miércoles, 30 de enero de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Cómo superar tu adicción a WhatsApp
Mirar el móvil todo el rato para ver si han leído tu mensaje. Contener el aliento hasta que recibes una contestación. Observar con agobio la última hora a la que tu pareja se ha conectado. Síntomas de que eres un adicto a WhatsApp, o por lo menos que usas la aplicación de forma un poco obsesiva. La gente que padece este trastorno lo pasa mal, pero también hacen sufrir a su entorno. ¿Cuántas discusiones de pareja se habrán producido por el dichoso doble ‘check’? Imposible cuantificarlas. Descubre, en este practicograma, cómo son los pasos que tienes que seguir superar tu adicción a WhatsApp.
1.- Aquí, ahora, ya mismo.
Lunes, 02.30h de la mañana. Apenas quedan seis horas para ir a trabajar. Suena el móvil, han llegado varios mensajes de WhatsApp. “¿Qué tal?” “¿Qué haces?” “¿Por qué no me contestas?” “¿Estás enfadado conmigo”? Y lo peor de todo no es que te hayan despertado. Lo más lamentable es que no si no contestas, de verdad van a creer que “estás enfadado”. Sin darte cuenta te has buscado un problema mientras dormías.
Así puede acabar siendo WhatsApp, una aplicación que permite enviar mensajes entre dispositivos móviles sin ningún coste. Y es un ‘app’ que tiene mucho éxito. En España hay 10 millones de usuarios, en el mundo 1.300 millones. Entre todas estas personas se envían cerca de 11.500 mensajes por segundo.
Una implantación tan masiva puede derivar en un uso obsesivo de WhatsApp. En el peor de los casos se puede incluso llegar a la adicción. La gente que padece este trastorno lo pasa muy mal, pero también lo pasan mal las personas de su entorno. Para solucionar este problema hay que identificar los síntomas y cambiar la forma de usar el ‘app’.
2.- Los síntomas de la adicción.
WhatsApp es una aplicación que puede generar adicción. Varios de los expertos entrevistados en este reportaje coinciden en esto. ¿Pero a partir de cuándo se puede hablar de un uso adictivo?
“Yo creo que es una adicción a partir del momento en el que recibes un WhatsApp y eso pasa a ser la prioridad número uno, el resto de tus actividades pasan a un segundo plano”, comenta Selva María Orejón, autora de varias publicaciones de comunicación online y directora ejecutiva de Onbranding.es. “Esto puede tener consecuencias en tu trabajo, en tus relaciones de pareja y en otras facetas de tu vida”.
Un uso excesivo de WhatsApp puede ser hasta peligroso. Selva llama la atención del riesgo que supone usar el 'app' mientras se conduce. Te puede costar un accidente y tres puntos de tu carné de conducir. Es arriesgado incluso mientras se camina. Hay ciudades de EE UU en las que está prohibido escribir con el móvil mientras se anda por la calle (‘WhatsApp: La Dependencia de un aliado diario’).
Esta es la lista de síntomas que indican que eres un adicto a WhatsApp, o por lo menos que haces un uso demasiado obsesivo de la aplicación:
-Estas pendiente todo el rato de recibir nuevos WhatsApp.
-Miras de forma obsesiva el ‘doble check’ para ver si se los mensajes enviados se han leído.
-Padeces el síndrome de las ‘vibraciones fantasma’.
3.- “¿Por qué no me contesta?”.
Mirar el móvil sin parar ver si has recibido un nuevo WhatsApp. En el trabajo, en casa, en el cine, en la cama. En definitiva, estar ‘hiperconectado’. Este es uno de los síntomas más claros de que puedes ser un adicto a WhatsApp. Si esto se acompaña además de un sentimiento de desanimo por no haber recibido ningún mensaje, la adicción es aún más evidente.
“Un paciente me comentó un día que estaba teniendo problemas con un amigo”, relata Miguel Pedano, terapeuta del centro Psicología y Mediación. “Estaba agobiado porque le había escrito un WhatsApp y el otro no le contestaba”.
El psicólogo explica que en estas situaciones “se da a WhatsApp el mismo valor que se le da a una comunicación o relación cara a cara”. Y esto es algo malo e incorrecto. “Esta aplicación es una herramienta que en ningún caso refleja lo que soy como persona ni lo que para mí representa la otra persona”, sentencia Pedano.
4.- El dichoso doble ‘check’.
Envías un WhatsApp. Esperas un rato. Si aparece el doble ‘check’ es que la otra persona ha leído tu mensaje. Pues no, no es así. Esto es falso. Los dos pequeños tics de color verde que se ven a la izquierda de lo que escribes sólo significan que tu mensaje se ha entregado. Nada más.
Este mal entendido es un clásico detonante de problemas y discusiones entre amigos, y sobre todo entre parejas. El cortometraje ‘Doble Check’ retrata la situación con ironía y realismo. Un chico que no se cree que su novia no leyerá el WhatsApp que le envió por la noche. Ella jura y perjura que no lo recibió, a lo que él contesta: “¡Pero si hizo doble ‘check’!”. Te adelantamos el final del corto: ella se cansa y rompe la relación.
Discutir por un asunto así es otro claro síntoma de que eres un adicto a WhatsApp. Parece que la compañía desarrolladora de la aplicación se hizo eco del asunto. Desmintió a través de su perfil de Twitter y de su página web que el doble ‘check’ quisiera decir que el mensaje se había leído.
5.- El síndrome de la ‘vibración fantasma’.
La obsesión por recibir mensajes en WhatsApp puede hacer que sientas vibraciones de tu ‘smartphone’ que no existen. Esta es una de las conclusiones a las que llega un estudio publicado por la Sociedad Británica de Psicología. Estas ‘vibraciones fantasma’ vienen acompañadas de mucho estrés, que es más intenso cuantas más veces mires el móvil para ver si te ha llegado algún mensaje.
El Dr. Richard Balding, autor de la investigación, advierte de los riesgos que este síndrome supone, sobre todo en el trabajo. “Las empresas no pueden crecer si sus empleados están estresados”. Balding recomienda “animar a los trabajadores a apagar sus móviles para reducir su tentación a mirarlos” de forma compulsiva.
Aquí hay un problema añadido: los ‘smartphones’ están muy implantados en el día a día. Conseguir que alguien lo apague es (casi) una misión imposible. “La mitad de la población tiene adicción al móvil. Se ha convertido en una herramienta casi imprescindible para comunicarse”, explica el psicólogo Jose Antonio Molina, que ha participado en el estudio ‘Control de Movilemia’. Según este trabajo, el 55% de los españoles come con el móvil al lado, un tercio se lo lleva al baño y sólo un 25% lo apaga cuando mantiene relaciones con su pareja.
6.- Supera tu adicción, y gana en calidad de vida.
“La disponibilidad y la conectividad de las personas es la base de su autoafirmación. Yo elijo con quién hablo y cuándo lo hago”. Son las palabras del psicólogo Pablo Viudes, memorízalas, son la clave para cambiar tu forma de usar WhatsApp.
Date el lujo de apagar el móvil cuando te apetezca. Y si no quieres desconectarlo, por lo menos permítete no contestar a los mensajes que te llegan. “Uno tiene que saber administrar su conectividad y su privacidad”, explica Viudes. “De lo contrario WhatsApp puede acabar vulnerando la intimidad”.
No entres al juego de dar explicaciones a una persona que se enfada contigo porque no le has contestado. Es problema suyo, no tuyo. Hacer lo contrario sólo empeorará el problema. “Cuando alguien contesta sin parar a todos los WhatsApp que recibe y no es capaz de postergar ese momento se genera un espacio de dependencia, no sólo suya, del resto de personas también”, advierte el psicólogo.
WhatsApp es una herramienta de comunicación, nada más. No debe sustituir los entornos humanos.
7.- El juego seductor de WhatsApp.
¿Cuál es el éxito de WhatsApp? ¿Por qué engancha tanto a la gente? Es una aplicación gratuita que permite ahorrar mucho dinero en llamadas, eso seguro. Pero hay más. Para Francesc Núñez Mosteo, director del Grado de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya la clave está en su “capacidad de enganche”
“Yo no creo que haya una adicción como tal a WhatsApp, yo hablaría más de una cierta dependencia emocional y social”, explica Francesc. La comunicación que se establece a través de esta aplicación tiene un valor añadido. No es igual que hablar cara a cara. “Interactúas en un espacio nuevo. Mientras esperas a que te contesten se potencia la imaginación y el deseo. Este gozo es parte del atractivo de WhatsApp”, comenta el profesor.
El poder de atracción de WhatsApp también tiene mucho que ver con lo que Núñez Mosteo llama “distancias artificiales”. Usa el siguiente ejemplo para explicar el concepto: “Puedes estar sentado en la misma mesa que otra persona en una gran cena, cada uno en una esquina. El hecho de que inicies una conversación por WhatsApp abre una nueva distancia en esa comunicación que antes no existía. Esto es algo que puede llegar a ser muy seductor”.
8.- Configura WhatsApp para evitar problemas.
A lo mejor no eres tú el enganchado a WhatsApp. Puede que sean tus amigos, o tu pareja. En estos casos hay unos trucos que puedes poner en práctica para que no te atosiguen sin parar:
-Oculta la hora de tus mensajes de WhatsApp. Así nadie sabrá a qué hora los has enviado.
-Bloquea o elimina a las personas que no te aporten nada y que te escriban sin parar.
-Abandona los grupos de WhatsApp que ya no te interesen. De lo contrario sólo conseguirás agobiarte con mensajes innecesarios.
-Si es necesario, borra el historial de conversaciones de WhatsApp.
Fuente:informe21.com
1.- Aquí, ahora, ya mismo.
Lunes, 02.30h de la mañana. Apenas quedan seis horas para ir a trabajar. Suena el móvil, han llegado varios mensajes de WhatsApp. “¿Qué tal?” “¿Qué haces?” “¿Por qué no me contestas?” “¿Estás enfadado conmigo”? Y lo peor de todo no es que te hayan despertado. Lo más lamentable es que no si no contestas, de verdad van a creer que “estás enfadado”. Sin darte cuenta te has buscado un problema mientras dormías.
Así puede acabar siendo WhatsApp, una aplicación que permite enviar mensajes entre dispositivos móviles sin ningún coste. Y es un ‘app’ que tiene mucho éxito. En España hay 10 millones de usuarios, en el mundo 1.300 millones. Entre todas estas personas se envían cerca de 11.500 mensajes por segundo.
Una implantación tan masiva puede derivar en un uso obsesivo de WhatsApp. En el peor de los casos se puede incluso llegar a la adicción. La gente que padece este trastorno lo pasa muy mal, pero también lo pasan mal las personas de su entorno. Para solucionar este problema hay que identificar los síntomas y cambiar la forma de usar el ‘app’.
2.- Los síntomas de la adicción.
WhatsApp es una aplicación que puede generar adicción. Varios de los expertos entrevistados en este reportaje coinciden en esto. ¿Pero a partir de cuándo se puede hablar de un uso adictivo?
“Yo creo que es una adicción a partir del momento en el que recibes un WhatsApp y eso pasa a ser la prioridad número uno, el resto de tus actividades pasan a un segundo plano”, comenta Selva María Orejón, autora de varias publicaciones de comunicación online y directora ejecutiva de Onbranding.es. “Esto puede tener consecuencias en tu trabajo, en tus relaciones de pareja y en otras facetas de tu vida”.
Un uso excesivo de WhatsApp puede ser hasta peligroso. Selva llama la atención del riesgo que supone usar el 'app' mientras se conduce. Te puede costar un accidente y tres puntos de tu carné de conducir. Es arriesgado incluso mientras se camina. Hay ciudades de EE UU en las que está prohibido escribir con el móvil mientras se anda por la calle (‘WhatsApp: La Dependencia de un aliado diario’).
Esta es la lista de síntomas que indican que eres un adicto a WhatsApp, o por lo menos que haces un uso demasiado obsesivo de la aplicación:
-Estas pendiente todo el rato de recibir nuevos WhatsApp.
-Miras de forma obsesiva el ‘doble check’ para ver si se los mensajes enviados se han leído.
-Padeces el síndrome de las ‘vibraciones fantasma’.
3.- “¿Por qué no me contesta?”.
Mirar el móvil sin parar ver si has recibido un nuevo WhatsApp. En el trabajo, en casa, en el cine, en la cama. En definitiva, estar ‘hiperconectado’. Este es uno de los síntomas más claros de que puedes ser un adicto a WhatsApp. Si esto se acompaña además de un sentimiento de desanimo por no haber recibido ningún mensaje, la adicción es aún más evidente.
“Un paciente me comentó un día que estaba teniendo problemas con un amigo”, relata Miguel Pedano, terapeuta del centro Psicología y Mediación. “Estaba agobiado porque le había escrito un WhatsApp y el otro no le contestaba”.
El psicólogo explica que en estas situaciones “se da a WhatsApp el mismo valor que se le da a una comunicación o relación cara a cara”. Y esto es algo malo e incorrecto. “Esta aplicación es una herramienta que en ningún caso refleja lo que soy como persona ni lo que para mí representa la otra persona”, sentencia Pedano.
4.- El dichoso doble ‘check’.
Envías un WhatsApp. Esperas un rato. Si aparece el doble ‘check’ es que la otra persona ha leído tu mensaje. Pues no, no es así. Esto es falso. Los dos pequeños tics de color verde que se ven a la izquierda de lo que escribes sólo significan que tu mensaje se ha entregado. Nada más.
Este mal entendido es un clásico detonante de problemas y discusiones entre amigos, y sobre todo entre parejas. El cortometraje ‘Doble Check’ retrata la situación con ironía y realismo. Un chico que no se cree que su novia no leyerá el WhatsApp que le envió por la noche. Ella jura y perjura que no lo recibió, a lo que él contesta: “¡Pero si hizo doble ‘check’!”. Te adelantamos el final del corto: ella se cansa y rompe la relación.
Discutir por un asunto así es otro claro síntoma de que eres un adicto a WhatsApp. Parece que la compañía desarrolladora de la aplicación se hizo eco del asunto. Desmintió a través de su perfil de Twitter y de su página web que el doble ‘check’ quisiera decir que el mensaje se había leído.
5.- El síndrome de la ‘vibración fantasma’.
La obsesión por recibir mensajes en WhatsApp puede hacer que sientas vibraciones de tu ‘smartphone’ que no existen. Esta es una de las conclusiones a las que llega un estudio publicado por la Sociedad Británica de Psicología. Estas ‘vibraciones fantasma’ vienen acompañadas de mucho estrés, que es más intenso cuantas más veces mires el móvil para ver si te ha llegado algún mensaje.
El Dr. Richard Balding, autor de la investigación, advierte de los riesgos que este síndrome supone, sobre todo en el trabajo. “Las empresas no pueden crecer si sus empleados están estresados”. Balding recomienda “animar a los trabajadores a apagar sus móviles para reducir su tentación a mirarlos” de forma compulsiva.
Aquí hay un problema añadido: los ‘smartphones’ están muy implantados en el día a día. Conseguir que alguien lo apague es (casi) una misión imposible. “La mitad de la población tiene adicción al móvil. Se ha convertido en una herramienta casi imprescindible para comunicarse”, explica el psicólogo Jose Antonio Molina, que ha participado en el estudio ‘Control de Movilemia’. Según este trabajo, el 55% de los españoles come con el móvil al lado, un tercio se lo lleva al baño y sólo un 25% lo apaga cuando mantiene relaciones con su pareja.
6.- Supera tu adicción, y gana en calidad de vida.
“La disponibilidad y la conectividad de las personas es la base de su autoafirmación. Yo elijo con quién hablo y cuándo lo hago”. Son las palabras del psicólogo Pablo Viudes, memorízalas, son la clave para cambiar tu forma de usar WhatsApp.
Date el lujo de apagar el móvil cuando te apetezca. Y si no quieres desconectarlo, por lo menos permítete no contestar a los mensajes que te llegan. “Uno tiene que saber administrar su conectividad y su privacidad”, explica Viudes. “De lo contrario WhatsApp puede acabar vulnerando la intimidad”.
No entres al juego de dar explicaciones a una persona que se enfada contigo porque no le has contestado. Es problema suyo, no tuyo. Hacer lo contrario sólo empeorará el problema. “Cuando alguien contesta sin parar a todos los WhatsApp que recibe y no es capaz de postergar ese momento se genera un espacio de dependencia, no sólo suya, del resto de personas también”, advierte el psicólogo.
WhatsApp es una herramienta de comunicación, nada más. No debe sustituir los entornos humanos.
7.- El juego seductor de WhatsApp.
¿Cuál es el éxito de WhatsApp? ¿Por qué engancha tanto a la gente? Es una aplicación gratuita que permite ahorrar mucho dinero en llamadas, eso seguro. Pero hay más. Para Francesc Núñez Mosteo, director del Grado de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya la clave está en su “capacidad de enganche”
“Yo no creo que haya una adicción como tal a WhatsApp, yo hablaría más de una cierta dependencia emocional y social”, explica Francesc. La comunicación que se establece a través de esta aplicación tiene un valor añadido. No es igual que hablar cara a cara. “Interactúas en un espacio nuevo. Mientras esperas a que te contesten se potencia la imaginación y el deseo. Este gozo es parte del atractivo de WhatsApp”, comenta el profesor.
El poder de atracción de WhatsApp también tiene mucho que ver con lo que Núñez Mosteo llama “distancias artificiales”. Usa el siguiente ejemplo para explicar el concepto: “Puedes estar sentado en la misma mesa que otra persona en una gran cena, cada uno en una esquina. El hecho de que inicies una conversación por WhatsApp abre una nueva distancia en esa comunicación que antes no existía. Esto es algo que puede llegar a ser muy seductor”.
8.- Configura WhatsApp para evitar problemas.
A lo mejor no eres tú el enganchado a WhatsApp. Puede que sean tus amigos, o tu pareja. En estos casos hay unos trucos que puedes poner en práctica para que no te atosiguen sin parar:
-Oculta la hora de tus mensajes de WhatsApp. Así nadie sabrá a qué hora los has enviado.
-Bloquea o elimina a las personas que no te aporten nada y que te escriban sin parar.
-Abandona los grupos de WhatsApp que ya no te interesen. De lo contrario sólo conseguirás agobiarte con mensajes innecesarios.
-Si es necesario, borra el historial de conversaciones de WhatsApp.
Fuente:informe21.com
Los expertos alertan de la adicción al móvil que tienen los adolescentes de Castellón
El uso que hacen los adolescentes de las nuevas tecnologías preocupa y mucho a familias, docentes y expertos. El vídeo en Youtube de unos chavales de Castellón pegándose patadas voladoras o golpes en los testículos, que ha denunciado esta semana Mediterráneo, abre el debate sobre los graves peligros que comporta para los menores el uso de internet. La grabación, emulando a la serie amercana de la MTV Jackass, ha sido borrada, aunque la Fiscalía investigará los hechos. Y es que el control de los padres se antoja un elemento fundamental para evitar situaciones embarazosas que rozan el delito. La brecha digital corre en contra de los progenitores porque sus hijos son los llamados nativos tecnológicos.
El problema llega a tal punto que los expertos advierten de la adicción creciente de los adolescentes castellonenses al móvil, ya que es la principal herramienta a través de la cual acceden a internet y de ahí a las redes sociales (Facebook y Tuenti) o al chat WhatsApp. “La adicción tecnológica entre los más jóvenes es muy preocupante, porque desde edades tempranas usan el móvil de forma abusiva sin ningún control”, destaca Francisco López, presidente de la Fundación para la Prevención y Tratamiento de Drogodependencias y otras Adicciones (Patim).
Según estudios recientes, siete de cada 10 menores se conecta al menos dos horas al día a internet y emplea el teléfono móvil para ello. “Todo abuso es peligroso y más cuando son menores”, alerta López. La última moda entre los jóvenes castellonenses son los informers, perfiles de Facebook donde un grupo de alumnos de un mismo centro cotillea llegando a difamar o a atentar contra la intimidad. La Universitat Jaume I e institutos de Vinaròs, Benicarló y Peñíscola ya tienen su informer.
MEDIDAS // Ante esto, los expertos apuestan por la educación como la mejor prevención. “Debería haber desde primaria una asignatura sobre el código ético en nuevas tecnologías”, explica López, mientras el jefe de la unidad de delitos informáticos de la Policía Nacional de Castellón, Pere Cervantes, se muestra partidario de los programas de control parental de fácil descarga. En ellos el progenitor puede limitar las horas de navegación o copiar los contenidos web que consulta el menor. De igual manera, la directora del Departamento de Psicologia Evolutiva y Educativa de la UJI, Lidón Villanueva, plantea la necesidad de firmar un contrato conductual consensuado, que permita fijar límites.
Fuente:elperiodicomediterraneo.com
El problema llega a tal punto que los expertos advierten de la adicción creciente de los adolescentes castellonenses al móvil, ya que es la principal herramienta a través de la cual acceden a internet y de ahí a las redes sociales (Facebook y Tuenti) o al chat WhatsApp. “La adicción tecnológica entre los más jóvenes es muy preocupante, porque desde edades tempranas usan el móvil de forma abusiva sin ningún control”, destaca Francisco López, presidente de la Fundación para la Prevención y Tratamiento de Drogodependencias y otras Adicciones (Patim).
Según estudios recientes, siete de cada 10 menores se conecta al menos dos horas al día a internet y emplea el teléfono móvil para ello. “Todo abuso es peligroso y más cuando son menores”, alerta López. La última moda entre los jóvenes castellonenses son los informers, perfiles de Facebook donde un grupo de alumnos de un mismo centro cotillea llegando a difamar o a atentar contra la intimidad. La Universitat Jaume I e institutos de Vinaròs, Benicarló y Peñíscola ya tienen su informer.
MEDIDAS // Ante esto, los expertos apuestan por la educación como la mejor prevención. “Debería haber desde primaria una asignatura sobre el código ético en nuevas tecnologías”, explica López, mientras el jefe de la unidad de delitos informáticos de la Policía Nacional de Castellón, Pere Cervantes, se muestra partidario de los programas de control parental de fácil descarga. En ellos el progenitor puede limitar las horas de navegación o copiar los contenidos web que consulta el menor. De igual manera, la directora del Departamento de Psicologia Evolutiva y Educativa de la UJI, Lidón Villanueva, plantea la necesidad de firmar un contrato conductual consensuado, que permita fijar límites.
Fuente:elperiodicomediterraneo.com
Cómo evitar que su hijo se convierta en un fracasado
Juan tiene 19 años. Ha dejado los estudios, sale a diario con amigos y hace lo que muchos: se divierte, bebe alcohol, fuma. Sus padres tienen estudios superiores y un nivel socioeconómico muy alto. Siempre fueron comprensivos y dialogantes con él; nunca le castigaron. Pero desde hace tiempo Juan no respeta a nadie; grita, rompe cosas, les agrede. Cuando se lo reprochan, responde: “Dejadme en paz. Os odio. Buscaré trabajo para ganar dinero e irme de casa”. Hace semanas fue detenido por agresión. Había consumido gran cantidad de cocaína.
Los padres de Juan aun no han superado el disgusto y no paran de repetir: “¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Qué hicimos mal? ¿Podríamos haber hecho las cosas de otra forma?”
Frases como éstas se escuchan muy a menudo en consultas de psicología, tribunales de menores y colegios. Suelen provenir de padres bienintencionados como los de Juan que vieron a sus adorables hijos transformarse en tiranos. ¿Qué fue lo que sucedió? Los expertos lo tienen claro. Crecieron con mucho amor, vivencias positivas y oportunidades pero carecieron de algo esencial. Nadie les puso normas, no les enseñaron a esperar, ni a esforzarse para conseguir sus deseos. Su futuro era fácil de imaginar.
Y es que muchísimas evidencias demuestran que una educación sin límites es un camino más que probable a una vida de inadaptación, de problemas. Pero esta realidad sigue sin ser asimilada por muchos padres. Esta misma semana uno me decía: “No quiero que mi hijo llore por recoger la ropa o estudiar. Tonterías. Quiero que sea feliz. Y si desea algo se lo compraré; no quiero que sufra. Además disfruto haciéndolo”, Muchos padres dicen cosas parecidas. Pero la vida no pone las cosas tan fáciles. Ellos lo saben. ¿Por qué hacen que sus hijos crean lo contrario?
Parece cierto. Nunca los padres habían estado tan preparados y sin embargo nunca habían mostrado tanta confusión a la hora de educar como hoy en día. Por eso es necesario insistir: la felicidad de los hijos no es incompatible con los límites. Más bien, al contrario. Buena prueba de ello son los sorprendentes hallazgos obtenidos en estudios que analizaron el modelo familiar en el que crecieron muchos de los chicos que un día se convirtieron en tiranos y delincuentes. Cada vez más, provienen de familias estructuradas, dialogantes y democráticas. Conocer como fueron educados estos niños tal vez pueda ayudar a muchos padres bienintencionados a recapacitar. Puede que aún estén a tiempo.
Manual definitivo para conseguir que su hijo se convierta en un verdadero fracasado
1. Dele todo lo que pida. Si no lo hace, su hijo sufrirá. No haga caso de los que dicen que es bueno que aprenda a esperar, a esforzarse por conseguir algo y tolerar la frustración. Están equivocados. Someterle a todo eso puede generarle consecuencias irreparables
2. No permita que su hijo llore; cumpla sus deseos sin demora. Puede volverse un niño ansioso.
3. No le regañe nunca; no ponga reprenda sus malos actos. Podría desarrollar baja autoestima. Si hace algo incorrecto basta con que prometa que no lo hará más. No volverá a repetirlo.
4. Dígale solo lo que hace bien. Tape sus fallos. Así no sufrirá
5. Intente ser su mejor amigo. Para conseguirlo deje de poner límites y reglas. ¿Qué amigo lo hace? En el colegio y en la vida encontrará muchos obstáculos. No presione también usted. Su hijo se puede traumatizar y se resentirá el vínculo con usted.
6. Recoja todo lo que deje tirado. No haga caso de quienes dicen que desde temprana edad puede recoger sus juguetes con la ayuda de un adulto. Desde pequeño, debe tener claro que hacerlo no es responsabilidad suya sino de la asistenta o de su madre. Hacer el trabajo de otros no es bueno; los de alrededor dejarán de cumplir con sus responsabilidades.
7. No se esfuerce por trabajar sus valores. Los niños son buenos por naturaleza y comprenden con facilidad lo que está bien o mal y a obrar en consecuencia. Es falso que hacerlo fomente seguridad personal. No haga caso. La moral es un invento para tenernos controlados.
8. Respete siempre su derecho a decidir. No le coarte ni le guíe en su proceder. Espere a que sea un adulto para que pueda hacerlo con libertad. Antes no hay nada relevante que decidir.
9. Si hace comentarios inapropiados o dice palabrotas, no le regañe; ríase. Es pequeño y no importa. Alabe su ocurrencia. Puede que así siga siendo gracioso de mayor y eso le abrirá muchas puertas. El autocontrol no es tan necesario como dicen.
10. Póngase siempre se su parte. Intermedie en todos sus conflictos. Usted sabe que no tiene mala intención. Con eso basta. No le haga sufrir sugiriendo que los resuelva por sí mismo o pidiendo disculpas a quién hizo daño; ya tiene bastante con el disgusto.
11. No haga caso del colegio si le dicen que no obedece. Enfréntese a quién sugiera eso. Seguramente el culpable sea el profesor: no sabe motivarle.
12. Dele todo el dinero que pida. Aunque se acostumbre a gastar mucho seguro que no le es difícil restringir sus gastos cuando deba hacerlo. Seguro que se conforma y lo acepta.
13. Guíese siempre por lo que hagan los padres de los amigos de su hijo. Si ellos no ponen horario de llegada a casa, no se le ocurra hacerlo a usted. Si lo hace, puede frustrarse o convertirle en un acomplejado frente a sus amigos.
14. Respete su intimidad. No supervise nunca su actividad en la red. En el colegio les han enseñado a protegerse adecuadamente en internet y las redes sociales. Con eso basta.
15. Y por último, confíe siempre en él, aunque le suene raro lo que le cuente. Para proteger a un hijo la confianza es fundamental. Son malos padres los que piensan que la confianza hay que ganársela. Evite ser como ellos. Hacerlo, sería un error.
Pero si quiere que su hijo sea un verdadero fracasado y esta lista le parece muy larga, puede simplificarla. Bastará con que cumpla a rajatabla tres preceptos fundamentales: dele a su hijo todo lo que pida; hágalo con prontitud y sobre todo, no olvide algo: que no realice ningún esfuerzo para lograrlo. Verá lo fácilmente que lo consigue.
Fuente:elconfidencial.com
Los padres de Juan aun no han superado el disgusto y no paran de repetir: “¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Qué hicimos mal? ¿Podríamos haber hecho las cosas de otra forma?”
Frases como éstas se escuchan muy a menudo en consultas de psicología, tribunales de menores y colegios. Suelen provenir de padres bienintencionados como los de Juan que vieron a sus adorables hijos transformarse en tiranos. ¿Qué fue lo que sucedió? Los expertos lo tienen claro. Crecieron con mucho amor, vivencias positivas y oportunidades pero carecieron de algo esencial. Nadie les puso normas, no les enseñaron a esperar, ni a esforzarse para conseguir sus deseos. Su futuro era fácil de imaginar.
Y es que muchísimas evidencias demuestran que una educación sin límites es un camino más que probable a una vida de inadaptación, de problemas. Pero esta realidad sigue sin ser asimilada por muchos padres. Esta misma semana uno me decía: “No quiero que mi hijo llore por recoger la ropa o estudiar. Tonterías. Quiero que sea feliz. Y si desea algo se lo compraré; no quiero que sufra. Además disfruto haciéndolo”, Muchos padres dicen cosas parecidas. Pero la vida no pone las cosas tan fáciles. Ellos lo saben. ¿Por qué hacen que sus hijos crean lo contrario?
Parece cierto. Nunca los padres habían estado tan preparados y sin embargo nunca habían mostrado tanta confusión a la hora de educar como hoy en día. Por eso es necesario insistir: la felicidad de los hijos no es incompatible con los límites. Más bien, al contrario. Buena prueba de ello son los sorprendentes hallazgos obtenidos en estudios que analizaron el modelo familiar en el que crecieron muchos de los chicos que un día se convirtieron en tiranos y delincuentes. Cada vez más, provienen de familias estructuradas, dialogantes y democráticas. Conocer como fueron educados estos niños tal vez pueda ayudar a muchos padres bienintencionados a recapacitar. Puede que aún estén a tiempo.
Manual definitivo para conseguir que su hijo se convierta en un verdadero fracasado
1. Dele todo lo que pida. Si no lo hace, su hijo sufrirá. No haga caso de los que dicen que es bueno que aprenda a esperar, a esforzarse por conseguir algo y tolerar la frustración. Están equivocados. Someterle a todo eso puede generarle consecuencias irreparables
2. No permita que su hijo llore; cumpla sus deseos sin demora. Puede volverse un niño ansioso.
3. No le regañe nunca; no ponga reprenda sus malos actos. Podría desarrollar baja autoestima. Si hace algo incorrecto basta con que prometa que no lo hará más. No volverá a repetirlo.
4. Dígale solo lo que hace bien. Tape sus fallos. Así no sufrirá
5. Intente ser su mejor amigo. Para conseguirlo deje de poner límites y reglas. ¿Qué amigo lo hace? En el colegio y en la vida encontrará muchos obstáculos. No presione también usted. Su hijo se puede traumatizar y se resentirá el vínculo con usted.
6. Recoja todo lo que deje tirado. No haga caso de quienes dicen que desde temprana edad puede recoger sus juguetes con la ayuda de un adulto. Desde pequeño, debe tener claro que hacerlo no es responsabilidad suya sino de la asistenta o de su madre. Hacer el trabajo de otros no es bueno; los de alrededor dejarán de cumplir con sus responsabilidades.
7. No se esfuerce por trabajar sus valores. Los niños son buenos por naturaleza y comprenden con facilidad lo que está bien o mal y a obrar en consecuencia. Es falso que hacerlo fomente seguridad personal. No haga caso. La moral es un invento para tenernos controlados.
8. Respete siempre su derecho a decidir. No le coarte ni le guíe en su proceder. Espere a que sea un adulto para que pueda hacerlo con libertad. Antes no hay nada relevante que decidir.
9. Si hace comentarios inapropiados o dice palabrotas, no le regañe; ríase. Es pequeño y no importa. Alabe su ocurrencia. Puede que así siga siendo gracioso de mayor y eso le abrirá muchas puertas. El autocontrol no es tan necesario como dicen.
10. Póngase siempre se su parte. Intermedie en todos sus conflictos. Usted sabe que no tiene mala intención. Con eso basta. No le haga sufrir sugiriendo que los resuelva por sí mismo o pidiendo disculpas a quién hizo daño; ya tiene bastante con el disgusto.
11. No haga caso del colegio si le dicen que no obedece. Enfréntese a quién sugiera eso. Seguramente el culpable sea el profesor: no sabe motivarle.
12. Dele todo el dinero que pida. Aunque se acostumbre a gastar mucho seguro que no le es difícil restringir sus gastos cuando deba hacerlo. Seguro que se conforma y lo acepta.
13. Guíese siempre por lo que hagan los padres de los amigos de su hijo. Si ellos no ponen horario de llegada a casa, no se le ocurra hacerlo a usted. Si lo hace, puede frustrarse o convertirle en un acomplejado frente a sus amigos.
14. Respete su intimidad. No supervise nunca su actividad en la red. En el colegio les han enseñado a protegerse adecuadamente en internet y las redes sociales. Con eso basta.
15. Y por último, confíe siempre en él, aunque le suene raro lo que le cuente. Para proteger a un hijo la confianza es fundamental. Son malos padres los que piensan que la confianza hay que ganársela. Evite ser como ellos. Hacerlo, sería un error.
Pero si quiere que su hijo sea un verdadero fracasado y esta lista le parece muy larga, puede simplificarla. Bastará con que cumpla a rajatabla tres preceptos fundamentales: dele a su hijo todo lo que pida; hágalo con prontitud y sobre todo, no olvide algo: que no realice ningún esfuerzo para lograrlo. Verá lo fácilmente que lo consigue.
Fuente:elconfidencial.com
jueves, 24 de enero de 2013
La adicción a las compras afecta a un tercio de la población y empeora durante las rebajas
Un tercio de la población adulta sufre adicción a las compras, fenómeno que empeora durante las rebajas y la Navidad, según ha alertado el profesor de Estudios de Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Manuel Armayones, que también ha citado estudios y expertos.
En su opinión la adicción "empeora porque la presión en estos periodos aumenta tanto en los medios de comunicación como socialmente", ya que comprar durante estas épocas del año está bien visto y no se reprocha el hecho de comprar objetos o cosas innecesarias, ha añadido el experto.
De esta forma, quien es adicto pierde con mucha más facilidad el control, y "el problema grave sucede cuando la persona no puede pagar la adquisición y empieza a sobreendeudarse y poner en peligro el ecosistema familiar", ha indicado Armayones, en un comunicado remitido por la UOC.
Generalmente este problema está "oculto" y solo se destapa cuando el adicto ya no puede pagar la compra, y de hecho la consulta a expertos se produce cuando éste acarrea problemas en la vida personal, familiar e incluso profesional del individuo.
El psicólogo ha advertido de un aumento de las consultas por adicciones, y la adicción al consumo se asocia a procesos depresivos, la soledad y la insatisfacción vital.
La crisis económica y la mayor conciencia de austeridad en la población beneficia a este colectivo, porque se ha abierto paso una conciencia social precursora de un consumo responsable.
Según la Federación de Ususarios-Consumidores Independientes (Fuci), cada español gastará un 11% menos durante este año, respecto al anterior, según una encuesta realizada a 2.000 consumidores mayores de edad el mes de diciembre para saber cuánto dinero gastarían en las rebajas de invierno.
Fuente europapress.es
En su opinión la adicción "empeora porque la presión en estos periodos aumenta tanto en los medios de comunicación como socialmente", ya que comprar durante estas épocas del año está bien visto y no se reprocha el hecho de comprar objetos o cosas innecesarias, ha añadido el experto.
De esta forma, quien es adicto pierde con mucha más facilidad el control, y "el problema grave sucede cuando la persona no puede pagar la adquisición y empieza a sobreendeudarse y poner en peligro el ecosistema familiar", ha indicado Armayones, en un comunicado remitido por la UOC.
Generalmente este problema está "oculto" y solo se destapa cuando el adicto ya no puede pagar la compra, y de hecho la consulta a expertos se produce cuando éste acarrea problemas en la vida personal, familiar e incluso profesional del individuo.
El psicólogo ha advertido de un aumento de las consultas por adicciones, y la adicción al consumo se asocia a procesos depresivos, la soledad y la insatisfacción vital.
La crisis económica y la mayor conciencia de austeridad en la población beneficia a este colectivo, porque se ha abierto paso una conciencia social precursora de un consumo responsable.
Según la Federación de Ususarios-Consumidores Independientes (Fuci), cada español gastará un 11% menos durante este año, respecto al anterior, según una encuesta realizada a 2.000 consumidores mayores de edad el mes de diciembre para saber cuánto dinero gastarían en las rebajas de invierno.
Fuente europapress.es
martes, 22 de enero de 2013
El sexo como una cárcel
La adicción al sexo es una enfermedad cuyo fin es conseguir placer sexual.
Repercute en tu vida personal, laboral y emocional. 'No te deja ser libre'.
Se trata de un círculo vicioso que tiene cualquier otra adicción.
Nicole Kidman rechazó meterse en la piel de una ninfómana en la última película que rueda el cineasta Lars von Trier y que se estrenará este mismo año, 'Nymphomaniac'. Según informaron diferentes medios, la actriz rechazó la oferta porque creía que no iba a sentirse muy "cómoda" dentro del papel.
Lo suyo, en este caso, se trata de una mera anécdota y la película en cuestión sólo una ficción, pero lejos de las pantallas de cine se esconden vidas de carne y hueso que día a día tienen que cargar con el lastre de tener una adicción al sexo. No se trata de vicio, perversión o libertinaje, como se puede pensar, sino de una enfermedad, una adicción. "Es una dependencia como otra cualquiera", asegura Francisca Molero, médico y directora del Institut de Sexología de Barcelona. Estamos hablando de una "cárcel", de una adicción que no te deja ser libre.
Comúnmente, este trastorno se denomina ninfomanía en las mujeres y andromanía en los hombres, pero esto, según los expertos, es cosa del pasado o al menos debería serlo, y lo correcto es decir trastorno de la hipersexualidad o de adicción al sexo. Esto es, una adicción cuyo fin último es conseguir y obtener por todos los medios el placer sexual.
"Una adicción implica una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación, en este caso una actividad que está destinada a obtener placer sexual", mantiene la doctora. Aquí, la respuesta es muy intensa porque se trata de un orgasmo, pero dura poco. Luego vienen las culpas y los remordimientos. Incluso, muchas de estas personas llegan a perder el placer sexual.
"Se considera dentro de las adicciones de conductas, ya que no hay ninguna sustancia. Se puede equiparar a la ludopatía (adicción al juego) en la que no hay una sustancia como tal (el alcohol, drogas, etc.) que te sacie esa necesidad, sino que es una conducta la que lo hace", explica por su parte Carmen Sánchez, psicóloga clínica y co-directora del Intitut de Sexología de Barcelona. Las conductas pueden ser de tipos muy diversos: desde la masturbación compulsiva, el uso de pornografía o de líneas de teléfono eróticas hasta encuentros sexuales con personas desconocidas o incluso con profesionales. "La frecuencia de la conducta tiene que ver con las oportunidades que tenga para acceder a la misma. Es decir, si el encuentro es con profesionales, depende de la facilidad que tenga para poder acceder a ellas", explica Molero. También hay casos en que puede haber mezcla de todas o alguna de estas conductas.
Todo ello interfiere de forma importante, más de la que nos podemos imaginar, en la vida laboral y personal de quienes lo padecen. La psicóloga Sánchez nos da un pequeño ejemplo de ello. Imagínese una persona que se encuentra en su puesto de trabajo y tiene que ausentarse de él durante un tiempo porque necesita "irremediablemente" reparar su necesidad y este hecho además, se repite con frecuencia. O bien una persona que llega a perder bastante dinero porque usa constantemente líneas de teléfonos eróticas o requiere el contacto de profesionales y empieza a tener por ello problemas con su pareja. O el caso de una persona que pasa toda una noche sin dormir porque ha estado consumiendo pornografía por internet, lo que interfiere tanto en su salud como en su rendimiento laboral del día siguiente.
La adicción implica, por tanto, "evadirse de las responsabilidades, mentir, sentimientos muy dolorosos de pérdidas y culpabilidad, ausencia de control e incluso problemas con la ley". No tiene nada que ver con ser "muy sexual, tener mucho deseo sexual ni tener una gran actividad sexual", aclaran las expertas.
Según estudios americanos, afirma Sánchez, entre un 3 y un 6% de la población norteamericana padece este trastorno. En España, según datos de 2012, se habla de casi un 6%, pero aún así "es todavía casi imposible saber con exactitud la cifra exacta". Pese a todo, el DSM-IV, el 'santo y seña' de la psiquiatría, sigue sin considerar este problema como una categoría diagnóstica, aunque según Molero, en el nuevo DSM-V "seguramente aparecerá ya como trastorno".
Perfil
El perfil de este tipo de personas es muy variado, pero generalmente suelen tener unas características comunes. Es más frecuente en hombres que en mujeres y más frecuente en "adultos jóvenes", explica Molero. Pero aún así, el abanico es muy grande y muchas veces no tiene porqué ajustarse a ese 'perfil' o 'patrón'.
Se trata de personas muy dependientes, con poca autoestima que además no suelen ser buenos con las habilidades sociales y les cuesta comunicarse. Son compulsivos y con gran ausencia de autocontrol. Puede haber también insatisfacciones emocionales o con las relaciones de pareja, carencias afectivas, predisposición a la ansiedad y la depresión, disfunciones sexuales de algún tipo y una personalidad que se relaciona con la búsqueda de riesgos. "Está relacionado con el resto de adicciones", indica Sánchez. A veces incluso, puede haber consumo de alcohol u otras drogas, "una cosa no está exenta de la otra".
Las sensaciones más frecuentes en estos pacientes son el sufrimiento, la autodestrucción, la culpa, el remordimiento, etc. "Es una espiral", mantiene firmemente Molero. Primero sienten el deseo incontrolable de realizar la conducta y luego vienen las culpas y el sufrimiento. Esto hace que disminuya de forma considerable la autoestima y para volver a recuperarla vuelven de nuevo a tener la necesidad de repetir la conducta. "Un círculo vicioso que tiene cualquier adicción". Por ello, asegura que lo primero en terapia es trabajar el autocontrol, ya que estas personas tienen una falta de control muy grande.
Terapia grupal
Esta es la enfermedad callada, o la enfermedad "secreta" como la han denominado las expertas, porque lo cierto es que a pesar de la prevalencia y del aumento de casos que cada día se ven en las consultas, sigue siendo una adicción que se oculta por vergüenza. "No es fácil decir que te pasas el día entero pensando en el sexo, que lo necesitas continuamente y estás teniendo problema por ello en tu ámbito laboral, personal e incluso emocional", dice Sánchez. Por ello, es habitual que esté oculta y tarde tiempo en salir. "A veces no se dan ni cuenta", afirma. Con frecuecia es la pareja quien da el paso de llamar y otras veces es el propio paciente.
Pero, ¿cuándo piden ayuda, cuándo se dan cuenta de que realmente están ante un problema, una enfermedad? Cuando ven que el sexo ocupa en su vida demasiado tiempo, más del que debería. Cuando ya no hacen cosas que antes les gustaba hacer porque su tiempo está ocupado en esa otra cosa o cuando ven que su dependencia es tan fuerte que empiezan a tener problemas económicos, laborales o ven que su pareja va a pique.
Las expertas hablan sobre todo de las ventajas de la terapia grupal. "Hemos decidido empezar a tratar este tema también dentro de la terapia grupal, dentro de un grupo formado íntegramente por profesionales porque tiene unos refuerzos positivos muy importantes", explica Molero. Se dan cuenta de que no están solos, de que hay más gente como ellos y que dentro del grupo, ellos mismos, pueden buscar las soluciones.
No obstante, y a pesar de las ventajas del grupo terapéutico, que en países como en EEUU funciona muy bien y tiene un gran auge, en España, afirma Sánchez, todavía nos cuesta trabajar en grupo. "Por vergüenza, porque podemos encontrarnos con alguien después en la calle, por reticencias, etc. No hay tanta tradición". Pero insiste, cuando te das cuenta de que no estás solo, puedes compartir los miedos con otras personas, los pensamientos, identificarte con otros... todo es mucho más fácil y no sólo los profesionales pueden darte estrategias, sino tú mismo y los demás compañeros.
Fuente:elmundo.es
Repercute en tu vida personal, laboral y emocional. 'No te deja ser libre'.
Se trata de un círculo vicioso que tiene cualquier otra adicción.
Nicole Kidman rechazó meterse en la piel de una ninfómana en la última película que rueda el cineasta Lars von Trier y que se estrenará este mismo año, 'Nymphomaniac'. Según informaron diferentes medios, la actriz rechazó la oferta porque creía que no iba a sentirse muy "cómoda" dentro del papel.
Lo suyo, en este caso, se trata de una mera anécdota y la película en cuestión sólo una ficción, pero lejos de las pantallas de cine se esconden vidas de carne y hueso que día a día tienen que cargar con el lastre de tener una adicción al sexo. No se trata de vicio, perversión o libertinaje, como se puede pensar, sino de una enfermedad, una adicción. "Es una dependencia como otra cualquiera", asegura Francisca Molero, médico y directora del Institut de Sexología de Barcelona. Estamos hablando de una "cárcel", de una adicción que no te deja ser libre.
Comúnmente, este trastorno se denomina ninfomanía en las mujeres y andromanía en los hombres, pero esto, según los expertos, es cosa del pasado o al menos debería serlo, y lo correcto es decir trastorno de la hipersexualidad o de adicción al sexo. Esto es, una adicción cuyo fin último es conseguir y obtener por todos los medios el placer sexual.
"Una adicción implica una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación, en este caso una actividad que está destinada a obtener placer sexual", mantiene la doctora. Aquí, la respuesta es muy intensa porque se trata de un orgasmo, pero dura poco. Luego vienen las culpas y los remordimientos. Incluso, muchas de estas personas llegan a perder el placer sexual.
"Se considera dentro de las adicciones de conductas, ya que no hay ninguna sustancia. Se puede equiparar a la ludopatía (adicción al juego) en la que no hay una sustancia como tal (el alcohol, drogas, etc.) que te sacie esa necesidad, sino que es una conducta la que lo hace", explica por su parte Carmen Sánchez, psicóloga clínica y co-directora del Intitut de Sexología de Barcelona. Las conductas pueden ser de tipos muy diversos: desde la masturbación compulsiva, el uso de pornografía o de líneas de teléfono eróticas hasta encuentros sexuales con personas desconocidas o incluso con profesionales. "La frecuencia de la conducta tiene que ver con las oportunidades que tenga para acceder a la misma. Es decir, si el encuentro es con profesionales, depende de la facilidad que tenga para poder acceder a ellas", explica Molero. También hay casos en que puede haber mezcla de todas o alguna de estas conductas.
Todo ello interfiere de forma importante, más de la que nos podemos imaginar, en la vida laboral y personal de quienes lo padecen. La psicóloga Sánchez nos da un pequeño ejemplo de ello. Imagínese una persona que se encuentra en su puesto de trabajo y tiene que ausentarse de él durante un tiempo porque necesita "irremediablemente" reparar su necesidad y este hecho además, se repite con frecuencia. O bien una persona que llega a perder bastante dinero porque usa constantemente líneas de teléfonos eróticas o requiere el contacto de profesionales y empieza a tener por ello problemas con su pareja. O el caso de una persona que pasa toda una noche sin dormir porque ha estado consumiendo pornografía por internet, lo que interfiere tanto en su salud como en su rendimiento laboral del día siguiente.
La adicción implica, por tanto, "evadirse de las responsabilidades, mentir, sentimientos muy dolorosos de pérdidas y culpabilidad, ausencia de control e incluso problemas con la ley". No tiene nada que ver con ser "muy sexual, tener mucho deseo sexual ni tener una gran actividad sexual", aclaran las expertas.
Según estudios americanos, afirma Sánchez, entre un 3 y un 6% de la población norteamericana padece este trastorno. En España, según datos de 2012, se habla de casi un 6%, pero aún así "es todavía casi imposible saber con exactitud la cifra exacta". Pese a todo, el DSM-IV, el 'santo y seña' de la psiquiatría, sigue sin considerar este problema como una categoría diagnóstica, aunque según Molero, en el nuevo DSM-V "seguramente aparecerá ya como trastorno".
Perfil
El perfil de este tipo de personas es muy variado, pero generalmente suelen tener unas características comunes. Es más frecuente en hombres que en mujeres y más frecuente en "adultos jóvenes", explica Molero. Pero aún así, el abanico es muy grande y muchas veces no tiene porqué ajustarse a ese 'perfil' o 'patrón'.
Se trata de personas muy dependientes, con poca autoestima que además no suelen ser buenos con las habilidades sociales y les cuesta comunicarse. Son compulsivos y con gran ausencia de autocontrol. Puede haber también insatisfacciones emocionales o con las relaciones de pareja, carencias afectivas, predisposición a la ansiedad y la depresión, disfunciones sexuales de algún tipo y una personalidad que se relaciona con la búsqueda de riesgos. "Está relacionado con el resto de adicciones", indica Sánchez. A veces incluso, puede haber consumo de alcohol u otras drogas, "una cosa no está exenta de la otra".
Las sensaciones más frecuentes en estos pacientes son el sufrimiento, la autodestrucción, la culpa, el remordimiento, etc. "Es una espiral", mantiene firmemente Molero. Primero sienten el deseo incontrolable de realizar la conducta y luego vienen las culpas y el sufrimiento. Esto hace que disminuya de forma considerable la autoestima y para volver a recuperarla vuelven de nuevo a tener la necesidad de repetir la conducta. "Un círculo vicioso que tiene cualquier adicción". Por ello, asegura que lo primero en terapia es trabajar el autocontrol, ya que estas personas tienen una falta de control muy grande.
Terapia grupal
Esta es la enfermedad callada, o la enfermedad "secreta" como la han denominado las expertas, porque lo cierto es que a pesar de la prevalencia y del aumento de casos que cada día se ven en las consultas, sigue siendo una adicción que se oculta por vergüenza. "No es fácil decir que te pasas el día entero pensando en el sexo, que lo necesitas continuamente y estás teniendo problema por ello en tu ámbito laboral, personal e incluso emocional", dice Sánchez. Por ello, es habitual que esté oculta y tarde tiempo en salir. "A veces no se dan ni cuenta", afirma. Con frecuecia es la pareja quien da el paso de llamar y otras veces es el propio paciente.
Pero, ¿cuándo piden ayuda, cuándo se dan cuenta de que realmente están ante un problema, una enfermedad? Cuando ven que el sexo ocupa en su vida demasiado tiempo, más del que debería. Cuando ya no hacen cosas que antes les gustaba hacer porque su tiempo está ocupado en esa otra cosa o cuando ven que su dependencia es tan fuerte que empiezan a tener problemas económicos, laborales o ven que su pareja va a pique.
Las expertas hablan sobre todo de las ventajas de la terapia grupal. "Hemos decidido empezar a tratar este tema también dentro de la terapia grupal, dentro de un grupo formado íntegramente por profesionales porque tiene unos refuerzos positivos muy importantes", explica Molero. Se dan cuenta de que no están solos, de que hay más gente como ellos y que dentro del grupo, ellos mismos, pueden buscar las soluciones.
No obstante, y a pesar de las ventajas del grupo terapéutico, que en países como en EEUU funciona muy bien y tiene un gran auge, en España, afirma Sánchez, todavía nos cuesta trabajar en grupo. "Por vergüenza, porque podemos encontrarnos con alguien después en la calle, por reticencias, etc. No hay tanta tradición". Pero insiste, cuando te das cuenta de que no estás solo, puedes compartir los miedos con otras personas, los pensamientos, identificarte con otros... todo es mucho más fácil y no sólo los profesionales pueden darte estrategias, sino tú mismo y los demás compañeros.
Fuente:elmundo.es
El uso inadecuado de los videojuegos por parte de los niños "puede afectar a su sociabilización"
No es recomendable jugar a la videoconsola en exceso.
El uso inadecuado de los videojuegos por parte de los niños "puede afectar a su sociabilización", tal y como ha explicado a Europa Press el psicólogo clínico experto en niños del Colegio Oficial de Psicólogos (COP), Abel Domínguez.
A su juicio, todo el tiempo que el menor pasa con la videoconsola, interactuando con la máquina, "no lo pasa interactuando con sus iguales". Por ello, expone que éstos solo deben jugar con estas tecnologías "cuando acaben sus deberes y tareas".
El también psicólogo infanto-juvenil de APEC señala que se tiene que "pautar el tiempo y procurar que los contenidos no sean violentos". Además, es importante que, si el adulto no puede controlar el uso que se hace del videojuego, "se pongan medio para que no se use de manera inadecuada", refleja.
Aunque Domínguez señala que, si no se toman estas medidas "se pueden ver afectados los valores del menor a la larga", también expone que los videojuegos "pueden ser positivos". Pueden ser considerados "como un premio", asegura.
Por su parte, el director pedagógico de la Fundación Marcet, Pedro Marcet, ha indicado a Europa Press que el problema se origina cuando se producen dos circunstancias, siendo la primera el hecho de que los padres "tengan que ausentarse" del hogar. En ese momento, los niños tienen "más libertad" para estar metidos en lo que les gusta, y aprovechan para marcar sus horarios su diversión y entretenimiento "porque no hay un adulto que les controle", afirma.
No obstante, también se da la circunstancia de que aunque los progenitores se encuentren en casa, los niños sigan dedicando el tiempo a jugar a estos tecnológicos juegos. Hay padres que "tampoco se preocupan mucho" de que haya un control más exhaustivo para que los menores se dediquen "a sus estudios o a otras actividades más apropiadas para la edad que tienen", señala.
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS ENTRETIENEN Y AÍSLAN
Todo ello se añade al hecho de que las nuevas tecnologías sean "un bombón" para los menores, ya que es una forma "de entretenerse, divertirse y asilarse". De hecho, el ordenador y la consola "están por encima de la televisión y el cine" en sus preferencias", manifiesta Marcet.
Ante ello, apuesta por la práctica deportiva, ya que "les ocupa ese espacio que tienen libre y les aporta muchísimo". A su juicio, es algo "extraordinario" para los niños al ser una posibilidad "para adquirir valores y marcarse retos".
En este sentido, Marcet sostiene que todo ello se ve aumentado si la práctica deportiva se realiza de manera colectiva porque es "incomparable" con respecto al deporte individual. Realizar esta actividad de manera grupal "socializa y hace que el menor se relacione con otros chicos", asegura.
Además, subraya que el deporte "es lo más parecido a la vida", ya que se lucha por conseguir objetivos "con esfuerzo y sacrificio común". Por ello, considera que es "muy importante" fomentar el deporte colectivo desde que los niños son muy pequeños.
De cualquier forma, advierte de que éstos "pasan entre tres y cuatro horas diarias" con los juegos interactivos, algo que debe cambiar a sólo "una o dos horas los fines de semana". "Lo recomendable es hacer lo que hacen los padres con ideas claras", que saben que los menores tienen que "estudiar, leer y jugar con los amigos", zanja.
Por último, el miembro de la Fundación Marcet expone que los jóvenes deben realizar deporte "un par de días a la semana de manera combinada con juegos en la calle con los amigos". Lo contrario, como instalar un ordenador en la habitación del menor, es "meter al enemigo en casa", concluye Marcet.
Fuente:noticias.lainformación.com
El uso inadecuado de los videojuegos por parte de los niños "puede afectar a su sociabilización", tal y como ha explicado a Europa Press el psicólogo clínico experto en niños del Colegio Oficial de Psicólogos (COP), Abel Domínguez.
A su juicio, todo el tiempo que el menor pasa con la videoconsola, interactuando con la máquina, "no lo pasa interactuando con sus iguales". Por ello, expone que éstos solo deben jugar con estas tecnologías "cuando acaben sus deberes y tareas".
El también psicólogo infanto-juvenil de APEC señala que se tiene que "pautar el tiempo y procurar que los contenidos no sean violentos". Además, es importante que, si el adulto no puede controlar el uso que se hace del videojuego, "se pongan medio para que no se use de manera inadecuada", refleja.
Aunque Domínguez señala que, si no se toman estas medidas "se pueden ver afectados los valores del menor a la larga", también expone que los videojuegos "pueden ser positivos". Pueden ser considerados "como un premio", asegura.
Por su parte, el director pedagógico de la Fundación Marcet, Pedro Marcet, ha indicado a Europa Press que el problema se origina cuando se producen dos circunstancias, siendo la primera el hecho de que los padres "tengan que ausentarse" del hogar. En ese momento, los niños tienen "más libertad" para estar metidos en lo que les gusta, y aprovechan para marcar sus horarios su diversión y entretenimiento "porque no hay un adulto que les controle", afirma.
No obstante, también se da la circunstancia de que aunque los progenitores se encuentren en casa, los niños sigan dedicando el tiempo a jugar a estos tecnológicos juegos. Hay padres que "tampoco se preocupan mucho" de que haya un control más exhaustivo para que los menores se dediquen "a sus estudios o a otras actividades más apropiadas para la edad que tienen", señala.
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS ENTRETIENEN Y AÍSLAN
Todo ello se añade al hecho de que las nuevas tecnologías sean "un bombón" para los menores, ya que es una forma "de entretenerse, divertirse y asilarse". De hecho, el ordenador y la consola "están por encima de la televisión y el cine" en sus preferencias", manifiesta Marcet.
Ante ello, apuesta por la práctica deportiva, ya que "les ocupa ese espacio que tienen libre y les aporta muchísimo". A su juicio, es algo "extraordinario" para los niños al ser una posibilidad "para adquirir valores y marcarse retos".
En este sentido, Marcet sostiene que todo ello se ve aumentado si la práctica deportiva se realiza de manera colectiva porque es "incomparable" con respecto al deporte individual. Realizar esta actividad de manera grupal "socializa y hace que el menor se relacione con otros chicos", asegura.
Además, subraya que el deporte "es lo más parecido a la vida", ya que se lucha por conseguir objetivos "con esfuerzo y sacrificio común". Por ello, considera que es "muy importante" fomentar el deporte colectivo desde que los niños son muy pequeños.
De cualquier forma, advierte de que éstos "pasan entre tres y cuatro horas diarias" con los juegos interactivos, algo que debe cambiar a sólo "una o dos horas los fines de semana". "Lo recomendable es hacer lo que hacen los padres con ideas claras", que saben que los menores tienen que "estudiar, leer y jugar con los amigos", zanja.
Por último, el miembro de la Fundación Marcet expone que los jóvenes deben realizar deporte "un par de días a la semana de manera combinada con juegos en la calle con los amigos". Lo contrario, como instalar un ordenador en la habitación del menor, es "meter al enemigo en casa", concluye Marcet.
Fuente:noticias.lainformación.com
miércoles, 16 de enero de 2013
El 21% de los adolescentes españoles está en riesgo de ser adicto a internet
El 40% de los chicos de 14 a 17 años se conecta a las redes sociales a diario durante más de dos horas.
Si deja de ver a los amigos, o de mostrar interés por actividades que antes le encantaban, si ya no quiere hablar con el resto de la familia, o está más irascible que de costumbre, o ya no quiere cenar todas las noches, o duerme mal o descuida su higiene... Si su hijo comienza a presentar estos síntomas, debe preocuparse pues puede estar desarrollando una conducta adictiva a internet. Le ocurre a más de 350.000 (21,3%) chicos españoles de entre 14 y 17 años. Son los adolescentes europeos que tienen mayor riesgo de obsesionarse por usar la Red y sufrir sus consecuencias: desde depresión, estados de ansiedad, hasta incapacidad para mantener relaciones con sus iguales o, incluso, esta adicción puede desembocar en conductas agresivas. Llegadas estas situaciones el menor ya es adicto a internet, y le ocurre a 1,5% chavales de nuestro país.
Esta es la principal conclusión de un estudio que ha presentado la asociación Protégeles y que ha sido elaborado por distintas universidades de países europeos. La investigación también ha revelado que los adolescentes españoles son los que más usan de forma abusiva las redes sociales, en concreto casi el 40% se conecta a ellas a diario y durante más de dos horas, una práctica que les pone en riesgo de caer en la adicción a la Red.
Según el presidente de Protégeles, Guillermo Cánovas, «la mayoría de los chicos podrá superar por sí mismos esa primera etapa en la que se muestran señales preocupantes de adicción a internet pero aún no son adictos». Los que terminan desarrollando la adicción necesitarán ayuda profesional, aparte de la de la familia. En cualquier caso, Cánovas da dos consejos básicos a la hora de que los chicos usen esta herramienta: que los padres regulen el tiempo que están en internet y que sigan promoviendo otras alternativas de ocio (relaciones con amigos, deportes, salidas...).
Fuente:abc.es
Si deja de ver a los amigos, o de mostrar interés por actividades que antes le encantaban, si ya no quiere hablar con el resto de la familia, o está más irascible que de costumbre, o ya no quiere cenar todas las noches, o duerme mal o descuida su higiene... Si su hijo comienza a presentar estos síntomas, debe preocuparse pues puede estar desarrollando una conducta adictiva a internet. Le ocurre a más de 350.000 (21,3%) chicos españoles de entre 14 y 17 años. Son los adolescentes europeos que tienen mayor riesgo de obsesionarse por usar la Red y sufrir sus consecuencias: desde depresión, estados de ansiedad, hasta incapacidad para mantener relaciones con sus iguales o, incluso, esta adicción puede desembocar en conductas agresivas. Llegadas estas situaciones el menor ya es adicto a internet, y le ocurre a 1,5% chavales de nuestro país.
Esta es la principal conclusión de un estudio que ha presentado la asociación Protégeles y que ha sido elaborado por distintas universidades de países europeos. La investigación también ha revelado que los adolescentes españoles son los que más usan de forma abusiva las redes sociales, en concreto casi el 40% se conecta a ellas a diario y durante más de dos horas, una práctica que les pone en riesgo de caer en la adicción a la Red.
Según el presidente de Protégeles, Guillermo Cánovas, «la mayoría de los chicos podrá superar por sí mismos esa primera etapa en la que se muestran señales preocupantes de adicción a internet pero aún no son adictos». Los que terminan desarrollando la adicción necesitarán ayuda profesional, aparte de la de la familia. En cualquier caso, Cánovas da dos consejos básicos a la hora de que los chicos usen esta herramienta: que los padres regulen el tiempo que están en internet y que sigan promoviendo otras alternativas de ocio (relaciones con amigos, deportes, salidas...).
Fuente:abc.es
España, líder europeo en adicción adolescente a Internet
El 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a Internet debido al tiempo que dedica a navegar por la Red, frente al 12,7% de media europea, según un estudio financiado por la Unión Europea en diferentes países que ha contado con la colaboración de la asociación Protégeles en España.
Este porcentaje sitúa a España en cabeza de los países incluidos en el estudio por delante de Rumanía (16% de riesgo de generar una adicción), Polonia (12%), Países Bajos (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%). Además, el trabajo, en el que han participado hasta 2.000 adolescentes por país, destaca que el 1,5% de los adolescentes españoles ya sufre este tipo de adicciones.
Según la definición de los autores, la conducta adictiva a Internet consiste en un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet y "conduce potencialmente al aislamiento, el descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas, de las actividades recreativas, de la salud y de la higiene personal".
Así, el 27,8% de los adolescentes españoles afirma utilizar Internet hasta el punto de descuidar otras actividades. España destaca especialmente en el uso que los adolescentes hacen de las redes sociales, un tipo de comportamiento relacionado con la adicción a Internet.
Redes sociales y juegos
De hecho, los españoles de 14 a 17 años conforman el principal grupo de uso diario de redes sociales en Europa, con un 91,6% del uso y un 39,2% que reconoce pasar más de dos horas diarias en estas páginas web, seguidos de los jóvenes islandeses (89,3%) y holandeses (87,3%). Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas redes sociales son los griegos y los polacos.
También son los jóvenes de nuestro país los principales usuarios de salas de chat en Europa: el 67,4% lo hace, seguidos de los jóvenes griegos (48,9%) y alemanes (43,2%). Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas salas de chat son los islandeses y los polacos.
Mientras, los adolescentes holandeses de 14 a 17 años conforman el principal grupo de uso diario de servicios de mensajería instantánea (tipo WhastApp) en Europa, seguidos de los jóvenes polacos y españoles. Los que menos utilizan este tipo de servicios son los alemanes y los islandeses.
El perfil de las personas que sufren una conducta disfuncional en Internet, lo que incluye tanto a los que están en riego de contraer una adicción como a los que ya la han desarrollado, es de un hombre (15,2% frente a un 12,7% de mujeres), con una edad comprendida entre 16 y 18 años, y progenitores de un nivel de educación medio o bajo.
En general, en Europa, un 1,2% de la muestra presenta una conducta adictiva a Internet, mientras que un 12,7 por ciento presenta un riesgo de padecerlo. España, Rumanía y Polonia presentan una mayor prevalencia de riesgo, mientras que Alemania e Islandia presentan la menor prevalencia.
Los juegos de azar con apuestas 'online', el uso de las redes sociales y los juegos de ordenador están estrechamente relacionados con este tipo de conductas "disfuncionales", según el estudio, mientras que ver vídeos o películas no guarda relación con este tipo de adicciones. Además, hacer los deberes o búsqueda de información está negativamente asociado a este síndrome.
Riesgo de acoso sexual
Por otro lado, el estudio analiza el riesgo de acoso sexual y señala que el 63% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha contactado a través de Internet con personas a las que no conocía personalmente. Los adolescentes españoles se encuentran por debajo de la media europea en este tipo de prácticas, encabezadas por los jóvenes rumanos.
Mientras, el 21,9% ha sufrido situaciones de acoso en internet o ciberbullying, siendo más frecuente en las chicas (un 24,1%) que en los chicos (un 19,5%). España es el país en el que menos situaciones de ciberbullying se producen, mucho más frecuente en Rumanía.
Por último, el 58,8% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha encontrado imágenes pornográficas en Internet. El 32,8% de estos menores consideraron la experiencia negativa (uno de cada tres). Los porcentajes más bajos se encuentran entre los adolescentes rumanos y españoles.
Fuente:elmundo.es
Este porcentaje sitúa a España en cabeza de los países incluidos en el estudio por delante de Rumanía (16% de riesgo de generar una adicción), Polonia (12%), Países Bajos (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%). Además, el trabajo, en el que han participado hasta 2.000 adolescentes por país, destaca que el 1,5% de los adolescentes españoles ya sufre este tipo de adicciones.
Según la definición de los autores, la conducta adictiva a Internet consiste en un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet y "conduce potencialmente al aislamiento, el descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas, de las actividades recreativas, de la salud y de la higiene personal".
Así, el 27,8% de los adolescentes españoles afirma utilizar Internet hasta el punto de descuidar otras actividades. España destaca especialmente en el uso que los adolescentes hacen de las redes sociales, un tipo de comportamiento relacionado con la adicción a Internet.
Redes sociales y juegos
De hecho, los españoles de 14 a 17 años conforman el principal grupo de uso diario de redes sociales en Europa, con un 91,6% del uso y un 39,2% que reconoce pasar más de dos horas diarias en estas páginas web, seguidos de los jóvenes islandeses (89,3%) y holandeses (87,3%). Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas redes sociales son los griegos y los polacos.
También son los jóvenes de nuestro país los principales usuarios de salas de chat en Europa: el 67,4% lo hace, seguidos de los jóvenes griegos (48,9%) y alemanes (43,2%). Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas salas de chat son los islandeses y los polacos.
Mientras, los adolescentes holandeses de 14 a 17 años conforman el principal grupo de uso diario de servicios de mensajería instantánea (tipo WhastApp) en Europa, seguidos de los jóvenes polacos y españoles. Los que menos utilizan este tipo de servicios son los alemanes y los islandeses.
El perfil de las personas que sufren una conducta disfuncional en Internet, lo que incluye tanto a los que están en riego de contraer una adicción como a los que ya la han desarrollado, es de un hombre (15,2% frente a un 12,7% de mujeres), con una edad comprendida entre 16 y 18 años, y progenitores de un nivel de educación medio o bajo.
En general, en Europa, un 1,2% de la muestra presenta una conducta adictiva a Internet, mientras que un 12,7 por ciento presenta un riesgo de padecerlo. España, Rumanía y Polonia presentan una mayor prevalencia de riesgo, mientras que Alemania e Islandia presentan la menor prevalencia.
Los juegos de azar con apuestas 'online', el uso de las redes sociales y los juegos de ordenador están estrechamente relacionados con este tipo de conductas "disfuncionales", según el estudio, mientras que ver vídeos o películas no guarda relación con este tipo de adicciones. Además, hacer los deberes o búsqueda de información está negativamente asociado a este síndrome.
Riesgo de acoso sexual
Por otro lado, el estudio analiza el riesgo de acoso sexual y señala que el 63% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha contactado a través de Internet con personas a las que no conocía personalmente. Los adolescentes españoles se encuentran por debajo de la media europea en este tipo de prácticas, encabezadas por los jóvenes rumanos.
Mientras, el 21,9% ha sufrido situaciones de acoso en internet o ciberbullying, siendo más frecuente en las chicas (un 24,1%) que en los chicos (un 19,5%). España es el país en el que menos situaciones de ciberbullying se producen, mucho más frecuente en Rumanía.
Por último, el 58,8% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha encontrado imágenes pornográficas en Internet. El 32,8% de estos menores consideraron la experiencia negativa (uno de cada tres). Los porcentajes más bajos se encuentran entre los adolescentes rumanos y españoles.
Fuente:elmundo.es
martes, 15 de enero de 2013
Confesiones de un profesional del poker en tratamiento por ludopatía
El jugador de póquer Erick Lindgren, elegido jugador del año en 2008, ganador de dos títulos del WPT y de un brazalete de las WSOP, ha tenido que tratarse de su ludopatía en una clínica de California. Sus problemas con el juego (apuestas deportivas y de todo tipo) se vieron agravados cuando Full Tilt, empresa de la que poseía un 3%, acusó el golpe mortal del Viernes Negro y le cortó el grifo de sus ingresos, un escandaloso chorreo de billetes sin el cual sus deudas alcanzaron los diez millones de dólares.
Hay profesionales del póquer que juegan a las cartas con precisión matemática y que fuera de las mesas se transforman en unos ludópatas. A algunos le parecerá un comportamiento de lo más coherente y a otros, un sinsentido, porque se convierten justo en el tipo del jugador al que ellos más pueden explotar con los naipes. Erick Lindgren, de 36 años, alcanzó la gloria en 2008 y después fue cayendo en una progresiva desgracia y en una espiral de deudas que lo llevaron a rehuir a sus amigos más íntimos, a los que por supuesto debía dinero.
Los trapos sucios se lavan en casa, pero en el hogar de Lindgren no funcionaba ni la pastilla de jabón y algunos jugadores decidieron abrir la veda: empezaron a criticarlo en público, en foros como los de Two+Two. Alguno llegó a calificarlo como un «pedazo de mierda» y el propio Howard Lederer, una de las cabezas más visibles de Full Tilt Poker, contó que Lindgren recibió justo antes del Viernes Negro un crédito extra, por error (parece que fue Chris Ferguson quien metió la pata), de dos millones, a los que el reconocido ludópata se agarró como una vieja a su bolso. Ahora se sabe que el descontrol de la compañía permitía a sus socios, en su mayoría jugadores conocidos, coger de la caja todo el dinero que necesitaban, para devolverlo (o no) cada uno a su manera, en créditos tan blandos como los relojes de Dalí.
El editor de la revista «Bluff» entrevistó a Lindren hace unos días en la clínica que fue tratado durante dos semanas y el jugador abrió un poco su endurecido corazón. Lindgren asegura que está «trabajando duro» para recuperarse de su adicción al juego y que «lo más difícil es pagar todas las deudas». Lo más llamativo es que hablamos de un gran ganador, con más de 8 millones de dólares de ingresos en torneos en vivo y 28 cajas en las Series Mundiales, que suman 2,2 millones.
El agente de Lindgren, casado con la también jugadora Erica Schoenberg, con la que Erick tiene un hijo de un año, fue abordado por un amigo común, que le ofreció hacerse cargo de la estancia del jugador en la clínica. Una vez afrontados los hechos, le ha costado menos reconocer que sus problemas se habían agravado por las apuestas en el fútbol (el americano) y algunas otras en el Fantasy Football, algo parecido a la Liga Fantástica que organiza el diario Marca, y que en Estados Unidos se toman muy en serio. La afición a las apuestas de Lindgren era bastante «versátil», por otro lado. En 2007, por ejemplo, ganó una bonita cantidad al conseguir cuatro recorridos consecutivos de golf por debajo de los cien golpes. No es nada nuevo. El año pasado murió uno de los mejores jugadores y apostantes de la historia, el mítico Amarillo Slim, cuyas proezas merece la pena recordar.
El colmo de Erick Lindgren fue cuando conoció a un agente de apuestas de la NBA que lo puso en contacto con una red que, de entrada, le daba una línea de crédito de dos millones para jugar. Como suele suceder, la primera semana ganó unos pocos cientos y desde ahí se precipitó en su caída. En un solo mes llegó a perder seis millones y los acreedores comenzaron a aprenderse su teléfono de memoria. Mientras el dinero de Full Tilt seguía fluyendo (se habla de unos increíbles dividendos de hasta 250.000 dólares al mes) el problema tenía solución, pero sin esa vía de ingresos, su barco se fue a pique a toda velocidad. «Como jugador, te ves atrapado en una espiral tratando de conseguir el dinero que te deben para redistribuirlo entre la gente a la que tú debes», asegura él.
En su caso, la peor amenaza es que su forma de vida es el juego, con lo que se convierte en algo así como un bombero pirómano. Si tiene alguna esperanza de pagar sus deudas en las apuestas es jugando al póquer en Las Vegas, como en sus mejores tiempos. «Ahora tengo un plan, que saben las personas a las que debo dinero. Me he puesto en contacto con casi todos. Definitivamente no volveré a rehuir las llamadas de nadie». «He aprendido mucho sobre mí mismo aquí», añade. «Comprendí que no era diferente de otras personas que son adictas al alcohol, las drogas o cualquier otra cosa. He apostado más de lo que debía. Fue muy divertido en su momento, pero irresponsable en muchos sentidos».
«Ahora soy un hombre de familia con una mujer y un hijo de trece meses y ellos son ahora mi prioridad, aunque cualquier jugador sabe lo difícil que es mantener tu mente apartada de los números y del juego». En todo caso, queda claro que Lindgren no quiere abandonar su profesión, sino «mejorar dentro de ella, mantener el control, lo que significa no hacer apuestas salvajes y ser irresponsable con la banca y jugar con el dinero de otros; quiero jugar por el camino correcto». ¿Es posible? Y si lo es, ¿lo conseguirá? Por lo pronto, ahora debe a PokerStars, nueva propietaria de Full Tilt, 2,4 millones. El resto de acreedores le reclaman 600.000 dólares más.
Fuente:abc.es
Hay profesionales del póquer que juegan a las cartas con precisión matemática y que fuera de las mesas se transforman en unos ludópatas. A algunos le parecerá un comportamiento de lo más coherente y a otros, un sinsentido, porque se convierten justo en el tipo del jugador al que ellos más pueden explotar con los naipes. Erick Lindgren, de 36 años, alcanzó la gloria en 2008 y después fue cayendo en una progresiva desgracia y en una espiral de deudas que lo llevaron a rehuir a sus amigos más íntimos, a los que por supuesto debía dinero.
Los trapos sucios se lavan en casa, pero en el hogar de Lindgren no funcionaba ni la pastilla de jabón y algunos jugadores decidieron abrir la veda: empezaron a criticarlo en público, en foros como los de Two+Two. Alguno llegó a calificarlo como un «pedazo de mierda» y el propio Howard Lederer, una de las cabezas más visibles de Full Tilt Poker, contó que Lindgren recibió justo antes del Viernes Negro un crédito extra, por error (parece que fue Chris Ferguson quien metió la pata), de dos millones, a los que el reconocido ludópata se agarró como una vieja a su bolso. Ahora se sabe que el descontrol de la compañía permitía a sus socios, en su mayoría jugadores conocidos, coger de la caja todo el dinero que necesitaban, para devolverlo (o no) cada uno a su manera, en créditos tan blandos como los relojes de Dalí.
El editor de la revista «Bluff» entrevistó a Lindren hace unos días en la clínica que fue tratado durante dos semanas y el jugador abrió un poco su endurecido corazón. Lindgren asegura que está «trabajando duro» para recuperarse de su adicción al juego y que «lo más difícil es pagar todas las deudas». Lo más llamativo es que hablamos de un gran ganador, con más de 8 millones de dólares de ingresos en torneos en vivo y 28 cajas en las Series Mundiales, que suman 2,2 millones.
El agente de Lindgren, casado con la también jugadora Erica Schoenberg, con la que Erick tiene un hijo de un año, fue abordado por un amigo común, que le ofreció hacerse cargo de la estancia del jugador en la clínica. Una vez afrontados los hechos, le ha costado menos reconocer que sus problemas se habían agravado por las apuestas en el fútbol (el americano) y algunas otras en el Fantasy Football, algo parecido a la Liga Fantástica que organiza el diario Marca, y que en Estados Unidos se toman muy en serio. La afición a las apuestas de Lindgren era bastante «versátil», por otro lado. En 2007, por ejemplo, ganó una bonita cantidad al conseguir cuatro recorridos consecutivos de golf por debajo de los cien golpes. No es nada nuevo. El año pasado murió uno de los mejores jugadores y apostantes de la historia, el mítico Amarillo Slim, cuyas proezas merece la pena recordar.
El colmo de Erick Lindgren fue cuando conoció a un agente de apuestas de la NBA que lo puso en contacto con una red que, de entrada, le daba una línea de crédito de dos millones para jugar. Como suele suceder, la primera semana ganó unos pocos cientos y desde ahí se precipitó en su caída. En un solo mes llegó a perder seis millones y los acreedores comenzaron a aprenderse su teléfono de memoria. Mientras el dinero de Full Tilt seguía fluyendo (se habla de unos increíbles dividendos de hasta 250.000 dólares al mes) el problema tenía solución, pero sin esa vía de ingresos, su barco se fue a pique a toda velocidad. «Como jugador, te ves atrapado en una espiral tratando de conseguir el dinero que te deben para redistribuirlo entre la gente a la que tú debes», asegura él.
En su caso, la peor amenaza es que su forma de vida es el juego, con lo que se convierte en algo así como un bombero pirómano. Si tiene alguna esperanza de pagar sus deudas en las apuestas es jugando al póquer en Las Vegas, como en sus mejores tiempos. «Ahora tengo un plan, que saben las personas a las que debo dinero. Me he puesto en contacto con casi todos. Definitivamente no volveré a rehuir las llamadas de nadie». «He aprendido mucho sobre mí mismo aquí», añade. «Comprendí que no era diferente de otras personas que son adictas al alcohol, las drogas o cualquier otra cosa. He apostado más de lo que debía. Fue muy divertido en su momento, pero irresponsable en muchos sentidos».
«Ahora soy un hombre de familia con una mujer y un hijo de trece meses y ellos son ahora mi prioridad, aunque cualquier jugador sabe lo difícil que es mantener tu mente apartada de los números y del juego». En todo caso, queda claro que Lindgren no quiere abandonar su profesión, sino «mejorar dentro de ella, mantener el control, lo que significa no hacer apuestas salvajes y ser irresponsable con la banca y jugar con el dinero de otros; quiero jugar por el camino correcto». ¿Es posible? Y si lo es, ¿lo conseguirá? Por lo pronto, ahora debe a PokerStars, nueva propietaria de Full Tilt, 2,4 millones. El resto de acreedores le reclaman 600.000 dólares más.
Fuente:abc.es
Aumenta la ludopatía tras la legalización del juego por internet
La adicción afecta ya a casi un 0,7 por ciento de la población española, según un psicólogo de la UV
La ludopatía ha aumentado después de la legalización del juego por internet y afecta ya a casi un 0,7 % de la población española, según el director del diploma en Adicción al Juego y otras Adicciones Comportamentales de la Universitat de València (UV) y profesor de Psicología Básica, Mariano Chóliz.
En un comunicado remitido por la UV, Chóliz ha explicado que las adicciones están relacionadas directamente con la disponibilidad y la accesibilidad, de ahí que haya habido un incremento en los últimos meses.
La Dirección General de Juego concedió licencias para ofrecer juego por internet de forma legal, a través de un dominio «.es», el pasado mes de junio.
El psicólogo también ha destacado la continua evolución de las adicciones tecnológicas, debido a la incorporación de nuevas herramientas que favorecen su uso excesivo y su dependencia.
Para Chóliz, esta adicción afecta en mayor medida a adolescentes, puesto que son un colectivo especialmente vulnerable a cualquier adicción y, cuando se trata de tecnologías, «el problema se agrava, puesto que ellos tienen una especial querencia por estas herramientas, de las que son en algunos casos súper-usuarios».
Estas y otras adicciones son la materia de estudio del Diploma de Especialización Profesional Universitario en Adicción al Juego y otras Adicciones Comportamentales de la Universitat de València, cuyo periodo de preinscripción, ha recordado la institución académica, continúa abierta.
Este título, que en España solo se imparte en la UV, es fruto del trabajo desarrollado por la Unidad de Investigación en Juego y Adicciones Tecnológicas del Departamento de Psicología Básica del centro y tiene como objetivo la especialización en la evaluación y tratamiento de las principales adicciones.
Fuente:abc.es
La ludopatía ha aumentado después de la legalización del juego por internet y afecta ya a casi un 0,7 % de la población española, según el director del diploma en Adicción al Juego y otras Adicciones Comportamentales de la Universitat de València (UV) y profesor de Psicología Básica, Mariano Chóliz.
En un comunicado remitido por la UV, Chóliz ha explicado que las adicciones están relacionadas directamente con la disponibilidad y la accesibilidad, de ahí que haya habido un incremento en los últimos meses.
La Dirección General de Juego concedió licencias para ofrecer juego por internet de forma legal, a través de un dominio «.es», el pasado mes de junio.
El psicólogo también ha destacado la continua evolución de las adicciones tecnológicas, debido a la incorporación de nuevas herramientas que favorecen su uso excesivo y su dependencia.
Para Chóliz, esta adicción afecta en mayor medida a adolescentes, puesto que son un colectivo especialmente vulnerable a cualquier adicción y, cuando se trata de tecnologías, «el problema se agrava, puesto que ellos tienen una especial querencia por estas herramientas, de las que son en algunos casos súper-usuarios».
Estas y otras adicciones son la materia de estudio del Diploma de Especialización Profesional Universitario en Adicción al Juego y otras Adicciones Comportamentales de la Universitat de València, cuyo periodo de preinscripción, ha recordado la institución académica, continúa abierta.
Este título, que en España solo se imparte en la UV, es fruto del trabajo desarrollado por la Unidad de Investigación en Juego y Adicciones Tecnológicas del Departamento de Psicología Básica del centro y tiene como objetivo la especialización en la evaluación y tratamiento de las principales adicciones.
Fuente:abc.es
jueves, 10 de enero de 2013
Una adolescente droga a sus padres para conectarse más tiempo a internet
La joven condimentó unos batidos de un restaurante con medicamentos somníferos para aturdir a sus progenitores.
Una adolescente, junto a una amiga, ha drogado a sus padres con medicamentos para hacerles dormir y vulnerar el control de acceso a internet que mantenía su familia. Las jóvenes durmieron a los padres para permanecer conectadas a la Red durante horas.
El control del acceso a internet se ha convertido en uno de los deberes más complicados para los padres en los últimos años. La variedad de formas de conexión, a través de ordenadores o de dispositivos electrónicos, así como la posibilidad de hacerlo a todas horas, han complicado el control que se tiene sobre el acceso a internet de los hijos.
Muchos padres han optado por restringir las horas de conexión a la Red. De esta forma, pueden ejercer un control más directo sobre las páginas que sus hijos visitan y evitar así episodios de adicción a Internet o acoso virtual. Sin embargo, los adolescentes también han investigado diversas formas de vulnerar este control. El último caso lo han protagonizado dos adolescentes de Sacramento, California.
Las jóvenes de 15 y 16 años condimentaron unos batidos de un restaurante con medicamentos somníferos para aturdir a los padres. La pareja mantenía una política de toque de queda que impedía el acceso a Internet a partir de las 10 de la noche, según ha informado The Guardian. Para alargar el tiempo de conexión, la hija de la pareja y una amiga drogaron a los padres y cuando estos se durmieron, permanecieron conectadas a internet durante horas. Se desconoce el contenido de sus visitas a la Red.
Desafortunadamente para ellas, los padres notaron los síntomas del aturdimiento al día siguiente y se hicieron un test para comprobar si tenían drogas en el organismo. El resultado positivo les llevó a denunciar su situación a la Policía. Según han informado las autoridades a The Guardian, los padres tuvieron constancia de que era obra de su hija horas después. Por el momento, la investigación se ha centrado en el análisis de las drogas contenidas en el alimento. Se desconoce si los padres presentarán cargos contra las dos chicas.
Fuente: lavanguardia.com
Una adolescente, junto a una amiga, ha drogado a sus padres con medicamentos para hacerles dormir y vulnerar el control de acceso a internet que mantenía su familia. Las jóvenes durmieron a los padres para permanecer conectadas a la Red durante horas.
El control del acceso a internet se ha convertido en uno de los deberes más complicados para los padres en los últimos años. La variedad de formas de conexión, a través de ordenadores o de dispositivos electrónicos, así como la posibilidad de hacerlo a todas horas, han complicado el control que se tiene sobre el acceso a internet de los hijos.
Muchos padres han optado por restringir las horas de conexión a la Red. De esta forma, pueden ejercer un control más directo sobre las páginas que sus hijos visitan y evitar así episodios de adicción a Internet o acoso virtual. Sin embargo, los adolescentes también han investigado diversas formas de vulnerar este control. El último caso lo han protagonizado dos adolescentes de Sacramento, California.
Las jóvenes de 15 y 16 años condimentaron unos batidos de un restaurante con medicamentos somníferos para aturdir a los padres. La pareja mantenía una política de toque de queda que impedía el acceso a Internet a partir de las 10 de la noche, según ha informado The Guardian. Para alargar el tiempo de conexión, la hija de la pareja y una amiga drogaron a los padres y cuando estos se durmieron, permanecieron conectadas a internet durante horas. Se desconoce el contenido de sus visitas a la Red.
Desafortunadamente para ellas, los padres notaron los síntomas del aturdimiento al día siguiente y se hicieron un test para comprobar si tenían drogas en el organismo. El resultado positivo les llevó a denunciar su situación a la Policía. Según han informado las autoridades a The Guardian, los padres tuvieron constancia de que era obra de su hija horas después. Por el momento, la investigación se ha centrado en el análisis de las drogas contenidas en el alimento. Se desconoce si los padres presentarán cargos contra las dos chicas.
Fuente: lavanguardia.com
Un fármaco «reutilizado» muestra su eficacia frente al trastorno bipolar
Científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), han demostrado la eficacia de un nuevo medicamento para el trastorno bipolar que funciona como el litio, el tratamiento más común y eficaz para mitigar el cambio de ánimo que causa esta dolencia, pero sin los efectos secundarios que este provoca. Este nuevo fármaco, que ha sido desarrollado por la farmacéutica japonesa Daiichi Sankyo y se conoce como ebselen, es un antioxidante que inicialmente se diseñó para el tratamiento de accidentes cerebrovasculares pero que nunca llegó a salir al mercado y ahora está fuera de patente.
Sin embargo, un estudio en ratones publicado en Nature Communications ha demostrado que esta molécula puede ser «reutilizada» para el tratamiento del trastorno bipolar con el añadido de que podría reducir los efectos secundarios desagradables de aumento de peso, sed y daño renal que puede causar el litio.
El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que pueden interrumpir la rutina diaria de un individuo y las interacciones sociales. Casi un millón de españoles padece trastorno bipolar; sin embargo se calcula que el 40% de las personas que lo sufren no lo saben ya que son diagnosticadas de forma incorrecta con depresión. El fármaco más usado para aliviar los síntomas del trastorno es litio, sin embargo, es tóxico a sólo dos veces la dosis terapéutica. El tratamiento con litio también puede estar acompañado por un aumento en el riesgo de efectos secundarios tales como aumento de peso, sed, temblor y el daño renal.
Terapia experimental
«Su uso es todavía experimental, pero ya se ha probado en humanos con otros fines y ha demostrado que no tiene los efectos secundarios que causa el litio», ha explicado Grant Churchill, del Departamento de Farmacología de la Universidad de Oxford y uno de los autores del estudio. En la investigación, tal y como ha explicado el científico, los ratones recibieron pequeñas dosis de anfetaminas para potenciar su lado maniaco, que sin embargo fue calmado gracias al uso del ebselen. De hecho, el fármaco ha mostrado una acción igual o similar al litio en el cerebro de los ratones, al bloquear la misma enzima.
Tras este hallazgo, el siguiente paso es iniciar un pequeño estudio en voluntarios humanos sanos para analizar sus efectos sobre la función cerebral y, de funcionar, pasaría a probarse en pacientes bipolares.
Fuente:abc.es
Sin embargo, un estudio en ratones publicado en Nature Communications ha demostrado que esta molécula puede ser «reutilizada» para el tratamiento del trastorno bipolar con el añadido de que podría reducir los efectos secundarios desagradables de aumento de peso, sed y daño renal que puede causar el litio.
El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que pueden interrumpir la rutina diaria de un individuo y las interacciones sociales. Casi un millón de españoles padece trastorno bipolar; sin embargo se calcula que el 40% de las personas que lo sufren no lo saben ya que son diagnosticadas de forma incorrecta con depresión. El fármaco más usado para aliviar los síntomas del trastorno es litio, sin embargo, es tóxico a sólo dos veces la dosis terapéutica. El tratamiento con litio también puede estar acompañado por un aumento en el riesgo de efectos secundarios tales como aumento de peso, sed, temblor y el daño renal.
Terapia experimental
«Su uso es todavía experimental, pero ya se ha probado en humanos con otros fines y ha demostrado que no tiene los efectos secundarios que causa el litio», ha explicado Grant Churchill, del Departamento de Farmacología de la Universidad de Oxford y uno de los autores del estudio. En la investigación, tal y como ha explicado el científico, los ratones recibieron pequeñas dosis de anfetaminas para potenciar su lado maniaco, que sin embargo fue calmado gracias al uso del ebselen. De hecho, el fármaco ha mostrado una acción igual o similar al litio en el cerebro de los ratones, al bloquear la misma enzima.
Tras este hallazgo, el siguiente paso es iniciar un pequeño estudio en voluntarios humanos sanos para analizar sus efectos sobre la función cerebral y, de funcionar, pasaría a probarse en pacientes bipolares.
Fuente:abc.es
lunes, 7 de enero de 2013
Las sectas atraen en Cataluña a más de 55.000 personas
Entre 55.000 y 60.000 personas participan actualmente en las cerca de 110 sectas que operan en Cataluña, un fenómeno que ha repuntado con la crisis debido a la desesperación económica y social de los adeptos que acaban introduciéndose en este tipo de grupos.
Así lo explica el presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), Miguel Perlado, uno de los mayores expertos en sectas del Estado, que ha concretado que, lejos de desaparecer, “la participación ha experimentado un importante aumento en los últimos años”, aunque ha admitido que resulta complicado concretar las cifras debido a la opacidad de estas agrupaciones.
“Los más castigados por la crisis están desesperados lo que hace que también sean desesperadas sus elecciones”, por lo que acaban confiando en personas de fuerte liderazgo que les ofrecen la seguridad que no encuentran en su vida ordinaria y les prometen un futuro mejor.
En Cataluña operan principalmente tres tipos de sectas: las comerciales —centradas en la comercialización de productos que supuestamente ayudan a mantener el equilibrio espiritual y la salud—; las de crecimiento personal —que supuestamente proporcionan a los adeptos mayores calidades mentales y físicas para superar cualquier adversidad—, y las ufistas —centradas en la experimentación extraterrestre y paranormal—.
Fuente:elpais.com
Así lo explica el presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), Miguel Perlado, uno de los mayores expertos en sectas del Estado, que ha concretado que, lejos de desaparecer, “la participación ha experimentado un importante aumento en los últimos años”, aunque ha admitido que resulta complicado concretar las cifras debido a la opacidad de estas agrupaciones.
“Los más castigados por la crisis están desesperados lo que hace que también sean desesperadas sus elecciones”, por lo que acaban confiando en personas de fuerte liderazgo que les ofrecen la seguridad que no encuentran en su vida ordinaria y les prometen un futuro mejor.
En Cataluña operan principalmente tres tipos de sectas: las comerciales —centradas en la comercialización de productos que supuestamente ayudan a mantener el equilibrio espiritual y la salud—; las de crecimiento personal —que supuestamente proporcionan a los adeptos mayores calidades mentales y físicas para superar cualquier adversidad—, y las ufistas —centradas en la experimentación extraterrestre y paranormal—.
Fuente:elpais.com
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