lunes, 22 de abril de 2013

Miles de adolescentes sufren “vigorexia” y se obligan a trastocar su musculatura

Un estudio llevado adelante por la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), y publicado por la revista especializada “Pediatrics”, afirma que un fenómeno siquiátrico relativamente novedoso, afecta a cada vez más adolescentes en Norteamérica y se expande por el mundo: la “vigorexia” obliga a los jóvenes a multiplicar sus esfuerzos para adquirir musculatura, a expensas de modelos sociales y con perjuicios cada vez peores para su salud.


La encuesta entre los estudiante universitarios –que los técnicos consideraron extrapolable a otras regiones y países- asegura que la meta de los jóvenes varones al hacer ejercicio deja atrás cada vez más la recreación, el deporte en sí mismo, o la salud: un 90% está convencido que lo importante es desarrollar musculatura. Y cuanto más, mejor.

La insatisfacción de los jóvenes con sus propios cuerpos, es cada vez más creciente, impulsados por la publicidad insaciable que les promete cuerpos cautivadores para las mujeres, en tanto esfuercen su labor en los gimnasios –o simplemente comprando adminículos que los harán verdaderos Atlas- además de consumir todo tipo de estimulantes de supuesto beneficio para la musculatura.

Cada vez menos se dan cuenta de lo que es “exagerar”

El informe revela que muchos adolescentes, están convencidos de que hacen un bien a su salud, con estar horas en el gimnasio simplemente alongando sus músculos para lograr que crezcan, y que la mayoría no se da cuenta de la diferencia entre “ejercitar” y “exagerar”.El documento añade que “la adicción que adquieren poco a poco se introduce en su vida social y cambian hasta su relacionamiento”, remarcando que la enfermedad está subdiagnosticada en todos los niveles que lograron estudiarla.

La vigorexia, es considerada “un subtipo de la dismorfofobia”, una patología que hace que el individuo no acepte lo que le muestra el espejo con cierta conformidad: lo hace patológicamente de manera negativa y no coherente con la realidad.

La vigorexia se da además en grupos de edad que están experimentando cambios físicos y sicológicos naturales sumamente fuertes, “son adolescentes que sienten necesidad constante de aceptación, también en su apariencia. En una segunda etapa el adolescente acepta la hipótesis de que el cuerpo puede ser moldeado en un intento de controlar su propia vida, ya que no puede controlar su entorno”, explican los siquiatras responsables del informe.

Fuente:lr21.com.uy

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