viernes, 15 de marzo de 2013

¿Eres adicta a las compras?

En el mundo de las adicciones, hay tanta variedad que a veces asusta. Podríamos decir que hay para todos los gustos. O que para cada persona hay una adicción. Más allá de las nocivas, las hay más inofensivas que, a la larga, tampoco resultan buenas para la salud física, mental, emocional… o para el bolsillo. Así, hay quienes se las considera adictas al gimnasio, mientras otras no cesan de enamorarse.

Una de ellas, así de extrañas, y muy común entre las mujeres (aunque algunos hombres no están exentos) es la adicción a las compras. Existen quienes no pueden desistirse a la tentación obtener cualquier cosa que se encuentre tras una vidriera.

Seamos honestas: es gratificante la sensación de comprarnos lo que nos gusta. Pero cuando esto se hace constante, sorteando los límites normales, comienza lo que para muchos es una adicción: la de las compras. Lee atentamente este artículo, y descubre si eres o no una adicta a las compras.

¿Cómo saber si eres adicta a las compras?

Existen síntomas claros para esta obsesión, entre los que encontramos comprar por horas, o hacerlo compulsivamente sin pensar. También generalmente la gente que es compradora compulsiva gasta todo el dinero, aún más de lo que tiene, y de manera regular, es decir, con cierta frecuencia.

Así como muchos deportistas gastan su energía en el ejercicio, quienes sufren de este desorden lo hacen para ir de compras, y su vida gira en torno a la próxima salida en busca de algo para adquirir, o el próximo producto. Como lo hacen muchos compulsivos, los compradores casi nunca mencionan en su círculo de íntimos sus últimas adquisiciones. Incluso, mantienen en secreto sus compras, tal vez sabiendo que, para los ojos de los demás, no es correcto.

Pero la compulsión a comprar ya no se limita solamente a los centros comerciales, sino que los adictos a las compras también pasan mucho tiempo ordenando por teléfono lo que se vende por televisión, y también frente a la computadora, comprando on-line.

Estudios han demostrado que el perfil de estos compradores compulsivos poseen sentimientos de soledad y son vulnerables a la constante publicidad y anuncios por los medios. También suelen presentar ansiedad ante la posibilidad de perder una compra, y ni hablar del sentimiento de culpa luego de haber comprado de esa manera.

Quienes son afectos a gastar y gastar suelen sufrir la falta de confianza y ser depresivos. Al igual que otras adicciones, ir de compras es una manera de sentir el control sobre sus vidas, pero con drásticas consecuencias, como el endeudamiento, la quiebra económica, discusiones de pareja, la culpa, la pérdida del trabajo y la diversión, comenzar a robar, cambios en los hábitos de sueño y alimentarios, para nombrar algunos.

Soy adicta a las compras: ¿Y ahora qué hago?

El gasto compulsivo se puede curar, y el tratamiento depende de la cantidad de tiempo en la adicción y la gravedad del estado. Dentro del tratamiento, se recomienda a las personas en recuperación hacer una lista de lo que necesitan antes de ir a comprar, respetándola a rajatabla. Así como también se les recomienda bloquear los canales de la televisión dedicados a las ventas en línea, y los sitios de compras y ventas en Internet.

Otra pauta para superar este problema, que mayoritariamente necesita asesoramiento profesional, es siendo consciente de adquirir sólo aquello que se necesita, aunque lo que muestren las vidrieras sea realmente tentador.

De igual manera, preparar un presupuesto detallado es otra de las formas de reducir los gastos. Sabiendo con cuánto dinero se cuenta, y para qué está destinado, será menos probable caer en el exceso de compras.

Así que si creías que ser adictas a las compras no era algo serio, pues todo lo contrario. Es una enfermedad como todas las otras, que necesita de ayuda para poder superar.

Fuente:informe21.com

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