lunes, 4 de marzo de 2013

Alerta por la adicción a las apuestas 'online' entre los jóvenes

La Unitat del Joc Patològic del Hospital Universitari de Bellvitge registró el pasado 2012 un incremento de consultas por problemas con las nuevas tecnologías. El perfil corresponde a un hombre de entre 30 y 35 años y con estudios universitarios.

Aumento alarmante de los jóvenes adictos a las apuestas online tanto deportivas como de otros tipos como el póquer. La Unitat del Joc Patològic del Hospital Universitari de Bellvitge registró el pasado 2012 un incremento de consultas por problemas con las nuevas tecnologías, que representan ya el 26,5% del total. Un 10,56% tiene que ver con la adicción a nuevas tecnologías, videojuegos y redes sociales y un 12% en apuestas por Internet. La jefa de la Unidad, la doctora Susana Jiménez, ha explicado a la ACN que el perfil de estos pacientes es el de un hombre de entre 30 y 35 años y con estudios universitarios. Habitualmente estas personas no habían tenido problemas anteriores con el juego.

En un principio, esta es una actividad meramente lúdica pero en algunos casos esto se convierte en un problema. Esto ocurre cuando la persona "está constantemente preocupada en cómo conseguir dinero para seguir jugando y tapar las deudas", cuando esta actividad le provoca un impacto en la familia y el afectado intenta esconderlo. "Cuando el juego deja de ser un entretenimiento y pasa a ser una necesidad", resume la doctora.

Según la experta, las personas jóvenes tienen un amplio conocimiento sobre las nuevas tecnologías, que "tienen un atractivo y producen una gratificación y estimulación muy importante". Este elemento facilita el contacto con el juego a personas que hasta ahora no habían realizado este tipo de actividades. Jiménez afirma que hasta ahora el 80% de las consultas que tenían eran por pacientes con problemas con las máquinas tragaperras, bingos o casinos. Ahora, en cambio, se ha producido un "cambio de perfil bastante significativo" hacia pacientes adictos al juego a través del ordenador.

"Las nuevas tecnologías ponen en contacto con el juego con apuesta porque son más atrayentes y estimulantes para este sector de la población más joven y con estudios universitarios, que seguramente no se hubieran sentido atraídos por las tragaperras u otros juegos presenciales", declaró.

Se trata pues de personas que hasta ahora no habían tenido problemas con las apuestas o los juegos presenciales sino que "han descubierto el póquer o las apuestas" en el ordenador y no son jugadores de otras tipologías. En algunos casos, sin embargo, sí que hay pacientes que combinan ambas tipologías pero Jiménez asegura que no es el patrón habitual.

Factores personales y sociales de riesgo

Hay determinados factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a terminar teniendo problemas de ludopatía. Jiménez los cataloga en tres tipologías: psicológicos, sociales y biológicos. Entre los primeros, por ejemplo, se sitúan tener una alta impulsividad, la necesidad de buscar sensaciones fuertes, buscar dificultades para afrontar conflictos y baja autoestima. Entre los sociales, vivir en un entorno que haya favorecido el juego desde edades muy precoces o haber sufrido situaciones estresantes o traumáticas también se convierten en un riesgo.

En este sentido, explica que uno de los factores que puede hacer que una persona adopte conductas patológicas con el juego, que hasta ahora había tenido un rol social en su vida, es la muerte de un familiar cercano.

Ser conscientes del problema

El primer paso para lograr salir de esta adición es ser conscientes del problema. La doctor explica que hace años la mayoría de los pacientes iban a su consulta por "presión familiar" pero no aceptaban que tenían un problema. Asegura que esto ha cambiado en los últimos años y actualmente "la mayoría viene convencido" y sabe que su relación con el juego no es la adecuada.

Apuntó, sin embargo, que esto no ocurre entre los jóvenes adictos a las redes sociales o los videojuegos, ya que estos, si van a la consulta, lo hacen por la presión de la familia pero "sin ninguna conciencia del problema" que sufren. "Esto complica mucho el tratamiento", apunta Jiménez.

La terapia consiste en un abordaje psicológico durante 16 sesiones semanales a lo largo de cuatro meses y que tiene por objetivo principal lograr la abstinencia. Si se consigue, se pasa a una segunda fase de control que consiste en visitas mensuales y luego a los tres, seis, un año y dos años para constatar que no hay recaídas.

Actualmente casi un 75% de los pacientes finaliza el tratamiento con buenos resultados. Hay entre un 26 y un 30% que padece alguna recaída durante el mismo pero Jiménez destaca que esto no quiere decir que fracase sino que alguna situación le lleva a recaer en el juego, situación que ha destacado que puede ser incluso "terapéutica" porque hace que el afectado se dé cuenta de que aún no está curado.

Una vez más, el patrón es diferente entre los adictos a los videojuegos y las redes sociales porque, al no tener conciencia del problema es necesario que durante las primeras sesiones del tratamiento no se busque tanto la abstinencia sino que éste se encamina a que la persona sea consciente que tiene un problema y que necesita ayuda.

La doctora alerta de que se está ante un grave problema que puede tener consecuencias muy negativas y por ello ha instado a revisar la publicidad sobre las apuestas que se hace actualmente. Ha celebrado que desde la Dirección General de Ordenación del Juego se haya creado una comisión para trabajar el juego responsable. Ha considerado también muy necesario diseñar estrategias para proteger colectivos vulnerables.

La falta de crédito por la crisis reduce las consultas

Por último, la doctora ha reflexionado sobre los efectos que la crisis económica ha tenido en esta patología. Así, Jiménez ha explicado que durante los primeros años, 2008 y 2009, se produjo un incremento de las consultas porque había más gente que utilizaba el juego como elemento de fuga ante situaciones complicadas como el paro o bien porque buscaban solucionar los problemas económicos.

A partir del 2010, sin embargo, la falta de acceso al crédito provocó el efecto inverso: una disminución de las consultas por adicción al juego. Jiménez detalla que esto no quiere decir que haya menos gente con problemas o que éstos se hayan solucionado sino que el hecho de que los familiares ya no puedan facilitar dinero a la persona adicta o que ésta no pueda pedir un crédito rápido "complica que puedan continuar jugando".

Fuente:lavanguardia.com

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