Las tabletas y 'smartphones' se utilizan cada vez a edades más tempranas.
Los expertos aconsejan a los padres dosificar el empleo y dar ejemplo.
'Hay una relación saludable y otra realmente tóxica con la tecnología'.
La 'desintoxicación' pasa por promover las actividades al aire libre.
Cuando el hospital de Capio Nightingale abrió en el 2010 sus Servicios de Adicción a la Tecnología, los pacientes más jóvenes tenían como poco doce años. Los niños llegan sin embargo a la consulta a edades cada vez más tempranas, y esta semana ha trascendido el caso de una niña de cuatro años con una "adicción extrema" al iPad que tuvo que pasar por tratamiento psiquiátrico para poder superarla.
"Los niños nacen hoy en día en un entorno tecnológico y mucho padres tienden a usar los ordenadores, los iPads y los smartphones como si fueran niñeras", declara a elmundo.es el doctor Richard Graham, el psiquiatra del hospital londinense que ha dado esta semana la voz de alarma por los casos de adicción en la tierna infancia. "Si al niño se le deja largas horas imantado a una pantalla, y si ve a sus padres haciendo lo mismo, estamos creando las condiciones para una relación enfermiza con la tecnología".
Graham invita a los padres y a los niños a mirar la tecnología con los mismos ojos que la comida..."Igual que hay alimentos saludables y comida 'basura', hay una relación saludable y otra realmente tóxica con la tecnología. Esa base se empieza a crear desde edades tempranas, al igual que ocurre con la obesidad. Por eso conviene tener muy en cuenta los síntomas, y empezar a tratarlos lo antes posible, antes de que nuestros hijos se conviertan en 'screenagers' (adolescentes de la pantalla)
Síntomas de adicción y soluciones
Tiene su hijo dificultades para dormir? ¿Reacciona con rabietas cuando llega el momento de apretar el botón de 'off'? ¿Pasa por frecuentes estados de ansiedad y agresividad cuando no tiene sus 'dosis' diaria de tecnología?
"Estos son algunos de los síntomas más claros de que un niño puede estar enganchado", declara Graham, que ha adaptado los programas de 'desintoxicación tecnológica' de los adultos a los más pequeños. "Estamos en cualquier caso ante un mundo cambiante que nos obliga a adaptarnos constantemente. Y cada niño es único".
La 'desintoxicación' pasa en cualquier caso por un estímulo de actividades fuera de la pantalla, desde actividades sociales que requieran el cara a cara a la práctica de deportes y actividades al aire libre..."La tecnología está aquí para quedarse, pero hay que contrarrestarla precisamente con actividad física y con el contacto con la naturaleza. Estos son hábitos que tienen que aprender los niños lo antes posible".
"La mayor responsabilidad es de las familias, pero las escuelas juegan también un papel fundamental a la hora de enseñar a los niños una relación sana y equilibrada con la tecnología", sostiene el doctor Graham. "Y esa relación hay que empezar a construirla desde la mutua confianza...Si a los niños se les prohíbe taxativamente la tecnología, sentirán la atracción de lo prohibido y tenderán a usarla a escondidas, de las misma manera que un adicto a las drogas o al alcohol".
Graham no es partidario de declarar los dormitorios de los niños como 'zona libre de tecnología', pero sí cree en la conveniencia de fijar límites horarios, mantener la puerta abierta para controlar su uso "y velar sobre todo para que los niños no usen las pantallas una hora antes de dormir, para que no interfiera en el sueño".
Límites también para los padres
La Asociación Americana de Psiquiatras recomienda que no se exponga a los niños a más de dos horas de tiempo de pantalla diaria (incluyendo la televisión), aunque Graham no es partidario de decretar una edad mínima de exposición a las pantallas ni de imponer un límite rígido...
"Todo depende de cada niño. Los hay que saben hacer un uso positivo y creativo de la pantalla desde edad muy temprana. Otros son más pasivos y no van más allá de los juegos de entretenimiento. Pero digamos que por encima de las tres o cuatro horas, teniendo en cuenta todas las pantallas, ya estamos por lo general en el límite de una "dieta sana".
Graham critica también la presión cultural y comercial, y el advenimiento de la 'iNanny', con tecnologías diseñadas para enganchar a los niños a edades cada vez más tempranas. Aun así, el psiquiatra experto en adicciones pide encarecidamente a los padres que no caigan en el fatalismo tecnológico y, sobre todo, que prediquen con el ejemplo... "Es muy fácil criticar a los niños y desesperarse con ellos sin reparar en lo que estamos haciendo nosotros, todo el día pendientes del smartphone y de los emails. Hay que mostrar a los niños, desde edades muy tempranos, todo lo que la vida puede ofrecer más allá de la tecnología".
Fuente:elmundo.es
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