La existencia de problemas en la afectividad e incapacidad para disfrutar son características presentes en adolescentes con "rasgos esquizotípicos" o con "riesgo" de presentarlos, según se desprende de un estudio de la Universidad de Oviedo y la Universidad de La Rioja que analiza los factores de riesgo de esquizofrenia en adolescentes.
Otros aspectos característicos tienen que ver con una alteración en la percepción sensorial o un tipo de pensamiento "raro", que distorsiona la realidad. De este modo, se trata de perfiles distintos a las conductas "rebeldes" que pueden presentar algunos adolescentes, "aunque los chicos que presentan más rasgos de esquizotipia, suelen referir también un mayor número de problemas de conducta", ha indicado en declaraciones a Europa Press la profesora de Psicología Mercedes Paíno.
De ahí, la importancia del estudio, que se desarrolla desde hace varios años en el campo de los trastornos del espectro esquizofrénico, incluyendo la predisposición o vulnerabilidad a trastornos psicóticos.
Esta investigación que, bajo el título 'Expresión fenotípica de los rasgos esquizotípicos en población adolescente' apunta a que un 15% de los adolescentes tiene indicios teóricos de esquizofrenia, es el resultado de un trabajo de dos años en el que se han evaluado más de 1.600 alumnos de 41 institutos de toda Asturias seleccionados aleatoriamente. La prevalencia en población general oscila en torno al uno por ciento.
Para este estudio se ha empleado el instrumento de medida 'ESQUIZO-Q', un reconocido test de detección precoz de riesgos de esquizotipia en población joven diseñado por el mismo equipo.
"Nosotros nos hemos focalizado en el estudio de la esquizotipia, que viene a ser considerada como una puerta de entrada para los trastornos del espectro esquizofrénico", explica Paíno, quien remarca que una personalidad "de riesgo" se compone "de características diferentes".
No obstante, aclara que "tener una personalidad de riesgo no quiere decir ni mucho menos que vaya a acabar en una patología esquizofrénica". "Los perfiles de riesgo psicológico guardan relación con circunstancias que los alimentan, como el consumo de drogas, vivir en zonas urbanas, haber vivido una experiencia traumática o sufrir problemas depresivos", indica, añadiendo que "los factores hereditarios y ambientales pueden actuar interaccionando o sumándose en la aparición del trastorno psicótico".
Respecto a la elección de la adolescencia como etapa de estudio, la investigadora afirma que su interés se debe a que se trata de una fase vital "de especial riesgo para el desarrollo de los trastornos psicóticos".
"Se trata, además, de un periodo caracterizado por grandes cambios a nivel biológico, social, individual, y las experiencias esquizotípicas son frecuentes", dice, advirtiendo de que "los estresores ambientales como altos niveles de estrés familiar o acontecimientos vitales traumáticos dan lugar a un mayor riesgo".
Diferencias por género
En cuanto al dispar comportamiento en chicos y chicas con rasgos esquizotípicos, éstos tendrían puntuaciones más altas en la dimensión de anhedonia, "que podría entenderse como la incapacidad o dificultad para disfrutar en diversas situaciones".
Por su parte, ellas mostrarían más características de pensamiento mágico, "que incluye creencia en la magia o la superstición". Asimismo, en las jóvenes con rasgos esquizotípicos se observan "más falta de amigos íntimos y más rasgos de ansiedad social".
Al respecto, Mercedes Paíno remarca que estos patrones diferenciales por género "son bastante similares a los encontrados en pacientes con esquizofrenia".
Fuente:20minutos.es
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