lunes, 10 de diciembre de 2012

Los juegos online disparan los casos de adicciones entre los más jóvenes

Desde su legalización en junio, los jugadores registrados han crecido un 536% y las cantidades jugadas superan los 1.200 millones de euros.

Hasta el 1 de junio, los juegos online eran ilegales en España. Pero desde esa fecha están regularizados y sus primeras consecuencias ya son más que visibles. «Se trata de un tipo de juego muy accesible e interactivo porque el tiempo que transcurre desde que se hace la apuesta hasta que se conoce la solución es muy corto. Si a ello sumamos que el jugador puede guardar el anonimato, se convierte en una vía de escape muy peligrosa», destaca Consuelo Tomás, psicoterapeuta del Instituto Valenciano de Ludopatía.

Esas peculiares características -accesibilidad, inmediatez y atractivo- contribuyen en buena medida a crear un nuevo perfil de ludópata cada vez más joven y profesional y que se inicia en internet.

«Los juegos online y, en general, los que utilizan las nuevas tecnologías, tienen mayor incidencia en población juvenil y adolescente. Un sector, además, más vulnerables a los problemas adictivos y que requiere mayor protección», explica Mariano Chóliz, profesor de Psicología de la Universitat de València y experto en adicciones.

 La evolución del mercado del juego online desde que comenzó a estar regulado ofrece datos abrumadores. Por ejemplo, sólo en cuatro meses -hasta septiembre- el número de usuarios registrados creció un 536%, según datos del Ministerio de Economía y Hacienda.

Además, las cantidades jugadas en este mismo periodo aumentaron un 61,65%, hasta llegar a los 1.256 millones de euros. «El gasto este año va a rondar los 3.000 millones. Dada la magnitud, es lógico pensar que ya hay mucha gente que tiene problemas con este tipo de juego», sostiene Chóliz.

Los expertos destacan lo pernicioso de la publicidad de este tipo de juegos. «Algunas campañas van dirigidas a los jóvenes, cosa que me parece del todo inaceptable». En el mismo sentido opina Consuelo Tomás, «es incomprensible que se tolere que empresas de juego online sean patrocinadoras de equipos de fútbol y que los deportistas, referentes para muchos chavales, luzcan su logotipo en las camisetas».

Otro aspecto muy dañino es la visión errónea extendida entre los jóvenes de que el juego online -sobre todo el póquer- es una forma inteligente de ganar dinero y que, incluso, se puede vivir de ello.

«El póquer no es una actividad productiva, sino especulativa. Las ganancias de unos pocos se basan en la pérdida de muchos, de manera que dar la imagen de que es una forma de ganarse la vida es simplemente un engaño», insiste Chóliz.

Igual sucede con las apuestas deportivas, cuya publicidad ha tomado el relevo de la prohibida de tabaco y alcohol. «No hay más que escuchar los programas deportivos. El oyente puede apostar por cuántos goles se marcarán, en qué minuto se pitará el primer córner... se disecciona el partido al máximo en base a las apuestas», destaca Tomás.

Fuente:lasprovincias.es

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