crisis de angustia, un 6,4% y el abuso del alcohol un 4,6%. El informe de 2014 la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), centrado en el impacto de la crisis en la salud de los españoles, halla evidencias claras del deterioro de la salud mental como consecuencia de la crisis económica y de los recortes. La entidad, que aglutina a doce sociedades científicas españolas, también detecta el impacto de la crisis en el freno a la mejora de la mortalidad de los españoles, en la salud reproductiva y en la alimentación.
El consumo de los antidepresivos aumentó un 10% entre 2009 y 2012 El informe Sespas indica que entre 2006 y 2010 aumentaron de manera significativa los diagnósticos de trastornos del estado de ánimo en la atención primaria. El factor de riesgo más influyente fue estar en paro, pero también el hecho de tener un familiar desempleado y las dificultades para pagar la hipoteca. Además, los especialistas en salud pública constatan un incremento del consumo de los antidepresivos y tranquilizantes de un 10% entre los años 2009 y 2012.
La crisis también podría estar detrás de la reducción del ritmo de mejora de la mortalidad en el grupo de personas mayores de 60 años, señalan los especialistas. La mortalidad se ha incrementado "en particular en invierno (lo que sugiere un efecto de la pobreza energética) y en las mujeres (con menores pensiones y principales responsables de la atención a personas dependientes)", expone el Informe Sespas 2014. El estudio revela que los hombres con mayores niveles de estudio redujeron más que el resto las tasas de mortalidad, evidenciando "la materialización de la crisis económica sobre las desigualdades sociales en salud".
Las sociedades científicas españolas, claras opositoras al proyecto de ley del aborto en marcha, sugieren que la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva se ve amenazada. Los especialistas creen que su implantación conllevaría un aumento de la clandestinidad y de la mortalidad. Respecto a la natalidad hallan reducciones importantes en la fecundidad en las edades más jóvenes, "en las que el desempleo ha tenido un mayor impacto".
Menos visitas al especialista
Los grupos más desfavorecidos reducen la visita a los especialistas El informe constata que los grupos más desfavorecidos —desempleados, mayores, inmigrantes e infancia— han reducido las consultas a los médicos especialistas de los servicios públicos y a los servicios sanitarios no cubiertos, como la odontología. También denuncian que el repago farmacéutico corre el riesgo de convertirse en "un impuesto sobre la enfermedad" que haga a los pacientes detraerse de adquirir los medicamentos que se les prescribe. Y advierten de las consecuencias de la no atención a los inmigrantes.
En la infancia, los científicos aseguran que "la subnutrición coexiste con el aumento de la malnutrición, que hacen aumentar la prevalencia de la obesidad, sobre todo en la población más desfavorecida".
Con su informe bianual, las doce sociedades científicas españolas lanzan la petición de que se monitorice la crisis, para saber qué indicadores de salud están empeorando. Alertan contra los planes privatizadores de la sanidad, y se muestran contrarios a la reducción del gasto público lineal, de urgencia, y sin evaluación previa.
Fuente:20minutos.es
miércoles, 18 de junio de 2014
La ludopatía se da en familias y puede estar relacionado con estrés postraumático
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Iowa (UI), en Estados Unidos, confirma que el juego patológico se da entre varios miembros de una misma familia. "Nuestro trabajo demuestra claramente que el juego patológico en la familia se produce a un ritmo mayor que el de muchos otros trastornos conductuales y psiquiátricos", afirma Donald W. Black, profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina Carver de UI.
"Creo que los médicos y proveedores de atención médica deberían estar alerta si ven a una persona que sufre juego patológico, ya que es muy probable que tenga un pariente cercano con el mismo problema o similar", añade. El juego patológico, que es lo suficientemente grave para convertirse en un trastorno clínico, consiste en un importante problema de salud pública que afecta a entre el 0,5 y el 1,5 por ciento de los adultos estadounidenses en algún momento de sus vidas.
Esta investigación reclutó a 95 jugadores patológicos y 91 sujetos de control, emparejados por edad, sexo y nivel de educación, de Iowa, así como 1.075 adultos relacionados en primer grado con los participantes del estudio (padres, hermanos e hijos). Mediante entrevistas, el equipo de este estudio determinó el diagnóstico de juego patológico o no de todas las personas en el estudio.
Los autores encontraron en su trabajo, cuyos resultados se publican en la revista 'Journal of Clinical Psychiatry', que las probabilidades son aproximadamente ocho veces mayor de sufrir juego patológico entre los miembros de las familias afectadas frente a las de control.
Cuando los investigadores repitieron el análisis para centrarse en los problemas de juego, un grupo más grande de personas que el de los que padecen el estrechamente definido juego patológico, vieron que un 16 por ciento de los parientes de jugadores patológicos padecían problemas de juego frente al 3 por ciento de los familiares de los controles.
Los expertos también demostraron que los familiares de jugadores patológicos registraban las tasas más altas de depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad social, trastornos por uso de sustancias, trastorno de estrés postraumático y trastorno de la personalidad antisocial. "Esto sugiere que el juego patológico puede compartir una predisposición genética subyacente con estos trastornos", afirma Black.
Estos resultados parecen confirmar investigaciones anteriores y la observación clínica sobre el trastorno antisocial de la personalidad que sugieren que podría estar biológicamente relacionado con la ludopatía. Sin embargo, Black se mostró sorprendido por la conexión entre el juego patológico y la ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático.
El trabajo sentenció que los trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor y el trastorno bipolar, así como el abuso de sustancias, son comunes en los jugadores patológicos, pero el análisis sugiere que esto probablemente no se debe a una predisposición subyacente biológica compartida.
Fuente:infosalus.com
"Creo que los médicos y proveedores de atención médica deberían estar alerta si ven a una persona que sufre juego patológico, ya que es muy probable que tenga un pariente cercano con el mismo problema o similar", añade. El juego patológico, que es lo suficientemente grave para convertirse en un trastorno clínico, consiste en un importante problema de salud pública que afecta a entre el 0,5 y el 1,5 por ciento de los adultos estadounidenses en algún momento de sus vidas.
Esta investigación reclutó a 95 jugadores patológicos y 91 sujetos de control, emparejados por edad, sexo y nivel de educación, de Iowa, así como 1.075 adultos relacionados en primer grado con los participantes del estudio (padres, hermanos e hijos). Mediante entrevistas, el equipo de este estudio determinó el diagnóstico de juego patológico o no de todas las personas en el estudio.
Los autores encontraron en su trabajo, cuyos resultados se publican en la revista 'Journal of Clinical Psychiatry', que las probabilidades son aproximadamente ocho veces mayor de sufrir juego patológico entre los miembros de las familias afectadas frente a las de control.
Cuando los investigadores repitieron el análisis para centrarse en los problemas de juego, un grupo más grande de personas que el de los que padecen el estrechamente definido juego patológico, vieron que un 16 por ciento de los parientes de jugadores patológicos padecían problemas de juego frente al 3 por ciento de los familiares de los controles.
Los expertos también demostraron que los familiares de jugadores patológicos registraban las tasas más altas de depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad social, trastornos por uso de sustancias, trastorno de estrés postraumático y trastorno de la personalidad antisocial. "Esto sugiere que el juego patológico puede compartir una predisposición genética subyacente con estos trastornos", afirma Black.
Estos resultados parecen confirmar investigaciones anteriores y la observación clínica sobre el trastorno antisocial de la personalidad que sugieren que podría estar biológicamente relacionado con la ludopatía. Sin embargo, Black se mostró sorprendido por la conexión entre el juego patológico y la ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático.
El trabajo sentenció que los trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor y el trastorno bipolar, así como el abuso de sustancias, son comunes en los jugadores patológicos, pero el análisis sugiere que esto probablemente no se debe a una predisposición subyacente biológica compartida.
Fuente:infosalus.com
La esquizofrenia aumenta en 2,5 veces el riesgo de mortalidad
Las personas que padecen esquizofrenia presentan un riesgo de mortalidad 2,5 veces mayor que la población general y tienen una expectativa de vida un 20 % inferior, según ha explicado hoy el presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, Jordi Blanch.
Durante su participación en una jornada en Barcelona sobre "recomendaciones para la monitorización y la promoción de la salud físicas de las personas con esquizofrenia y otros trastornos mentales graves", Blanch ha informado de que "el suicidio contribuye en buena parte al incremento de la mortalidad".
"Pero también sube la mortalidad -ha añadido- el consumo de sustancias, las enfermedades cardiovasculares, el síndrome metabólico relacionada con los tratamientos farmacológicos y otras enfermedades no suficientemente bien tratadas".
Según Blanch, "la aparición de la enfermedad mental puede también dar lugar a una serie de estilos de vida poco saludables, que elevan el riesgo de enfermedades somáticas diversas y, por lo tanto, aumentan el riesgo de muerte".
Los especialistas que han participado en la jornada, organizada por la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y de Baleares, han defendido que, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la protección y la promoción de la salud física de las personas con trastorno mental grave ha de ser una línea de actuación prioritaria a nivel mundial y en la Unión Europea. Fuente:elconfidencial.com
Durante su participación en una jornada en Barcelona sobre "recomendaciones para la monitorización y la promoción de la salud físicas de las personas con esquizofrenia y otros trastornos mentales graves", Blanch ha informado de que "el suicidio contribuye en buena parte al incremento de la mortalidad".
"Pero también sube la mortalidad -ha añadido- el consumo de sustancias, las enfermedades cardiovasculares, el síndrome metabólico relacionada con los tratamientos farmacológicos y otras enfermedades no suficientemente bien tratadas".
Según Blanch, "la aparición de la enfermedad mental puede también dar lugar a una serie de estilos de vida poco saludables, que elevan el riesgo de enfermedades somáticas diversas y, por lo tanto, aumentan el riesgo de muerte".
Los especialistas que han participado en la jornada, organizada por la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y de Baleares, han defendido que, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la protección y la promoción de la salud física de las personas con trastorno mental grave ha de ser una línea de actuación prioritaria a nivel mundial y en la Unión Europea. Fuente:elconfidencial.com
martes, 3 de junio de 2014
¿Son las adolescentes más propensas a la depresión que los chicos?
Científicos de la Universidad de Pennsylvania creen que el mayor aumento flujo sanguíneo en el cerebro de las chicas en la pubertad que en el de los chicos, lo que las hace más propensas a padecer depresión. ¿Qué hay de cierto en todo esto? ABC.es ha hablado con un especialista para que nos lo aclare.
Un estudio reciente de la Universidad de Pennsylvania ha desvelado que las adolescentes podrían ser más propensas que los chicos a sufrir depresión y ansiedad debido a un mayor flujo sanguíneo porque los estrógenos llevan más sangre a la cabeza de las chicas en comparación con los hombres, lo que podría explicar muchas de las diferencias en desórdenes mentales entre géneros, como recoge el Daily Mail.
El flujo sanguíneo es mayor en mujeres adultas que los hombres pero este estudio pretende demostrar que esa diferencia viene marcada desde la adolescencia. Las partes del cerebro que reflejan mayor diferencia de flujo sanguíneo estaban en las partes asociadas a las mayores funciones cognitivas» explica el profesor Theodore Satterthwaite, de la Universidad de Pennsylvania, que añade que el área afectada importa porque «implica emociones y regula y controla las situaciones sociales» y explica que, por lo general, «hay una mayor prevalencia de la ansiedad y depresión en las mujeres y de la esquizofrenia en los hombres».
Estudios previos mostraban que el flujo sanguíneo baja durante la pubertad pero hacia los 15 lo hace más rápidamente en hombres que mujeres y hacia al final de la adolescencia vuelve a subir en las mujeres mientras que en los hombres sigue bajando. Los resultados publicados en «Proceedings of the National Academy of Sciences» sugiere que las diferencias de género pueden producirse en la pubertad y puede tener implicaciones para entender los desórdenes psiquiátricos que pueden manifestarse posteriormente.
Francisco Estupiñá Puig, psicólogo y profesor asociado de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que no se ha demostrado que los estrógenos sean un factor determinante en la aparición de la depresión en las adolescentes, y nos lo explica con el ejemplo de un «trastorno internalizante como el mutismo selectivo, que se da en niños prepuberales y es mucho más frecuente en niñas que en niños», y se produce antes de la aparición de los estrógenos en la pubertad.
El equipo de Satterthwaite relaciona dos variables -el aumento del flujo sanguíneo hacia ciertas zonas del cerebro y los niveles superiores de estrógenos- que «realmente no sabemos si la una causa la otra o si hay una tercera variable que produce ambas cosas», considera Estupiñá en declaraciones a ABC.es, y en su opinión se debe a que «llevamos más de cuarenta años tratando de encontrar bases biológicas para la depresión y se han gastado miles de millones de dólares pero seguimos sin tener ningún marcador orgánico o biológico de la depresión». «La tendencia de los investigadores a buscar el reduccionismo biológico y explicar los problemas de las personas únicamente por una única variable y a convertir la tristeza, las angustias, las dificultades para sentirse aceptado, de desarrollarse como persona como si fuera la diabetes» considera Estupiñá y «se simplifica todo mucho más pero eso no quiere decir que en realidad las cosas sean así», aclara.
Según el experto, el dato que han encontrado «es interesante y relevante y va a tener su utilidad en la comprensión de cómo funciona el cerebro o el desarrollo del ser humano» sin embargo no que cree que permita decir que «la depresión en la adolescencia está causada por los estrógenos» explica ya y, añade, que esta «variable puede jugar un papel o no».
La depresión está influida por «muchísimas variables culturales que son diferentes para los hombres y las mujeres a lo largo de todo el ciclo vital», afirma este experto. La tasa de prevalencia en las mujeres es muy superior pero «sabemos que no es igual en todas las culturas del planeta» lo que, asegura, «da a entender que la biología no es el único factor determinante sino que el rol cultural que se atribuye a la mujer tiene mucho que ver así como el aprendizaje emocional hombres y mujeres: los chicos no lloran y en cambio las chicas son delicadas y sensibles», explica. Además, recuerda que hay que tener en cuenta que, con la pubertad, empiezan a cambiar las relaciones con el entorno, «relación que las chicas acusan mucho más que los chicos».
Satterthwaite y su equipo utilizaron escáneres para analizar el desarrollo del flujo sanguíneo del cerebro de 922 jóvenes entre 8 y 22 años pero Estupiñá cree que, para que estuviera completo el estudio, deberían haber probado si «artificialmente, mediante fármacos reducimos los niveles de estrógenos en chicas adolescentes esto se traduce en una bajada del nivel del flujo sanguíneo a determinadas zonas del cerebro y al mismo tiempo una bajada de los niveles de depresión».
Fuente:abc.es
Un estudio reciente de la Universidad de Pennsylvania ha desvelado que las adolescentes podrían ser más propensas que los chicos a sufrir depresión y ansiedad debido a un mayor flujo sanguíneo porque los estrógenos llevan más sangre a la cabeza de las chicas en comparación con los hombres, lo que podría explicar muchas de las diferencias en desórdenes mentales entre géneros, como recoge el Daily Mail.
El flujo sanguíneo es mayor en mujeres adultas que los hombres pero este estudio pretende demostrar que esa diferencia viene marcada desde la adolescencia. Las partes del cerebro que reflejan mayor diferencia de flujo sanguíneo estaban en las partes asociadas a las mayores funciones cognitivas» explica el profesor Theodore Satterthwaite, de la Universidad de Pennsylvania, que añade que el área afectada importa porque «implica emociones y regula y controla las situaciones sociales» y explica que, por lo general, «hay una mayor prevalencia de la ansiedad y depresión en las mujeres y de la esquizofrenia en los hombres».
Estudios previos mostraban que el flujo sanguíneo baja durante la pubertad pero hacia los 15 lo hace más rápidamente en hombres que mujeres y hacia al final de la adolescencia vuelve a subir en las mujeres mientras que en los hombres sigue bajando. Los resultados publicados en «Proceedings of the National Academy of Sciences» sugiere que las diferencias de género pueden producirse en la pubertad y puede tener implicaciones para entender los desórdenes psiquiátricos que pueden manifestarse posteriormente.
Francisco Estupiñá Puig, psicólogo y profesor asociado de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que no se ha demostrado que los estrógenos sean un factor determinante en la aparición de la depresión en las adolescentes, y nos lo explica con el ejemplo de un «trastorno internalizante como el mutismo selectivo, que se da en niños prepuberales y es mucho más frecuente en niñas que en niños», y se produce antes de la aparición de los estrógenos en la pubertad.
El equipo de Satterthwaite relaciona dos variables -el aumento del flujo sanguíneo hacia ciertas zonas del cerebro y los niveles superiores de estrógenos- que «realmente no sabemos si la una causa la otra o si hay una tercera variable que produce ambas cosas», considera Estupiñá en declaraciones a ABC.es, y en su opinión se debe a que «llevamos más de cuarenta años tratando de encontrar bases biológicas para la depresión y se han gastado miles de millones de dólares pero seguimos sin tener ningún marcador orgánico o biológico de la depresión». «La tendencia de los investigadores a buscar el reduccionismo biológico y explicar los problemas de las personas únicamente por una única variable y a convertir la tristeza, las angustias, las dificultades para sentirse aceptado, de desarrollarse como persona como si fuera la diabetes» considera Estupiñá y «se simplifica todo mucho más pero eso no quiere decir que en realidad las cosas sean así», aclara.
Según el experto, el dato que han encontrado «es interesante y relevante y va a tener su utilidad en la comprensión de cómo funciona el cerebro o el desarrollo del ser humano» sin embargo no que cree que permita decir que «la depresión en la adolescencia está causada por los estrógenos» explica ya y, añade, que esta «variable puede jugar un papel o no».
La depresión está influida por «muchísimas variables culturales que son diferentes para los hombres y las mujeres a lo largo de todo el ciclo vital», afirma este experto. La tasa de prevalencia en las mujeres es muy superior pero «sabemos que no es igual en todas las culturas del planeta» lo que, asegura, «da a entender que la biología no es el único factor determinante sino que el rol cultural que se atribuye a la mujer tiene mucho que ver así como el aprendizaje emocional hombres y mujeres: los chicos no lloran y en cambio las chicas son delicadas y sensibles», explica. Además, recuerda que hay que tener en cuenta que, con la pubertad, empiezan a cambiar las relaciones con el entorno, «relación que las chicas acusan mucho más que los chicos».
Satterthwaite y su equipo utilizaron escáneres para analizar el desarrollo del flujo sanguíneo del cerebro de 922 jóvenes entre 8 y 22 años pero Estupiñá cree que, para que estuviera completo el estudio, deberían haber probado si «artificialmente, mediante fármacos reducimos los niveles de estrógenos en chicas adolescentes esto se traduce en una bajada del nivel del flujo sanguíneo a determinadas zonas del cerebro y al mismo tiempo una bajada de los niveles de depresión».
Fuente:abc.es
Más de 250.000 personas tienen diagnosticado un trastorno bipolar
Los expertos en psiquiatría llaman a la «conciencia social» para tratar de frenar los suicidios.
Elche ha reunido durante los últimos días a unos 140 profesionales que han participado en el II Simposio Ilicitano de Psiquiatría organizado por el Hospital General de Elche, y en el que se han analizado numerosos aspectos de actualidad de la mano de varios expertos.
Uno de los expertos que pasaron ayer por el simposio fue el doctor Eduard Vieta Pascual que analizó el presente y futuro en el trastorno bipolar. Vieta indicó que «los trastornos bipolares son una enfermedad psiquiátrica y las personas que lo sufren tienen alteraciones del estado de ánimo relacionados con aspectos externos o internos, son personas con altibajos en el estado de ánimo». No obstante, Vieta indico que «en España cada vez hay más conciencia del diagnóstico de esta enfermedad y hay muy buena investigación».
Concretamente, en España hay unas 250.000 personas a las que se les ha diagnosticado un trastorno bipolar, aunque, según Vieta, «sin diagnosticar hay por lo menos el doble». En este sentido, Eduard Vieta aseguró que debido a que hay más conciencia social «se están diagnosticando más casos y es que antes muchos pacientes pasaban por depresivos, y todavía pasan, debido a que mucha asistencia se realiza en la Primaria y todavía hace falta un esfuerzo de formación para la detección de persona bipolar». Eduard Vieta aseguró que «si se lleva a cabo el tratamiento se puede llevar a cabo una vida normal, el problema viene cuando no se lleva, ya que en un porcentaje elevado de pacientes se consigue una estabilización, y llevan una vida más o menos normal».
Los síntomas más comunes entre las personas que padecen esta enfermedad son alteraciones de ánimo pronunciadas, cambios frecuentes de humor, hiperactividad o insomnio. No obstante, los expertos siempre recomiendan acudir a un profesional del mundo de la psiquiatría para que realice el diagnóstico adecuado. Otra tema que cosechó gran interés por parte de los asistentes fue el análisis sobre el suicidio que realizó el doctor Víctor Pérez Sola.
Este experto explicó que «el suicidio es la primera causa de muerte entre la gente joven y en los últimos años se ha detectado un ligero incremento, aunque no podemos atribuirlo a la crisis». No obstante, Pérez Sola apuntó que «una de las causas del suicidio es la vulnerabilidad. Las personas con enfermedad mental son las más vulnerables, y en ellas hay que tener en cuenta los aspectos vitales y el estrés.
Hay personas que en situaciones de bonanza no se deprimirían, y en situaciones como la que estamos pasando ahora presentan cuadros depresivos y de ansiedad». «Uno de los grandes éxitos de los últimos años ha sido ser capaces de reducir las muertes en accidente de tráfico por los radares y las multas», dijo Víctor Pérez Sola, quien añadió que «necesitamos radares para detectar casos de suicidios. Hay que hablar del suicidio, ya que nadie habla de él. La única prevención es que cuando alguien diga que está pensando en morirse no debemos que dejarlo estar, si no que hay que hablar del tema y que haya una conciencia social».
Fuente:diarioinformacion.com
Uno de los expertos que pasaron ayer por el simposio fue el doctor Eduard Vieta Pascual que analizó el presente y futuro en el trastorno bipolar. Vieta indicó que «los trastornos bipolares son una enfermedad psiquiátrica y las personas que lo sufren tienen alteraciones del estado de ánimo relacionados con aspectos externos o internos, son personas con altibajos en el estado de ánimo». No obstante, Vieta indico que «en España cada vez hay más conciencia del diagnóstico de esta enfermedad y hay muy buena investigación».
Concretamente, en España hay unas 250.000 personas a las que se les ha diagnosticado un trastorno bipolar, aunque, según Vieta, «sin diagnosticar hay por lo menos el doble». En este sentido, Eduard Vieta aseguró que debido a que hay más conciencia social «se están diagnosticando más casos y es que antes muchos pacientes pasaban por depresivos, y todavía pasan, debido a que mucha asistencia se realiza en la Primaria y todavía hace falta un esfuerzo de formación para la detección de persona bipolar». Eduard Vieta aseguró que «si se lleva a cabo el tratamiento se puede llevar a cabo una vida normal, el problema viene cuando no se lleva, ya que en un porcentaje elevado de pacientes se consigue una estabilización, y llevan una vida más o menos normal».
Los síntomas más comunes entre las personas que padecen esta enfermedad son alteraciones de ánimo pronunciadas, cambios frecuentes de humor, hiperactividad o insomnio. No obstante, los expertos siempre recomiendan acudir a un profesional del mundo de la psiquiatría para que realice el diagnóstico adecuado. Otra tema que cosechó gran interés por parte de los asistentes fue el análisis sobre el suicidio que realizó el doctor Víctor Pérez Sola.
Este experto explicó que «el suicidio es la primera causa de muerte entre la gente joven y en los últimos años se ha detectado un ligero incremento, aunque no podemos atribuirlo a la crisis». No obstante, Pérez Sola apuntó que «una de las causas del suicidio es la vulnerabilidad. Las personas con enfermedad mental son las más vulnerables, y en ellas hay que tener en cuenta los aspectos vitales y el estrés.
Hay personas que en situaciones de bonanza no se deprimirían, y en situaciones como la que estamos pasando ahora presentan cuadros depresivos y de ansiedad». «Uno de los grandes éxitos de los últimos años ha sido ser capaces de reducir las muertes en accidente de tráfico por los radares y las multas», dijo Víctor Pérez Sola, quien añadió que «necesitamos radares para detectar casos de suicidios. Hay que hablar del suicidio, ya que nadie habla de él. La única prevención es que cuando alguien diga que está pensando en morirse no debemos que dejarlo estar, si no que hay que hablar del tema y que haya una conciencia social».
Fuente:diarioinformacion.com
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